sábado, 4 de abril de 2020

El paisano - Viernes -10- Abril - Burgui ,. / VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Semana dos: menos memes y más aplausos,. / Lazos de sangre - Monago lamenta que Vara no sea autocrítico tras mandar a los sanitarios a «pecho descubierto» ,. / VUELTA AL COLE - Antonio Martinez Duarte ,. / EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -15- Abril - La Favela de los Cisnes. / EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -17- Abril - Ellos no se quedan en casa

TITULO: El paisano - Viernes -10- Abril - Burgui . 

Viernes  -10- Abril a las 22:10 horas en La 1, foto.

Burgui,.

El Paisano - Burgui - ver ahora
Pablo Chiapella conduce su jeep rumbo al Pirineo de Navarra; su destino es Burgui, un pintoresco pueblo de montaña del valle del Roncal. En Burgui nuestro paisano va a pasar 48 horas.

Durante su estancia en Burgui, Pablo vivirá experiencias de lo más increíbles; con Pedro aprenderá a esquiar sin nieve, con las chicas de oro se convertirá en un crack del Poquino, también tendrá tiempo de hacer esculturas con una motosierra y, como colofón final, se dedicará a alimentar a un centenar de buitres hambrientos.

Burgui, cuenta con unos paisanos fuera de lo normal y con un río que es el orgullo del pueblo, el Esca. Este río forma parte de la vida de los burguiarras, quienes han obtenido muchos beneficios de sus aguas, aunque no todo han sido buenos momentos. Y así se lo cuentan Tomàs, Visi, Elena e Isai a Pablo.

Todas las experiencias vividas e historias explicadas por los paisanos de Burgui, Pablo las recogerá en un monólogo en el que contará, con una fuerte dosis de humor, su paso por este pueblo navarrense.


TITULO:  VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Semana dos: menos memes y más aplausos,.

 

Semana dos: menos memes y más aplausos,.

14 días de encierro. La Extremadura confinada empieza a aburrirse, pero no decae en su agradecimiento a los sanitarios que luchan cada día contra una realidad que a veces parece ficción

Trabajadores del hospital de Plasencia,el pasado miércoles. /Andy Solé
foto / Trabajadores del hospital de Plasencia,el pasado miércoles,.

Esta semana hemos recibido menos memes por WhatsApp. Aún llegan, pero el ritmo se ha relajado. Es la segunda de confinamiento, y la gaseosa que suele acompañar a las cosas nuevas se diluye según van dejando de ser nuevas. «Ya no sabe uno qué hacer para entretenerlos (a los niños, se entiende)», le dice un paseante perruno a otro en un parque a las nueve de la noche, una hora después de los aplausos a los sanitarios, ese colectivo que debería tener un busto en el pasillo de cada casa. Nadie sabe mejor que ellos qué es lo que está pasando, porque lo ven desde la primera fila cada mañana. Son ellos los que a diario le toman la temperatura a esta crisis sanitaria que ya deja en la región 88 muertos y 1.394 contagiados.
Alcanza Extremadura estos números en una semana que empezó con una cadena de récords. El lunes murieron seis personas, la cifra más alta registrada hasta entonces. El martes fueron siete, el miércoles 12 y el jueves 19. Pero el jueves merece una pausa. Se dieron ese día 16 altas, una cifra de dimensiones marcianas, porque nunca hasta entonces se habían concedido más de tres en un día. No había ocurrido desde que comenzó este calvario que ha hecho que en Madrid colapsen hasta las funerarias. La capital del país, que desde esta semana tiene diez respiradores donadas por la generosa Extremadura, sale a unos 400 fallecidos al día, y los crematorios solo dan para incinerar a 168, así que los funerarios de la región le hacen un favor a sus colegas de la capital y se traen los cadáveres a Cáceres, a Mérida, a Plasencia...

Raro, curioso, trágico

Que a alguien le incineren a 350 kilómetros de su casa suena a curiosidad y a rareza, pero es pura tragedia. Como casi todo lo que tiene que ver con en este coronavirus que nos habla, sí, de unión, fortaleza, confianza, compañerismo y generosidad, pero sobre todo de tristeza. Es una crónica fúnebre diaria. Se entierra a puerta cerrada a gente que muere sola, esa es la dimensión de un drama que deja titulares de prensa que parecen ficción. La Policía atrapa a varios enfermos que habían huidos de hospitales, los militares encuentran cadáveres en residencias de ancianos, un palacio (el de hielo de Madrid) se convierte en una morgue, el Ejército monta un hospital en el pabellón de un recinto ferial...
La cara b de le negrura está en las iniciativas solidarias, que en la comunidad autónoma se multiplican. El lunes, la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte publica en su Facebook una foto que recibe más comentarios que ninguna otra anterior. Muestra a un miembro del equipo de la UCI del hospital Virgen del Puerto vestido con uno de los monos de trabajo que ellos les han donado. Ahí está el sanitario saludando con los pulgares hacia arriba, posando con uno de esos 'buzos' azules que los agricultores del Jerte usan para fumigar sus cerezos. Por el protagonista, por su gesto y por la ropa que lleva, por el momento y el lugar, la imagen es un documento cargado de información.
El martes, primera médica española muerta por COVID-19, una mujer que trabajaba en La Fuente de San Esteban, municipio de Salamanca que está a una hora en coche de Las Hurdes. En Casares, una de las localidades de esta comarca cacereña, ya desinfectan cada coche que entra o sale del pueblo. Es una medida de autoprotección, pero también un mensaje dirigido a los turistas paisanos. Aquí, en la Sierra de Gata, en el Jerte, en La Vera, en La Serena, en La Siberia, en todas las mancomunidades de la región hay ayuntamientos que emiten bandos recordando a quienes vienen a pasar el fin de semana a sus parcelas de retiro que está prohibido salir de casa.

El pan y la compra

El martes es también el día en el que se suspende el reparto de pan a domicilio en la zona de salud de Fregenal de la Sierra, que incluye a siete poblaciones. En todas ellas deja de sonar la bocina del panadero ambulante, aunque solo durante 72 horas. El SES canceló la medida el viernes, pero al día siguiente ya tenía sustituta en la otra punta de Extremadura. En Nuñomoral (Las Hurdes), el pan se reparte ya un día sí y otro no. En abril, solo los impares. El calendario también da para juegos de supervivencia en Alange. Allí, quienes viven en portales pares hacen la compra los lunes, miércoles y viernes, y a los de los nones les toca los martes, jueves y sábados.
Hay tantas cosas nuevas... El virus ha tumbado rutinas y elevado a la categoría de cotidiano lo que hace 15 días eran extravagancias. Ya nadie se sorprende por cruzarse por la calle con alguien que lleva mascarilla, ni porque una empresa presente un ERTE. 605 expedientes de regulación temporal de empleo se declararon en la comunidad autónoma entre el lunes 16 y el jueves 26. Han afectado a 4.340 trabajadores, o si se prefiere, a 482 extremeños cada día laborable.
La jornada de trabajo de Manuel, repartidor de periódicos en Badajoz, comienza cada día a las cuatro de la madrugada. Desde hace una década, él ve despertarse cada mañana a la principal urbe de la región. Y dice que «nunca había visto la ciudad tan vacía». Ni tan preocupada, seguramente. En esos diarios que él deja en los felpudos, en las tertulias de la radio y en los informativos de televisión se siguen repitiendo las palabras de los primeros días de encierro: miedo, incertidumbre, preocupación, sorpresa.
Esperanza también. La que proporciona el récord de altas del jueves. O ese otro dato que dice que se sábado se infectó en la región menos gente que el viernes. Igualmente, esperanza por la certeza de que todo esto acabará y volverá la normalidad, aunque sea retocada. Y esperanza también la que generó el anuncio del presidente de la Junta de que los test rápidos llegarían a la región esta semana. Fernández Vara lo dijo el pasado domingo, tras la reunión de los presidentes autonómicos con Pedro Sánchez, pero siete días después no hay rastro de esos test. En rigor sí lo hay, y lleva hasta China, de donde vinieron y adonde regresaron de vuelta, pero esa es una historia de trágica incompetencia que es casi mejor olvidar. A ver si a la segunda aciertan y los tenemos aquí la semana que viene, que será la tercera viviendo confinados. La saludamos con la cintura más ancha y las manos ya algo secas de tanto lavarlas.


TITULO:  Lazos de sangre -  Monago lamenta que Vara no sea autocrítico tras mandar a los sanitarios a «pecho descubierto»  ,.

El miercoles -8- Abril   a las 21:30 por La 1, foto,.

 

Monago lamenta que Vara no sea autocrítico tras mandar a los sanitarios a «pecho descubierto»

José Antonio Monago. HOY/
José Antonio Monago.

El líder de los populares en la región asegura que Extremadura ha sido «la región del mundo donde más se han contagiado nuestros sanitarios»,.


El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, ha lamentado este sábado que el jefe del Ejecutivo regional, Guillermo Fernández Vara, no haya realizado un ejercicio de autocrítica, «aunque fuera pequeña», tras haber mandado a los profesionales sanitarios a combatir el coronavirus «a pecho descubierto».
«Si no se hace autocrítica difícilmente podemos encarar esta pandemia», ha aseverado el líder de la oposición en alusión a la entrevista que el presidente de la Junta concedió la pasada noche a Canal Extremadura.
En unas declaraciones difundidas hoy por el partido, Monago ha señalado que Extremadura ha sido «la región del mundo donde más se han contagiado nuestros sanitarios», que ha cifrado en un porcentaje del 25 %, que en algunas áreas ha elevado al 50 por ciento.
«Eso exigía una autocrítica, aunque fuera pequeña y no hubo», ha criticado el líder de los populares quien, a la invitación de Fernández Vara de esperar a superar la crisis para hacer evaluaciones, ha contestado: «No vamos a esperar a que esto pase porque sería cerrar los ojos a lo que estamos viendo, la falta de planificación».
«Una cosas es juntitos -como ha pedido literalmente el presidente de la Junta- y otras es calladitos, que no vamos a estar», ha añadido.
Tras apuntar que hay sanitarios que están atendiendo con mascarillas fabricadas artesanalmente y con batas hechas con bolsas de basura, Monago ha recriminado también a Fernández Vara falta de previsión para dotar a los profesionales sanitarios de materiales de protección.
En esta línea, ha rechazado la explicación que el presidente de la Junta ofreció ayer de que cuando empezó la pandemia China estaba dando respuesta a su propia crisis sanitaria y sus fábricas estaban cerradas, pues «eso no es verdad y usted lo sabe», le ha dicho.
«Usted no ha comprado ningún elemento ni antes ni ahora, y la prueba es que usted no puede aportar ni una sola factura de haber comprado elementos que fueran necesarios cuando arranca la pandemia», ha aseverado a este respecto.
Por otra parte, el presidente del PP ha advertido de que en los dos últimos días se incrementado en un 40 % el número de contagios en Extremadura, lo que en su opinión demuestra que Extremadura no está llegando al final de la curva, sino que «estamos cogiendo la vertical con mucha velocidad».

 TITULO: VUELTA AL COLE - Antonio Martinez Duarte ,.

  Antonio Martinez Duarte ,.


ANTONIO MARTÍNEZ DUARTE | Comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes

“Hay más producción de cocaína que nunca”,.

El comisario responsable de la lucha contra el tráfico de drogas alerta de que los narcos gallegos "ahora funcionan como una gran empresa formada por grupos de servicios especializados",.


foto / Antonio Martinez Duarte, comisario jefe de Estupefacientes.
Antonio Martinez Duarte, comisario jefe de Estupefacientes.
España batió cifras históricas en incautaciones de droga en 2017 y va camino de superar un nuevo récord este año. La batalla contra el tráfico de cocaína ha conseguido retirar del mercado casi 31 toneladas de esta sustancia (104% más que en 2016), uno de los resultados más abultados en casi treinta años de estadísticas. Antonio Martínez Duarte (Melilla, 1973), dirige las investigaciones de narcotráfico como nuevo comisario de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional. Después de más de 11 años en Galicia, Duarte es una pieza clave en la coordinación de los centros de inteligencia entre países para contener la avalancha de coca.
Martínez Duarte alerta de la situación en Colombia. “Estamos en un momento muy peligroso por la mayor producción de coca y con más pureza de los últimos años. La desmovilización de la guerrilla de las FARC, que antes controlaba la producción y el tráfico, hizo que emergieran más grupos y salga mucha más cocaína que nunca hacia EE UU y Europa, también hacia África, uno de sus principales almacenes”, afirma.
Hace cuatro décadas fueron los cárteles, primero el de Medellín y luego Cali, los que manejaban el negocio, que ahora se reparte entre grupos más numerosos pero incluso con más poder. “El principal proveedor es el Clan del Golfo, aunque otros grupos como los Pelusos, disidentes del Ejército Popular de Liberación (EPL), o Los Rastrojos, que salieron del conflicto armado colombiano como una organización paramilitar y que siempre controló la producción, son los mayoristas que abastecen al mercado europeo”, señala el experto policial.
Treinta años de presión policial han hecho que España deje de ser el principal puerto de entrada de cocaína y han desviado los alijos a puertos de Holanda y Bélgica. Sin embargo, Duarte asegura que el narcotráfico en Galicia sigue vivo. “Los traficantes gallegos todavía son los número uno en el transporte de cocaína y su introducción en tierra”, afirma. El resto del proceso, asegura, lo hacen los carteles colombianos, que mandan y dirigen el negocio. “Aunque hay grupos que compran la droga en origen y controlan todas las fases de la operación, incluida la del transporte por tierra hasta Madrid”, puntualiza Duarte.
“Los grupos gallegos buscan la invisibilidad, que no se hable de ellos, y así poder trabajar más cómodos, con discreción”, apunta Duarte. “Es cierto que muchos de sus líderes están en prisión, otros se han fugado, y los hay que han aprendido a adaptarse a los nuevos tiempos y ahora funcionan como una gran empresa formada por grupos de servicios especializados en las distintas fases del narcotráfico. Se alían para una operación y cada grupo se encarga de tener su parte preparada para funcionar en cualquier momento”, explica el comisario.
Martínez Duarte hace una rápida radiografía del actual escenario. “Empezaron traficando todos juntos, como evidenció la Operación Nécora, luego se independizaron (había tarta para todos) y se empezaron a vender entre ellos, traicionándose, hasta ser desarticulados sus grupos. Ahora que todo se les complica, vuelven a unir fuerzas formando complejos entramados criminales”, dice. Estas extrañas relaciones se vieron en la última detención de Sito Miñanco. “Sorprendió encontrarle trabajando con gente del nivel de David Pérez Lago y Ramiro Somoza Martínez”, comenta.

Nuevos competidores

Sin embargo, las bandas gallegas tienen nuevos competidores. “Organizaciones albanesas, serbias, y marroquíes están empezando a asumir sus propias operaciones, dominando todo el transporte, incluso la compra de la droga en origen. Viajan hasta los laboratorios para que no les falle ningún eslabón de la cadena. Para esto hace falta dinero en metálico que solo se consigue tras años traficando con hachís y heroína por Europa”, desvela Duarte.
Todavía quedan bastantes batallas por ganar al narcotráfico gallego. “Están operando varias bandas y con perfil muy diferente. Y los grandes capos se sirven de estos grupos para hacer fuertes operaciones. Algún traficante gallego podrá estar pensando que tiene la fórmula perfecta para coronar un alijo sin ser detenido, pero se equivoca, porque también ellos van a caer, tarde o temprano, y lo saben”, advierte.
Existe un vínculo histórico entre el traficante gallego de la cocaína y el andaluz, especializado en el hachís. En momentos puntuales, los grupos del sur reclamaron infraestructura marítima y pilotos a sus colegas del norte. Martínez Duarte descarta que las bandas sureñas sean más violentas o que la proximidad de África, uno de los principales almacenes de cocaína, convierta a Andalucía en el nuevo eje para la entrada de estos alijos. “Marruecos está a catorce kilómetros de las playas de Algeciras, un factor que facilita las entradas continuas de hachís, pero la cocaína requiere mucha más inversión y planificación. Además, la pérdida de droga se penaliza de otro modo”, explica.
El comisario resta importancia a los incidentes entre algunos de estos grupos con los equipos antidroga. “Evidentemente, es un fenómeno que nos tiene alerta y preocupa”, afirma, no obstante. Explica que ha habido robos de mercancía entre bandas en los que se han utilizado uniformes policiales y posiblemente esto hace que las organizaciones empleen la violencia.
Las incautaciones de heroína han crecido un 88,8% en 2017, con 440 kilos capturados, otra cifra récord en el tráfico de esta sustancia, una de las mayores amenazas globales para la OMS. “La heroína sigue entrando en España de la misma forma como en los años setenta”, afirma Duarte. “Junto a Portugal, somos destino finalista pero no entra más, lo que ocurre es que estamos incautando mayores cantidades y eso hace que se haga más visible”, aclara.

 TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -15- Abril - La Favela de los Cisnes.

En la tuya o en la mía  - Miercoles -15- Abril ,.






 En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -15- Abril ,etc.








EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA -La Favela de los Cisnes.

 La Favela de los Cisnes.

 

En un peligroso barrio de Río de Janeiro, el ballet es un escape

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RÍO DE JANEIRO — Las jóvenes estudiantes de ballet entraron a la sala con manchas de pintura roja —que simulaban ser de sangre— en sus leotardos.
Era un disfraz macabro para unas niñas de 7 y 8 años que se presentaban ante el alcalde y el gobernador.
Para entender por qué su adorada profesora de ballet, Daiana Ferreira de Oliveira, les puso esos atuendos, es útil hablar de un día de su propia niñez.
Oliveira tenía 6 o 7 años cuando su madre decidió llevar a sus tres hijas, desde su casa en un vecindario marginal en el norte de Río de Janeiro, al majestuoso Teatro Municipal en el centro de la ciudad para ver una producción de El lago de los cisnes.
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La familia destacaba entre la multitud: era una mujer negra y soltera, que se ganaba la vida limpiando casas, guiando a sus hijas entre un público de personas blancas en la entrada dorada de una de las gemas arquitectónicas de la ciudad para que presenciaran su primer espectáculo de ballet.
Su madre, Rosali Ferreira dos Santos, había cultivado una fascinación por el arte debido a que acompañaba a sus jefes a galerías de arte y al teatro. Llegó a considerar ese tipo de salidas —a un concierto, a la ópera o a una obra de teatro— como actividades esenciales para sus hijas, siempre que podía encontrar boletos gratuitos o en descuento.
“Mi madre dijo que debíamos tener cultura”, dijo Oliveira, de 29 años. “Para ella, no era un asunto de ser pobres o ricos”.
Oliveira dijo que podía haberse evitado la ópera, pues recuerda que la aterraban “todas esas personas lanzándose gritos unas a otras”. Pero la danza la deslumbró.
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“Era un anestésico”, dijo. “Para personas como nosotras, no había psicólogos”.
Desde que me mudé a Río de Janeiro, me ha fascinado —y a menudo sorprendido— la realidad dividida de esta megaurbe.
Crecí en Colombia donde, como en gran parte de Suramérica, la marcada desigualdad está tan institucionalizada que es fácil acostumbrarse. Sin embargo, la manera en que el esplendor y la pobreza coexisten en Río crea un contraste vertiginoso.
Una balacera que dura todo el día y obliga a que decenas de miles se encierren en sus casas no impide que se lleve a cabo un festival musical multitudinario a unos cuantos kilómetros. Desde las playas atestadas de Ipanema y Copacabana, es fácil olvidar que un grave aumento de la violencia provocó que el gobernador solicitara y obtuviera la intervención del Ejército en febrero.
En el desconcierto de la ciudad, entre el éxtasis y la desolación, Manguinhos, el vecindario donde creció Oliveira, se sitúa claramente en el lado menos favorecido de la urbe.
Es una pieza del mosaico de distritos conocidos como favelas, donde hace décadas se asentaron ocupantes ilegales. Integrantes de la poderosa pandilla de narcotraficantes Comando Vermelho, o Comando Rojo, han tenido el control de la zona durante muchos años, con más autoridad que la policía.
Es el tipo de lugar donde los residentes no esperan que se investiguen homicidios, y mucho menos que se resuelvan. Las drogas se venden a la vista de todos, exhibidas sobre mesas. La basura se tira en las aceras, formando pequeñas pilas que después se queman.
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Cuando Oliveira obtuvo su título de licenciada en Educación Física en 2012, la situación comenzaba a mejorar en Brasil.
La economía del país había estado creciendo a un ritmo saludable durante una década. Las oportunidades de educación para los pobres también se estaban expandiendo. Se crearon programas ambiciosos para establecer la presencia permanente de la policía y darles servicios básicos a las favelas, mientras el país se preparaba para la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de Verano de 2016.
Una de las señales tangibles del cambio fue la creación de una biblioteca financiada por el Estado en Manguinhos, donde Oliveira comenzó a ofrecer clases gratuitas de ballet clásico en 2014.
Dijo que intentaba ser cálida pero firme con sus estudiantes, al advertirles sobre los embarazos no planeados, además de instarlas a no salir con narcotraficantes.
“No hay un destino predeterminado”, les decía a las niñas y jóvenes. “Solo porque nacieron en una favela no significa que su vida deba ser de cierta forma. No tienen por qué terminar trabajando como empleadas domésticas”.
El mensaje le llegó a Danice Sales, una de sus primeras estudiantes, quien estudió Literatura Italiana.
“Era un escape de la realidad”, dijo Sales, de 29 años. “Pasé cosas muy difíciles en mi vida y lo único que me permitió evitar tomar medicamentos y caer en una gran depresión fue el ballet”.
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Para 2014, el optimismo se acabó y comenzó el temor cuando la economía brasileña empezó a contraerse y una investigación de corrupción expuso un patrón sistemático de sobornos entre los líderes políticos y empresariales del país. Los funcionarios estatales en Río de Janeiro comenzaron a cerrar centros de empleo del gobierno e iniciativas que se habían inaugurado durante los años del auge económico.

“Pasé cosas muy difíciles en mi vida y lo único que me permitió evitar tomar medicamentos y caer en una gran depresión fue el ballet”.

Danice Sales, exalumna de Daiana Ferreira de Oliveira
Entre las instalaciones que se clausuraron se encontraba la biblioteca de Manguinhos, lo cual hizo que Oliveira animara a sus estudiantes a manifestarse en 2015.
Ella y otros activistas comunitarios convencieron a la oficina del alcalde de que ayudara a pagar las cuentas al plantear una pregunta incómoda: “¿Cómo es que el país anfitrión de los Juegos Olímpicos cierra bibliotecas?”.
Sin embargo, unos cuantos meses después de que se acabaron las Olimpiadas, la biblioteca y muchos programas gubernamentales se clausuraron. Oliveira estuvo furiosa durante algunos días, pero después se le ocurrió un plan.
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Con la ayuda de un cerrajero que se rehusó a cobrarle, Oliveira entró a la biblioteca abandonada, la limpió y puso su propio candado.
A continuación, tuvo que ejercer un poco de diplomacia en la favela. Oliveira buscó a un líder del Comando Rojo y le pidió que no saquearan la biblioteca, como ocurría con otros edificios gubernamentales. El traficante, quien respetaba lo que hacía, aceptó.
Aunque la violencia empeoraba y el desempleo aumentaba, decenas de padres siguieron llevando a sus hijas, y a unos cuantos hijos, a las clases de Oliveira.
“Era una manera de que entendieran el mundo exterior, un mundo que no existe aquí”, dijo Tatiane Ribeiro Barboza, de 40 años, que tiene dos hijas en el grupo de danza. Sin embargo, el principal atractivo era que tomaran clases con Oliveira. “Ven a una mujer que no tiene debilidades”, comentó.
Giovana Xavier, una profesora de Educación en la Universidad Federal de Río de Janeiro, dijo que los modelos a seguir en comunidades como Manguinhos pueden tener un efecto transformador en la juventud.
“Un gran desafío es construir referencias positivas sobre lo que significa ser negro”, dijo Xavier. “Las ideas prevalecientes que se ven en los medios generalmente se limitan a la criminalidad, en el caso de los hombres, y a la hipersexualización, en el caso de las mujeres”.
Isabelle Sande, de 15 años, una de las estudiantes de danza en Manguinhos, dijo que el ballet le ha dado disciplina y una mentalidad política. Estaba dispuesta, por ejemplo, a participar en una presentación sobre el feminismo.
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“Es un tema tabú en la favela”, dijo. “Pero este es el comienzo de un camino hacia la afirmación de uno mismo, para ser consciente”.
A principios de este año, se corrió la voz en Manguinhos de que se reabriría la biblioteca y de que el edificio llevaría el nombre de Marielle Franco, una integrante afrobrasileña del Consejo Ciudadano que fue asesinada en marzo.
Oliveira no estaba contenta con la noticia. La biblioteca se había abierto durante un año electoral y ahora la reabrirían durante otro. Los políticos siempre parecían estar dispuestos a usar las fotos de su grupo de danza durante las campañas, se quejó, pero no hacían nada para apoyarla después de la elección.
Así que cuando le pidieron a Oliveira que preparara una coreografía especial para la ceremonia de reapertura, a la que asistirían el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, y el alcalde, Marcelo Crivella, decidió que les daría una fotografía memorable.
“Pensé en todo lo que nos han quitado, los abusos, la violencia, no solo física, sino también psicológica”, dijo. “Cada día sentimos que morimos un poco porque a diario nos quitan algo, ya sea un libro o un plato de comida”.
No les dijo nada a los funcionarios sobre la coreografía que había planeado.

“Cada día sentimos que morimos un poco porque a diario nos quitan algo, ya sea un libro o un plato de comida”.

Daiana Ferreira de Oliveira, profesora de ballet
Así que, flanqueados por una bandada de fotógrafos, el alcalde y el gobernador se pusieron pálidos cuando las jóvenes bailarinas salieron a la sala, con manchas de pintura roja en sus atuendos, se tendieron sobre el suelo y fingieron estar muertas.
Señalándolos furiosa con el dedo, Oliveira les gritó a los funcionarios.
“¡No somos votos!”, exclamó. “Si la biblioteca cierra después de la elección, volveremos y no nos moveremos de aquí”.
Cuando acabó, les pidió a las bailarinas que se levantaran.
“Ustedes no están muertas”, les dijo a las jóvenes. “Esta solo era una manera de señalar que aquí todos los días nos estamos desangrando”.


  TITULO:  EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -17- Abril - Ellos no se quedan en casa  ,.

 

MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -17- Abril,.
 
 MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne, 
acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco  a las 22:00, el viernes -17- Abril  ,etc.





 EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 17- Abril - Ellos no se quedan en casa,.

 

Ellos no se quedan en casa,.

Las empresas del grupo Gallardo cierran, como la Deutz, pero Imedexsa y Barbosa&Almeida siguen activas y Cristian Lay apenas sufre el decreto,.

Paradas las obras de peatonalización de las calles de los obispos en Cáceres. LORENZO CORDERO/

fotos / Gran parte los trabajadores del sector industrial extremeño y la práctica totalidad de los operarios de la construcción (hay escasísimas excepciones como las obras de cimentación y el muro de contención del teatro-cine María Luisa en Mérida) se quedan sin actividad desde este martes. El decreto del Gobierno que restringe más la actividad de empresas para evitar extender el contagio del coronavirus supondrá que miles de trabajadores se vayan a sus casas hasta el próximo jueves 9. Por ejemplo, el grupo Gallardo Balboa, con la siderúrgica de Jerez como emblema, o la fábrica de Deutz en Zafra. Entre las dos empresas suman más de 1.500 trabajadores.
Los últimos datos, según la EPA del último trimestre del año pasado, indican que en Extremadura había 24.200 personas ocupadas en el sector de la construcción. Unos 5.000 eran autónomos y el resto, asalariados. Mientras, en el de industria estaban 43.700. Aquí se incluyen no solo los trabajadores de fábricas siderometalúrgicas o metálicas sino también a empresas del sector agroalimentario. Estas sí son consideradas como esenciales en este estado de alarma y no les afecta el decreto de freno de la actividad.
En Siderúrgica Balboa, con 500 empleados, ya no se trabajará desde hoy. Ayer sí hubo jornada habitual, acogiéndose a la moratoria del Gobierno que les permitía preparar el cierre. «Parar una cadena de producción no se hace en cinco minutos y conlleva tiempo para hacerlo de forma diligente», se explicó desde el grupo empresarial, informa Paula Díaz.

Contrastes

En el otro símbolo industrial extremeño, el jerezano Cristian Lay, la medida de paralización de la actividad solo afecta a 150 empleados sobre los 1.200 que tiene. «La mayoría de las empresas del grupo son esenciales porque fabrican cartonaje, plástico o cosméticos. Solo para la fábrica de joyería (70 empleados) y la venta por catálogo (unos 80)», indicó Miguel Ángel Leal, miembro de su consejo de administración.
La Deutz de Zafra, dedicada a la fabricación de motores y con 500 empleados, también se detiene y queda sin utilidad el ERTE vigente desde hace una semana.
En cambio, otra gran industria asentada en la región, la portuguesa de Barbosa&Almeida, con fábrica en Villafranca, sigue con su actividad normal. La fabricación de vidrio es esencial para asegurar la distribución de bebidas. De hecho, tienen ahora más pedidos. Están trabajando casi todo sus 390 empleados. No lo hacen en fábrica los vinculados con tareas administrativas y comerciales. Son menos de veinte.
Obra de construcción parada de los pilares del nuevo puente sobre el río Guadiana en Badajoz.
Obra de construcción parada de los pilares del nuevo puente sobre el río Guadiana en Badajoz.
Singular es el caso de Imedexsa (Industrias Mecánicas de Extremadura, que elabora estructuras metálicas para uso eléctrico. Tiene unos 300 trabajadores en Casar de Cáceres y Santiago del Campo. Ha conseguido autorización para seguir abierta aunque dedica la mayor parte de su producción al extranjero. Ayer no trabajó su plantilla de empleados, pero lo harán hoy tras ser avisados por la tarde de que debían incorporarse de nuevo.
«La construcción para en su totalidad y la industria en buena medida pero no total. Es una medida que hay que cumplir por seguridad sanitaria y no va a ocasionar problemas a la hora de recuperar las horas no trabajadas ahora. Las empresas las recuperarán progresivamente hasta final de año», resumen Miguel Talavera y Saturnino Lagar, de UGTy CCOO, respectivamente.
Los empresarios hablan de falta de previsión y de medidas para contrarrestar el freno a la actividad constructora. La Federación Regional de la Pequeña y Mediana Empresa de Construcción ve «inasumibles» las nuevas medidas contra el coronavirus y pide una moratoria ante el nuevo escenario. Critican que ahora esas empresas no puedan acogerse a ERTE de fuerza mayor.
El 79% de las obras en Extremadura no eran urgentes o de interés general, según el Consejo General de la Arquitectura Técnica, que respalda la decisión del Gobierno de paralizar la construcción. Antes del último decreto, un 34% de las obras ya habían sido paralizadas en la región a pesar de que podía seguir.
Obras que se paralizan
BADAJOZ
Ronda Sur; piscina de la margen derecha; nuevos juzgados y varias promociones de viviendas, como las que se están construyendo enfrente del campus universitario.
CÁCERES
Ronda Sureste; la ampliación del Parque del Príncipe y la peatonalización de la zona de 'los obispos'.
MÉRIDA
Se detienen actuaciones menores en vías urbanas. La obra del teatro-cine María Luisa sigue para terminar la cimentación.
PLASENCIA
Aparcamientos en la calle Velázquez y junto al puente Trujillo y la residencia de mayores en antiguos pabellones militares.
Los trabajos en colegios e institutos que quedan frenados
La crisis sanitaria del COVID-19 ha ocasionado la interrupción de obras en colegios e institutos extremeños. Hasta quince proyectos que se estaban desarrollando han quedado en punto muerto. Son las obras del nuevo colegio de Almendralejo; la reforma integral del instituto Luis de Morales, de Arroyo de la Luz (ya parada hace dos semanas); la del instituto Miguel Durán de Azuaga; el nuevo colegio de Cerro Gordo y la ampliación del situado en Cerro de Reyes, en Badajoz; ampliación del colegio Alba Plata de Cáceres; el nuevo gimnasio del instituto Vegas Bajas de Montijo y del Albarregas, de Mérida; y diversas actuaciones en colegios de Campanario, Coria, Don Benito, La Zarza, Madrigal de la Vera, Monesterio y Torreorgaz.

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