domingo, 15 de noviembre de 2020

El paisano - Viernes - 20 - Noviembre - Montanejos - Valencia ,. / VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - El tendero ambulante que llega al corazón de Las Hurdes ,. / HOSPITAL - Casi 200.000 extremeños se han vacunado ya contra la gripe, más que cualquier campaña de la última década. / VUELTA AL COLE - Sandra Ciesek, viróloga alemana, habla sobre la situación en España. / EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -25- Noviembre - Gobierno y PP se acusan mutuamente de poner en riesgo la ayuda millonaria de la UE,. / EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -27- Noviembre - Una nueva tiranía,.

 

 TITULO: El paisano - Viernes -20- Noviembre -Montanejos - Valencia,.

  El Paisano -   Montanejos - Valencia ,.

Viernes  -20- Noviembre a las 22:10 horas en La 1 , foto,.

  Montanejos - Valencia,.

 Montanejos, primera parada de 'El Paisano' Leo Harlem

Leo Harlem se estrena como 'El Paisano' en Montanejos,.

El Paisano inicia su ruta en Montanejos,.

En el primer capítulo de esta nueva temporada, Leo Harlem visitará Montanejos, una pequeña localidad del interior al norte de Valencia. Allí descubrirá el bien más preciado de este pequeño pueblo ubicado en la cuenca del río Mijares: las propiedades excepcionales de sus aguas. Serán sus paisanos los que le ayudarán a averiguar los efectos que produce esta agua tan especial. Uno de ellos es Ricardo, que le guiará hasta la fuente de la eterna juventud. O María y Lola, dos joviales octogenarias que recomiendan a Leo a sumergirse en la Fuente de los Baños para estar “fino y guapo”.

Luego, paseando por el pueblo, Leo conocerá a Toni, un mochilero con una genuina filosofía de vida, forjada a base de vivir aventuras en sus viajes por todo el mundo. También tendrá el gusto de conocer a Francisco y a su inseparable amigo Chenel, un toro descomunal poseedor de unos cuernos colosales y muy afilados.

 

TITULO:   VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - El tendero ambulante que llega al corazón de Las Hurdes,.

 

El tendero ambulante que llega al corazón de Las Hurdes,.

Pequeño comercio rural. Carlos Cáceres llena cada mañana su furgoneta y su remolque y viaja hasta alquerías de 30 o 40 vecinos en las que vendedor y clientela se miman mutuamente,.

El tendero ambulante que llega al corazón de Las Hurdes

fotos / El fraile hurdano', que es hurdano pero no fraile, recorre la comarca con su furgoneta y su remolque vendiendo de todo un poco, y acompañarle en su ruta del jueves, además de entretenido, es como asistir a una pequeña lección magistral sobre comercio, economía, psicología y dietética. Siete pueblos y unos 50 clientes después, lo que más ha despachado ha sido leche (toda la que cargaba), cerveza (seis cajas de 24), azúcar (12 kilos), tocino envasado al vacío, tabletas de chocolate y palos de fregona. Tiene una clientela golosa y limpia. Y envejecida. Y amable. Y que le quiere y se lo dice, porque sabe que sin él, la vida sería un poco más difícil.

–Dame una caja de leche, le pide hacia el final de la mañana una vecina de Casarrubia (22 habitantes censados).

–Pues me he quedado sin ella, pero no te preocupes, que te la traigo el jueves que viene, que yo no voy a dejar de venir.

–Es que si no... Si dejas de venir, a ver qué íbamos a comer nosotros...


  • Un colectivo necesitado de ayudas,.

 

Que la Junta les pague una subvención, por pequeña que sea, como hace con los agricultores, los ganaderos u otros muchos profesionales. Es una de las reivindicaciones no ya de Carlos Cáceres, 'El fraile hurdano', sino de quienes hacen un trabajo como el suyo. Vendedores ambulantes que llevan productos de primera necesidad a pueblos tan pequeños que no tienen tienda. Sitios en los que una anciana no podría comprar un litro de leche si no existieran ellos.

Lo más parecido a una ayuda que han recibido ha sido uno de los premios San Pedro de Alcántara, que otorga la Diputación de Cáceres. El mes pasado, 'El fraile hurdano' recogió el concedido al conjunto del pequeño comercio rural, por su labor durante el confinamiento. Cáceres habló en nombre de sus colegas para agradecer el galardón, que no tiene dotación económica.

 

Carlos Cáceres Martín, 48 años, casado, padre de dos niñas, recorre cada día las alquerías de Las Hurdes con su supermercado rodante. Es su trabajo, pero se parece mucho a un servicio público esencial. Si él mañana enferma, muchos de los ancianos que atiende cada día lo tendrían más complicado para llenar su despensa. Por eso se entiende que Elvira, la primera clienta del día, diga que le compra «para que siga viniendo». Entre ella y Avelino, el último de la mañana, va desfilando un micromundo de gestos, frases, detalles, fotos... Pararse frente a esta tienda itinerante, alejarse de ella dos metros para mirar y escuchar a Carlos y sus clientas –ellas son apabullante mayoría– tiene un punto hipnótico. Y desvela un universo riquísimo.

Un gato negro sale de un edificio abandonado y cruza la carretera EX-204 mientras Carlos Cáceres toca el claxon para anunciar su llegada a Carabusino (42 vecinos según el INE). Al minuto aparece Elvira, que le compra café –«lo primero, que no se me olvide»–, dos botes de tomate, jabón líquido, detergente y una bolsa de tierra. «Mi marido y yo –explica la mujer– cogemos el coche y vamos todas las semanas a Ciudad Rodrigo (en Salamanca, a 35 kilómetros), que nos queda más cerca que Plasencia (a 77). Podría hacer la compra allí, pero prefiero comprarle a Carlos, para que no deje de venir. ¿Qué pasaría si un día se nos estropea el coche? Y nosotros tenemos suerte porque estamos bien los dos y tenemos coche, pero aquí vive mucha gente mayor que no tiene coche».

«Ya somos muy mayores»

Es el caso de Visitación Iglesias, que se parte de risa cuando le preguntan la edad. Se quita las gafas, se echa a reír y responde: «Unos 50». Después, entre refrán y refrán, cuenta que tiene 89, que no le gusta madrugar, que ella nunca se enfada, que «a quien te quiere mal hay que quererlo bien» y que Carlos es «muy atento» con ella, «como un hijo». «Que no deje de venir –pide la anciana–, que nosotros ya somos mayores y no podemos salir, y menos ahora con esto que hay...». Después, hace la compra. No lleva nada apuntado.

–Ponme azúcar, lejía y un bote de Nesquik.

–¿Grande?

–Hombre claro. El burro grande, ande o no ande...

–Dame también queso.

–Del de siempre, de cabra, ¿verdad?

–Claro, del que yo llevo, ya lo sabes... Ponme otro. Aunque no creo que vayan a venir los muchachos, porque con esta cosa...

«La cosa», o «Esto que hay», es la covid 19. No se le llama por su nombre, y quizás eso aporta la dimensión del miedo que genera. «El bicho» lo ha cambiado todo, y al 'El fraile hurdano' le está haciendo trabajar más. «Sí, tengo más clientela –reconoce Carlos–. Porque mucha gente mayor prefiere no salir del pueblo, que es donde se sienten más seguros». «Para las edades que tenemos nosotras –dice Francisca Gómez, cuñada de Visitación–, que nos vengan a vender a la puerta de casa está muy bien, porque ya no estamos para ir de un sitio a otro».

Tras visitar siete pueblos y atender a unos 50 clientes, lo que más ha vendido ha sido leche, cerveza, tocino, azúcar y palos de fregona

Antes de dejar Robledo (33 empadronados, de los que 21 son mujeres), el tendero ambulante para a atender a otra vecina, que le compra un kilo de harina y le cuenta que se marcha del pueblo. Lleva unas semanas encontrándose solo regular, y los hijos le han dicho que es mejor que se vaya con ellos a Cáceres. Ese mismo fin de semana irán a buscarla. «Me da pena irme», dice la mujer. El vendedor se despide de ella con cariño y no le cobra la harina.

«Yo soy feliz con mi trabajo», confirma Carlos, que el pasado verano cumplió un lustro alegrando los frigoríficos hurdanos. Tras 27 años en Torrijos (Toledo) –allí vivió con unos curas, y de entonces le viene el mote de fraile–, dejó su trabajo de camionero de rutas nacionales para una distribuidora de alimentos y regresó a Pinofranqueado. A su pueblo, con su familia, que le ayuda en todo. Su padre le acompañaba algunos días en la ruta, pero mientras el coronavirus ande por ahí, prefiere ir solo. Y su hermano le presta el garaje de su casa para que lo use como almacén.

«Soy feliz con este trabajo. Ayudo a mis clientas en todo lo que puedo, y ellas son muy agradecidas»

«Soy feliz con este trabajo. Ayudo a mis clientas en todo lo que puedo, y ellas son muy agradecidas» Carlos Cáceres | Vendedor ambulante

«Sería un problema que Carlos dejara de venir a vendernos. Y además él es muy atento conmigo, como un hijo»F

«Sería un problema que Carlos dejara de venir a vendernos. Y además él es muy atento conmigo, como un hijo»F Visitación Iglesias | Clienta

«Que nos vengan a vender a la puerta de casa está muy bien, que ya no estamos para ir de un sitio a otro»

«Que nos vengan a vender a la puerta de casa está muy bien, que ya no estamos para ir de un sitio a otro» Francisca Gómez | Clienta

Ahí empieza cada día su jornada laboral, la que le lleva de acá para allá. Los lunes para en Ladrillar y en dos de sus alquerías, Cabezo y Las Mestas. Los martes va a Robledo y Horcajo. Los miércoles a Aceitunilla, El Gasco, Fragosa, Martilandrán y El Cerezal (todas dependen de Nuñomoral). Los viernes se queda en el mercadillo de Pinofranqueado y los sábados se acerca a Arrolobos. Y los jueves como hoy hace la ruta de Casares de Las Hurdes y sus alquerías. O sea: Carabusino, Robledo, Las Heras, Casarrubia y Huetre. Y le añade Asegur, que pertenece a Nuñomoral. En total, 78 kilómetros, siete poblaciones de Las Hurdes Altas y un paisaje de otoño que va cambiando y que incluye rincones exuberantes.

El río Hurdano, las parcelas con bancales en terraza y los pueblos trepando por la montaña forman parte de la rutina de este fraile sin hábito. El día a día de Carlos Cáceres tiene también una profunda dimensión humana, que se comprende mejor despojándose de algunos conceptos enraizados en mentes urbanas. Aquí no es el cliente el que va a la tienda, sino al revés. Y eso, claro, se paga. Todo vale un poco más, pero nadie se queja. Bueno, si acaso algún emigrante de los que vienen en verano y está acostumbrado a hacer la compra en el Mercadona.

 

Otra clave: aquí nadie tiene prisa nunca. Otra más: todo en metálico, nada de tarjetas. Y llama la atención la cantidad de gente que paga con billetes de 50 euros. Tiene su explicación: si compras pocas veces al día o a la semana, tienes pocas oportunidades de hacerte con billetes pequeños y monedas. Además, es final de mes y muchos acaban de cobrar la pensión.

Lo comenta Carlos mientras toma un café en Casares con Jesús, «el del pescado», que viene de Salamanca con su furgoneta frigorífica, inconfundible porque cuando llega a un pueblo hace sonar la sintonía de 'Verano azul', la serie televisiva de los ochenta. Los dos vendedores ambulantes coinciden varias veces a lo largo de la mañana. Por ejemplo, en Huetre, donde Carlos cierra su tienda y antes de marchar le lleva la compra a una vecina que camina doblada por culpa de la ciática.

Las pilas del tensiómetro

No es en absoluto raro que el vendedor acerque la compra a casa. En realidad, en su trabajo no hay casi nada que pueda catalogarse como extraño. Porque todo puede ocurrir, y ese margen para lo imprevisto forma parte de la normalidad. Cada semana viaja a los mismos sitios y ve idénticas caras, pero él sabe que le pueden pedir cualquier cosa. Ha sintonizado canales de televisión, se ha peleado con mandos a distancia, ha cambiado bombillas, le ha puesto pilas a decenas de tensiómetros y glucómetros e incluso ha arreglado algún mueble.

Hoy, en «Los Casares», como todos se refieren a Casares de Las Hurdes, una vecina le ha comprado una linterna y le ha pedido que le coloque las pilas. La misma que le ha recordado que si viaja por ahí, donde sea, tiene que acordarse de ella y traerle un dedal, que los colecciona y ya tiene 82. La misma también que le ha preguntado por el encargo que le hizo la semana pasada. Le pidió que le trajera una bola de adorno de esas que las giras y parece que cae nieve. Quizás la anciana está pensando en la Navidad. Carlos no la ha encontrado, pero le promete que seguirá buscándola y se la llevará.

TITULO: HOSPITAL - Casi 200.000 extremeños se han vacunado ya contra la gripe, más que cualquier campaña de la última década,.

 

Casi 200.000 extremeños se han vacunado ya contra la gripe, más que cualquier campaña de la última década,.

El incremento de las cifras de vacunación se está registrando en los dos principales grupos de edad de la población-diana, pero es especialmente importante entre las personas con menos de 65 años, foto,.

Casi 200.000 extremeños se han vacunado ya contra la gripe, más que cualquier campaña de la última década

El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha vacunado contra la gripe en las primeras tres semanas de la actual campaña de vacunación a casi 200.000 extremeños, un número superior al alcanzado en cualquiera de las temporadas de gripe completas de los últimos diez años.

Desde que se inició la campaña, el pasado 13 de octubre, hasta el día 2 de noviembre, se han vacunado ya en nuestra región 199.366 usuarios, más que en los dos meses que duró la campaña 2019-2020 (187.663 hasta principios de enero), o en cualquiera de las temporadas de gripe desde 2010, cuyas cifras finales de vacunación oscilaron entre 169.000 y 191.000 personas.

El incremento de las cifras de vacunación se está registrando en los dos principales grupos de edad de la población-diana, pero es especialmente importante entre las personas con menos de 65 años.

Mientras que durante toda la campaña del año pasado se vacunaron un total de 62.831 usuarios de este grupo, en la actual ya lo han hecho 72.339, 9.500 más, cuando sólo han transcurrido tres semanas desde que se inició.

De los mayores de 65 años, el colectivo más numeroso de la población-diana de esta vacuna formado por unas 240.000 personas, el pasado 2 de noviembre ya se habían vacunado 126.912, casi 3.000 más que en toda la temporada anterior (124.003).

El buen ritmo de la campaña de inmunización frente a la gripe es similar en toda la región. Las áreas de salud de Badajoz (46.123 usuarios vacunados), Cáceres (35.061), Coria (10.476), Llerena-Zafra (20.178), Navalmoral (9.723) y Plasencia (24.603) han superado ya a estas alturas sus cifras de la campaña 2019-2020 completa, y las de Don Benito-Villanueva (27.803) y Mérida (25.399) prácticamente las han igualado.

Para conseguir estas cifras de vacunación en sólo tres semanas, los profesionales de los centros de Atención Primaria están realizando vacunaciones extraordinarias en horario de tarde en muchos centros de salud, o administrando la vacuna a los usuarios aprovechando una consulta para cualquier otro motivo, siguiendo el criterio de «acto único» para intentar que los ciudadanos resuelvan todo lo posible en una sola visita al centro.

También ha sido necesario un esfuerzo inusual en la distribución de las vacunas a los puntos de vacunación. Mientras que en toda la campaña 2019-2020 se distribuyeron en total 214.810 dosis, el 2 de noviembre de este año se habían distribuido ya 312.000, casi 100.000 más.

La distribución de las vacunas es una tarea compleja, coordinada desde la Dirección General de Salud Pública, debido a que por cuestiones de espacio y garantía de conservación, debe programarse en varias entregas periódicas a cada punto de vacunación. Para ello hay coordinar a todos los actores que intervienen en el proceso: los laboratorios proveedores de cada uno de los distintos tipos de vacuna, las direcciones de salud de las áreas y todos los centros de salud y otros puntos de vacunación de todo el territorio regional.

El SES se ha marcado como objetivos para esta campaña vacunar al 75 por ciento de los mayores de 65 años y al 60 por ciento de otras personas con factores de riesgo independientemente de su edad. A fecha 2 de noviembre se había alcanzado una tasa de cobertura del 52'63% en la población mayor de 65 años (241.139 personas), y un 48'17% entre los menores de esa edad con factores de riesgo (150.149).

La campaña de vacunación permanecerá activa al menos hasta el 31 de diciembre. El SES cuenta para esta temporada con un total de 391.000 dosis, un 45 por ciento más que la campaña del año pasado.

 

TITULO: VUELTA AL COLE -  Sandra Ciesek, viróloga alemana, habla sobre la situación en España.

  Sandra Ciesek, viróloga alemana, habla sobre la situación en España. 


Prof. Dr. med. Sandra Ciesek


foto / Sandra Ciesek, viróloga alemana, expresa su sorpresa por la situación que está viviendo en este momento España por el coronavirus.

Una viróloga de las más prestigiosas de Alemania, Sandra Ciesek, expresa su sorpresa por la situación que está viviendo en este momento España.

Sandra Ciesek, viróloga habla sobre España

Sandra Ciesek, es la directora del Instituto de Virología Médica de la Clínica Universitaria de Fráncfort y una de las virólogas más respetadas de Alemania; se ha expresado su preocupación y sorpresa por la situación tan delicada que están viviendo algunos países como España y Francia, con respecto al coronavirus.

 

La profesional en el tema ha admitido que no esperaba el pico tan alto que ha tenido España; pues los casos positivos que ya ha habido en países del sur de Europa son realmente masivos; Ciesek tiene un podcast junto a Christian Drosten, el homólogo de Fernando Simón en Alemania, también les ha sorprendido los resultados ya que se esperaba que estos fueran más adelante cuando llegará el frío a estos países.

«Me sorprendió. Lo hubiera esperado más en noviembre o diciembre», ha reconocido la viróloga, que ha explicado que con la gripe, en cambio la ola suele llegar a finales de año o incluso en los primeros meses como enero o febrero; por eso cree que la gente pensó que tendrían un poco más de margen para actuar ante la situación.

La viróloga no es la primera vez que se refiere a la situación de España desde Alemania en los últimos días. Su compañero Drosten se ha referido a España como ejemplo de lugar donde las UCI ya están completamente llenas y ha apuntado una de las causas, no ha habido diagnósticos suficientes.

De igual forma en el podcast que hacen juntos; el experto ha lamentado que en España ya se están viendo UCI llenas en las zonas más afectadas, que son áreas geográficas grandes; también explicó que no hay razón para pensar que en Alemania no vaya a pasar por la misma situación, aunque si hay algunas diferencias.

La estructura familiar allí es diferente a la de España porque tienen más hogares unipersonales, lo que provoca un mayor distanciamiento entre jóvenes y mayores. “Eso sin duda provocará que la epidemia crezca más rápido allí”, ha garantizado.

De igual forma, otro reconocido neumólogo Stefan Kluge da su opinión sobre que no esperaba que a estas alturas del año la pandemia fuera a golpear con tanta fuerza. «Creo que ninguno de los expertos hubiera predicho un aumento tan masivo en Alemania y Europa ahora mismo», ha admitido.

 

TITULO:  EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -25- Noviembre -Gobierno y PP se acusan mutuamente de poner en riesgo la ayuda millonaria de la UE ,. 

En la tuya o en la mía  - Miercoles -25- Noviembre,.


 En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -25- Noviembre , etc.

 

EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA -Gobierno y PP se acusan mutuamente de poner en riesgo la ayuda millonaria de la UE,.

 

Gobierno y PP se acusan mutuamente de poner en riesgo la ayuda millonaria de la UE,.

foto / La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, se sirvieron ayer de la millonaria ayuda dispuesta por la UE contra crisis del coronavirus, y con la que el Ejecutivo quiere contar ya en 2021, para lanzarse duros reproches.

Montero echó en cara al PP que haya presentado una enmienda a la totalidad de los Presupuestos cuando en ellos se contempla la utilización de una parte del fondo comunitario. Y Gamarra acusó al Gobierno de «poner en riesgo» esa inyección europea con su «comité de la verdad».

«Es impensable que un país como España pueda desaprovechar los 27.000 millones de la UE que van a permitir acometer todos los cambios importantes que tenemos ante nosotros», dijo en una declaración a los medios la ministra. Así instó a todos los partidos a negociar las Cuentas para que sean un proyecto «de país».

Gamarra replicó, durante una convención de su partido, que los Presupuestos diseñados por el Gobierno suponen «el adiós de España a la recuperación económica y la creación de empleo» y que las familias y trabajadores merecen que se les presente una «alternativa». Pero además acusó a Pedro Sánchez de estar dispuesto a pagar su apoyo a las fuerzas independentistas con indultos a los presos del 1-O o con acercamientos de presos de ETA al País Vasco.

La portavoz parlamentaria del PP también advirtió al Ejecutivo de que la UE está vigilante ante algunas de sus políticas y sembró la duda sobre la disposición de la Comisión a desembolsar dinero en un país que, según su relato, se desliza por una pendiente antidemocrática. Los populares ya denunciaron en Bruselas la iniciativa del PSOE y Podemos para cambiar las mayorías para elegir el Consejo General del Poder Judicial y están dispuestos a lanzar otra ofensiva contra el plan frente a la desinformación de Moncloa.

 

TITULO:  EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -27- Noviembre - Una nueva tiranía  ,.

 

MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -27- Noviembre,.
 
 MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne, 

acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco  a las 22:00, el viernes -27- Noviembre ,etc.


EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - ,. viernes -27- Noviembre   -Una nueva tiranía  ,.

 Una nueva tiranía,.

 

No sirven para mucho las tertulias y, sin embargo, este hablar por hablar mirándose a la cara, sin pantallas de por medio, es un aprendizaje en la tolerancia y una de las piezas más gratas del ajuar de la convivencia

¡Qué bello es hablar!

foto / Hay un tiempo para el sueño y hay un tiempo para el relato, le dice Ulises a Alcínoo. Y solo ahora caigo en que tal vez Homero pensaba en la muerte cuando se refería al sueño y pensaba en la vida cuando se refería al relato, como si dijera que hablar es vivir. ¡Qué bello es hablar! Y aunque yo creo que siempre es buen momento para la conversación, estas fechas parecen aún más adecuadas, cuando avanza el otoño y nos empuja a permanecer más tiempo en casa y a cubierto, cuando el frío ya recorre las calles semidesiertas por la pandemia y nos recuerda la necesidad de revisar la caldera y de acumular leña en la leñera.

Tal día como ayer, un 7 de noviembre, murió Platón, y cuando el Renacimiento volvió la mirada hacia la antigüedad clásica, las academias de filósofos lo recordaban reuniéndose en tertulias que evocaban sus conversaciones con el maestro Sócrates. En Florencia, Marsilio Ficino abría el diálogo con el saludo: «Muy queridos hermanos en Platón». Allí se hablaba de política, de matemáticas, de filosofía, de arte, de poesía, de historia, de los dioses de arriba y de los demonios de abajo.

Sí, noviembre es buen momento para tertulias, aunque llevemos la boca cubierta con mascarilla.

Y no me refiero a las tertulias tropicales de Telecinco; ni a los encrespados debates radiofónicos entre adversarios que se desmochan entre sí y parecen hablar desde un penal, triste miniatura especular de nuestro pendenciero parlamento; ni a las tertulias virtuales de las redes sociales, donde tantas veces se impone la velocidad del odio –mucho más rápido que el pensamiento–, que inunda las pantallas e imposibilita el diálogo. Si una tertulia es anónima o con interlocutores fantasmáticos, no es tertulia. En la tertulia es necesario mirarse a la cara y escuchar el tono de voz de quien nos habla.

Como cualquiera, también uno recibe en su wasap mensajes ideológicos opuestos, procedentes de la extrema izquierda y de la extrema derecha. Y solo con ver quien los envía ya se adivina su incendiario contenido, como si fuera el Partido quien piensa, y no cada uno de los afiliados. El Partido distribuye al por mayor las consignas y, disciplinadamente, sus militantes (¡uf, qué palabra tan rotunda para una organización civil!) las distribuyen como minoristas, convertidos en emisarios que saben quiénes son los buenos y quiénes los malos, tienen todas las certezas del mundo y conocen las soluciones para todos los problemas, sean de Rurilandia o de Lejanistán.

En estas líneas me refiero, claro está, a la tertulia civil sin micrófonos ni cámaras, a la tertulia de café de barrio donde el discreto camarero sabe todos los secretos pero no revela ninguno, donde se habla sin petulancia de todo lo que es, ha sido y será. A la tertulia que ensancha el ámbito de diálogo, tan imprescindible ahora que estamos confinados en grupos reducidos. A la tertulia donde se practica el placer de hablar por hablar y se cultiva el arte de discrepar sin embestir, de ser diferente sin ser enemigo. A la tertulia donde siempre se aplaude el humor cuando un interlocutor interpreta el mundo con ingenio y otro aprovecha el mundo para ser ingenioso. A la tertulia donde se contrastan las ideas con argumentos, sin dar lecciones ni clases magistrales, siendo conscientes de que los demás también sacaron ya su título de bachiller.

En estos coloquios no son bienvenidos los listillos a cuyo lado uno prefiere callarse, ni los endiosados en cuya frente puede leerse ¡Viva yo!, ni los que se adjudican de inmediato la portavocía, ni los combativos que elevan la voz, avasallan, interrumpen y confunden una tertulia con una asamblea y lanzan argumentos boomerangs para que sobrevuelen sobre las cabezas de los demás sin ser rebatidos. Al contrario, en los diálogos de los que hablo, si se lanza un boomerang es para que cualquiera pueda atraparlo en el aire, romperlo en pedazos dialécticos y devolver los trozos al emisor para que los recomponga.

No quiero irme de esta página sin un último apunte: es cierto que la tertulia ya no tiene la importancia de hace un siglo, cuando los bohemios hambrientos y ateridos iban a escribir al café, porque en su buhardilla se les helaban los dedos al coger el lápiz, y se pasaban tantas horas ante una taza vacía que bien podrían haber establecido allí su domicilio fiscal.

Hoy la tertulia aparentemente no sirve para mucho, en ella no se toman decisiones ni se habla de los temas sesudos de los clásicos, sino de viajes, diversiones, salud, libros y series, trabajo, deportes, gastronomía, coronavirus... y hasta de algún cotilleo, inevitable en toda tertulia que se precie.

Pero entre tanta cháchara sobre la actualidad y lo estacionario de vez en cuando también surge una chispa de luz sobre Platón, sobre lo invisible y trascendente.

No sirven para mucho las tertulias y, sin embargo, este hablar por hablar mirándose a la cara, sin pantallas de por medio, es un aprendizaje en la tolerancia y una de las piezas más gratas del ajuar de la convivencia.

 

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