La mitad de los positivos en Extremadura desde la fase 1 tiene menos de 39 años,.
Preocupa en la región el aumento de contagios entre adolescentes y adultos jóvenes que ponen en peligro al resto si son asintomáticos,.
Cada vez aparecen más jóvenes infectados por covid-19, lo cual estadísticamente rebaja la letalidad de esta enfermedad porque los contagiados tienen menos probabilidad de fallecer. Lo explicó el jueves por la tarde Fernando Simón cuando se refirió a personas de menos edad y comparó la letalidad del virus en marzo-abril, de entre el 11% y el 15%, con la de hace dos semanas, del 0,6%. Pero lanzó una advertencia: «que entre los jóvenes no sea frecuente (el ingreso hospitalario) no quiere decir que no haya cuadros menos graves, algunos incluso de UCI. Pero, sobre todo, el mayor riesgo es el de exponer a sus personas queridas», avisó esta semana.
Sobre
lo que no hay duda es de que aún no existe un control total sobre el
coronavirus. Esta semana ha vuelto a fallecer en Extremadura una persona
por coronavirus después de 48 días sin muertes. Y los brotes en
distintos puntos de la comunidad – 11 el viernes pasado– formaban parte
de lo previsible, como en el resto de España.
Pero al analizar esta etapa reciente de la pandemia desde que llegó la nueva normalidad en junio hay una novedad destacable: la edad media de los infectados es cada vez más baja. Esto tiene que ver con que se hacen más test PCR, apunta el profesor de la Universidad de Extremadura en el área de patologías infecciosas, Agustín Muñoz Sanz. Este especialista tampoco pasa por alto que ahora hay muchas más personas asintomáticas con capacidad para contagiar y estas apenas están tomando medidas.
Por grupos de edad, no es que haya más casos en la anterior etapa respecto a la actual, pero en términos relativos, si se comparan los porcentajes sobre el total de test realizados, llama la atención cómo adolescentes y jóvenes positivos han subido. Varios ejemplos: hasta el 10 de mayo, el grupo de 10 a 14 años que daba positivo era el 0,38%, de 15 a 19 años el 0,64%, de 20 a 24 años el 1,39%. Desde el 11 de mayo estos tres tramos de edades han sido del 5,46%, 6,90% y de nuevo 6,90% respectivamente.
La realidad es que en estos tres segmentos la media de pruebas fue solo de 22 test. Pero en cuanto se aumentó la muestra a 260 test debido a una mayor capacidad para hacer PCR, en los siguientes grupos de edad entre los 25 y los 44 años el incremento de positivos se observa sobre todo a partir del 11 de mayo. Así, entre los 25 y los 29 años el porcentaje de positivos sobre el total durante la época de confinamiento era del 3,54%, de 30 a 34 años del 3,99%, de 35 a 39 años del 4,21% y del 40 a 44 años del 6,33%. A partir del 12 de mayo estos índices subieron y oscilan en los cuatro tramos edad entre el 7,18% y el 7,47%.
Que la tendencia de contagios se empiece a decantar hacia gente de menor edad, según el infectólogo Muñoz Sanz tiene que ver con que se protegen menos y hacen más vida social que las personas mayores.
Según los datos aportados por el SES, entre los 45 y los 64 años el porcentaje de positivos antes del 11 de mayo oscilaba entre el 8,67% y el 9,57%. A partir de esa fecha y hasta la actualidad ha bajado y oscila entre el 3,45% y el 4,89% de positivos, unos índices sensiblemente rebajados debido a una mayor conciencia de que se trata de población de riesgo.
Según dice, «cualquier aumento de contagios nos preocupa, pero hay que saber que determinados comportamientos sociales nos puede devolver al mes de marzo, otra vez confinados y afectar a la vida económica del país».
Y añade, «no puede ser que pases por un bar y se vea gente que se quita la mascarilla para abrazarse y dar dos besos. Dentro de un año ya veremos si se puede, pero hoy no, y hay muchos jóvenes que lo están haciendo bien, pero otros en cuanto beben alcohol se olvidan de lo que hemos pasado».
La trashumancia no es un capricho. Los ganaderos que mueven a sus animales lo hacen por dos motivos. El primero es económico. Alimentar a las vacas a base de pienso cuando no queda una brizna de hierba en el campo extremeño es muy caro, como tampoco es viable que los animales sobrevivan a los rigores de un invierno de nieves en el sistema central.
La segunda causa tiene más que ver con la calidad de sus productos. La raza avileña se dedica a la producción de carne. «Aprovechamos los pastos de cada zona en su momento óptimo», dice Alonso Álvarez de Toledo, propietario de una ganadería y presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto Raza Avileña-Negra Ibérica. «Es como si tuviésemos dos primaveras», añade Pedro Herráiz, secretario de la misma entidad.
El movimiento de los animales también beneficia a la infiltración de grasa en la carne y mejora el producto final. «La trashumancia afecta de manera muy positiva a la calidad de la carne», indica Álvarez de Toledo, que es un firme defensor de la trashumancia a pie.
En la actualidad son unas 3.000 cabezas de ganado avileño las que se mueven por las cañadas y cordeles hacia el norte en junio y hacia el sur entre noviembre y diciembre. Se trata de un porcentaje reducido de la cabaña. Solo la asociación que preside Álvarez de Toledo tiene 50.000 reses y 36.000 vacas reproductoras. «La avileña es la ganadería de vacuno que más trashuma, pero no la única; incluso el ganado de lidia ha hecho mucha trashumancia», rememora este ganadero, que explica que esta práctica viene de siglos atrás. «Las cañadas se oficializan en el siglo XII, pero existe trashumancia desde del inicio de la ganadería», comenta.
Uno de los ganaderos que mantienen la tradición es Diego Torres. «Somos unos enamorados de la trashumancia y creemos que favorece el bienestar animal», dice. Sus vacas hacen más de un mes de camino todos los años. Hay unos 15 días de viaje entre Aljucén, cerca de Mérida, donde tiene unos terrenos arrendados, y Navarredonda, en la provincia de Ávila, zona en la que sus vacas pasan el verano. El viaje de vuelta hacia el norte se inicia todos los años por San Antonio, el 13 de junio. Hace años era la norma. Los contratos de arrendamiento de pastos en campaña acababan ese día. Ahora ya se trata de una fecha simbólica. «Cada vez se hacen menos arrendamientos s por temporada, ya son por varios años», comenta el ganadero.
Las aproximadamente 600 vacas que ha movido Torres este año por Extremadura han pasado por cuatro provincias. «Desde Aljucén vamos por la Vía de la Plata hasta Valdesalor, luego pasamos por Trujillo, Jaraicejo, Miravete, Almaraz y Navalmoral de la Mata, donde caminamos ante la puerta del hospital Campo Arañuelo; saltamos a la provincia de Toledo en dirección a Oropesa y llegamos a Las Ventas de San Julián; a la provincia de Ávila entramos en dirección a Ramacastañas y subimos el Puerto del Pico hasta Navarredonda de Gredos», repasa Torres por teléfono mientras, subido a su tractor, siega el pasto con el que alimentará a las vacas cuando la comida en el campo escaseé.
No todas las reses de la vacada realizan el camino, en el que avanzan entre 20 y 25 kilómetros al día. Normalmente se reserva para las vacas, las novillas y las crías de entre cuatro y seis meses. «Antes de subir a la sierra se destetan los becerros», especifica el secretario de la asociación, que apostilla que para los toros, de gran tamaño, es complicado el viaje, por lo que lo suelen hacer en camiones. Además, los becerros de engorde van a los cebaderos comunitarios. «La asociación tiene uno en Salvatierra de Santiago (Cáceres)», facilita Herráiz.
Ahora, la mayoría de los ganaderos que mueven a sus animales de unos pastos a otros lo hacen en camiones. «No es más caro hacer la trashumancia andando, pero sí es más incómodo y las vacas en camión sufren más», reconoce Álvarez de Toledo, que lamenta que sea una práctica que se va perdiendo. «Cada vez hay menos gente preparada para hacer la trashumancia a pie; el relevo generacional es un problema del campo», puntualiza.
Aunque no es el único motivo por el que los ganaderos no mueven sus animales. Por ejemplo, Alonso lleva un par de años sin poder llevar parte de su cabaña a la sierra abulense debido a temas sanitarios. «En cuanto sale un individuo positivo por tuberculosis se inmoviliza toda la vacada; esto perjudica a la trashumancia».
Una de las ventajas de subir andando es el aprovechamiento que se hace del territorio. Los animales de Torres, como los de otros ganaderos que suben hasta Gredos andando, van comiendo el cordel durante su trayecto. No solo es un beneficio para el agricultor, también supone un trabajo de limpieza del espacio natural. «Cuando las vías pecuarias se utilizaban bien eran auténticos cortafuegos», asegura Herráiz, a quien preocupa que en un año como este, si no pasan las vacas, las cañadas puedan ser fuentes de incendios. Pese a ello, en su opinión, Extremadura es una de las regiones que mejor cuida sus vías pecuarias.
En los años 90, según la asociación de raza avileña, unas 30.000 cabezas de ganado hacían la trashumancia andando entre Extremadura, y alguna dehesa de Castilla-La Mancha, y las sierras del Sistema Central. La puerta de entrada principal a los pastos de Gredos era el puerto El Pico –por la ruta que utilizan las vacas de Torres–, que veía pasar unos 16.000 animales. Las otras dos vías utilizadas eran el cordel del Valle del Jerte, por el puerto de Tornavacas pasaban hasta 9.000 vacas al año, y el puerto de Béjar, que ya apenas se usa y por donde se movían hasta 3.500 animales.
En 2010, la misma entidad cifraba en 35.000 las reses que cambiaban de pastos de invierno a verano, pero sumando las que lo hacían andando y en camiones. Este año han sido unas 20.000 las vacas que se han desplazado desde Extremadura y Castilla-La Mancha a Ávila y solo 3.000 lo han hecho a pie.
Un número cada vez más reducido, pero una práctica que sigue teniendo peso en Extremadura. En la convocatoria de ayudas a la trashumancia de 2019, la Consejería de Agricultura extremeña concedió 21 subvenciones por una cantidad total de 49.384 euros, aunque no todas estas vacadas suben hasta la sierra y algunas pastan en invierno en la falta extremeña del Sistema Central.
Por lo que se refiere al rey emérito y su situación actual, respeto la presunción de inocencia a la que tiene derecho. Muchos olvidan, por otra parte, decisiones suyas como la elección de Adolfo Suárez y otros colaboradores, o su intervención decisiva el 23 de febrero de 1981 tras el golpe de Estado y, en el exterior, abrió puertas para España en Europa y en el mundo, consiguiendo numerosas ayudas a nivel internacional, entre otros logros. Los problemas de España no son achacables a la Jefatura del Estado, sino del Gobierno actual pues su proceder totalitario impide llegar a pactos y acuerdos con otras fuerzas políticas partidarias de la Constitución que facilitaran la convivencia, el progreso, la gobernabilidad y el pacto, superando situaciones de falta de entendimiento que ahora impiden encontrar soluciones viables a los graves problemas que nos afectan, como pueden ser los territoriales, de Sanidad, Educación, etc., por citar algunos.
foto / SI
el cometa Neowise hubiera pasado hace un par de siglos, los
supersticiosos habrían afirmado que también el coronavirus llegaba a la
Tierra montado en su rubia cabellera. En tiempos antiguos de atraso y
oscurantismo era común vincular su paso con la llegada o el anuncio de
alguna desgracia. Los cometas eran misteriosos y turbadores. Las
estrellas mantienen una posición fija en el cielo, son estables y
sabemos dónde encontrarlas clavadas cada noche en las vidrieras del
cosmos, pero lo que siempre nos asusta es lo que se mueve, lo que no
podemos controlar, lo fugaz que se nos escapa de las manos. Lo que nos
inquieta es lo que hoy aparece y nos dice adiós al día siguiente.
Pero hoy ya nadie cree en supersticiones estelares, nadie mira al cometa pidiendo clemencia; en todo caso lo mira pidiendo un deseo.
El cometa Neowise se está yendo y no regresará hasta dentro de 6.800 años. ¿Cómo serán los hombres que vivan entonces, si todavía sigue existiendo la especie humana, algo que cada día me parece más improbable? ¿Y qué pensarían los hombres de las cavernas que lo vieron pasar en su anterior visita? ¡Qué pequeña y qué breve es la vida y qué misterioso el universo! ¡Qué pequeños nuestros dramas, nuestros sueños, nuestras tragicómicas pasiones, las de Pedro, María, Manuela, Eugenio!
El cometa tiene un nombre curioso, Neowise: el Nuevo Sabio o el Sabio de los nuevos tiempos. No lo han bautizado con el apellido de su descubridor, como el Halley, ni con uno de esos algoritmos alfanuméricos que hacen difícil su memorización. Pero su visión es más hermosa que su nombre. En la noche, su lejana cabellera tiene una belleza misteriosa, como la captó Lorenzo Cordero en unas magníficas fotos publicadas aquí, mientras el cometa iba adelantando por la izquierda el lento y pesado carromato de la Osa Mayor.
En la oscura y silenciosa noche, fui con mi perro al interior del bosque, lejos de toda farola, toda presencia y todo ruido para observar el cometa desde allí dentro, en un cielo que se arqueaba por encima de los altos árboles. El cometa era una punta de luz que escapaba de la Tierra, como asustado de lo que veía aquí abajo. Mi perro tampoco detectó en él ningún augurio funesto, pues no le ladró con su afilado instinto para los peligros.
Poco a poco el siglo XXI va abandonando la orilla, se está haciendo adulto y sin embargo no parece que avancemos en esa sabiduría que lleva el nombre del Neowise, que se marcha sin habernos iluminado, sin revelarnos su misterio. Los hombres y mujeres que ahora miramos cómo atraviesa el cielo somos más avanzados en tecnología y avances científicos, pero en la esencia del corazón no nos distinguimos en nada de los que contemplaban cualquier otro cometa en cualquier otro de los siglos oscuros. Terminaremos por encontrar la vacuna para eliminar el coronavirus, pero no lograremos eliminar la codicia, la opresión, la mentira.
Seguimos hundidos en los mismos conflictos, en las mismas miserias que hace sesenta y ocho siglos, defendiendo nuestra caverna para que no entre el otro, luchando contra otras tribus, disputando por una pieza de caza, peleando con quijadas de burro por un trozo de carne.
Seguimos atados a los mismos tabúes y a los mismos tópicos, cristalizados en frases que aceptamos sin cuestionarlas, como la que afirma que para hacer una tortilla es necesario romper algunos huevos, sin atrevernos a desmentir esa creencia, tan fácilmente asumida a izquierda y a derecha, de que el progreso y la utopía no pueden avanzar sin causar víctimas. ¡Como si no hubiera otra manera de alimentarse y no fuera posible dejar los huevos en el nido, incubando hasta que el polluelo rompa el cascarón y vuele libremente por el aire! O aquella otra, tan bélica y castiza, de 'hay que estar al pie del cañón'. ¿Pero de qué cañón? ¿Dónde está y a qué cuerpo de artillería pertenece y contra quién dispara para que haya que estar a su servicio tan incondicionalmente?
El Neowise se va sin habernos enseñado nada de lo que sabe. Por ejemplo, que por ahí arriba no hay fronteras que generen nacionalismos; o que la armonía del universo consiste en seguir cada uno su órbita sin invadir la ajena; o que el sistema judicial tendría que aprender ecuanimidad del sol, que no reparte ni un minuto de más ni de menos de su luz a cada uno de los dos hemisferios.
Aunque, no sé, quizá en lo alto no todo sea tan armónico como parece y también haya tormentas solares de una estrella que se calienta en exceso y se vuelve iracunda; y terribles agujeros negros que absorben y engullen todo lo que les cae cerca; y astros que se aprovechan de la luz que otros generan; y peligrosos restos de basura espacial; y puede que incluso alienígenas de color verde que hablan a chasquidos, no tienen pelo ni pestañas y sueltan mucha baba.
Sea como sea, el Nuevo Sabio desaparece en la oscuridad del cielo y nos deja igual de torpes, sobreviviendo entre nuestros virus y nuestras miserias. Se va con su sabiduría en busca de otros mundos más limpios, más pacíficos, más justos.
Pero al analizar esta etapa reciente de la pandemia desde que llegó la nueva normalidad en junio hay una novedad destacable: la edad media de los infectados es cada vez más baja. Esto tiene que ver con que se hacen más test PCR, apunta el profesor de la Universidad de Extremadura en el área de patologías infecciosas, Agustín Muñoz Sanz. Este especialista tampoco pasa por alto que ahora hay muchas más personas asintomáticas con capacidad para contagiar y estas apenas están tomando medidas.
- HASTA EL 10 DE MAYO | DESDE EL 11 DE MAYO
- Grupo edad
- Casos % sobre total | Casos % sobre total
- 0-4 años
- 13 0,23 18 5,17
- 5-9 años
- 8 0,14 15 4,31
- 10-14 años
- 22 0,38 19 5,46
- 15-19 años
- 37 0,64 24 6,90
- 20-24 años
- 80 1,39 24 6,90
- 25-29 años
- 204 3,54 25 7,18
- 30-34 años
- 230 3,99 25 7,18
- 35-39 años
- 243 4,21 25 7,18
- 40-44 años
- 365 6,33 26 7,47
- 45-49 años
- 427 7,40 12 3,45
- 50-54 años
- 552 9,57 15 4,31
- 55-59 años
- 557 9,66 13 3,74
- 60-64 años
- 500 8,67 17 4,89
- 65-69 años
- 296 5,13 18 5,17
- 70-74 años
- 325 5,64 11 3,16
- 75-79 años
- 337 5,84 18 5,17
- 80-84 años
- 417 7,23 11 3,16
- >85 años
- 1131 19,61 17 4,89
- Desconocida
- 23 0,40 15 4,31
- TOTAL 5
- 767 100 348 100
Datos del SES por edades
Según los datos aportados por el Servicio Extremeño de Salud (SES), hasta el 11 de mayo en que empezó la fase 1 y la gente empezó a salir a la calle, los casos se daban fundamentalmente entre adultos de 45 a 64 años y en mayores de 80 años. Después, entre el 12 de mayo y hasta el pasado 20 de julio, los PCR positivos se han empezado a dar fundamentalmente en adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes, de entre 15 y 44 años, pero con una distribución más homogénea. Sin embargo, la edad media al diagnóstico es muy similar en ambas etapas, alrededor de los 30 años.Por grupos de edad, no es que haya más casos en la anterior etapa respecto a la actual, pero en términos relativos, si se comparan los porcentajes sobre el total de test realizados, llama la atención cómo adolescentes y jóvenes positivos han subido. Varios ejemplos: hasta el 10 de mayo, el grupo de 10 a 14 años que daba positivo era el 0,38%, de 15 a 19 años el 0,64%, de 20 a 24 años el 1,39%. Desde el 11 de mayo estos tres tramos de edades han sido del 5,46%, 6,90% y de nuevo 6,90% respectivamente.
La realidad es que en estos tres segmentos la media de pruebas fue solo de 22 test. Pero en cuanto se aumentó la muestra a 260 test debido a una mayor capacidad para hacer PCR, en los siguientes grupos de edad entre los 25 y los 44 años el incremento de positivos se observa sobre todo a partir del 11 de mayo. Así, entre los 25 y los 29 años el porcentaje de positivos sobre el total durante la época de confinamiento era del 3,54%, de 30 a 34 años del 3,99%, de 35 a 39 años del 4,21% y del 40 a 44 años del 6,33%. A partir del 12 de mayo estos índices subieron y oscilan en los cuatro tramos edad entre el 7,18% y el 7,47%.
Que la tendencia de contagios se empiece a decantar hacia gente de menor edad, según el infectólogo Muñoz Sanz tiene que ver con que se protegen menos y hacen más vida social que las personas mayores.
Según los datos aportados por el SES, entre los 45 y los 64 años el porcentaje de positivos antes del 11 de mayo oscilaba entre el 8,67% y el 9,57%. A partir de esa fecha y hasta la actualidad ha bajado y oscila entre el 3,45% y el 4,89% de positivos, unos índices sensiblemente rebajados debido a una mayor conciencia de que se trata de población de riesgo.
El alcohol relaja las medidas
El problema ahora es por tanto la sensación de invulnerabilidad de mucha gente que no es anciana. Y María Jesús López Fernández, médico del Complejo Hospitalario Universitario de Badajoz y técnico de la Junta de Extremadura para la desescalada, se pregunta si hubiera un repunte hasta dónde llegaría la capacidad del sistema para rastrear a miles y miles de personas.Según dice, «cualquier aumento de contagios nos preocupa, pero hay que saber que determinados comportamientos sociales nos puede devolver al mes de marzo, otra vez confinados y afectar a la vida económica del país».
Y añade, «no puede ser que pases por un bar y se vea gente que se quita la mascarilla para abrazarse y dar dos besos. Dentro de un año ya veremos si se puede, pero hoy no, y hay muchos jóvenes que lo están haciendo bien, pero otros en cuanto beben alcohol se olvidan de lo que hemos pasado».
- TITULO: CAFE, COPA Y Cerca de 3.000 vacas avileñas continúan la tradición de la trashumancia ,.
- Cerca de 3.000 vacas avileñas continúan la tradición de la trashumancia ,.
En busca de pastos. En las últimas semanas las vacadas han subido hacia la sierra de Gredos tras pasar en las dehesas extremeñas el invierno y la primavera,.
fotos / El verano en el norte, el invierno en el sur. Buscando el buen tiempo. El fresco de la sierra de Gredos durante los meses de más calor y las temperaturas templadas de las dehesas extremeñas en la época de más frío. Así vive una parte de la cabaña bovina, poca y cada vez menos, de raza avileña de nuestro país.La trashumancia no es un capricho. Los ganaderos que mueven a sus animales lo hacen por dos motivos. El primero es económico. Alimentar a las vacas a base de pienso cuando no queda una brizna de hierba en el campo extremeño es muy caro, como tampoco es viable que los animales sobrevivan a los rigores de un invierno de nieves en el sistema central.
La segunda causa tiene más que ver con la calidad de sus productos. La raza avileña se dedica a la producción de carne. «Aprovechamos los pastos de cada zona en su momento óptimo», dice Alonso Álvarez de Toledo, propietario de una ganadería y presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto Raza Avileña-Negra Ibérica. «Es como si tuviésemos dos primaveras», añade Pedro Herráiz, secretario de la misma entidad.
El movimiento de los animales también beneficia a la infiltración de grasa en la carne y mejora el producto final. «La trashumancia afecta de manera muy positiva a la calidad de la carne», indica Álvarez de Toledo, que es un firme defensor de la trashumancia a pie.
En la actualidad son unas 3.000 cabezas de ganado avileño las que se mueven por las cañadas y cordeles hacia el norte en junio y hacia el sur entre noviembre y diciembre. Se trata de un porcentaje reducido de la cabaña. Solo la asociación que preside Álvarez de Toledo tiene 50.000 reses y 36.000 vacas reproductoras. «La avileña es la ganadería de vacuno que más trashuma, pero no la única; incluso el ganado de lidia ha hecho mucha trashumancia», rememora este ganadero, que explica que esta práctica viene de siglos atrás. «Las cañadas se oficializan en el siglo XII, pero existe trashumancia desde del inicio de la ganadería», comenta.
Uno de los ganaderos que mantienen la tradición es Diego Torres. «Somos unos enamorados de la trashumancia y creemos que favorece el bienestar animal», dice. Sus vacas hacen más de un mes de camino todos los años. Hay unos 15 días de viaje entre Aljucén, cerca de Mérida, donde tiene unos terrenos arrendados, y Navarredonda, en la provincia de Ávila, zona en la que sus vacas pasan el verano. El viaje de vuelta hacia el norte se inicia todos los años por San Antonio, el 13 de junio. Hace años era la norma. Los contratos de arrendamiento de pastos en campaña acababan ese día. Ahora ya se trata de una fecha simbólica. «Cada vez se hacen menos arrendamientos s por temporada, ya son por varios años», comenta el ganadero.
Las aproximadamente 600 vacas que ha movido Torres este año por Extremadura han pasado por cuatro provincias. «Desde Aljucén vamos por la Vía de la Plata hasta Valdesalor, luego pasamos por Trujillo, Jaraicejo, Miravete, Almaraz y Navalmoral de la Mata, donde caminamos ante la puerta del hospital Campo Arañuelo; saltamos a la provincia de Toledo en dirección a Oropesa y llegamos a Las Ventas de San Julián; a la provincia de Ávila entramos en dirección a Ramacastañas y subimos el Puerto del Pico hasta Navarredonda de Gredos», repasa Torres por teléfono mientras, subido a su tractor, siega el pasto con el que alimentará a las vacas cuando la comida en el campo escaseé.
No todas las reses de la vacada realizan el camino, en el que avanzan entre 20 y 25 kilómetros al día. Normalmente se reserva para las vacas, las novillas y las crías de entre cuatro y seis meses. «Antes de subir a la sierra se destetan los becerros», especifica el secretario de la asociación, que apostilla que para los toros, de gran tamaño, es complicado el viaje, por lo que lo suelen hacer en camiones. Además, los becerros de engorde van a los cebaderos comunitarios. «La asociación tiene uno en Salvatierra de Santiago (Cáceres)», facilita Herráiz.
En altitud
El movimiento de los animales es necesario por el alimento, pero también por el frío, sobre todo para aquellas vacadas que tienen sus pastos de sierra por encima de los 1.200 metros de altitud. Las reses avileñas no se guardan en ningún momento del año. Siempre están en el campo. Los ganaderos que tienen terrenos por debajo de esas cotas no suelen trashumar. «En nuestra asociación solo un 40% es trashumante, porque cada vez tenemos más ganaderos en Segovia y Salamanca; las salmantinas son dehesas frías, duras en invierno pero aprovechables en verano», detalla Herráiz.Ahora, la mayoría de los ganaderos que mueven a sus animales de unos pastos a otros lo hacen en camiones. «No es más caro hacer la trashumancia andando, pero sí es más incómodo y las vacas en camión sufren más», reconoce Álvarez de Toledo, que lamenta que sea una práctica que se va perdiendo. «Cada vez hay menos gente preparada para hacer la trashumancia a pie; el relevo generacional es un problema del campo», puntualiza.
Aunque no es el único motivo por el que los ganaderos no mueven sus animales. Por ejemplo, Alonso lleva un par de años sin poder llevar parte de su cabaña a la sierra abulense debido a temas sanitarios. «En cuanto sale un individuo positivo por tuberculosis se inmoviliza toda la vacada; esto perjudica a la trashumancia».
Una de las ventajas de subir andando es el aprovechamiento que se hace del territorio. Los animales de Torres, como los de otros ganaderos que suben hasta Gredos andando, van comiendo el cordel durante su trayecto. No solo es un beneficio para el agricultor, también supone un trabajo de limpieza del espacio natural. «Cuando las vías pecuarias se utilizaban bien eran auténticos cortafuegos», asegura Herráiz, a quien preocupa que en un año como este, si no pasan las vacas, las cañadas puedan ser fuentes de incendios. Pese a ello, en su opinión, Extremadura es una de las regiones que mejor cuida sus vías pecuarias.
Historia
«Recuerdo hacer la trashumancia de toda la vida, por lo menos desde hace 50 años», comenta Álvarez de Toledo. Ha visto su evolución y constante declive. «Se ha modernizado, aunque se haga a pie; antes se dormía al raso, la alimentación la llevaba un burro... y ahora hay vehículos acompañando», aporta.En los años 90, según la asociación de raza avileña, unas 30.000 cabezas de ganado hacían la trashumancia andando entre Extremadura, y alguna dehesa de Castilla-La Mancha, y las sierras del Sistema Central. La puerta de entrada principal a los pastos de Gredos era el puerto El Pico –por la ruta que utilizan las vacas de Torres–, que veía pasar unos 16.000 animales. Las otras dos vías utilizadas eran el cordel del Valle del Jerte, por el puerto de Tornavacas pasaban hasta 9.000 vacas al año, y el puerto de Béjar, que ya apenas se usa y por donde se movían hasta 3.500 animales.
En 2010, la misma entidad cifraba en 35.000 las reses que cambiaban de pastos de invierno a verano, pero sumando las que lo hacían andando y en camiones. Este año han sido unas 20.000 las vacas que se han desplazado desde Extremadura y Castilla-La Mancha a Ávila y solo 3.000 lo han hecho a pie.
Un número cada vez más reducido, pero una práctica que sigue teniendo peso en Extremadura. En la convocatoria de ayudas a la trashumancia de 2019, la Consejería de Agricultura extremeña concedió 21 subvenciones por una cantidad total de 49.384 euros, aunque no todas estas vacadas suben hasta la sierra y algunas pastan en invierno en la falta extremeña del Sistema Central.
TITULO: Documental -Juan Carlos I, 14.
foto / Es la dirección de la casa de un pequeño pueblo de Extremadura, Puebla de la Reina, en el que viví con mi familia bastantes años hasta nuestro traslado a Sevilla en 1988. De la mencionada localidad extremeña, recuerdo una visita a ella y a Hornachos del entonces príncipe de España don Juan Carlos de Borbón, y allí viví también los primeros años de la Transición. En una de las primeras elecciones celebradas allí salí elegido concejal y, a propuesta de la corporación municipal correspondiente acordamos, entre otras cosas, poner el nombre de Juan Carlos I a una calle del pueblo, reconociendo así el protagonismo del rey en la Transición, secundado por la mayoría de las fuerzas políticas de entonces y de los ciudadanos, que aprobaron la Constitución vigente en el referéndum en el que el pueblo español se manifestó afirmativamente de manera masiva.
Por lo que se refiere al rey emérito y su situación actual, respeto la presunción de inocencia a la que tiene derecho. Muchos olvidan, por otra parte, decisiones suyas como la elección de Adolfo Suárez y otros colaboradores, o su intervención decisiva el 23 de febrero de 1981 tras el golpe de Estado y, en el exterior, abrió puertas para España en Europa y en el mundo, consiguiendo numerosas ayudas a nivel internacional, entre otros logros. Los problemas de España no son achacables a la Jefatura del Estado, sino del Gobierno actual pues su proceder totalitario impide llegar a pactos y acuerdos con otras fuerzas políticas partidarias de la Constitución que facilitaran la convivencia, el progreso, la gobernabilidad y el pacto, superando situaciones de falta de entendimiento que ahora impiden encontrar soluciones viables a los graves problemas que nos afectan, como pueden ser los territoriales, de Sanidad, Educación, etc., por citar algunos.
TITULO: El escarabajo verde - El virus que llegó con el cometa ,.
El virus que llegó con el cometa,.
Pero hoy ya nadie cree en supersticiones estelares, nadie mira al cometa pidiendo clemencia; en todo caso lo mira pidiendo un deseo.
El cometa Neowise se está yendo y no regresará hasta dentro de 6.800 años. ¿Cómo serán los hombres que vivan entonces, si todavía sigue existiendo la especie humana, algo que cada día me parece más improbable? ¿Y qué pensarían los hombres de las cavernas que lo vieron pasar en su anterior visita? ¡Qué pequeña y qué breve es la vida y qué misterioso el universo! ¡Qué pequeños nuestros dramas, nuestros sueños, nuestras tragicómicas pasiones, las de Pedro, María, Manuela, Eugenio!
El cometa tiene un nombre curioso, Neowise: el Nuevo Sabio o el Sabio de los nuevos tiempos. No lo han bautizado con el apellido de su descubridor, como el Halley, ni con uno de esos algoritmos alfanuméricos que hacen difícil su memorización. Pero su visión es más hermosa que su nombre. En la noche, su lejana cabellera tiene una belleza misteriosa, como la captó Lorenzo Cordero en unas magníficas fotos publicadas aquí, mientras el cometa iba adelantando por la izquierda el lento y pesado carromato de la Osa Mayor.
En la oscura y silenciosa noche, fui con mi perro al interior del bosque, lejos de toda farola, toda presencia y todo ruido para observar el cometa desde allí dentro, en un cielo que se arqueaba por encima de los altos árboles. El cometa era una punta de luz que escapaba de la Tierra, como asustado de lo que veía aquí abajo. Mi perro tampoco detectó en él ningún augurio funesto, pues no le ladró con su afilado instinto para los peligros.
Poco a poco el siglo XXI va abandonando la orilla, se está haciendo adulto y sin embargo no parece que avancemos en esa sabiduría que lleva el nombre del Neowise, que se marcha sin habernos iluminado, sin revelarnos su misterio. Los hombres y mujeres que ahora miramos cómo atraviesa el cielo somos más avanzados en tecnología y avances científicos, pero en la esencia del corazón no nos distinguimos en nada de los que contemplaban cualquier otro cometa en cualquier otro de los siglos oscuros. Terminaremos por encontrar la vacuna para eliminar el coronavirus, pero no lograremos eliminar la codicia, la opresión, la mentira.
Seguimos hundidos en los mismos conflictos, en las mismas miserias que hace sesenta y ocho siglos, defendiendo nuestra caverna para que no entre el otro, luchando contra otras tribus, disputando por una pieza de caza, peleando con quijadas de burro por un trozo de carne.
Seguimos atados a los mismos tabúes y a los mismos tópicos, cristalizados en frases que aceptamos sin cuestionarlas, como la que afirma que para hacer una tortilla es necesario romper algunos huevos, sin atrevernos a desmentir esa creencia, tan fácilmente asumida a izquierda y a derecha, de que el progreso y la utopía no pueden avanzar sin causar víctimas. ¡Como si no hubiera otra manera de alimentarse y no fuera posible dejar los huevos en el nido, incubando hasta que el polluelo rompa el cascarón y vuele libremente por el aire! O aquella otra, tan bélica y castiza, de 'hay que estar al pie del cañón'. ¿Pero de qué cañón? ¿Dónde está y a qué cuerpo de artillería pertenece y contra quién dispara para que haya que estar a su servicio tan incondicionalmente?
El Neowise se va sin habernos enseñado nada de lo que sabe. Por ejemplo, que por ahí arriba no hay fronteras que generen nacionalismos; o que la armonía del universo consiste en seguir cada uno su órbita sin invadir la ajena; o que el sistema judicial tendría que aprender ecuanimidad del sol, que no reparte ni un minuto de más ni de menos de su luz a cada uno de los dos hemisferios.
Aunque, no sé, quizá en lo alto no todo sea tan armónico como parece y también haya tormentas solares de una estrella que se calienta en exceso y se vuelve iracunda; y terribles agujeros negros que absorben y engullen todo lo que les cae cerca; y astros que se aprovechan de la luz que otros generan; y peligrosos restos de basura espacial; y puede que incluso alienígenas de color verde que hablan a chasquidos, no tienen pelo ni pestañas y sueltan mucha baba.
Sea como sea, el Nuevo Sabio desaparece en la oscuridad del cielo y nos deja igual de torpes, sobreviviendo entre nuestros virus y nuestras miserias. Se va con su sabiduría en busca de otros mundos más limpios, más pacíficos, más justos.
TITULO: Días de cine clásico - Cine - Històries de Filadelfia , , Miercoles -5- Agosto ,.
Este miércoles -5- Agosto a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.
- Reparto
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Cary Grant, Katharine Hepburn, James Stewart, Ruth Hussey, John Howard, Roland Young, John Halliday, Mary Nash, Virginia Weidler, Henry Daniell, Lionel Pape, Rex Evans,.
- La mansión de los Lord se prepara para celebrar la segunda boda de Tracy Lord (Katharine Hepburn) con el rico George Kittredge (John Howard). Para inmortalizar los festejos una pareja de periodistas, Macauley Connor (James Stewart) y Elizabeth Imbrie (Ruth Hussey), son invitados especialmente por C.K. Dexter Haven (Cary Grant), el primer marido de Tracy.
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TITULO: Un país para escucharlo -El himno libertario de una generación,.
Un país para escucharlo - El himno libertario de una generación ,.
Este martes 4 de Agosto , a las 23.00 por La 2, foto.
El himno libertario de una generación,.
Extremadura protagonista,.
'A cántaros'. El extremeño Pablo Guerrero publicó en 1972 su primer disco, que lo situó como uno de los cantautores de referencia del panorama nacional,.
Tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover» cantaba Pablo Guerrero (Esparragosa de Lares, 1946) en 'A cántaros' (1972). Es evidente que mucho ha llovido en este país desde entonces, aunque habría que preguntarle al propio autor si tanto como a él le hubiese gustado.
El extremeño había salido a la palestra tres años antes, en el Festival de Benidorm. Allí ganó el premio a la mejor letra con 'Amapolas y espigas'. Publicó algunos sencillos más, pero su salto definitivo llegó con su primer LP, 'A cántaros', en 1972. La canción principal, que en un primer momento se titulaba 'Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes' pero que finalmente acabó adoptando el mismo nombre que el disco, se ha sacralizado como uno de los himnos libertarios de aquella generación que pedía a gritos la llegada de la democracia.
La letra es un canto a las ganas de vivir, al anhelo de la vida en libertad. Empieza igual que su título original: «Tú y yo, muchacha, / estamos hechos de nubes, / pero ¿quién nos ata? / pero ¿quién nos ata?». Su fascinación por la poesía desde niño queda reflejada en cada una de sus composiciones, sin dejar de lado su espíritu crítico. La primera estrofa termina así: «Que es tiempo de vivir / y de soñar / y de creer».
Eran los últimos años de la dictadura franquista, y la sociedad lo palpaba: «Pero tú y yo sabemos / que hay señales que anuncian / que la siesta se acaba», escribe Guerrero, que apela a estar preparado para esos cambios: «Ten tu barro dispuesto, / elegido tu sitio / preparada tu marcha». Él simboliza con la llegada de una tromba de agua la profunda transformación que necesitaba España: «Y que una lluvia fuerte, / sin bioenzimas, claro, / limpiará nuestra casa». Por eso tenía que llover, tenía que llover... A cántaros. Este tema, que se convirtió en todo un símbolo de protesta para los jóvenes, le hizo ganarse un hueco entre los cantautores más importantes de lengua castellana del momento y le llevó a tocar en el mítico teatro Olympia de París, donde grabó un disco en directo. 'A tapar la calle', 'Los momentos del agua' o 'Toda la vida es ahora' fueron algunas de sus siguientes publicaciones. En el año 2000, recibió la Medalla de Extremadura por parte de la administración regional como reconocimiento a su extensa trayectoria. Guerrero nunca olvidó su tierra natal, cuyas raíces están muy presente en todas sus creaciones.
Con el inicio del nuevo siglo, decidió explorar también su faceta como poeta y publicó varios obras en verso.31 de diciembre de 1974.
En sus últimas apariciones en los medios de comunicación, el cantautor ha reconocido que, a pesar de que ha pasado ya casi medio siglo desde su lanzamiento, 'A cántaros' sigue estando de rabiosa actualidad: la sociedad necesita que siga lloviendo, aunque ahora las formas de dominación contra las que luchar sean más implícitas.
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