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 TITULO:  DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -  REVISTA BLANCO Y NEGRO - Judith Butler ,.

 DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Judith Butler   , fotos,. 

 Judith Butler ,.

Judith Butler: “Si Trump gana, destrozará la democracia tal y como la conocemos”,.

La filósofa estadounidense, estrella del pensamiento de nuestros días y abanderada de la teoría ‘queer’, carga contra los republicanos en EE UU y defiende los derechos de las personas trans,.

 

El aislamiento obligatorio coincide con un nuevo reconocimiento de nuestra interdependencia global durante el nuevo tiempo y espacio que impone la pandemia. Por un lado, se nos pide secuestrarnos en unidades familiares, espacios de vivienda compartidos o domicilios individuales, privados de contacto social y relegados a esferas de relativo aislamiento; por otro lado, nos enfrentamos a un virus que cruza rápidamente las fronteras, ajeno a la idea misma del territorio nacional.

 

 

¿Cuáles son las consecuencias de esta pandemia al pensar en la igualdad, la interdependencia global y nuestras obligaciones mutuas? 

 

 

El virus no discrimina. Podríamos decir que nos trata por igual, nos pone igualmente en riesgo de enfermar, perder a alguien cercano y vivir en un mundo de inminente amenaza. Por cierto, se mueve y ataca, el virus demuestra que la comunidad humana es igualmente frágil. Al mismo tiempo, sin embargo, la incapacidad de algunos estados o regiones para prepararse con anticipación (Estados Unidos es quizás el miembro más notorio de ese club), el refuerzo de las políticas nacionales y el cierre de las fronteras (a menudo acompañado de racismo temeroso) y la llegada de empresarios ansiosos por capitalizar el sufrimiento global, todos dan testimonio de la rapidez con la que la desigualdad radical, que incluye el nacionalismo, la supremacía blanca, la violencia contra las mujeres, las personas queer y trans, y la explotación capitalista encuentran formas de reproducir y fortalecer su poderes dentro de las zonas pandémicas. Esto no debería sorprendernos.

La política de atención médica en los Estados Unidos pone esto en relieve de una manera singular. Un escenario que ya podemos imaginar es la producción y comercialización de una vacuna efectiva contra el COVID-19. Claramente desesperado por anotarse los puntos políticos que aseguren su reelección, Trump ya ha tratado de comprar (con efectivo) los derechos exclusivos de los Estados Unidos sobre una vacuna de la compañía alemana, CureVac, financiada por el gobierno alemán. El Ministro de Salud alemán, con desagrado, confirmó a la prensa alemana que la oferta existió. Un político alemán, Karl Lauterbach, comentó: «La venta exclusiva de una posible vacuna a los Estados Unidos debe evitarse por todos los medios. El capitalismo tiene límites». Supongo que se opuso a la disposición de «uso exclusivo» y que este rechazo se aplicará también para los alemanes. Esperemos que sí, porque podemos imaginar un mundo en el que las vidas europeas son valoradas por encima de todas las demás: vemos esa valoración desarrollarse violentamente en las fronteras de la UE.

No tiene sentido preguntar de nuevo, ¿En qué estaba pensando Trump? La pregunta se ha planteado tantas veces en un estado de exasperación absoluta que no podemos sorprendernos. Eso no significa que nuestra indignación disminuya con cada nueva instancia de autoengrandecimiento inmoral o criminal. Pero de tener éxito en su empresa y lograr comprar la potencial vacuna restringiendo su uso solo a ciudadanos estadounidenses, ¿cree que esos ciudadanos estadounidenses aplaudirán sus esfuerzos, felices de ser liberados de una amenaza mortal cuando otros pueblos no lo estarán? ¿Realmente amarán este tipo de desigualdad social radical, el excepcionalismo estadounidense, y valorarían, como él mismo definió, un acuerdo brillante? ¿Imagina que la mayoría de la gente piensa que es el mercado quién debería decidir cómo se desarrolla y distribuye la vacuna? ¿Es incluso posible dentro de su mundo insistir en un problema de salud mundial que debería trascender en este momento la racionalidad del mercado? ¿Tiene razón al suponer que también vivimos dentro de los parámetros de esa manera de ver al mundo?

Incluso si tales restricciones sobre la base de la ciudadanía nacional no llegaran a aplicarse, seguramente veremos a los ricos y a los que poseen seguros de cobertura de salud apresurarse para garantizarse el acceso a dicha vacuna cuando esté disponible, aún cuando esto implique que solo algunos tendrán acceso y otros queden condenados a una mayor precariedad.

La desigualdad social y económica asegurará que el virus discrimine. El virus por sí solo no discrimina, pero los humanos seguramente lo hacemos, modelados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo. Es probable que en el próximo año seamos testigos de un escenario doloroso en el que algunas criaturas humanas afirmarán su derecho a vivir a expensas de otros, volviendo a inscribir la distinción espuria entre vidas dolorosas e ingratas, es decir, aquellos quienes a toda costa serán protegidos de la muerte y esas vidas que se considera que no vale la pena que sean protegidas de la enfermedad y la muerte.

Todo esto acontece contra la carrera presidencial en los Estados Unidos dónde las posibilidades de Bernie Sanders de asegurarse la nominación demócrata parecieran ahora ser muy remotas, aunque no estadísticamente imposibles. Las nuevas proyecciones que establecen a Biden como el claro favorito son devastadoras durante estos tiempos precisamente porque Sanders y Warren defendieron el “Medicare para Todos”, un programa integral de atención médica pública que garantizaría la atención médica básica para todos en el país. Tal programa pondría fin a las compañías de seguros privadas impulsadas por el mercado que regularmente abandonan a los enfermos, exigen gastos de bolsillo que son literalmente impagables y perpetúan una brutal jerarquía entre los asegurados, los no asegurados y los no asegurables. El enfoque socialista de Sanders sobre la atención médica podría describirse más adecuadamente como una perspectiva socialdemócrata que no es sustancialmente diferente de lo que Elizabeth Warren presentó en las primeras etapas de su campaña. En su opinión, la cobertura médica es un «derecho humano» por lo que quiere decir que todo ser humano tiene derecho al tipo de atención médica que requiere. Pero, ¿por qué no entenderlo como una obligación social, una que se deriva de vivir en sociedad los unos con los otros? Para lograr el consenso popular sobre tal noción, tanto Sanders como Warren tendrían que convencer al pueblo estadounidense de que queremos vivir en un mundo en el que ninguno de nosotros niegue la atención médica al resto de nosotros. En otras palabras, tendríamos que aceptar un mundo social y económico en el que es radicalmente inaceptable que algunos tengan acceso a una vacuna que pueda salvarles la vida cuando a otros se les debe negar el acceso porque no pueden pagar o no pueden contar con un seguro médico que lo haga.

Una de las razones por las que voté por Sanders en las primarias de California junto con la mayoría de los demócratas registrados es porque él, junto con Warren, abrió una manera de reimaginar nuestro mundo como si fuera ordenado por un deseo colectivo de igualdad radical, un mundo en el que nos unimos para insistir en que los materiales necesarios para la vida, incluida la atención médica, estarían igualmente disponibles sin importar quiénes somos o si tenemos medios financieros. Esa política habría establecido la solidaridad con otros países comprometidos con la atención médica universal y, por lo tanto, habría establecido una política transnacional de atención médica comprometida con la realización de los ideales de igualdad. Surgen nuevas encuestas que reducen la elección nacional a Trump y Biden precisamente cuando la pandemia acecha la vida cotidiana, intensificando la vulnerabilidad de las personas sin hogar, los que no poseen cobertura médica y los pobres.

La idea de que podríamos convertirnos en personas que desean ver un mundo en el que la política de salud esté igualmente comprometida con todas las vidas, para desmantelar el control del mercado sobre la atención médica que distingue entre los dignos y aquellos que pueden ser fácilmente abandonados a la enfermedad y la muerte, estuvo brevemente vivo. Llegamos a entendernos de manera diferente cuando Sanders y Warren ofrecieron esta otra posibilidad. Entendimos que podríamos comenzar a pensar y valorar fuera de los términos que el capitalismo nos impone. Aunque Warren ya no es un candidato y es improbable que Sanders recupere su impulso, debemos preguntarnos, especialmente ahora, ¿por qué seguimos oponiéndonos a tratar a todas las vidas como si tuvieran el mismo valor? ¿Por qué algunos todavía se entusiasman con la idea de que Trump asegure una vacuna que salvaguarde la vida de los estadounidenses (como él los define) antes que a todos los demás?

La propuesta de salud universal y pública revitalizó un imaginario socialista en los Estados Unidos, uno que ahora debe esperar para hacerse realidad como política social y compromiso público en este país. Desafortunadamente, en el momento de la pandemia, ninguno de nosotros puede esperar. El ideal ahora debe mantenerse vivo en los movimientos sociales que están menos interesados en la campaña presidencial que en la lucha a largo plazo que nos espera. Estas visiones compasivas y valientes que reciben las burlas y el rechazo del realismo capitalista tenían suficiente recorrido, llamaban la atención, provocando que un número cada vez mayor, algunos por primera vez, desearan un cambio en el mundo.

Ojalá podamos mantener vivo ese deseo.

*Judith Butler es una filósofa y teórica de género estadounidense cuyo trabajo ha influido en la teoría política, la filosofía, la ética, el feminismo, la teoría queer, la cultura y la psique. En su último libro, “The Force of Nonviolence” (El Poder de la No Violencia), ella «presenta un argumento descomunal: que nuestros tiempos, o tal vez todos los tiempos, exigen imaginar una forma completamente nueva para que los humanos vivan juntos en el mundo, un mundo de lo que Butler llama igualdad radical,.

TITULO:   Las rutas Capone -La encina, nuestro árbol y nuestra fortaleza,.

 La encina, nuestro árbol y nuestra fortaleza,.

foto / La periodista Ana Belén Hernández conducía la ceremonia de entrega de la 32 edición Extremeños de HOY y lo hacía escogiendo el blanco como color de un bonito conjunto que irradiaba esperanza desde el escenario. Un blanco que protagonizó la noche al referirse premiados y autoridades al blanco tranquilizador de las batas sanitarias y al blanco de Plasencia y sus valles, premonición ilusionante en primavera de los frutos que se recogerán en verano.

 

 

Ana Belén comenzó reconociendo lo evidente: se trataba de una ceremonia distinta, y acabó dando voz a un deseo colectivo: «Ojalá el próximo año, esta ceremonia pueda volver a ser una fiesta». Entre la evidencia y el deseo, los Extremeños de HOY fueron un acto 'in crescendo' que, poco a poco, a medida que autoridades y premiados subían al estrado y expresaban sus ideas y sus sentimientos, fue subiendo de tono, levantando los ánimos y convirtiendo un simple acto de reconocimiento de unos valores en todo un alegato en favor del compromiso, la conciencia y la excelencia de la obra bien hecha. En medio de la debilidad, fortaleza...

Fue Manuela Martín, directora de HOY, quien primero recurrió a la encina como el mejor emblema para identificar la actitud de un pueblo ante una crisis. Delante de las cinco encinas cúbicas, obra de José Luis Hinchado, Manuela se refirió a la fuerza del árbol más característico del campo extremeño, esa dehesa que ahora es redescubierta en el cine como el mejor ejemplo de la simbiosis entre el hombre y la tierra.

El alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, habló de la fortaleza de los conquistadores extremeños, sustanciada en la plancentina Inés de Plasencia 'del alma mía' y en los genes de los premiados. El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, situó la fortaleza en el consenso y la concordia. El escritor Javier Negrete apeló a la cultura del esfuerzo, los representantes de los colectivos sanitarios hablaron de la fortaleza para vencer el miedo y el empresario Ismael Clemente resumió en su intervención la fortaleza que entraña una mezcla sencilla, pero imparable: ser de pueblo y seguir el ejemplo de un padre comprometido.

Precisamente fue un pueblo, Pescueza, uno de los ejes del primer discurso de la noche. Manuela Martín comenzó recordando que el 14 de noviembre del año pasado, había abierto la gala hablando del premio a Pescueza y a su programa de atención a los ancianos. «¡Cómo se concatenan las cosas!», exclamaba la directora de HOY al reparar en que, mientras la redacción del periódico premiaba los esfuerzos de un pueblo pequeñito por atender a sus mayores, el coronavirus ya circulaba por la nación más inmensa antes de poner en evidencia nuestras carencias y, al tiempo, sacar lo mejor de nosotros.

Y entre lo mejor, los sanitarios, que no fallaron, los empresarios comprometidos, que aportaron su granito de arena, y la cultura, que nos ayudó a sobrevivir a la pandemia. Los tres premios de la noche se entregaban a esos tres mundos resistentes y ejemplares: sanidad, empresa y cultura.

En su discurso de agradecimiento, Pedro Hidalgo, presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, se preguntaba: «¿Qué ha visto el HOY para darnos un premio?». Tras repasar algunas posibles causas, llegaba a la conclusión de que este galardón a los colectivos sanitarios era un premio por «hacer lo que hay que hacer cuando hay que hacerlo y como hay que hacerlo». Y añadía con fina ironía: «Sin saber qué hacer». Esa lucha de la sanidad contra el virus era muy bien descrita por la periodista Cristina Núñez al presentar a enfermeras, médicos y farmacéuticos: «En los primeros momentos, fueron a la guerra sin ejército y sin armas». Y no fallaron.

También estuvieron ahí los empresarios aportando todo lo que podían. Ismael Clemente, al frente de Merlin Properties, la empresa líder del sector inmobiliario, hacía una reflexión en su discurso: «África está muy bien, pero también hay que hacer el bien a quienes están cerca. Eso lo aprendí de mi padre». Ese razonamiento está en el origen de la donación a los hospitales de Cáceres y Badajoz de dos robots capaces de hacer 2.400 tests diarios. Ismael tampoco falló.

La acción de los escritores en medio de una pandemia es más sutil, pero no menos reconfortante y útil. Manuela Martín se refirió a ella cuando habló de otro de los premiados: el escritor Javier Negrete. Decía la directora de HOY que para sobrevivir a la pandemia necesitamos la cultura y definía después la literatura en clave lírica y emocionada: «Es una vacuna contra el desánimo que se intenta colar por las rendijas de nuestra alma». Y Javier Negrete también estuvo ahí con sus historias, recordándonos que, en palabras de Manuela: «Hay motivos para el optimismo».

Uno de esos motivos fue el tono que mantuvieron durante sus discursos los dos políticos que intervinieron, tanto Fernando Pizarro representando a los placentinos, como Guillermo Fernández Vara representado a los extremeños. Ya desde la llegada a Las Claras de José Antonio Monago y de Cristina Teniente, líderes de la oposición en Extremadura, el tono amable y la sonrisa habían sido lo común en el preámbulo. Alcanzado el clímax de la noche, ese tono se mantenía en el estrado.

Lo que nos une

Fernández Vara acababa su discurso poniendo énfasis en lo que nos une antes de en lo que nos separa: «Podemos tener diferencias, pero eso no puede impedir que nos pongamos de acuerdo». «No son estos tiempos de discordia y enfrentamiento. España necesita concordia y consenso», resumía el presidente su ideario e Ismael Clemente corroboraba ese deseo, que en Extremadura, según el parecer del empresario de 'Valencita', es una realidad: frente al navajeo en Madrid, el buen ambiente político en la región.

El alcalde de Plasencia desgranó la pieza oratoria más trabajada, sugerente y bien construida de la noche. Empezó haciendo algo que ningún político haría en una sociedad de 'navajeo': referirse al contrario como ejemplo. Saludó el alcalde a los huéspedes acogidos por su ciudad recordando cómo Juan Carlos Rodríguez Ibarra saludaba a los reyes de España: «No les doy la bienvenida porque están ustedes en su casa». Siguió el alcalde con sus referencias heterodoxas en los tiempos que corren: contó que el edificio donde se celebraba el acto había acogido a las madres e hijos de los represaliados durante la Guerra Civil, que en Las Claras habían salido adelante en tiempos inciertos.

A continuación, Pizarro se refirió a la protagonista de una de las series de moda de la televisión: Inés de Suárez, o sea, Inés de Plasencia, cuyos genes conquistadores entrevió simbólicamente en el escritor Javier Negrete, capaz de conquistar a sus alumnos del instituto Gabriel y Galán enseñándoles la cultura clásica, conquistar Plasencia y conquistar el corazón de los placentinos y del mundo con su literatura. Genes de conquistador en Ismael Clemente para llegar a la cima empresarial y de los sanitarios para enfrentarse a la incertidumbre y al dolor.

En el diario HOY, hay un núcleo de grandes periodistas placentinos que llaman la atención cuando empiezas a relacionarte con la redacción. Antonio Armero, Ana Belén Hernández, J. J. González, Claudio Mateos, José Orantos o el añorado ASO (Antonio Sánchez Ocaña) son columna vertebral del periódico y esa circunstancia y el hecho de que el HOY sea el periódico de Plasencia desde hace muchos años, han empujado al alcalde Pizarro a convertir la avenida situada en la confluencia de la avenida de las Acacias y Dolores Ibárruri en avenida del Diario HOY.

Al hablar el alcalde de la conquista y al referirse Fernández Vara a «nuestro querido periódico HOY», recordando que por primera vez dos extremeños, que antes estuvieron al frente del diario, dirigen dos medios tan importantes como ABC (Julián Quirós) y El Norte de Castilla (Ángel Ortiz), ambos líderes políticos destacaron que Antonio Pitera, director general de HOY, empezará a dirigir en breve la gestión de los periódicos Las Provincias de Valencia y La Verdad de Murcia. «Exportamos talento», se alegraba Vara. «Será un embajador leal», pronosticaba Pizarro.

Y la ceremonia continuó con los premiados haciendo votos para que Extremadura sea capaz de retener a los jóvenes, para que todos venzamos al miedo con valor personal, como hicieron los farmacéuticos en lo más crudo de la pandemia, para que reparemos en que ninguno de nosotros puede vivir sin los cuidados que nos prodigan los médicos y las enfermeras, para que nos empuje cada día la fortaleza de la encina.

TITULO: Un país mágico -  Cáceres es un pueblo  ,.

El sabado -24- Octubre a las 18:30 por La 2, foto,.

 

Cáceres es un pueblo,.

El ayuntamiento de Cáceres ha ideado nuevas rutas turísticas para que se conozca mejor la ciudad y estemos mas entretenidos.

De la minería, a lo verde, pasando por los miradores, las fuentes y hasta lo modernista. Así hasta nueve. Parecen muchas, pero podían haber sido perfectamente muchas más.

Por ejemplo, falta la ruta 'Cáceres golfa y nocturna', que, aunque ahora no tiene buena prensa, en otras épocas fue símbolo de modernidad y diversión.

También se han olvidado de la ruta 'Cáceres plató de cine'. Pero no solo para el género histórico/medieval, de todos conocido. Aquí podrían caber casi los géneros cinematográficos: de aventuras, acción, policiaco, terror, incluso del oeste, y hasta en algún barrio o zona de la ciudad, se podría rodar una peli o serie de ciencia ficción. No voy a decir nombres de calles, barrios, paseos o avenidas, para evitar suspicacias y malas interpretaciones; pero si nos ponemos no tenemos nada que envidiar a la Metro-Goldwyn–Mayer o a Cinecittá.

¿Y cómo se han olvidado de la gastronomía por dios? Pues para rizar el rizo y no olvidarnos de la comida, se podría crear la ruta 'Cáceres plato y plató', una mezcla entre escenarios naturales para el cine y la ruta de la tapa.

Pero definitivamente, la ruta que mas se echa en falta ahora que todos los estudios revelan que el coronavirus está provocando la vuelta de las ciudades a los pueblos, es la ruta 'Cáceres es un pueblo'. Un recorrido por aquellos sitios de la ciudad con menos tráfico, sin estrés, poca contaminación, mas seguridad, todo cerca, mas barato, el campo a unos metros, jugar en la calle, aparcar cerca, oír las campanas y hasta oler a vaca. Sería todo un éxito y una inversión.

Es lo que toca y siempre hemos sido: ser pueblo sin dejar de ser ciudad.

TITULO: Diario de un nómada  - Caminando sobre las olas ,.

El domingo-25- Octubre a las 19:00 por La 2 , foto,.

 

Una burbuja para el arte desde Montánchez,.

El pintor holandés Alwin Van der Linde inaugura una doble exposición y quiere que su fundación sea un espacio para salir de la negatividad y el miedo,.

 

Escultura con una pintura al fondo.

Es muy peligroso trasladar el distanciamiento físico a un distanciamiento intelectual. Corremos el riesgo de transformarnos en una sociedad monstruosa. La advertencia sale del pintor Alwin Van der Linde.

Holandés de nacimiento, pero extremeño por elección propia, vive en Montánchez desde hace 22 años y en 2008 puso en marcha una fundación con su nombre para promover la actividad cultural y artística en la sierra de Montánchez.

El centro se vuelve a llenar de contenido tras el parón por el confinamiento. Doble exposición que fue inaugurada ayer y proyección de una obra de teatro en la que se relata cómo afectan las limitaciones de movimiento a familias, jóvenes y mayores.

«Falta una visión creativa para mantener la actividad cultural antes de cerrarla», asegura

Defiende con vehemencia la actividad cultural a pesar de la pandemia. Ve en el cierre de museos, teatros y galerías un castigo extra a las muchas incertidumbres con las que hay que convivir y pide reflexionar ante el 'todo cancelado'. «Entiendo que se cierra por prudencia, pero falta una visión creativa para mantener actividades culturales que nos ayuden a entender la vida y ver el mundo más allá de la preocupación, la enfermedad y la tristeza».

Su idea siempre ha sido proponer contenidos de calidad. Organizó, por ejemplo, una muestra con mucho éxito sobre los pintores realistas españoles en la que estaban obras de Antonio López o Eduardo Naranjo. Ha comprobado que el público se mueve si hay iniciativas culturales que merecen la pena.

Cree que su fundación puede llegar a iniciativas dignas de cualquier gran museo. Y para esta reapertura tan especial dos nombres propios: José María Díez y Lorenzo López Lumeras. La obra del primero en la planta baja y la de Lorenzo, en la de arriba.

En un principio poco tienen que ver. José María Díez es un dibujante y pintor de Almendralejo residente en Cádiz; y Lorenzo López Lumeras un fotógrafo y percusionista de Badajoz, pero Van der Linde ve puntos de confluencia.

La covid –compara– nos obliga a una reflexión sobre la vida y ese punto de introspección lo encontramos en ambos casos.

Quiere que el público que vaya a la fundación estos días se encuentre en una burbuja de silencio y reflexión. Salir por un momento de las malas noticias, la negatividad y el miedo.

Por eso recomienda la visión creativa de Lorenzo López Lumeras y José María Díez.

López Lumeras ha documentado un trabajo sobre lugares abandonados por el ser humano y recientemente ha recibido un premio en el 'Prix de la photographie' de París.

En un principio su idea era aprovechar la inauguración para ofrecer una modesta representación de teatro, pero la obligación del distanciamiento físico le ha obligado a reconvertir la historia en un cortometraje. En este relato grabado trata de explicar cómo hemos vivido el confinamiento.

Parte de la cinco ventanas que hay en la fachada del edificio de la Fundación y adentra al espectador como si detrás de cada ventana hubiera una familia distinta con las dificultades de ese día a día sin libertad de movimientos.

Espera que la grabación y el montaje estén listos para la semana de la exposición.

Cree que en estos momentos a la cultura le toca proyectar un mundo que ha cambiado y que trae nueva pautas bajo nuevas leyes.

Otras salas

A medio plazo espera que trabajos como el de Díez y López Lumeras giren por otras salas y fundaciones colaboradoras. «Estaría bien que el trabajo no se pierda, que trabajemos todos juntos».

Y lanza ese ofrecimiento también a las administraciones públicas. En las últimas semanas ha trabajado en el proyecto que tiene en Arjona, Jaén, para convertir un solar público en un espacio lleno de esculturas inspiradas en el olivar. Alwin se ha encargado del diseño pero ha colaborado con los vecinos para ayudarles en sus propias creaciones. «Hemos trabajado en un ambiente de alegría y de ilusión y hemos comprobado que la cultura puede sobreponerse al virus».

Reconoce que siente algo de frustración porque esta iniciativa no se haya podido materializar en Montánchez. A estas alturas se considera ya hijo adoptivo de un pueblo y de una comarca que defiende con vehemencia. «Es el momento de dar lo mejor de cada uno. Por eso quiero reactivar la cultura como nunca».

TITULO: Un trío en la cocina - Sandwich o muñeca hinchable ,.

fotos ,  Un trío en la cocina - Sandwich o muñeca hinchable  .

 

Sandwich o muñeca hinchable,.

Su oferta de productos es cada vez más amplia: permiten recargar el móvil, comprar comida caliente y elegir entre amplia gama de artículos eróticos Proliferan los locales con máquinas expendedoras a pie de calle,.

Este es el último local que ha abierto en Cáceres, situado en la calle Gran Via, junto a la Plaza. :: 

 

 

El 'vending' se abre paso en Cáceres. El sistema de ventas por medio de máquinas expendedoras se renueva. Ya no sólo están en las oficinas o en las estaciones de metro de las grandes ciudades, sino que ocupan locales comerciales enteros, dedicados exclusivamente a ofertar productos de consumo inmediato a pie de calle. Basta con seleccionar el artículo elegido y echar una moneda.

Los últimos exponentes de este fenómeno comercial se encuentran en la calle Obispo Ciriaco Benavente (frente al mesón Viñagrande y junto al bar-restaurante Orense) y en la esquina de la calle Gran Vía con Maestro Sánchez Garrido, a un paso de la Plaza Mayor y el Ayuntamiento. Ambos negocios están asociados a la marca 'Punto Devending', una firma especializada en el sector que cuenta con una treintena de tiendas repartidas por toda la geografía nacional.

«Lo bueno de estos locales es que permanecen abiertos durante las 24 horas del día», recalca Nacho Romero, asesor de nuevos proyectos de la firma. «Son como las tiendas de conveniencia que había antes en cada barrio», añade.

Más de uno se ha llevado alguna que otra sorpresa al acercarse a las máquinas y examinar su oferta. El abanico de productos va más allá de las latas de refrescos y las bolsas de patatas fritas. Además de poder sacar un botellín de agua y un paquete de chicles, el 'vending' callejero brinda la opción de comprar una muñeca hinchable por 6,50 euros, un paquete de papel de liar por un euro o elegir entre un kebab de ternera, una hamburguesa de carne y queso, un sándwich mixto o un gofre con chocolate.

La cosa no queda ahí. Estos establecimientos de 24 horas también disponen de máquinas para recargar los teléfonos móviles, las tarjetas de llamadas internacionales y hasta para concursar, vía on-line, en las loterías y apuestas del Estado (La Primitiva, La Quiniela o La Bonoloto, entre otros sorteos).

Los dos locales han sido seleccionados de forma estratégica, puntualiza Romero. Buscan enclaves situados en lugares con mucha afluencia de público. El establecimiento de la calle Obispo Ciriaco Benavente está próximo a una zona comercial, a edificios administrativos y a una discoteca. La apertura del local la calle Gran Vía se ha hecho coincidir con la celebración del Womad. «Hemos tenido muy buena aceptación», recalca el asesor de 'Punto Devending'. Por cierto, los productos más demandados desde entonces han sido los de alimentación y las bebidas.

TITULO: Documentos TV - Un año para salvar mi vida ,. 

 

  Martes 20 de Octubre a las 00:00 horas en La 2, foto,.

Documentos TV - Un año para salvar mi vida,.

Esta es la historia del biólogo George McGavin durante el año en el que convivió con un melanoma mortal. La inmunoterapia y la terapia dirigida son dos de los últimos avances científicos, de los que cada vez se benefician más pacientes con cánceres letales.