TITULO: Domingo
- 10 - Noviembre - LIARLA PARDO - Walter Pandiani ,.
El domingo - 10 - Noviembre , a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Walter Pandiani ,.
Walter Pandiani: "Si querés tener la pelota tenés que aprender a tenerla"
El Rifle Walter Pandiani conversó con ESPN sobre sus ideas como entrenador, de lo que pretende de sus equipos y de los objetivos y feliz que se siente trabajando en Albion buscando el ascenso a la Primera división del Campeonato Uruguayo.
“Estoy muy asentado, estamos muy contentos por lo que hemos encontrado en el club, una institución muy ordenada, con infraestructura para poder trabajar, mucha personalidad y mucho respeto a lo que uno hace”, destacó Pandiani.
El exdelantero afirmó que su equipo, que terminó cuarto en la fase regular y que actualmente se mantiene en zona de playoffs en la Tabla Anual, ‘tiene las ideas claras de adónde queremos ir y llegar’.
“Vamos por el camino correcto, somos unos de los equipos que mejor juega al fútbol en el campeonato, que tiene personalidad y un plantel muy comprometido con la causa”, subrayó.
El Rifle, que en Uruguay ya dirigió a Cerro y a Cerrito, indicó qué busca en el funcionamiento de sus equipos: “Las fases del juego son varias, y en el momento que empezás a controlar todas esas fases, empezás a jugar bien. En la defensiva hay que estar fuerte y sólido, sacar el balón en buenas condiciones y que todos sean partícipes de eso, porque está la necesidad de que los once sean parte de la solidez defensiva, no solo la línea defensiva. Lo mismo pasa con la tenencia del balón, donde por ejemplo el arquero tiene que ser parte fundamental”.
El DT de 47 años remarcó que busca que sus jugadores participen del juego y así llegar a tener ocasiones de gol. Y además de valorar la calidad individual, aspecto que considera cuenta en su plantel, Pandiani subrayó la intensidad ‘para tener la pelota, para cuidarla, para moverla de un lado al otro con velocidad’, y cuando no tenés el balón, intensidad para un repliegue rápido o para realizar una presión tras pérdida, ‘que es lo que trabajamos habitualmente’.
“Los jugadores tienen los conceptos bastante claros; somos un equipo que lleva las riendas del juego. Yo era muy laburante: corría, peleaba, luchaba, y mis equipos tienen que ir por ahí. Yo veo a mis equipos identificados dentro de la cancha y eso para mí es muy importante”, destacó el técnico.
EL VALOR DEL TRABAJO POST ENTRENAMIENTO
“Mi padre de chico me decía: pegale con la derecha, con la zurda. Nadie sabe si soy derecho o zurdo, porque le pego igual a la pelota que viene de un lado y del otro. Hasta tiros libres pateaba con la zurda cuando jugaba. Eso es trabajo, constancia y sobre todo querer mejorar. (Diego) Forlán, con toda la calidad que tenía, se quedaba a patear a la pared después de los entrenamientos. ¿Él necesitaba eso? Pensamos que no, quizás otros lo necesitaban más, pero él iba”.
En la nota con ESPN Uruguay, Pandiani reiteró la importancia de quedarse luego de los entrenamientos para mejorar la técnica, de hacer trabajos extras para aumentar el nivel como futbolista, por ejemplo quedándose para tirarle centros a los delanteros y ‘explicarles dónde posicionarse para cabecear de una manera o de otra, dónde va a estar parado el arquero en el momento que la pelota esté en un lugar o en otro’.
“Si vos trabajás a conciencia para perfeccionar ciertas costumbres evidentemente es todo mucho más fácil. Pero si no trabajás es imposible hasta para hacer un pase corto; el profesional tiene que meter diez de diez en un pase corto, si son cinco estás en un problema y tenés que trabajar para meter los diez, podés errar uno”, expresó.
“O después les pedís a los laterales o extremos que centren bien, ¿pero cómo si no lo trabajás! Hay que buscar el día adecuado para que se puedan tirar 25 o 30 centros. Hay muchas situaciones para mejorar en cada una de las funciones que se cumplen dentro del campo, pero a veces el contexto del trabajo diario te lleva a que no puedas perfeccionar esas situaciones que vos necesitás y eso te lleva a que tengas que hacer trabajo extra. Esas cosas las fomento, para que si mañana estos jugadores van a otro equipo o yo ya no esté en Albion, ellos le digan al técnico que tengan si se pueden quedar para hacer finalizaciones”.
EL JUEGO COMBINATIVO DE POCHETTINO
“Siempre tiene que haber jugadores con líneas de pase, y eso se mejora con trabajo. Si querés tener la pelota tenés que aprender a tenerla, tenés que pasar bien, perfilarte bien, hacer los toques correctos, los pases justos. Soy muy pesado con las ruedas de pase y lo hago todos los días porque si quiero juego combinativo necesito pasar, perfilar y controlar bien, y tener intensidad, sincronización y los conceptos claros”.
Pandiani explicó que en las ruedas de pase se busca que los zagueros progresen jugando con los alejados, y que el jugador cercano tiene que pensar no en recibir la pelota del poseedor del balón, sino que va a tener que ir a buscar esa pelota ‘que te van a dejar de cara’.
Curiosamente uno podría recordar a Pandiani destacándose en equipos más directos, de balón largo y disputas aéreas. “Yo era delantero de los que ganaba de arriba, entonces poco juego combinativo porque ‘el Rifle las gana allá arriba’”.
Sin embargo, en la temporada 2011/12 fue dirigido en Espanyol por Mauricio Pochettino, quien había sido su compañero en el elenco catalán durante el primer semestre de 2006, los últimos meses del argentino como jugador profesional.
“Mauricio había agarrado al equipo en el final de la temporada anterior y lo salvó del descenso. Me llamó y quería que fuera uno de los líderes del vestuario, yo tenía 36 años y él tenía otras ideas, ya de juego combinativo, sacando el balón desde atrás y eso me gustó mucho. Aprendí mucho con él, fue un técnico muy completo”.
Pandiani subrayó: “Fue una de las primeras instancias del juego combinativo que viví en carne propia, y me gustó muchísimo porque cumplí un rol fundamental y me sirvió, con 36 años, a crecer mucho y ver un montón de cosas. Cuando era más joven tenía mucha calidad que fui perdiendo porque mis equipos eran muy directos; antes jugaba en el mediocampo y con 22 o 23 años comencé a jugar de centrodelantero. Cuando fui a Peñarol en 1998 recién era mi segundo año como nueve”.
EL CRECIMIENTO DEL CLUB Y EL VALOR DE LAS FORMATIVAS: "SON EL CORAZÓN DE LOS CLUBES",.
A su vez, Pandiani destacó el crecimiento que observa en Albion, buscando ‘ayudar en todo lo posible para que el equipo a final de temporada llegue a donde tiene que llegar que es a buen puerto, con ese objetivo de llegar a Primera división’. “Vamos a intentar dejar todo para conseguirlo”.
En particular, el Rifle destacó el valor de las divisiones juveniles: “Sabemos que las formativas son el corazón de los clubes, y de ahí cada año tienen que salir dos o tres futbolistas que puedan participar en el primer equipo, ojalá que más, pero evidentemente eso es algo muy bueno y quiere decir que la formación de los futbolistas en el club se está haciendo en las mejores condiciones”.
El entrenador dijo que Albion, cuyo actual Director Deportivo de Fútbol Profesional es Santiago Ostolaza (que en abril sustituyó a Diego Martín Dorta), ‘está haciendo un grandísimo trabajo desde hace un par de años’, lo que permite actualmente contar con varios juveniles en el primer equipo.
“Hay que ir paso a paso, poner el ojo bien y saber que no podemos fallar con esos chicos. Ellos están muy predispuestos, aprendiendo cosas nuevas en una intensidad completamente diferente a la que entrenan, eso hace subir su nivel y el del propio equipo juvenil. Estamos muy enchufados con lo que pasa debajo, tenemos que ser partícipes de ello, y que los juveniles nos sientan cerca también es importante. Es necesidad de todos que el club crezca con jugadores de la casa”, concluyó.
TITULO: Donde viajan dos - Cómo aprovechar Google al máximo en tus viajes,.
Cómo aprovechar Google al máximo en tus viajes,.
foto / Vista del logotipo de Googleen Mountain View, California, Estados Unidos ,.
Desde el desierto de Atacama en Chile hasta las montañas heladas en Groenlandia, Google Street View ha permitido a internautas de todo el mundo visitar lugares remotos con un solo clic. Este domingo, el popular mapa de 360º diseñado por el cofundador de Google, Larry Page, cumple 15 años, con más de 220.000 millones de imágenes acumuladas en un centenar de países y territorios.
Desde sus comienzos en 2007, los coches de Street View han viajado más de 16 millones de kilómetros, una distancia que da la vuelta al mundo más de 400 veces. Durante estos años Google ha colocado sus cámaras también en bicicletas (2008), motos de nieve (2010) e incluso bajo el mar (2012), en este caso, para fotografiar la Gran Barrera de Coral en Australia. En 2014, se instalaron cámaras en camellos para capturar instantáneas del Oasis de Liwa en Abu Dhabi y, en 2017, se tomaron imágenes de un volcán en erupción.
Pero los desarrolladores de esta herramienta, lejos de conformarse, ya ha dicho que seguirán innovando. Según anuncia el blog de Google, este 2022, el servicio ha lanzado nuevas funciones: permite ver fotos anteriores y ya está probando una nueva cámara "ultratransportable" para recopilar imágenes de alta calidad en lugares remotos. La compañía adelanta que dicha cámara pesará menos de seis kilos, será personalizable para tomar imágenes en detalle y se podrá encajar en cualquier vehículo utilizado por Google.
'Viajes al pasado' en 360º
Con motivo del aniversario, la empresa estadounidense ha activado una novedosa característica: se podrán realizar 'viajes al pasado' en 360º. Esto no quiere decir que el coche de Google Street View se haya convertido en el DeLorean de la película de Regreso al futuro, si no que la herramienta permite ahora consultar un mismo punto o monumento en diversas fechas y observar como ha cambiado a lo largo de los años.
Para ello, los usuarios deberán buscar en Google Maps el lugar que quieren consultar y arrastrarle el ya conocido personaje amarillo de la derecha, ataviado en estos días con un gorrito de cumpleaños y un globo. Una vez que estemos en la visualización, en la pestaña de la izquierda, el usuario puede seleccionar el histórico de imágenes sobre el sitio y "dar un salto al pasado", en función de las fechas disponibles.
Estas imágenes permiten ver desde cómo han cambiado las calles de Madrid o Barcelona en los últimos años, el antes y después de las obras del Coliseo de Roma, en Italia, o el paso de las estaciones en el Bosque de Seúl, en Corea del Sur. También encontrar a familiares en las calles del pueblo - si han sido captados por las cámaras de Google- o imágenes tan curiosas como la de "un caballo" en 2014 sentado en una silla comiendo en las calles de Vitoria, en Canadá, al estilo de la serie Bojack The Horseman.
Tres estadios, entre los lugares más visitados en España
Google también ha desvelado cifras curiosas sobre el uso de la herramienta en España. Nuestro país es el sexto que más visitantes tiene en Street View, según datos del último año (1 de mayo de 2021 a 30 de abril de 2022). Además, ha anunciado los lugares más consultados en España en esta herramienta.
En este sentido, los futboleros están de enhorabuena, ya que el podio es para el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, seguido por el Camp Nou, en Barcelona. Cataluña se lleva también el tercer puesto por la Sagrada Familia, mientras que el cuarto se desplaza al sur con Tarifa. La lista la cierra el estadio rojiblanco, el Wanda Metropolitano, en el quinto puesto.
Si aún estás buscando destino para estas vacaciones, Google también ha indicado cuáles son las playas española más "clicadas" en la plataforma. Entre el 24 de abril de 2021 y el 24 de abril de este año, Baleares se lleva la palma con la ibicenca Playa d’en Bossa y la mallorquina Cala Major. Las siguen la Cala S'Alguer, en Girona, la Playa de la Malagueta, en Málaga, y Cala Moraig, en la Comunidad Valenciana.
Entre los museos españoles, los más visitados virtualmente son el Museo Nacional del Prado, el Museo FC Barcelona, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, el Palau Güell en Barcelona y el Guggenheim de Bilbao.
TITULO : Escala humana - La vida es el viaje , Miercoles - 13 - Noviembre ,.
El Miercoles - 13 - Noviembre , a las 21:00 por La 2, foto,.
La vida es el viaje,.
Lunáticos de la cultura,.
El
Apollo XI no supuso sólo un gran salto para la humanidad. Convirtió a
la luna en un icono de la literatura, el cine y la música,.
Es llamativo que, tras regresar de su viaje espacial, el astronauta Edgar Mitchell, conocido por ser el sexto hombre en pisar la Luna, afirmase no sentirse ya ciudadano de los Estados Unidos, sino de la Tierra. No parece difícil entender por qué, con la llegada a la Luna, la humanidad empezó a mirarse a sí misma a través de unos ojos muy distintos. En primer lugar, una distancia, un límite aparentemente insuperable había caído hasta contraer ese horizonte hasta entonces inalcanzable en un dominio más conquistado por la técnica. Para otros, adquirir la conciencia de ser «ciudadano de la Tierra», como afirmaba Edgar Mitchell, podía implicar valorar nuestro planeta como algo más que el simple telón de fondo o escenario insustancial de la historia de la industrialización y el progreso; significaba observar la Tierra como un fin, como nuestro sostén, una «base» limitada, no infinita, de recursos naturales. Frenesí tecnológicoSin embargo, esta mirada romántica y ecológica a la Tierra vista desde el espacio exterior y como objeto de cuidado global ha quedado oscurecida y sustraída al debate por efecto de nuestro frenesí tecnológico. Un hito dentro de la construcción de esta imaginería espacial fue la película «2001. Una odisea del espacio», de Stanley Kubrick. El filme, realizado en 1968, marcó, antes de la retransmisión televisiva de la llegada a la luna, las coordenadas estéticas de la idea de viaje espacial para varias generaciones, que enseguida vieron en su simbología un modo adecuado para explicar sus nuevas experiencias culturales anti-gravitatorias.La aventura espacial representaba, entre otras cosas, la impensable liberación de los límites terrenales, en este caso, la emancipación juvenil del viejo mundo burgués y autoritario de los padres. Lejos de las graves y angustiadas concepciones existencialistas de décadas anteriores, la imagen del espacio exterior mostraba que el desarraigo podía ser lúdico, hedonista, embriagador. Perdidos en el espacioMuy pronto el lenguaje de la música pop de los sesenta y setenta se sintió identificado con esta experiencia de la ingravidez. También los jóvenes se sentían, como el protagonista de «2001», astronau-tas incomunicados y perdidos en un espacio indiferente. Tampoco ellos se sentían a gusto en la Tierra. Uno de los inspirados por la experiencia de David Bowman, el protagonista de «2001», fue –¿es casualidad el nombre?– David Bowie. Bajo personajes como «Major Tom» o «Ziggy Stardust» o en clásicos como «Starman» o «Space Odditty», el andrógino cantante británico, impresionado por el despliegue imaginativo de «2001», exploró todas estas posibilidades artísticas para la música y la imagen de la época.Ahora bien, por decirlo con las palabras de Milan Kundera en «La insoportable levedad del ser», ¿es de verdad terrible el peso y tan maravillosa la levedad? Cierto, la carga más pesada nos destroza, apunta el novelista checo, nos aplasta contra la tierra pero, ¿no es también relevante que en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desee cargar con el peso del cuerpo del hombre? «La carga más pesada es, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes». Guerra FríaEscéptica hacia este modelo ideal de «gravedad cero» que comenzaba a imponerse en la carrera espacial impulsada durante la Guerra Fría, la pensadora Hannah Arendt, aún conmocionada por el éxito soviético en el lanzamiento del «sputnik», comenzó uno de sus mejores ensayos, «La condición humana», de 1958, en el que reflexionaba sobre este hecho decisivo. El hombre estaba dando pruebas de su poder para dejar «la prisión de la Tierra», frase que se convirtió en un slogan de la época. Para Arendt, el hecho de que, como rezaba un eslogan de la época, «la humanidad no permanecerá atada para siempre a la Tierra», le causaba cierta extrañeza. Aunque los cristianos se habían referido a la Tierra como un valle de lágrimas y los filósofos considerado su propio cuerpo como una prisión de la mente o del alma, nadie en la historia de la humanidad había hasta ahora concebido la Tierra como cárcel del cuerpo humano ni ha mostrado tal ansia para ir literalmente de aquí a la Luna. «La emancipación y secularización de la Edad Moderna, que comenzó con un desvío, no necesariamente de Dios, sino de un dios que era el Padre de los hombres en el cielo – preguntaba Arendt–, ¿ha de terminar con un repudio todavía más ominoso de una Tierra que fue la Madre de todas las criaturas vivientes bajo el firmamento?».Se suele decir que cuando el sabio enseña la Luna, el idiota mira al dedo. Sin embargo, es, sin duda, el pensador francés Paul Virilio quien, desde un curioso catolicismo, más ha desenmascarado el sueño espacial, una fascinación contemporánea por la ingravidez que a su modo de ver oculta un desprecio velado hacia la finitud y fragilidad de nuestros cuerpos y raíces. Si el astronauta se ha convertido en el ideal antropológico por excelencia en nuestros días es porque, como él, también nosotros, los nuevos internautas, flotamos en las papeleras intersiderales de la información mientras nos refugiamos en una instalación perfectamente climatizada y blindada frente al continuo riesgo de una atmósfera exterior susceptible de contaminación. En cierto modo, podría decirse que Virilio acepta las palabras pronunciadas por Neil Armstrong, pero dándoles un sentido completamente distinto. Si para el astronauta se trataba de «un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad», para el filósofo es un salto que arruina todo los pequeños pasos humanos. Hito humanoPreocupado por la «contracción del mundo» y la «pérdida de distancias» provocadas por la aceleración tecnológica y la intercomunicación de las redes de información, Virilio utiliza el hito humano de la conquista de la luna como ejemplo de la pérdida de un «espacio» de la tierra a escala humana. Del mismo modo que con el invento del ascensor, la escalera deja de tener sentido, la instantánea de la conquista de la Luna habría eclipsado el significado de la Tierra. A propósito del alunizaje del Apolo XI, Virilio hace notar que el evento no era tanto la retransmisión de imágenes televisadas a más de trescientos mil kilómetros de la Tierra, como «la visión simultánea de la luna en las pantallas y en la ventana». Con esa imagen «en directo» televisada del hombre sobre la luna, la altura por excelencia quedaba bajo nuestros pies. Virilio recuerda lo que les ocurrió a sus héroes a su regreso: Aldrin, víctima de depresiones y de desintoxicaciones varias, terminó muriéndose en un psiquiátrico. Collins, condenado a vivir en una «tierra de nadie», aseguraba haber experimentado la inquietante sensación de presencia y ausencia de la Tierra; el insociable Armstrong, huidizo y paranoico, se refugió en una granja de Ohio con su familia.
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