domingo, 22 de diciembre de 2024

Cuadernos de paso - La sonrisa del pelícano - Esta noche cruzamos el Mississippi - Crónicas marcianas - Donald Judd, el minimalista que no quería serlo ,. / DESAYUNO CENA - SABADO - ENREDATE - ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - ¡ ATENCION Y OBRAS! CINE - Vivan los novios - Telecinco - Libro - Me olvide del cielo ,. / REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - VIAJANDO CON CHESTER - Elena Anaya ,. / Viaje al centro de la tele -Tesoro de la tele - Nochebuenas canciones ,. / Me voy a comer el mundo - Casa Marcial, el nuevo tres estrellas Michelin que triunfa en una aldea asturiana de "cuatro casas" y por la que pasan más vacas que coches ,. / Cine de barrio - La guerra de papá ,./ Versión europea - Cine - The farewell , Sabado -28 - Diciembre ,.

 

  TITULO: Cuadernos de paso - La sonrisa del pelícano - Esta noche cruzamos el Mississippi - Crónicas marcianas -  Donald Judd, el minimalista que no quería serlo  ,.


  La sonrisa del pelícano ,.
 
 La sonrisa del pelícano fue un programa español de televisión emitido por Antena 3, Presentado y dirigido por Pepe Navarro,.

 Esta noche cruzamos el Mississippi,.
 
 Esta noche cruzamos el Mississippi fue un programa de televisión producido y presentado por el periodista Pepe Navarro y emitido por la cadena española Telecinco entre el 18 de septiembre de 1995 y el 10 de julio de 1997. Se emitía de lunes a jueves en la franja del late night., etc.

  Crónicas marcianas ,.

Crónicas marcianas fue un late show de televisión, producido por Gestmusic Endemol y emitido por la cadena española Telecinco entre 1997 y 2005. Estaba dirigido y presentado por Javier Sardá y contaba con Miquel José y Jordi Roca, con quienes Sardá había creado La Ventana en la Cadena SER, como subdirectores y guionistas.
Es el programa de late night más longevo y más visto de la historia de la televisión en España.1​ A pesar de ser considerado por muchos como uno de los máximos exponentes de la llamada telebasura en España, obtuvo multitud de premios, como un Ondas, dos de la Academia de la Televisión y seis TP de Oro., etc,.

Donald Judd, el minimalista que no quería serlo,.

 Donald Judd

 foto / Mesa y sillas diseñadas por Donald Judd, fotografiadas en su galería de Nueva York, el 22 de abril de 2024.

El artista y ensayista estadounidense ayudó a sentar las bases de un movimiento, el minimalismo, aún muy influyente. Un libro recoge ahora algunos de sus diseños,.

 En 2022 la modelo y empresaria estadounidense Kim Kardashian publicó en YouTube un vídeo en el que recorría las oficinas de su empresa Skkn by Kim mientras decía: “Últimamente me he metido de lleno en los muebles, estas mesas de Donald Judd son realmente increíbles y combinan totalmente con las sillas”. El vídeo se vio 3,6 millones de veces, pero aquellos muebles no eran originales del artista estadounidense Donald Judd (1928-1994), sino imitaciones, por lo que el pasa,.

 

TITULO:  DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE - ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - Vivan los novios -   Telecinco - Libro - Me olvide del cielo ,.

 

 Resultat d'imatges de ¡ atencion y obras cine ! ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE ,.
 
   ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en 
La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.

 

Vivan los novios - Telecinco ,.

 


Vivan los novios fue un concurso del género Dating show, emitido las tardes de los sábados por la cadena española Telecinco entre 1991 y 1994., Presentador Andoni Ferreño, Arancha del Sol, Natalia Estrada y Gabriel Andres Corrado Andreacchio, etc,.

 

DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE -  ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - Libro -  Me olvide del cielo ,.

  


DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE -  ¡ QUE HAY DE NUEVO !  - Libro -  Me olvide del cielo , fotos,.

 

 Libro -  Me olvide del cielo,.

 

 Todo corazón esconde una culpa

 

 Hace ya más de dos décadas, una frase de Gabriel García Márquez provocó un golpe de timón en el rumbo de mi vida. En una de sus entrevistas el premio Nobel afirmaba que el escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar. Para aquel entonces, año 2001, un servidor acababa de regresar de Kosovo. Dos años en tierra hostil, ejerciendo como observador de paz de la ONU. A mi vuelta, a pesar de tener la 

 

 

 Imágenes de Tarta de queso y café libres de derechos | Depositphotos

Desayuno )

 

mochila de las vivencias más llena, seguía siendo un investigador de la policía cuyo despacho, mugriento y oscuro, ocupaba la planta baja de la conocida Jefatura, en el número 49 de la Vía Laietana. A pesar de que siempre me había considerado un lector prematuro, hasta ese momento jamás había pensado con ser escritor. De hecho, debo confesar que ese término, el de escritor, despertaba (y lo sigue haciendo) en mí tanto respeto, que ni siquiera pasaba por mi cabeza la idea de convertirme en uno de ellos. Sin embargo, aquellos días la frase del célebre escritor colombiano resonaba en mi cabeza una y otra vez. Mi dedicación policial me exigía jornadas de más de doce horas, por lo que no fueron pocos los días que me quedaba a comer alrededor de Jefatura. A

 

 

 Codillo al horno, una deliciosa receta tradicional de la abuela

 ( Cena )

 

diferencia de mis compañeros, en esa hora escasa, necesitaba de soledad y alejarme así 

del ruido habitual que resultaba ser escuchar a otros policías hablar exclusivamente de asuntos policiales. Así que en una de esas ocasiones, alegando que había quedado con una amiga de la universidad, encontré mi refugio particular a escasos trescientos metros: Els quatre gats (un establecimiento inaugurado en 1897 en el corazón de la vieja Barcelona, que tiene su importancia en la novela Me olvidé del cielo). Conocía algo de su historia, lo mucho que ese local frecuentó Picasso, la comentada visita de Ruben Darío, o las tertulias en las que habían participado Joan Maragall, Eugeni D’Ors o el propio Santiago Rusiñol. El negocio desprendía una atmósfera mágica, como si se hubiera teletransportado de París o de la Praga más enigmática. La propia ubicación, la angosta calle Montsió, te invitaba a sentir que estabas a punto de atravesar otra dimensión. Que algo bueno iba a ocurrir. Tomé por costumbre comer en una mesa de la segunda planta, aquella más próxima a la pared y desde la que veía todo el local (manías de policía, pero en ese caso se debía más a mi avidez por observar el trajín del establecimiento). Pedía el menú diario y comía rápido. De esa manera solía contar con algo más de media hora para escribir en un pequeño bloc de notas. Apuraba el café escribiendo descripciones precisas de personajes que no iban a ningún lugar, tramas que nacían con ilusión pero terminaban agonizando en la orilla de los miedos creativos. Al igual que el inspector Basilio Bosc, personaje principal de Me olvidé del cielo, también yo visité Els quatre gats para “forcejear con las palabras”, o “sentir el lento goteo del reloj de arena que toda alma alberga cuando conecta con su pasión”. Todavía era demasiado joven para interpretar que durante esas escapadas a mi guarida secreta, la alegría era la emoción que me invadía. Ahora si sé que solo nos alegra el corazón aquellos quehaceres que nos conectan con nuestra verdadera esencia. En Els quatre gats se forjó mi sueño de ser escritor. Sucedió con la naturalidad con la que respiro, sin darme cuenta. Y de la misma manera surgió la idea matriz que me llevó a escribir Me olvidé del cielo. Si en El chico de las bobinas (¿qué nombre debería recibir el fenómeno por el cual algunas de nuestras novelas establecen sinopsis literarias sin nuestro permiso?), el motor de la historia era el amor de una madre, en Me olvidé del cielo lo iba a ser el miedo. Ese término que en alemán se escribe “angt”. Que al igual que en latín tiene su origen en la palabra angostura. Es decir, cuanto mayor es nuestro temor, más estrecha de miras será nuestra área de acción. Por eso quien se angustia se siente, de un modo u otro, acorralado. Y de esto trata Me olvidé del cielo, de personajes acorralados por sus miedos, de querer retratar la verdadera maldad sin edulcorantes, de recordar que el ser humano es el animal más peligroso de este planeta, de que hay barrios feroces (como lo era el Distrito V de Barcelona en 1923) donde a pesar de regirse por leyes no escritas, también se forjan lealtades de por vida. Durante el proceso de escritura de Me olvidé del cielo, atraído por la riqueza de matices de ese Distrito V (a partir de 1923 conocido como Barrio Chino) sentí la necesidad de construir pasillos que conectaran esta novela con El chico de las bobinas. Como si de algún modo sus personajes precisaran de una salida a esa esperanza que no logran alcanzar. Como decía el filósofo Søren Kierkegaard, esa “pasión por lo posible”. Suelo decir que cuando escribo una novela tengo dos objetivos primordiales: entretener y emocionar. En Me olvidé del cielo (será que con los años uno se vuelve más atrevido), también he pretendido plasmar un muestrario del alma: miedos, traiciones, rencor, la falta de afecto, pasiones mojadas con el olvido, infancias interrumpidas y las pequeñas crueldades del día a día. Todo ello encapsulado en una novela cosida con telares de distintos géneros: el negro, el histórico y el policiaco. Llevo en mi gen creativo la mezcla de géneros. ¿Acaso no es así la realidad? Les invito a que viajen cien años atrás. Pasen y déjense seducir por el Distrito V en todo su esplendor. Recorran esta novela de personajes sin perder detalle y entonces, solo entonces, verán como todo corazón, esconde una culpa.

 

 

TITULO:   REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - VIAJANDO CON CHESTER - Elena Anaya,.


 

VIAJANDO CON CHESTER


Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.

 

 

 REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA   - Elena Anaya,.

 

 Elena Anaya,.

 

 Elena Anaya: "Yo no me he operado de nada, me flipa envejecer"

fotos / Elena Anaya: "Yo no me he operado de nada, me flipa envejecer",.


Elena Anaya. Palencia, 1975. Es una de las grandes actrices españolas y ha logrado, aunque se haga la despistada, mantener la intimidad y el misterio pese a su fama. Ahora estrena Jaula, una de miedo que es más que una de miedo.


¿Cómo lleva una actriz miedosa actuar en una peli de terror?
Miedosa no, muy miedosa. He visto muy pocas películas de terror en mi vida. No puedo ver ni los créditos, es que no puedo. Es algo superior a mí, pero cuando leí este guión vi que había algo más, una mirada muy peculiar. Para mí, Jaula es un thriller psicológico de autor que habla de una temática que no es el miedo, sino lo terrorífico que puede llegar a ser el ser humano. Y el análisis que hacía es interesante, es una película de terror que te lleva a un lugar, no al miedo por el miedo para dejarte asustada perdida en casa. Sin hacer spoiler, es una película que va hacia la luz y el aire que respira me interesa por encima del género y de lo que cuenta.
Muy bonito esto, pero has pasado miedo.
Mucho, mucho. Soy una cobardica increíble (risas).
La peli gira alrededor de la infancia y sus traumas. ¿Arrastras alguno?
No, yo me lo he pasado muy bien, fui una niña muy feliz, con una madre y un padre que me educaron con una fantasía maravillosa para entender el mundo y para sobrevivir, a veces, en situaciones que cuando eres niña son complicadas. Por ejemplo, a nadie le gusta que le pongan un parche en el ojo y yo lo llevaba, pero lo decorábamos, me contaban que me daba poderes, me montaba mis historias... Mi madre me hizo creer en la magia.
¿Aún crees?
Creo que la imaginación y la fantasía son la fórmula con la que, a veces, puedes hacer que un niño entienda el mundo y sus dificultades de manera más agradable y más divertida. En ese sentido a mí me lo dieron todo, me lo pusieron en bandeja y eso me ha ayudado mucho a ser profundamente feliz cuando era una niña, tanto en el día a día como cuando pasaban cosas que no eran agradables. Y luego, ya como adulta y como actriz, tienes que darle mucho valor a situaciones y recrear momentos importantes en los que hay que saltar de la realidad a la ficción sin que nadie se dé cuenta, pero emocionando y transmitiendo al público algo real. Algo de magia es.
¿Estaba abocada esa niña hiperimaginativa a acabar siendo actriz?
No sé si en otro sitio, pero yo vivía en Palencia... No conocía absolutamente a nadie que se dedicase a la actuación, no había grupos de teatro, no había nada que me pudiera empujar hacia esto.
"La actriz palentina Elena Anaya" es casi tu nombre oficial.
Totalmente, es como si fuese de Neptuno, como si en Palencia sólo pudiera haber románico. El caso es que yo leía y releía el listado de carreras que te dan en el gabinete de orientación de los institutos y me preguntaba: "¿Qué quieres ser?". Periodista, educadora social, agente de viajes, médico, INEF, yo qué sé, pasé por mil ideas... Y entonces tuve una conversación con una amiga que me dijo: "Elena, tú quieres actuar". Y yo: "Sí, pero eso aquí no sale". "'¡Y a ti qué más te da que ahí no salga!". Y tenía razón y me vine a Madrid con lo justo y sin un contacto ni un plan, pero con un empuje de mi familia que me puso un trampolín que saltaba más que ninguna. Eso me ayudó mucho.
Tus dos primeros papeles, con 20 años, son principales y de éxito, 'África' y 'Familia'. De golpe, te conviertes en icono generacional.
Es curioso porque, aunque sé que ha podido suceder, yo nunca me he sentido así, ni un icono generacional, ni una estrella, ni nada de eso. Me siento muy agradecida a la vida por haberme permitido dedicarme a lo que más me gusta, que es algo súper importante. Cuando ves gente a la que no le gusta su trabajo, se les nota tanto y pasar tantas horas cada día dedicándote a algo que no te gusta... Bufff. A veces no te queda más remedio, por supuesto, por eso yo me siento tan afortunada de que hayan pasado ya 28 años pudiendo ejercer este oficio. He visto a tantos compañeros con mucho talento desaparecer y otros muchos que siguen ahí esperando a que les llamen y nada. Este es un oficio muy injusto y yo he tenido la inmensa suerte de que conmigo no lo ha sido. Así que nunca, ni siquiera con 21 años que eres más ingenua, me he sentido un icono. De hecho, a veces me pasa todo lo contrario, que se me olvida que la gente puede conocerme, voy por la calle y digo: "Ay, madre mía, ¿dónde vas, tía?". El otro día salí a la calle medio en pijama, porque mi hijo quería, y cuando volví a casa y me vi en el espejo... Ostras, no puedes salir a la calle así (risas). Tengo que pensar un poco más las cosas que hago a veces.
Dices que la profesión te ha tratado bien y es cierto: siempre has tenido trabajo en una profesión donde hasta los más consagrados viven con miedo a que les dejen de llamar.
Y aun así, yo también he tenido ese miedo. El temor a desaparecer siempre existe. Yo lo tengo, literalmente, desde el principio porque nada más llegar a Madrid, entro en la RESAD y me dan un prota, África, en la película de Alfonso Ungría. Y lo siguiente que pasó es que mi segunda película la rechacé.
¿Por qué?
Pues porque tuve un desencuentro con el director que me hizo sentir muy incómoda. Me pidió algo que me espantó, que me quitase ropa sin venir a cuento, cogí y me piré. No estaba ni en Madrid, pero ya llegaría. Y en ese instante pensé que nunca jamás volvería a trabajar, que ahí se acababa todo. Pero tenía claro que eso que me pedía no lo podía hacer.
¿Has tenido muchas experiencias de ese tipo?
Sí, me han pasado muchas cosas. Mira, este trabajo, desde mi experiencia, por lo que yo he vivido, visto y sentido, es un trabajo de muchísima soledad donde el nivel de exposición y de vulnerabilidad al que nos enfrentamos es tan grande que, a veces, acabas en lugares de los que tienes que huir, plantarte o poner tú las condiciones: "Esto lo vamos a hacer, pero no lo vamos a hacer así porque no me siento cómoda". Y no hablo sólo de secuencias de desnudos o de sexo, puede ser una secuencia difícil a nivel emocional que tocase algo que me afectaba profundamente y he tenido que ser valiente y decir: "Se me va el aire, pero tengo que respirar, volver y hacerlo". Eso sí, en cuanto termino necesito tomarme un sándwich mixto con una caña y hablar del partido de ayer del Cádiz. Cualquier cosa que me haga volver a mí y quitarme este dolor tan grande por esta historia que estoy contando. En realidad, estas situaciones me han creado más problemas que las otras. Me he encontrado con momentos dificilísimos y de muchísima soledad. Por suerte, trabajo con un equipo y tengo a la misma representante desde hace 28 años que siempre me han respaldado cuando, como aquella vez, he dicho basta.
Al final no te pasó factura.
No, yo tuve suerte, pero no siempre es así. El caso es que el miedo de que no me van a volver a llamar nunca ha desaparecido. Yo hago cada trabajo como si fuese el último. Y cuantos más años tienes, más lo piensas porque eres más consciente de las cosas. La experiencia, la vida y la vejez te dan poso, te dan saber y vas viendo cuánta gente se ha quedado atrás, cuántos actores y actrices con un talento brutal nunca más han vuelto a trabajar. Eso existe y existe cada vez más. Yo intento que no se convierta en un miedo que me impida respirar o me paralice a la hora de hacer un trabajo. Me sigo formando, sigo preparándome muchísimo, sigo tomándome este oficio muy en serio porque supone una gran responsabilidad: no solamente tengo que hacerlo bien porque me están pagando, hay un público al que respeto profundamente y quiero darlo todo, que no pierdan el tiempo viéndome o no se enfaden conmigo por ver algo que no les interesa nada. Estar aquí es una responsabilidad y un privilegio, tienes que hacerlo muy bien, ser muy generosa y darlo todo. Entregarte, lanzarte de cabeza y hacer todas las piruetas que te toque hacer.
Almodóvar, Woody Allen, Hollywood... Tengo la sensación de que has rehuido la popularidad y la purpurina que suele acarrear una carrera del calibre de la tuya.
Pero, ¿qué es la popularidad?, ¿qué es lo que yo he rehuido? Es que eso depende del rumbo que tú le pongas a tu vida, ¿no?
No lo sé. Te pregunto a ti (risas)
(Risas) Es que yo tampoco lo sé. Te contesto haciendo una pregunta abierta. Yo creo que, ¿a qué le das valor? Yo le doy valor a currármelo a muerte, llegar al rodaje y darlo todo. Hay días que me voy muy contenta a casa y otros, que me tiro por los suelos porque no he conseguido hacerlo como yo quería y sabía que podía porque lo había logrado en los ensayos. Así es esto, no tengo un PowerPoint que le dé y salga todo. A veces sale y a veces, no. Y eso es lo que me importa de ser actriz. El resto me ha interesado muy poco y, a la vez, me ha dado mucho miedo. Me da miedo el nivel de exhibición, la crítica, ahora las redes sociales... No me interesa. No quiero nada de eso en mi vida.
No tienes redes sociales, de hecho.
No tengo ni una, nunca he tenido nada. Ni cuando éramos más jóvenes y empezó Facebook. Cero. Eso sí, a cambio no me entero nunca de nada: cuándo es el cumpleaños de alguien, qué le ha pasado al otro, dónde se han ido de vacaciones mis amigas... Me entero de las cosas como nos hemos enterado toda la vida: cuando me las cuentan. Joder, vivimos así 25 años y vivíamos muy bien, así que yo me mantengo ahí. Además estoy segura de que la liaría parda si tuviese redes sociales porque no es un medio en el que yo me sepa defender o expresar. Me enfadaría, diría cualquier burrada y la liaría, estoy segura. No me interesan, tampoco me interesa ver lo que hacen los demás a través de esos... Estábamos hablando de la fama y me he ido, ¿no? (risas).
Un poco.
Pues mira, a mí lo de la fama y demás me parece un globo muy hinchado. Me lo he pasado increíble rodando Wonder Woman y peleándome con Gal Gadot, pero igual de bien que me lo paso en una cena con unos amigos charlando de cualquier cosa que no tenga que ver con la actuación ni el mundo del cine. Lo prefiero de hecho.
Has llegado a esa edad en la que la industria empieza a mirar distinto a las actrices.
He llegado ya hace mucho rato (risas). A mí es que me parece tan bonito cumplir años, da una visión de la vida mucho más interesante. Yo me siento súper feliz de haber cumplido 47 años. De hecho, llevaba ya un año diciendo que tenía 47 porque soy así de despistada. Me parece que la vida, la experiencia, cada momento vivido, suman y aportan. Y la cara y el cuerpo envejecen y es algo maravilloso. Yo no me he operado de nada, no me he hecho nada de nada. No critico a quien lo haga, pero a mí me parece bellísimo envejecer, me flipa. Me encantaría cumplir otros 26, 27, 28, 29 o 30 años de oficio y convertirme en una revieja totalmente arrugada.
Pero no es una profesión amable con el envejecimiento, especialmente en las mujeres.
No, no lo es. ¿Me preocupa? Sí, porque cuando empecé a envejecer llegaba a rodar y escuchaba: "Hay que poner un filtro a Elena porque viene con la cara tal". O sea, con la cara de mi edad. Pues esto es lo que hay. Si te interesa, bien y, si no, pues sácame de espaldas. Sólo te puedo decir que estreno una peli como Jaula de la que me siento súper orgullosa, que habla de una tía que tiene mi edad y que me gusta tenerla porque el personaje es mucho más interesante con mis años que con 30. Y tengo otra película pendiente de estreno, Fatum, y una serie de prota que es una comedia producida por El Deseo. Normalmente, cuando estreno una peli suelo tener siempre otra u otras dos pendientes de estreno y parece que eso no ha cambiado con la edad.
Se confirma que el miedo a que no te llamen no se sostiene.
Bueno, también he hecho mis pausas y he parado algún tiempo, pero es verdad que han sido voluntarias y sabiendo que iba a volver. Me gusta mucho mi oficio, me aporta mucho, y, además, necesito trabajar. No soy rica. Ojalá otros actores vivan increíble y no les haga falta trabajar, pero los que yo conozco, que son los más grandes, trabajan como locos porque les encanta su oficio, lo dan todo y no paran. Cuando yo he parado ha sido muy bonito porque me lo he podido permitir y me han esperado. Estaba embarazada y no quería volver a trabajar cuando el bebé tuviera dos meses, quería poder dedicarle tiempo de calidad y no trabajar 16 horas diarias. Pero, por ejemplo, la serie de El Deseo me esperó un año. Eso es una suerte, un regalo, un privilegio. 
 
 

TITULO: Viaje al centro de la tele -  Tesoro de la tele - Nochebuenas canciones ,.

 

jueves - 26 - Diciembre a las 22:00 horas en La 2,  foto,.

 Nochebuenas canciones,.

 Nochebuenas canciones

 'Viaje al centro de la tele' regresa con su especial de Nochebuena. Una emisión ya clásica desde hace ocho años. Con formato karaoke, para que todo el mundo pueda seguir el ritmo desde casa, este año ofrece 'Nochebuenas canciones', una selección de temas emblemáticos de diferentes estilos y décadas. 'Viaje al centro de la tele' es un programa de producción propia locutado por Santiago Segura y dirigido por Pedro Santos.

TITULO: Me voy a comer el mundo -  Casa Marcial, el nuevo tres estrellas Michelin que triunfa en una aldea asturiana de "cuatro casas" y por la que pasan más vacas que coches,.

 

Casa Marcial, el nuevo tres estrellas Michelin que triunfa en una aldea asturiana de "cuatro casas" y por la que pasan más vacas que coches,.

El nuevo triestrellado español que ha 'traído' la edición 2025 de la guía francesa tiene detrás a la familia Manzano, una saga hostelera de cinco generaciones que triunfa desde La Salgar (Arriondas, Asturias),.

El restaurante de los hermanos Manzano en La Salgar (Arriondas).
 
fotos / El restaurante de los hermanos Manzano en La Salgar (Arriondas).

El rumor que apuntaba al triestrellato de Casa Marcial se multiplicaba tanto que Esther Manzano reconoce que casi estaba de mal humor. "Entre Nacho y mi hijo, me volvían loca", cuenta esta cocinera discreta y amable. Es uno de los miembros de la familia Manzano que el martes por la noche se llevó una ovación de sus colegas de oficio, cuando se anunció la tercera estrella para Casa Marcial, su restaurante de alta cocina y, sobre todo, su casa. Con su hermano Nacho se subió al escenario del Auditorio Víctor Villegas de Murcia, donde Guía Michelin resolvió la ecuación que más enloquece a muchos chefs de alta cocina: el reparto anual de estrellas.

Los Manzano son una familia querida y respetada en el sector gastronómico español, donde salvaguardan la historia de un legado hostelero en cinco generaciones, mientras miman su sede central en La Salgar, aldea "de cuatro casas" en la localidad asturiana de Arriondas. Sede central y, sobre todo, la casa donde nacieron y se criaron mientras sus padres regentaban un bar. Hasta allí llegó anteayer la tercera estrella, máximo galardón de Guía Michelin que solo lucen otros 15 restaurantes en España -entre ellos, Arzak, Akelarre, El Celler de Can Roca, Aponiente y Disfrutar-.

Nacho, Esther (sentados) y Sandra Manzano y Chus Sánchez Manzano (de pie).
 
Nacho, Esther (sentados) y Sandra Manzano y Chus Sánchez Manzano (de pie).

A Esther y Nacho Manzano les acompañó en el escenario Michelin un veinteañero en el que ya hay que fijarse: Jesús Chus Sánchez Manzano, hijo de Esther, talentoso cocinero implicado en Casa Marcial y en otros negocios de la saga desde que se graduó en Basque Culinary Center. "Es una alegría conseguir la tercera estrella con mi sobrino en la cocina donde empezamos su madre y yo hace 30 años. Siempre soñé con que él estuviera, más ahora; si no, es un poco lío afrontar un restaurante con tres estrellas", resuelve Nacho Manzano.

Desde 1898

Chus es quinta generación de una saga en la que su madre, su tío -ambos cocineros- y sus otras dos tías, Sandra -jefa de sala de Casa Marcial y, a la vez, al frente de Catering Manzano, que atiende más de 100 eventos al año- y Olga -en las oficinas del grupo-, llevan años defendiendo el germen hostelero nacido a finales del siglo XIX en La Salgar. Guardan documentos que demuestran que la bisabuela de Nacho, Esther, Sandra y Olga, estaba en 1898 al frente de una tienda de comestibles y productos de droguería. Aquello evolucionó a negocio hostelero. Sus padres, Marcial Manzano -da nombre a la casa- y Olga Sánchez, regentaron años un bar cuyo mostrador se encuentra el cliente nada más entrar en Casa Marcial. "Ellos nos abrieron el camino", afirman. Con sus abuelas y su madre, aprendieron a guisar; con su padre, el valor de la hospitalidad.

Verdinas con cocochas.
 
Verdinas con cocochas.

En 1993 y con 22 años, Nacho y Esther Manzano se hicieron cargo del negocio. Mientras la gastronomía española se asomaba a la modernidad tras la Nueva Cocina Vasca y Ferran Adrià ya daba guerra desde elBulli, los hermanos decidieron dar una vuelta a Casa Marcial. Comenzaron a llevar al plato productos de su entorno reeditando recetas asturianas. En 1999, consiguieron la primera estrella; en 2009, la segunda y, anteayer, la tercera. "Sabemos que sonaba desde hace un tiempo, pero no contábamos con ello. Estamos muy contentos, más aún por mi padre que siempre decía: '¿Y estos de la Michelin cuándo nos van a dar las tres estrellas?'", cuenta Nacho Manzano.

Sala de Casa Marcial.
 
Sala de Casa Marcial.

Casa Marcial, por cuya puerta pasan más vacas que coches, ocupa una casa de dos plantas en un entorno rural. El cliente entra por la zona del antiguo bar antes de pasar al comedor de ese mismo piso con ventanal asomado a la montaña asturiana o, si no, subir a la sala de arriba. Con buen tiempo, aperitivo o sobremesa se pueden disfrutar en una terraza ajardinada trasera. Con un equipo de 15 personas entre cocina y sala, los Manzano tienen cerca un pequeño huerto.

Ventresca de bonito a la brasa, anchoa y piel de sardina.
Ventresca de bonito a la brasa, anchoa y piel de sardina.

Casa Marcial en la mesa

Su oferta ofrece una flexibilidad poco usual en un triestrellado. Combina platos a la carta con menú degustación llamado Nordeste -"el viento que lo despeja todo y que va de la mar a la montaña", dicen-. Con precios de 130, 165 y 220 euros, se presenta en diferentes extensiones y con variaciones de platos. Ningún comensal se libra de arrancar con un hit como aperitivo: su famosa croqueta de jamón. Quien quiera puede añadir su icónica fabada como final del menú o el arroz con leche.

Esos platos -incluido el arroz con pitu de caleya- atesoran tal fama que, cuando el cierre Covid azotó duro a la hostelería, la saga asturiana decidió envasarlos al vacío, casi listos para comer -basta una sencilla regeneración en casa-, con suficiente margen de caducidad como para venderlos en cualquier punto de España. Eso originó, en realidad, un restaurante remoto, que vende desde 62 euros menús para dos personas con envío peninsular. Es un proyecto que estrena la más precisa de las marcas, para evitar protagonismos en uno u otro: Hermanos Manzano.

Fachada de Casa Marcial.
 
Fachada de Casa Marcial.

Porque los dueños del flamante triestrellado asturiano son ya un grupo hostelero bien organizado, con 120 empleados, que suma varios negocios: Gloria, moderna casa de comidas con el nombre de su abuela y sedes en Gijón y Oviedo; Narbasu, hotel, restaurante y huerto cultivado por Chus Manzano; yNastura, multiespacio culinario en la antigua estación ovetense de El Vasco, con NM, espacio de alta cocina liderado por Nacho Manzano -abierto a finales de 2022 que con estrella ganada al año-, además de Catering Manzano. En Londres, Ibérica, formato de cocina española, cuenta con el chef como director gastronómico y socio de la familia Fernández -aliada, a su vez, de Quique Dacosta en Arros QD-. "Pero La Salgar sigue siendo nuestra casa", concluyen.

 

TITULO:  Cine de barrio - Cine -  La guerra de papá ,.

 La guerra de papá

El sábado - 28 - Diciembre  , a las 19:00 por La 1, foto,.

 

 Inés Ballester - presenta -  Argumento de la película "LA GUERRA DE PAPÁ", para este fin de semana en TVE1, con Verónica Forqué: Quico tiene cuatro años ,.

Reparto,. Lolo García , Teresa Gimpera , Héctor Alterio , Verónica Forqué , Rosario García Ortega , Vicente Parra , Queta Claver , María Isbert , Fernando Valverde , Chus Lampreave,.

 Quico tiene cuatro años y es el penúltimo hijo de una familia acomodada. Su hermana pequeña de ocho meses ha venido a desplazarle y ahora acapara toda la atención que su familia antes le dispensaba a él. Por eso, para llamar la atención, inventa todo tipo de travesuras junto con su hermano Juan, de siete años, desquiciando a una madre frustrada por sus problemas matrimoniales.

 

TITULO: Versión europea - Cine - The farewell  , Sabado - 28 - Diciembre,. 

 The farewell

 El sábado -28 - Diciembre , a las 22:00 por La 2, foto,.

 Reparto,. Shuzhen Zhao , Awkwafina , X Mayo,.

 Tras descubrir que su querida matriarca padece un cáncer de pulmón terminal, su familia decide que ella no lo sepa, y convocan una reunión familiar en China a la que se espera que acudan todos los miembros que la han conocido a lo largo de su vida. Aunque los padres de Billi, que viven en Nueva York, se niegan a participar en lo que para ellos es una farsa, su joven y tozuda hija pone rumbo a China para poder despedirse de su abuela y, de paso, volver a forjar los vínculos perdidos con su familia a causa de la distancia.

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