TITULO: Cartas en el tiempo - Pena de banquillo ,.
Cartas en el tiempo ,.
Miércoles - 11 - Diciembre a las 20:00 en La 2 / foto,.
Pena de banquillo ,.
TITULO: Las rutas de Ambrosio - Ruta por las tres leproserías abandonadas de Barcelona,.
El sabado - 14 - Diciembre , a las 19:10 por La 2, fotos,.
Ruta por las tres leproserías abandonadas de Barcelona,.
El último de los hospitales consagrados a San Lázaro de la capital catalana cerró sus puertas en 1975,.
La relación entre San Lázaro, la Orden de San Lázaro y la enfermedad de la lepra es anterior incluso a la primera cruzada (1099). En la literatura cristiana, existen dos Lázaros que con el tiempo se convirtieron en uno solo. Uno de ellos es el personaje de la parábola del rico y Lázaro del evangelio de Lucas. Este personaje bíblico se unió en la mente popular a otro más prominente: Lázaro de Betania, hermano de Marta y María, y sujeto de uno de los grandes milagros de Jesús. Su nombre se perpetuó en siglos posteriores gracias a palabras como lazareto (hospital para enfermedades contagiosas), lazarón (un mendigo en la calle). Y, sobre todo, a la fundación de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, que se encargaba del cuidado de pobres y enfermos, incluido los leprosos.
En Barcelona todavía se conservan dos, o incluso tres, edificios consagrados a San Lázaro. Por un lado está la capilla románica de la plaza del Padró, en el Raval. Y por otro, la masía de Can Masdéu en la falda de Collserola junto a un hospital abandonado,.
La enfermedad de la lepra estaba tan presente en Barcelona como en el resto de Europa. Los hospitales para enfermedades contagiosas, por lo tanto, estaban a la orden del día. En el siglo XII, el obispo de Barcelona, Guillermo de Torroja, hizo construir en la actual plaza del Pedró, en las afueras de la ciudad, Raval, un hospital a este fin. Durante el siglo XV incluso hubo dos proyectos para trasladar a los leprosos. En 1434, en un edificio a construir en el Portal Nou, y en 1474 en el Hospital de Sant Maties, muy cerca de donde se encontraban, pero estos proyectos finalmente no se llevaron a cabo y los enfermos de lepra continuaron acogidos en el viejo edificio de la calle del Carme, junto a la iglesia de Sant Llàtzer, hasta el año 1906 en que fueron trasladados a una masía situada a las afueras de la villa de Sant Joan d’Horta, llamada Can Masdéu.
En uno de sus laterales todavía se conserva la ventana tapiada a través de la cual los leprosos podían seguir misa sin mezclarse con la población. Al fin y al cabo, está iglesia formaba parte de un conjunto de edificios religiosos entre los que también había un hospital para enfermedades contagiosas. A comienzos del siglo XX, por lo tanto, los enfermos fueron trasladados a los pies de Collserola.
Can Masdéu fue adjudicada por subasta a la hermandad de la Santa Creu, gestores de la leprosería desde el siglo XV, el 25 de octubre de 1901. Esta finca estaba compuesta de una masía con una porción de terreno de regadío y otra importante extensión de tierras para cultivo, en su mayoría de viñedo, que se regaban con el agua que les proporcionaban dos minas que existían en la propiedad, en total ocupaba una superficie aproximada de treinta y nueve hectáreas. La casa era de planta baja y dos pisos con buhardilla, y tenía un corral. En 1903, la Muy Ilustre Administración aprueba un presupuesto de cuatro mil veinticuatro pesetas para habilitar la masía como Hospital de Leprosos. Concluidas las obras, el 6 de diciembre de 1904, fueron trasladados los enfermos del Hospital de Sant Llàtzer a su nueva sede.
Traslado a Collserola
En realidad, se trata de dos edificios. Un primer hospital que, ubicado en la masía de Can Masdéu funcionó hasta 1961. Por entonces, a comienzos de siglo, en la casa vivían 25 enfermos, el máximo previsto de capacidad. Había más hombres que mujeres. Tenían un pequeño terreno con un huerto que ellos mismos cultivaban. También participaban en actividades preparadas por hermandad de la Santa Creu, que gestionaba el centro, como las romerías.
En 1931, la hermandad decidió ampliar las instalaciones, y edificar un nuevo hospital, ante la proliferación de otras enfermedades como la tuberculosis. Las obras se iniciaron en 1931 y se pagaban gracias a las aportaciones de la caridad de los barceloneses. Pero el estallido de la Guerra Civil, en 1936, detuvo su construcción. Lo cierto es que el nuevo edificio, con 200 camas, no pudo ser inaugurado hasta 20 años más tarde.
El destino definitivo del Hospital de Sant Llàtzer fue acoger a niños tuberculosos. Los enfermos de lepra que se quedaron en la antigua masía y recibían visitas periódicas de los médicos de la Santa Creu. El nuevo sanatorio de tuberculosis para los niños fue posible gracias a un convenio de la hermandad con la Asociación San Salvador de los Párvulos y el doctor Andreu. Funcionó hasta 1975. En 1960, la Junta Provincial de Sanidad decidió cerrar el antiguo Can Masdéu por insalubre. Los enfermos de lepra de Can Masdéu fueron trasladados a Fontanillas, Alicante, acompañados de todas sus pertenencias.
Hoy, Sant Llàtzer aún conserva sus pasillos y habitaciones, algunas para ocho pacientes, otras individuales. Desde entonces, un solitario vigilante transita por sus instalaciones para evitar que sea ocupado a la espera de alguien decida restaurar y recuperar las instalaciones,.
TITULO: LAS
RUTAS DE VERONICA - Las Calles ,.
El sabado - 14 - Diciembre , a las 18:10 por La 2, fotos,.
Las Calles ,.
Un bocadillo de calor humano durante las noches de Madrid,.
Conocemos Bokatas, quienes acompañan a personas sin hogar,.
Nos encontramos a las ocho de la tarde con Santiago Vidal, miembro de Bokatas y que, junto al resto del equipo, se organizan para distribuirse las zonas donde, una fría noche de invierno, les toca recorrer. Todos ellos se reúnen previamente y preparan bocadillos, café caliente, dulces y fruta. A Santiago le ha correspondido la zona de Ventas, y durante cuatro horas sigue la ruta que nos lleva a ponerle cara a un problema que, pese a no estar oculto, nos empeñamos en ignorar.
Madrid forma parte de las comunidades autónomas que mayor cantidad de personas sin hogar registra (junto a Andalucía y País Vasco), y según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la capital se sitúa en la cifra de 67,6 personas sin hogar por cada 100.000 habitantes. Bajo esta premisa llegó Bokatas, un proyecto que busca acercarse a la población indigente de Madrid a través del reparto de un bocadillo, «una excusa», reconocen, pero que les permite escucharlos y atender sus necesidades más básicas.
Gracias a este paseo, diferente al que acostumbramos, ponemos cara a Antonio. Sabe mucho de literatura, nos habla de «La clave está en Rebecca» de Ken Follet; tiene mucha facilidad para recitar poesía, y la obra de Coppola, El Padrino, la considera la mayor obra maestra. Ejerció de chef en distintas partes del mundo, dice que el marmitako es su plato estrella. Nosotros nos quedamos con ganas de probarlo, pero su lección de superviviente lo supera con creces. «Intenté montar mi propio negocio, la crisis nos abatió y tuve que cerrar. Y aquí sigo».
El Vikingo parece de armas tomar, un hombre de mucho genio que pasa sus noches en un banco de Manuel Becerra. Impone al conocerlo, pero se despide con un abrazo. Con las costillas rotas y su mascota recién fallecida, cuenta que no hay semana que no le compre unas flores.
También está Pedro, que duerme en el suelo de un BBVA. Nos lo encontramos escuchando la retransmisión de un partido del Atlético. Poco tarda en manifestarnos que es un buen colchonero. «Si no tienes dinero eres como un bulto sospechoso», dice. Y nos cuenta algunas historias de lo que acontece en comedores sociales, iglesias y plazas de Madrid. Entre todos se conocen.
Los primeros «bokatas» llegaron hace mucho tiempo, alrededor de 1996. Una panda de chavales universitarios quería ayudar a personas sin hogar. «Esto es muy contagioso, hacer el bien mola y se va animando mucha gente», indican desde la asociación.
La ONG se constituyó en 2004, empezando en Madrid, en la zona de Santiago Bernabéu, hasta ahora que se han expandido por otras ciudades como Valencia y Zaragoza. De hecho, ya han sido reconocidos por otras entidades como la Fundación Mutua Madrileña, que desde hace 11 años visibiliza el compromiso de los jóvenes universitarios españoles a través de sus «Premios al Voluntariado Universitario». Entre los proyectos ganadores de la XI edición, se encuentran estas rutas de calle.
«Es una causa que no es muy popular. Estamos más acostumbrados a ver en grandes medios otras campañas muy sensibles relacionadas con niños, la pobreza en África o personas con enfermedades, por poner ejemplos. Sin embargo, este caso lo vemos a diario y merece más atención», explica Santiago. Y así es. Y así lo comprobamos. No hace falta irse lejos ni buscar en lugares recónditos, pues los principales espacios donde hacemos vida se convierten, por la noche, en la casa y la cama de muchas personas. «Todos podríamos llegar a encontrarnos en ese punto en algún momento de nuestra vida», pronuncia el voluntario. «Pierdes el trabajo, te deja tu marido o tu mujer, te peleas con tu familia…no tienes ahorros y te quedas en la calle».
Los perfiles generales son en su mayoría hombres, cuya edad oscila entre los 40 y 60 años y de nacionalidad española. Y entre las numerosas ofertas de ocio a las que optar un domingo por la tarde, la asociación de Bokatas elige estar con ellos. «El bocata que les ofrecemos no es importante, la gente que visitamos no suele pasar hambre, hay centros de día y comedores sociales. La comida es únicamente una excusa de acercamiento, y en su inmensa mayoría son muy agradecidos»
Santiago Vidal ha confesado a LA RAZÓN que una de las cosas que más le impactó tiene que ver con la importancia de la familia. Los lugares seguros de los que tanto se viene hablando últimamente vienen de ahí, de la primera institución con la que se topa el ser humano y de donde nace el desarrollo emocional, social y cognitivo. En este caso, la carencia familiar es un factor común de las personas sin hogar, «no se llevan o no tienen familia. Cada vez que hago ruta soy consciente de la suerte que tenemos quienes sí contamos con ese apoyo», añade. Así lo explica Vidal: «Cuando la cagas en el trabajo y te echan, sufres un divorcio, te va mal en la universidad o empiezas con las drogas… No sé, hay muchos baches con los que todos nos podemos topar, y si no tienes una familia detrás, un colchón de seguridad, es súper fácil que acabes en la calle».
La organización
Se dieron a conocer principalmente por redes sociales, pero también hacen campañas de sensibilización en colegios, residencias y universidades, pues la mayoría de los presentes en la asociación son jóvenes cuya media de edad es de 30 años. «Hay de todo. Conviene tener perfiles distintos porque los universitarios en época de exámenes no pueden venir», cuenta Santiago a LA RAZÓN.
En Madrid actualmente oscilan los 300 voluntarios. El funcionamiento se basa en el reparto de sedes y reparto de días –normalmente tres a la semana– y equipos. Por ejemplo, en muchas ocasiones la Iglesia cede espacios, sin que la asociación sea religiosa. Una vez al mes se reúnen los coordinadores de cada sede y hacen un balance de la situación. Además de este calendario fijo, hacen otras actividades como por ejemplo ir al cine, hacer una barbacoa, o asistir a un partido de fútbol. Hay personas dedicadas a tareas específicas, ya sean redes sociales, sensibilización o eventos. En el caso de Santiago, se encarga de la financiación. A Bokatas llega principalmente de la Fundación Lealtad: «Las empresas tienen un apartado en su labor de responsabilidad social corporativa y destinan determinadas cantidades económicas a proyectos sociales. Hacen un concurso, las ONG nos presentamos y exponemos nuestros proyectos». También se financian de donaciones voluntarias de familiares, conocidos, o empresas.
TITULO:
¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO
TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 13 - Diciembre - Edu Galán - Hace falta luchar contra el fascismo mientras esperamos al autobús ,.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El
programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la
película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía
y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre
ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El
programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la
película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía
y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre
ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
¡
Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN
FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 13 - Diciembre - Edu Galán - Hace falta luchar contra el fascismo mientras esperamos al autobús , fotos ,.
Edu Galán - Hace falta luchar contra el fascismo mientras esperamos al autobús,.
Edu Galán,.
Para entender la fragua del stand-up postulas un
arquetipo, el del Hombre Público Norteamericano, definido por la
libertad de expresión, la relación individual con la religión y la
meritocracia del libre mercado. Pero, ¿qué es exactamente un arquetipo
en este contexto y para qué sirve?
—Los arquetipos sirven para acomodar la realidad y explicarnos extrañezas. El otro día, Javier Cercas decía algo parecido de los clichés. A veces son molestos pero también útiles. Y un arquetipo es algo más serio que un cliché. Yo me sirvo de los arquetipos como un barro muy dúctil a partir del cual he ido haciendo figuritas para que se entienda lo que quiero explicar. Cinco figuritas, en este caso, que definen lo que yo llamo el Hombre Público Norteamericano.
—Vamos a esas cinco encarnaciones en las que se manifiesta el Hombre Público Norteamericano: el profeta, el charlatán, o vendedor persuasivo, el colono, que busca su particular Tierra Prometida, el político y el cómico de stand-up. ¿No es el cómico tan inofensivo como parece comparado con los anteriores?
—Ni mucho menos. En realidad, el objetivo de todos ellos es algo tan peligroso como la conquista del otro. También el del cómico. El monologuista cómico es perfecto para hablar de la historia reciente de Estados Unidos. A diferencia, por ejemplo, de un pintor, el cómico tiene que ser maleable al gusto del público al momento, en directo, segundo a segundo. En ese instante terrible en que nadie se ríe, tiene que alterar drásticamente el discurso. Ninguna otra figura mantiene un diálogo tan constante y tan pendiente del gusto de la sociedad de su tiempo. También por eso son tan peligrosos, porque no sólo están pendientes del ritmo del tiempo sino que buscan también alterarlo. Son prestidigitadores que tratan de involucrarte en su juego. Magos del lenguaje.
—Aunque Mark Twain es el padre del stand-up norteamericano, su fermento original es la clase media judía neoyorquina (el Borsch Belt) para acabar de explotar en los oscuros night clubs de la Gran Manzana. La sátira política acabará por ser la estación de llegada. ¿La cada vez mayor intimidad del artista y el público es la clave de esta evolución?
—Es una de las claves más importantes, sin duda. El punto de partida es el ambiente social, económico y político de los años 60, de la contracultura. Ahí confluyen hippies, luchas por los derechos sociales, protestas contra la guerra de Vietnam, el asesinato de Kennedy… Se trata de un Turmix muy intenso en el que, en un determinado momento, se empieza a reclamar que el artista se desnude y comparta su intimidad. Y los artistas responden a la llamada, no sin ficción, claro. Este hecho tuvo enormes consecuencias que han acabado por conformar el consumo de cultura y política hasta nuestro siglo XXI. Fíjate que la canción de más éxito del año pasado fue la de Shakira contando sus intimidades y resentimientos con su exmarido, Piqué. Millones de mujeres alrededor del mundo escucharon esa canción y se dijeron: «Habla de mí». Pues bien, todo esto empieza de alguna forma con Lenny Bruce, quien acabó enloqueciendo al utilizar su intimidad. Porque no olvidemos que el artista privado que pone su intimidad al servicio de su arte se arriesga a tener gravísimos problemas para separar persona y personaje. En lugar de leer mamonadas peronistas y a psicoanalistas absurdos, Errejón debería leer mi libro.
—El Time describió el stand-up político como «la comedia enferma» («the sick comedy»). ¿Los mayores defensores de la libertad de expresión comienzan a tener más dudas al respecto cuando la broma se vuelve contra ellos?
—Claro, porque la libertad de expresión suena siempre muy bien en el papel, pero su materialización es otro asunto. El artículo de la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos es una auténtica belleza que deja completamente abiertas las puertas al campo, cosa que, por ejemplo, en España no ocurre. Pero luego la convivencia con la libertad de expresión, tal dúctil y sujeta a contradicciones, es muy dura. A lo que tú afirmas tener derecho, cuando lo hace otro, puede molestarte terriblemente. Para los que somos demócratas, el ideal de la libertad de expresión debiera ser Estados Unidos, que no en otras cosas.
—En interesante en ese sentido que la nueva derecha populista se muestre tan obsesionada con la libertad de expresión, mientras luego Musk se sirve de Twitter para promover los discursos que le interesan. O Trump.
—Musk o Trump son censores de libro. Lo que ocurre es que se escudan para ello en las políticas identitarias woke, sobre las que yo ya escribí y advertí en el pasado. Hoy, sin embargo, pienso que lo woke está de capa caída y la cancelación, real e intolerable hace no mucho, ya no es un problema tan grave.
—¿Tú crees que ambos polos se han retroalimentado?
—Sin ninguna duda. Lo woke ha llevado a la izquierda identitaria a cavar su propia tumba. Les avisamos, dijimos que las denuncias anónimas eran intolerables, que no todos los hombres son violadores y que la postura agresiva de cierta facción del feminismo resultaría contraproducente. El feminismo, tan necesario, no puede utilizarse como estamos viendo ahora para que una mujer arregle cuentas de sus problemas personales con los hombres. No podemos pensar que determinadas decisiones políticas no van a ser respondidas. Y esto lleva a algo terrible, porque cosas que son realmente buenas, como el feminismo, las luchas contra el cambio climático, o el cuidado de la salud, se rechazan por la gasolina de la polarización. Mucha gente reacciona con violencia contra lo que le viene claramente bien.
—Trump es la materialización del Hombre Público Norteamericano, aseguras. ¿Como tragedia? ¿Como farsa? ¿Como ambas a la vez?
—Me sorprende todo esto. Cuando empecé a pensar sobre estos asuntos hace diez años, creé un modelo mecánico. Entonces Trump era sólo un constructor que hacía un cameo en Solo en casa 2 y Los Simpson se reían de él. Mi modelo entonces era Joseph Smith jr, el creador del mormonismo, que cumplía las cinco características que citábamos al comienzo: político, profeta, colono, vendedor de crecepelos y un cuasi cómico. Pero claro, ese modelo que más o menos funcionaba entonces, con Trump encaja a la perfección. Es trágico para las democracias pero, macho, lo clavé. Como si a la usanza de Frankenstein hubiera robado partes de distintos cadáveres, las hubiera zurcido y una noche de truenos se hubiera levantado Donald Trump. Funciona, lo combina todo. Y ha dado en el clavo. Porque esta vez no se puede decir que no haya ganado claramente. Como también Milei. En España lo que ocurre es que Santiago Abascal es muy cortito, no da la talla. Pero si Vox lo coge alguien como Alvise, por ejemplo, inteligente y hábil, en fin, tendríamos un gravísimo problema.
—Para terminar, háblemos por favor del tortazo de Will Smith.
—Ja, ja, ja. ¡Lo cuento en el libro! Juro que hay un informe redactado por un físico que asegura que fue un hostión considerable. A ver, lo de Will Smith es la apología final del individualismo actual: «No acepto que te rías de mi mujer». «No te rías de mí». «Yo, yo, yo». ¡Y muchos comentaristas se pusieron de su parte! No se trata sólo de que sean millonarios con los que ni puedes ni debes identificarte. Hay algo más. Ahora, si el chiste no te gusta, puedes levantarte y pegarle un tortazo al cómico. Es de auténtico terror.
TITULO: ¿Dónde estabas entonces? - Luis XIV sube al trono de Francia , Martes - 10 - Diciembre ,.
Este martes - 10 - Diciembre , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de la tercera temporada de '¿Dónde estabas entonces?', presentada por Ana Pastor , foto,.
Luis XIV sube al trono de Francia,.
El 14 de mayo de 1643 Luis XIV subió al trono de Francia con solo cuatro años, después de la muerte de su progenitor Luis XIII. El cardenal Mazarino, sucesor del cardenal Richelieu, se encargó de su educación y del gobierno durante el periodo de regencia. El conocido como Rey Sol ejerció como monarca durante más de 72 años, hasta su muerte en 1715.
¿Quién fue Luis XIV?
Todos vieron múltiples cualidades en el delfín. Mazarino estaba convencido de que el infante se convertiría en uno de los monarcas más importantes de Francia, y su pupilo no le defraudó. Hasta que fue declarado mayor de edad en 1651, el país vivió una época complicada, con luchas internas, protestas de los nobles y revueltas populares. Una de sus primeras decisiones como adulto fue casarse con la hija del rey español Felipe IV, María Teresa de Austria. Aunque la más importante la tomó en 1661, a la muerte de su preceptor, el cardenal Mazarino, cuando decidió que a partir de ese momento no habría ningún primer ministro: él sería quien tomaría todas las decisiones de gobierno.
Luis XIV se convirtió en déspota por derecho divino. Comenzaba con él una forma de gobierno que se prolongó por todo el continente durante los siguientes siglos, el absolutismo. Para demostrar que no iba a aceptar que nadie le hiciese sombra, mandó detener al superintendente de finanzas, Nicolas Fouquet. Convencido de su infalibilidad, el rey francés se dedicó a convertir la corte en un gran teatro para dar rienda a sus excesos. La muerte de su primera esposa dio paso a un nuevo casamiento, con madame de Maintenon, que dotó a Versailles de un tono más comedido y menos libertino. Luis XIV creció convencido de la importancia de la guerra. Durante su reinado se produjo un fuerte expansionismo francés que provocó conflictos con el resto de países, que fueron fuente de conflictos internos al final de su reinado. También fue severo con el auge del protestantismo. A su muerte dijo una famosa frase: «Yo me voy. Francia se queda». Su reinado supuso uno de los períodos más gloriosos para la nación, sobre todo en el terreno cultural, donde se vio una auténtica era dorada del conocimiento.
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