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Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Oficina -
Economia - Las bajas laborales repuntan un 13% mientras el Gobierno frena que las controlen las mutuas ,.
La noche encendida,.
'La noche encendida'
no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia,
sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.
Las bajas laborales repuntan un 13% mientras el Gobierno frena que las controlen las mutuas,.
foto /
Los costes para la Seguridad Social crecen hasta marzo más del 9% y para las empresas se disparan un 16,3%, hasta 2.003 millones,.
Llueve sobre mojado con el absentismo laboral. Si en 2023 se produjeron más de 8.100.000 bajas por enfermedades y accidentes no laborales, que supusieron un coste de más de 25.300 millones de euros en prestaciones económicas de Seguridad Social y en coste directo para las empresas, lo que implica un incremento de la factura de más de un 74% en los últimos cinco años, el arranque de 2024 anuncia que se batirán récords de bajas de larga duración.
Así lo avanza Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) en su informe trimestral, en el que se remarca que los procesos cuya duración es mayor a los 365 días ha aumentado de 79.962 en marzo de 2023 a 112.978 en el mismo período de 2024 (un total de 33.016 procesos más, lo que equivale a un incremento del 41,29%).
Se trata de cifras "de pandemia" ya que hasta 2019 estos procesos de duración superior al año se mantuvieron estables por debajo de los 35.000. En 2020 se incrementó significativamente el número de procesos en vigor mayores de 365 días, hasta alcanzar un máximo histórico en octubre de ese año, con 118.143 procesos.
A partir de entonces y durante el ejercicio 2021 la cifra del absentismo de larga duración va descendiendo hasta el mes de junio, donde se aprecia un ligero repunte. En el ejercicio 2022 se observa una reducción hasta el mes de mayo, que se situó en 60.259 procesos, a partir de ahí ha tenido un repunte hasta los 84.671 procesos en el mes de diciembre.
En 2023, se observa una tendencia ascendente hasta cerrar el ejercicio en los 100.734 procesos que se ha incrementado en 2024 hasta esos 112.978 procesos.
Y es que la duración media de los procesos finalizados por Incapacidad Temporal por Contingencia Común sigue en aumento. Los datos de AMAT reflejan un aumento interanual hasta marzo de 2024 del 1,04%, lo que equivale a 0,39 días más respecto al ejercicio precedente, pasando de una duración media de 37,26 días hasta el mes de marzo de 2023 a una duración media de 37,65 días en el mismo periodo del ejercicio 2024.
Aumentan un 13% los procesos iniciados
A pesar del descenso interanual del 0,45% hasta marzo en el número de casos iniciados, 7.297 casos menos que en el primer trimestre de 2023, pasando de 1.606.889 a 1.599.592, lo cierto es que el número de procesos en vigor a último día del mes aumenta un 12,96% hasta marzo respecto al ejercicio anterior, equivalente a 83.385 procesos más, pasando de 643.541 casos en marzo de 2023 a 726.926 procesos en marzo de 2024.
En consecuencia, los costes continúan en aumento. El gasto por la prestación de ITCC sube hasta marzo de 2024 un 9,27%, lo que equivale a 187,09 millones de euros más respecto al ejercicio precedente, pasando de un coste total de 2.017,84 millones de euros hasta marzo de 2023 a 2.204,93 millones de euros en el mismo periodo de 2024.
Respecto al Coste Directo estimado de Empresa por ITCC (Prestaciones + Cotizaciones + Complementos y mejoras), se aprecia un incremento hasta marzo del 2024 del 16,34%, lo que equivale a 281,27 millones de euros más respecto al ejercicio precedente, pasando de un coste empresa total de 1.721,63 millones de euros hasta marzo de 2023 a 2.002,90 millones de euros hasta marzo de 2024.
Altas por las mutuas
Las mutuas piden que se les permita prestar "asistencia sanitaria integral y emitir altas médicas en los procesos de ITCC, al menos en patologías Traumatológicas y Osteoarticulares" como hacen con los procesos derivados de Accidente de Trabajo y Enfermedades Profesionales.
Asimismo, demandan evitar el establecimiento de complementos y mejoras a la prestación por ITCC o, en su caso, suprimirlos o tratar de reducirlos, en los
convenios colectivos y rebajar el porcentaje que se aplica a la base reguladora para el cálculo de la prestación de ITCC, ello sin perjuicio de ponderarlo en
función de la gravedad de la enfermedad o accidente del trabajador, así como de su evolución temporal.
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La
hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los
bosques - Bosques para amortiguar los terremotos .,
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Bosques para amortiguar los terremotos , fotos,.
Bosques para amortiguar los terremotos ,.
Algunas investigaciones muestran cómo perforar el terreno o plantar árboles puede reducir el impacto de un terremoto,.
Es difícil olvidar el daño causado en el accidente de Fukushima. En el año 2011, el terremoto más fuerte de la historia de Japón y el tsunami que provocó desencadenaron el accidente nuclear más grave desde el de Chernobyl, 25 años antes. Otros terremotos han causado destrozos importantes en el patrimonio de la humanidad. ¿Y si fuera posible proteger los edificios de los terremotos?,.
Son varias las investigaciones que tratan de inventar mecanismos para lograr que los terremotos pasen de largo sin afectar a los edificios. Los terremotos son ondas que se propagan por la corteza terrestre, y ya se conocen algunos tipos de materiales capaces de interferir con otros tipos de ondas (de luz o de sonido) e impedir que pasen por determinados lugares. Son los llamados “metamateriales”, y constituyen lo más parecido que tenemos a las capas de invisibilidad de las novelas de Harry Potter.
Curvando las ondas
La clave de su funcionamiento está en su estructura interna, diseñada para curvar la trayectoria de ciertas ondas y lograr, por ejemplo, que rodeen a un objeto, volviéndolo invisible. Los metamateriales que interfieren con las ondas de luz requieren de nanotecnología y solo funcionan para ocultar objetos muy pequeños. Pero, a una escala mucho mayor, ¿podemos crear metamateriales para desviar las ondas sísmicas alrededor de los edificios?
Una opción consiste en perforar las inmediaciones del edificio a proteger, convirtiendo el terreno en una suerte de metamaterial gigante. Eligiendo bien la disposición de las perforaciones cilíndricas, es posible dispersar las ondas sísmicas, provocar que interfieran unas con otras y se anulen sin dañar el edificio. Esto es lo que dice la teoría, y las simulaciones por ordenador lo avalan: modelizando el terreno a partir de cubos tridimensionales e incorporando perforaciones cilíndricas de diferentes tamaños, se puede comprobar el efecto del terremoto con y sin las perforaciones. Al simular varias ondas sísmicas desde diversas direcciones, un estudio verificó que las perforaciones desviaban con éxito gran parte de la energía del terremoto.
Es más, la eficacia de las perforaciones también se ha comprobado en el laboratorio. En el mismo estudio, el equipo investigador creó una maqueta de plástico en la que integró pequeños acelerómetros para medir el movimiento de cada fragmento del terreno. Realizó muchas perforaciones con la orientación bien elegida y sometió la maqueta a ondas sísmicas a escala de la maqueta. Puesto que el plástico se había diseñado para tener las mismas propiedades físicas de la corteza terrestre, el terremoto resultó un modelo fiel de la realidad. Y, tal y como había predicho la simulación por ordenador, las perforaciones tuvieron el efecto deseado: consiguieron desviar las ondas sísmicas.
Reduciendo el impacto
Basándose en los resultados del experimento, el equipo investigador estimó que este sistema de perforaciones podría reducir el impacto de un terremoto de magnitud 7 a magnitud 5 o incluso algo menos. Pero no todo son virtudes en esta técnica: aunque protege con éxito el terreno al que rodean las perforaciones, las zonas que quedan fuera sufren una destrucción aún mayor. Además, puesto que los terremotos tienen una longitud de onda muy larga, las perforaciones deben ocupar una zona muy amplia para que funcionen.
Aunque puede haber edificios o estructuras que justifiquen el uso de las perforaciones, hay soluciones mejores e incluso más estéticas: los árboles. Sus altísimos troncos pueden actuar como resonadores que oscilen a la misma frecuencia que las ondas sísmicas, y esta resonancia se puede aprovechar para redirigir la energía de la onda hacia la tierra y así reducir su impacto. Es decir, los árboles también pueden actuar como una capa de invisibilidad que rodee al edificio a proteger.
Un experimento utilizó una grúa para generar vibraciones cerca de un bosque, y midió su efecto sobre el terreno con sismómetros. Las cifras reflejaron el efecto protector de los árboles frente a las ondas de ciertas frecuencias. Además, puesto que la altura de los árboles y el espacio entre ellos es variable, protegen frente a ondas de varias frecuencias, más que si el bosque fuera perfectamente uniforme. Incluso, si los árboles estuvieran ordenados de mayor a menor altura, el efecto protector funcionaría con una franja de frecuencias aún mayor.
Más allá de los terremotos
Sin embargo, los terremotos conllevan más de un tipo de onda. Las ondas de Love, que hacen que el terreno se mueva en horizontal, se salvan fácilmente con árboles de entre diez y 15 metros de altura. Sin embargo, las ondas de Rayleigh, que también provocan movimiento vertical, resuenan a una frecuencia mucho menor, por eso se necesitarían árboles de 50 o incluso 75 metros de altura para salvarlas: existen árboles así de altos, pero no es viable colocarlos donde sea conveniente para esquivar terremotos.
Por eso, las voces expertas plantean el uso de árboles contra el movimiento horizontal, dejando las técnicas convencionales para protegerse del movimiento vertical. Aun así, podrían constituir un ahorro de recursos considerable. El potencial de los árboles, además, no acaba con los terremotos. Las vías de los trenes también producen vibraciones considerables que, aunque no causan la destrucción que puede ocasionar un terremoto, pueden ser molestas para la población que vive en las inmediaciones. Sin embargo, si se crea una barrera de árboles entre las vías de tren y los edificios, se podrían amortiguar estas vibraciones y mejorar la calidad de vida del vecindario.
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RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Cine Bigote
- Crítica de "Stella, víctima y culpable": la chivata amante del jazz ,.
RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Cine Bigote - Crítica de "Stella, víctima y culpable": la chivata amante del jazz , fotos,.
Crítica de "Stella, víctima y culpable": la chivata amante del jazz,.
Director: Kilian Riedhof. Guion: Marc Blöbaum, Jan Braren, K. Riedhof. Intérpretes: Paula Beer, Jannis Niewöhner, Bekim Latifi, Damian Hardung, Joel Basman. Alemania, 2023. Duración: 120 minutos. Drama histórico.
¿Qué haría usted para sobrevivir a la barbarie? ¿A la sinrazón, a la locura, al minucioso plan de exterminio calculado por mentes pervertidas y perversas, al hambre, a los golpes, al miedo? ¿Decidiría convertirse en un traidor de su propia gente para sobrevivir? Estos, y algunos otros, son los interrogantes que plantea la interesante (aunque los fundidos en negro y ciertos zooms, tan setenteros, en ocasiones sobren) y durísima película de Kilian Riedhof, que nos presenta a Stella Goldschlag (Paula Beer), una joven cantante de swing rubia, ambiciosa, alemana, judía, cuyo mayor anhelo es convertirse en una gran artista de jazz allí, casi enfrente del mapa, en EE.UU.
Agosto de 1940, el acoso y derribo de los nazis sobre ese significativo segmento de la población comienza a tomar cuerpo, el cuerpo empapado de sangre inocente del Holocausto. Tres años más tarde, Stella y sus padres deben vivir en la clandestinidad mientras atronan las
bombas en media Europa y cada día parten decenas de trenes cargados de hombres, mujeres y niños con la estrella pegada en el brazo y cuyo destino se llama muerte, los campos de exterminio. Y entonces Stella, tras una paliza que casi le cuesta el alma, toma una decisión que
la conducirá al suicido cuando ya sea una anciana que no pisó la cárcel y solo le quede, al mirarse en el espejo, los reflejos pálidos de los labios que fueron: convertirse en delatora de la Gestapo. Pero, por mucho que se empeñe el cineasta, la respuesta a esa última pregunta sigue siendo la misma: no. Porque siempre los remordimientos pesarán más que una esvástica.
Lo mejor:
Su factura técnica y Paula Beer en la piel de un personaje tan aristado como este
Lo peor:
Por mucho que se esfuerce el director, no logramos nunca empatizar con la protagonista
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