TITULO: Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA - El arsenal literario que desafió al Franquismo,.
El arsenal literario que desafió al Franquismo,.
El primer número de la revista Españada, fundada y editada en León, cumple 80 años en un proyecto que logró reunir a varios de los mejores poetas de la época en sus páginas y esquivar la censura del régimen franquista con una poesía humana y realista,.
foto / Cuando un artista escribe una canción, son cientos las influencias que le marcan la composición, que dan su particular color a cada nota, a cada palabra y a cada estrofa. Y quien sabe si una de las canciones más populares de Supersubmarina, ahora de vuelta a la primera escena pública, encontró parte de su esencia en León. En 'Canción de guerra', uno de sus versos dice 'mis bombas serán palabras'.
Al amparo de la Catedral de León, en un particular refugio, la biblioteca Gumersindo Azcárate, - que ya había sido señalado de ser, incluso, sede de un grupo masón durante la Guerra Civil - un grupo de literatos leoneses decidieron usar las palabras como armas contra la dictadura franquista. Algo parecido a lo que reflejaba Supersubmarina en su canción, pero con fines diferentes.
Fue una batalla de soslayo, encubierta, en la que el alto nivel intelectual de Antonio González de Lama, Victoriano Crémer, Eugenio de Nora y el resto de literatos que participaban en este proyecto, junto a un plan perfectamente urdido, permitían que esta publicación saliera adelante.
La Biblioteca Gumersindo Azcárate, el origen
«Era un soplo de aire fresco en la época», explica la directora del archivo de la Fundación Sierra Pambley y de la Biblioteca Gurmensido Azcárate, Luisa Traseira, mientras recorre esta biblioteca, la primera de la ciudad de León en utilizar el sistema de préstamo de libros en la provincia y que tan bien conoce.
González de Lama, Crémer y De Nora fueron los grandes impulsores de este proyecto
La idea surge de Antonio González de Lama, sacerdote y amante enfervorecido de la literatura, que reúne en este lugar, del que era bibliotecario, a la flor y la nata de las letras leonesas de aquel momento. Victoriano Crémer, Eugenio de Nora, Manuel Rabanal, Pilar Vázquez, Luis Alonso, Josefina Rodríguez Aldecoa... se reunían allí semanalmente para «hablar de literatura».
Y así comenzó a gestarse esta Espadaña que, en mayo de 1944, hace 80 años, vio la luz, con un 'logo' que es una espadaña, una planta que surge en la ribera de los arroyos leoneses, similar al junco: «Es un símbolo de lucha y representa la lucha entre Españada y España». Con este poema de Victoriano Crémer se estrenaba la publicación:
Poema
Tiranía del aire y de la noche; / un seno oscuro y hondo te prodiga/su verde sangre, trepando fríamente.
Impasible espadón; segura guarda/ de esa fresca manada de cristales/ que mansamente embiste tus raíces.
Si no fueran tus filos vigilantes/ la luz se nos daría agobiadora/ y el silencio sería un buey mugiente.
Tu torso de mancebo en plenilunio/desnudamente crece y se enamora/ como un mármol o dios arrebatado.
Morirás estrenando soles nuevos/ y sintiendo pesar sobre tu cuerpo/ la carroza de los Corpus.
Y si el dicho recalca que vale más una imagen que mil palabras, en este caso es el fiel reflejo del espíritu de este grupo de literatos, totalmente opuestos a la línea de la poesía oficialista de la revista Garcilaso, que se editaba en Madrid, y donde escribían los poetas afines al régimen «con un estilo muy formalista, cuidado y preciosista». «Ellos querían que la poesía estuviera implicada con la vida, que contara lo que realmente estaba viviendo la gente», explica Traseira.
Confrontación con el oficialismo
Así, se pusieron manos a la obra. Contaban con González de Lama, sacerdote y vinculado al Obispado, por lo que podrían tener ciertas facilidades a nivel político. Por su parte, Victoriano Crémer – que ya había sido encarcelado por sus ideales políticos – había sido tipógrafo y sabía como hacer una revista. Y Eugenio de Nora, que había estudiado en Madrid y había colaborado en una revista poética, también conocía el mundo. Y se lanzaron a ello. «Tenían que hacer algo para hacer frente a esa poesía oficialista».
León siempre ha sido tierra de grandes poetas y literatos – y lo sigue siendo, para muestra el último Premio Cervantes, Luis Mateo Díez – y en ese momento era un importante epicentro cultural a nivel nacional. Y desarraigado, que quería que las letras «conectaran» con la realidad española, «con el hambre que pasaba el país y que llegara a los exiliados, a aquellos que habían sido depurados ideológicamente».
Así burlaban la censura
El principal problema era burlar la censura, lograr superar ese control para salir a la luz en una revista que, sin pudor alguno, con valentía y decisión, incluyó en sus páginas a poetas exiliados por su significación política. En sus páginas aparecieron autores de la Generación del 27, algunos encarcelados, como Miguel Hernández – que murió en 1942 en prisión – o García Lorca – asesinado en la Guerra Civil -, del que incluso se publicaron sus 'Seis poemas galegos', escritos en lengua gallega, muy restringida durante el Franquismo, especialmente en sus primeros años.
«Son poemas que siempre tienes que leer con un doble sentido. Buscan que sus ideas salgan a la luz y que sea un soplo de esperanza, especialmente para los exiliados, de que algo se está moviendo dentro de España», señala Traseira, que insiste en que la idea de este grupo de literatos era que la poesía «gritase, que contase cosas como que había gente en las cunetas, algo que hoy todavía es doloroso, pero más todavía en aquellos momentos».
Contaban con una ventaja, y era, de nuevo, esa condición sacerdotal de González de Lama que, con su firma, avalaba que todo lo que su publicaba en Espadaña estaba dentro «de la ortodoxia del régimen». «Así logran publicar de nuevo a Lorca, Hernández o traducciones de obras extranjeras», continua Traseira. También cuidaron otros detalles como que Crémer, pese a ser uno de los líderes de la publicación, no apareciera entre los nombres que encabezaban la petición, ya que había sido encarcelado por su vinculación política a los sindicatos. «Utilizan a De Nora, aún estudiante, que era más pausado en apariencia y también incluyen a Rabanal, de una ideología algo más conservadora y con relación con varios políticos de la época en León», detalla.
Así, sale a la luz Espadaña, aunque sin ayudas públicas y mantenida, únicamente, por las suscripciones que llegaban, esencialmente, de exiliados en Latinoamérica y Europa para dar ese aliento de esperanza allende de Pirineos y marcar la poesía de posguerra: «Es un hito de las letras españolas».
El final
Su déficit fue, quizá, el escaso poder de difusión que tenía, puesto que no llegaba a venderse y no era accesible para la ciudadanía en general. «Apenas se editaban 250 ejemplares en cada tirada». Pero, más allá de eso, tuvo un peso y una influencia indudable en la literatura española desde entonces, logrando congregar en sus página a figuras como Vicente Aleixandre, Gerardo Diego o Dámaso Alonso.
Espadaña 'murió' apenas siete años después, en 1951, por un cúmulo de situaciones: «La cuestión política fue cambiando y también las tendencias poéticas. González de Lama tuvo un nuevo cargo en el Obispado que le hizo ser más prudentes, hubo problemas económicos y ese empuje se fue perdiendo. Era muy duro publicar sin ayudas una revista quincenal por un grupo pequeño de personas y, así, se fue difuminando poco a poco».
«Era muy duro publicar una revista quincenal sin ayudas y por un grupo muy reducido de personas»
Su recuerdo, su influencia y su legado han quedado vigentes y sigue estando presente, dejando incluso enseñanzas para la vida diaria: «La lectura que debemos sacar es que se pueden sacar adelante los proyectos pese a que tengas muchos impedimentos y que hay que ayudar y empujar a la gente joven con iniciativa y valor».
Con palabras bien afiladas y rimas con pólvora, un grupo de literatos desafió al régimen franquista sin que este apenas se percatase para mostrar a España y, sobre todo, al mundo, a través de una lectura profunda e inteligente, la realidad de la posguerra.
TITULO: Leyenda del fútbol dice adios - Quince años sin Canito. El rebelde que fue futbolista,.
Quince años sin Canito. El rebelde que fue futbolista.
fotos / El pasado 25 de noviembre se cumplieron quince años de la muerte de Canito, el claro ejemplo del futbolista que acabó de la peor manera tras una carrera más prometedora que consolidada, plagada de extravagancias y excesos.
El legendario Ladislao Kubala, que le hizo debutar con la selección española absoluta y más tarde le entrenó en el Barça, llegó a decir de Canito que «podía haber sido el mejor líbero de la historia del fútbol español». Muchos se atrevieron a compararle con Franz Beckenbauer.
Dotado de un físico privilegiado (1,82 m. de estatura y 80 kg. de peso), destacaba como defensa central o libre y unía clase y grandes facultades físicas: tenía buena colocación y anticipación, no rechazaba el choque y le encantaba salir con el balón controlado, elegante y altivo.
Murió el 25 de noviembre del 2000, con 44 años, en La Pobla de Montornès (Tarragona), en los brazos de su hermana Fina, que es la que cuidó de él en sus últimos meses de vida.
Murió arruinado económicamente y emocionalmente, muy enfermo, prácticamente solo y abrazado al recuerdo del fútbol, que durante mucho tiempo fue el motor que le permitió avanzar por un tránsito vital nada favorable y lleno de obstáculos.
José Cano López, conocido por el diminutivo Canito de su apellido para diferenciarle de otro Cano, más veterano, con el que coincidió en el CF Lloret en sus inicios, nació en Llavorsí, en el pirineo leridano, el 22 de abril de 1956. Su padre (José), un peón albañil, trabajaba en unas obras de aquella zona.
Seguramente, la muerte prematura de su progenitor fue el detonante del comportamiento posterior de Canito.
Con 6 años de edad, su madre (Antonia), incapaz de mantener a toda la familia, le dejó en acogida en el colegio de La Salle de Nuestra Señora del Port de Barcelona, donde creció entre huérfanos y niños abandonados e hizo vida callejera en la Zona Franca de la capital catalana.
Su único contacto con la familia era con un hermano mayor, que también jugó al fútbol, pero esa relación se truncó cuando éste se casó. Más tarde la retomaron, en un intento desesperado para que dejase las drogas.
Nada amante de los libros, dejó los estudios con 14 años. Prefería jugar al fútbol, aunque fuera de manera nada seria. Además, trabajaba esporádicamente, muchas veces haciendo de mozo de carga y descarga de camiones en Mercabarna.
Empezó a jugar al fútbol con el equipo del colegio donde estaba internado. En categoría juvenil, fichó por la Penya Barcelonista Anguera, convencidos sus valedores que rápidamente le captaría el Barça. Pero su rebeldía y falta de compromiso aplazaron su llegada al Camp Nou. En la Penya Anguera cobró su primer sueldo en el fútbol: 500 pesetas por partido.
Destacó en categoría regional con el Club Atlètic Iberia (1973-74), el equipo del barrio barcelonés donde se crió, y con el CF Lloret (1974-75). A pesar de su juventud, gobernaba los equipos desde la defensa.
En el mes de marzo de 1975, con 18 años, el RCD Espanyol le sometió a una prueba con el primer equipo. Le acompañó el extremo goleador Jaume Ventura, también del Lloret. Pero solo les convenció Canito, que ese verano fichó por el RCD Espanyol, tras seducir también al Real Madrid, que se interesó por su situación.
Confirmado su fichaje, el club blanquiazul decidió cederle la temporada 1975-76 a la UE Lleida, de Tercera división, con la intención de que el disciplinado y exigente técnico Juanito Vázquez, inquilino del banquillo leridano, domara su carácter e ímpetu juvenil y encauzase su carrera futbolística.
Pero en Lleida, a pesar de contar con solo 19 años, Canito regaló diferentes episodios extravagantes, que posteriormente serían una constante en su carrera.
En Lleida le llamaban «el pólvora», por su carácter explosivo: acabó volviendo loco al entrenador Juanito Vázquez, a quien destituyó la directiva leridana a media temporada, y se lió a tortas con el periodista local, Lluís Visa, por no estar de acuerdo con la crónica de un partido.
Solo la intervención del directivo del Español, Carlos Carenzi, logró calmar los ánimos y el Lleida reconsideró la intención de devolverle a su club de origen.
El sustituto de Vázquez en el banquillo del Lleida, Jordi Solsona, congenió mejor con Canito, que pretendía ser la estrella dentro y fuera del campo.
En Lleida se sacó el carnet de conducir, sorprendiendo a los más incrédulos con su capacidad intelectual, y echó un pulso a la directiva cuando exigió que le compraran el mismo traje blanco que lucía un directivo para seguir jugando.
Entre las extravagancias que cuentan sus excompañeros del Lleida destacan que, para llamar la atención, era capaz de ir en manga corta en el día más frío del invierno leridano o presentarse con el abrigo más grueso en el día más cálido de verano.
En la UE Lleida Canito jugó 32 de los 38 partidos de liga en el grupo tercero de Tercera división, compartiendo línea con Tanco, posteriormente destacado jugador del Rayo Vallecano y del Sabadell.
Entonces su ídolo referencial era el defensa del Real Madrid José Antonio Camacho, un año mayor que él. Canito soñaba en voz alta: «Quiero ser como Camacho y pasar de jugar en Tercera a Primera división en una sola temporada».
Y lo consiguió. La temporada 1976-77 regresó al Espanyol y el técnico José Emilio Santamaría le hizo debutar en Primera división el 24 de octubre de 1976, con 20 años, en el partido jugado en Sarrià frente al Elche CF (2-0). Canito sustituyó a José Manuel en el minuto 71.
Esa temporada jugó 12 partidos de liga en Primera y marcó 1 gol.
El servicio militar le llevó a jugar con el Cádiz CF la temporada 1977-78, también en Primera división.
Jugando en el Camp Nou con el equipo cadista se atrevió a hacerle un globo a Cruyff, a quien se encargaba de marcar. Era el 19 de febrero de 1978 y el Cádiz arrancó un punto al Barça (1-1).
La temporada 1978-79 regresó de nuevo al Espanyol y Canito se consolidó como un futbolista que enamoró por su potencial. Estaba en plenitud.
Ladislao Kubala le hizo debutar con la selección española absoluta el 21 de diciembre de 1978, en un amistoso en Roma frente a Italia (con derrota 1-0). Sustituyó a Eugenio Leal. Fue su única aparición con el combinado absoluto español.
Canito también fue una vez internacional con la selección española sub-21 (1976); 2 con la selección Amateur (1979), en la fase de clasificación para los Juegos de Moscú; y jugó en una ocasión con la selección B (1981).
Su buen momento deportivo se tradujo también en mayores ingresos económicos y pudo permitirse todos los caprichos que soñó de pequeño: por fin pudo comprarse un coche Seat 1430 metalizado, hacerse trajes exclusivos hechos a medida y alternar en la sala Bocaccio, famoso local de ocio de la Barcelona de la época.
Su vida desahogada y de lujo trascendió y se llegó a decir que Canito estrenaba coche cada mes, novia cada semana y ropa cada día.
Era tal su obsesión por vestir bien que llegó a hacer la apuesta de que vestiría ropa nueva cada día durante una temporada. Y no perdió la apuesta.
Pero ni en los mejores días, Canito se olvidó de sus amigos de las casas baratas, ni de los internados en el colegio de la Salle de Nuestra Señora del Port, a quienes visitaba para hacerles regalos y también para prestar dinero. Su generosidad era tan grande como su inocencia salvaje.
Finalizada la temporada 1978-79, con un Canito pletórico futbolísticamente, el presidente del Barça, Josep Lluís Núñez, se adelantó al Real Madrid y lo fichó al RCD Espanyol, a cambio de un traspaso de 40 millones de pesetas y los jugadores Bío, Fortes y Amarillo.
Con solo 23 años llegó a la cima de su carrera, pero a partir de entonces la caída sería imparable.
Nunca congenió con la camiseta azulgrana, a pesar de que la temporada 1979-80 la empezó de titular y en la segunda jornada de liga le marcó 2 goles al Betis. Los entrenadores Joaquim Rifé, primero, y Helenio Herrera, después, adelantaron su posición al centro del campo y esto le incomodó. Perdió protagonismo y afloró su rebeldía. No se adaptó.
Se hablaba más de sus extravagancias que de su juego. Se acostumbraba a presentar a los entrenamientos con ropa carísima, con sombreros Borsalino y acompañado de sus perros. Su excompañero en el Barça Carrasco explica que algunas veces se entrenó con la camiseta del Espanyol debajo de la azulgrana. Nunca ocultó que su corazón era blanquiazul.
El 20 de abril de 1980 recibió la bronca del Camp Nou tras celebrar ostensiblemente un gol del Espanyol en el campo del Hércules anunciado en el marcador.
Canito jugaba de titular contra el Athletic, en un partido muy trabado para el Barça, que acabó ganando 1-0, con gol de Simonsen de penalty, y la afición no entendió que el defensa aplaudiese y festejase de manera exagerada, desde el centro del campo, el gol de Morel en Alicante, que ayudaba al Espanyol en su objetivo de evitar el descenso a Segunda división.
La temporada 1980-81 fue su última temporada en el Barça, primero con Kubala en el banquillo y posteriormente otra vez con Helenio Herrera. Solo jugó 6 partidos de liga. Ese curso ganó el único título en su carrera futbolística, la Copa del Rey.
El 3 de diciembre de 1980 empezó a despedirse del cuadro azulgrana cuando, en el partido de vuelta de la Copa del Rey, en el Camp Nou, contra la UE Lleida, le expulsaron en el minuto 7, con tarjeta roja directa, por una dura entrada a un rival. En el momento de abandonar el campo, el público le silbó y él respondió desafiante aplaudiéndoles.
El Barça le expedientó y Helenio Herrera le puso definitivamente la cruz por su indisciplina y falta de compromiso.
En el verano de 1981 se produjo su tercer y último regreso al Espanyol, propiciado por el traspaso del portero Urruti al Barça.
Su última etapa en el equipo de Sarrià empezó con una anécdota que ejemplifica el carácter más infantil que malévolo de Canito: el 7 de junio de 1981, en la final del Trofeo Ibérico disputado en El Vivero de Badajoz, entre el At. Madrid y el Espanyol (4-1 para los colchoneros), se sintió tan agraviado por su expulsión que, al final del partido, entró en el vestuario arbitral y puso a remojo toda la ropa de calle del árbitro Ausocua Sanz y de sus auxiliares.
Pero en el cuadro blanquiazul coincidió con otro entrenador que no aceptó sus desplantes, José María Maguregui, con el que nunca congenió y aceleró su marcha del club de su vida al final de temporada.
Entonces fichó por el Real Betis Balompié, donde jugó 2 temporadas en Primera división (1982-84). En Sevilla se casó en la catedral y dio muestras de su generosidad enfermiza: en un conocido restaurante, muchos fueron a comer con la cuenta a cargo de Canito; y una mañana pidió cambio de 5.000 pesetas en billetes de 100, que dio a cada niño que se le acercó a pedir un autógrafo.
Pero también fue capaz de pelearse con un jugador juvenil bético durante un partido de entrenamiento o con un aficionado que le recriminó alguna acción desde la grada.
Marchó del Betis, sin cumplir las 3 temporadas que tenía de contrato, porque no se sentía suficientemente querido y no entendía que el público valorase más a su compañero Mantilla que a él.
Le dejaron a deber 15 millones de pesetas. Al cabo de un año le avisaron del Betis que podía ir a cobrarlos. Se presentó en Sevilla y, al ver que solo le pagaban 14.300.000 pesetas, se enfadó y rompió el cheque en mil pedazos. El Canito de los excesos.
Su último equipo en España de Primera división fue el Real Zaragoza (1984-85), que le fichó a última hora como relevo de urgencia del defensa internacional Salva. No tenía ficha. Era el único jugador de la plantilla que solo cobraba un sueldo mensual de 110.000 pesetas. El club maño se curó en salud por sus antecedentes disciplinarios.
Su mala relación con el entrenador Enzo Ferrari, con el que casi llegó a las manos, precipitaron su marcha del club.
Una muesca más en su trayectoria de pésima sintonía con la mayoría de entrenadores que le dirigieron.
En total, Canito jugó un total de 179 partidos de liga en la Primera división española, repartidos entre 5 equipos: RCD Espanyol (1976-77, 1978-79 y 1981-82, 74 partidos), Cádiz CF (1977-78, 20 partidos), FC Barcelona (1979-81, 25 partidos), Real Betis Balompié (1982-84, 54 partidos) y Real Zaragoza (1984-85, 24 partidos).
Tras su paso por Zaragoza, Canito decidió abandonar el fútbol español, argumentando que presionaba demasiado a los jugadores profesionales, y emigró al fútbol portugués para jugar una temporada en el CF Os Belenenses (1985-86).
De regreso a España empezó su descenso a los infiernos. Con 30 años, su físico ya no respondía y pasó con más pena que gloria por los clubes que le promocionaron en sus inicios: lo intentó primero en el CF Lloret, de Tercera división, donde tenía una ficha de 800.000 pesetas, toda una fortuna para la categoría, pero no acabó la temporada 1986-87. El Real Murcia de Kubala intentó recuperarlo para el fútbol profesional, pero sin éxito. Y su último equipo fue el del barrio, la Gimnástica Iberiana (1987-88), donde ya era una sombra de lo que fue.
A partir de los 33 años, sin el timón del fútbol al que agarrarse, la vida de Canito discurrió por el alambre. El coqueteo inicial se convirtió definitivamente en dependencia de las drogas y del alcohol.
Abandonado por su mujer y sus supuestos amigos se quedó solo y completamente arruinado: invirtió en pisos y videoclubs que tuvo que malvender muy mal asesorado.
Quizás fuera más fantasía fanfarrona que realidad, pero en su momento presumió de haber tenido más de 200 millones de pesetas en el banco.
Extremadamente generoso con sus amigos, muchos le traicionaron cuando su vida tocó fondo y encontró muy pocos apoyos.
Recurrió a algunos excompañeros del fútbol para poder comer y pagarse una pensión y saciar sus vicios cada vez más destructores con un cuerpo otrora atlético.
Muchas noches las tuvo que pasar en algún banco de las calles de Barcelona, durmiendo entre cartones y periódicos para protegerse del frío y habiendo ingerido solo grandes cantidades de Coca Cola, como estimulante para sustituir la droga cuando no tenía dinero para comprarla.
En enero de 1996, cuatro años antes de morir, reconoció a la revista Interviu sus excesos. Bajo el desgarrador titular «Pido una oportunidad para poder sobrevivir» explicaba: «He tomado todo lo que se puede tomar (…) Desde los 33 a los 35 años me metía de todo en el cuerpo, hasta alucinógenos. Me daban seguridad en la vida, porque las palabras me salían solas y me ayudaba a que las mujeres me escucharan (…) No tengo muchas esperanzas en el futuro, me siento pesimista. Mi panorama es muy negro. Por la mañana me levanto temprano, busco trabajo y algo para comer y pagar la pensión».
El FC Barcelona atendió su petición de auxilio y, a través de su Agrupación de Exjugadores, le sufragó primero una pensión en la calle Escudellers de Barcelona y posteriormente, visto su grave problema de drogadicción, concertó su ingreso en centros de la asociación Egueiro en Valls y Santes Creus, pero sirvió de muy poco porque, a pesar de su deterioro físico, con gravísimos problemas de circulación en sus piernas, Canito continuaba siendo un díscolo indisciplinado imposible de controlar.
Pocos meses antes de morir se fue a vivir con su hermana Fina, en una casa de una urbanización de La Pobla de Montornès, a unos 20 kilómetros de Tarragona.
Las agrupaciones de exjugadores del FC Barcelona y del RCD Espanyol aportaban cada una 15.000 pesetas al mes, que ingresaban en la cuenta de su hermana, para ayudar en la manutención de su exfutbolista.
Canito falleció con 44 años el 25 de noviembre del año 2000. Murió entre los brazos de su hermana Fina. A las dos y media de la tarde empezó a encontrarse mal mientras estaba comiendo. Se levantó de la mesa y llamó a su hermana quejándose que le dolía la garganta. Fue el último gesto del rebelde que fue futbolista.
TITULO: Domingo
- 16 - Junio - LA SEXTA TV - Ambulancias, en el corazón de la
ciudad - Tensión mundial en torno a Gaza ,.
El domingo - 16 - Junio , a las 21:30 por La Sexta, foto,.
Tensión mundial en torno a Gaza,.
Oryon Hernández Redoux era un ciudadano francomexicano que fue secuestrado con su pareja en el festival Nova,.
Una operación conjunta de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) y el Shin Bet, el servicio de seguridad interior, ha permitido recuperar el cadáver de tres personas secustradas por Hamás el 7 de octubre, cuando los terroristas palestinos asaltaron el sur de Israel y asesinaron a 1.400 personas. Uno de los cuerpos encontrados es el de Oryon Hernandez-Redoux, el novio de la joven alemana Shani Louk. Las imágenes de esta joven, semidesnuda, inconsciente y sin que los terroristas dejaran de golpearle y escupirle en la trasera de un 'pick up' se convirtió en un icono de la barbarie que se desató el día del ataque a Israel.
Oryon Hernandez-Redoux, de 30 años, y Shani Louk, de 22, habían viajado juntos al festival por la paz Nova, celebrado en la localidad de Reim y en el que se produjo uno de los primeros ataques de los terroristas de Hamás. Muchos de ellos llegaron hasta el recinto de los conciertos en parapentes motorizados y allí comenzaron a abrir fuego contra los jóvenes. Posteriormente, otros activistas procedentes de Gaza se acercaron en vehículos hasta el lugar y allí continuaron con la matanza, llevaron a cabo violaciones y posteriormente secuestraron a supervivientes, muchos de ellos heridos.
Shani Louk se convirtió en un icono de ese horror. Las imágenes que la mostraban inconsciente mientras la vejaban e insultaban dieron la vuelta al mundo. Tanto ella como su novio desaparecieron en la red de túneles de Gaza, junto con otros casi 250 rehenes. Tres semanas después de este ataque, el Ejército israelí desveló que Shani estaba muerta porque habían encontrado restos de su cráneo. Según aseguró entonces el Gobierno de Tel Aviv, la mujer fue decapitada después de que la hubiesen asesinado de un disparo en la nuca. De su novio, un joven francomexicano que residía en el país centroamericano, sin embargo, se carecía de cualquier información.
Las noticias vinculadas con el secuestro de la pareja comenzaron a aparecer con cuentagotas en la prensa israelí. Una de las noticias que se difundió en noviembre fue que uno de los secuestradores de Shani falleció en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad israelíes. Desde esa fecha, el caso pasó a un segundo plano, ante la intensidad de los ataques israelíes en Gaza. En enero, la madre del joven desaparecido, Marie-Pascale Radoux, un pintora residente en Toulouse, hizo público un comunicado en el pedía a Hamás que «cuidara» de su hijo, porque tenía problemas de salud desde hacía años.
Un premio polémico
En marzo, el Instituto de Periodismo Reynolds, vinculado a la Universidad de Missouri, concedió el premio de fotoperiodismo Picture of the Year (POY) a Ali Mahmud, el fotógrafo de Associated Press que había tomado la imagen de Shani Louk en la furgoneta con los terroristas de Hamás. Este galardón desató una fuerte controversia. Por un lado, en Israel se ponía en duda el papel de algunos fotógrafos de prensa, ya que entendía que conocían el ataque del grupo terrorista y habían actuado con la complicidad de los invasores.
Pero la familia de la joven se dividió por este premio, atrapada en un debate que no tiene una respuesta clara sobre las imágenes de las víctimas, el dolor que producen a sus familia y la necesidad de mostrar la crudeza de las acciones de los criminales. Nissim, el padre de Shani Louk, apoyó que se le hubiera concedido el premio a la instantánea en la que aparecía su hija torturada. «Es un símbolo de lo que ha pasado y servirá para la memoria de las generacines venideras», declaró. Pero la madre, Ricarda, señaló que estaba horrorizada y que aquel premio le obligaba a revivir el trauma.
Hace una semana, el portavoz de las FDI, Daniel Hagari, confirmó que en una operación especial se había conseguido recuperar el cuerpo de Shani Louk, junto con el de otras dos personas secuestradas, también asesinadas. Con respecto a estos dos cadáveres, Hagari aseguró que Hamás estaba intentando hacer ver que seguían con vida para «hacerlos pasar por rehenes en las negociaciones». Aunque no se sabe de manera oficial cómo se produjo el rescate de estos cuerpos, en distintos medios israelíes se ha asegurado que se encontraban en un túnel excavado por Hamás en el campo de refugiados de Jabaliya y que se recuperaron tras un intenso combate.
121 secuestrados
Las operaciones para recuperar los cadáveres continuaron. En una de ellas, de la que todavía no se conocen las circunstancias, una unidad militar acompañada de los agentes del Sin Bet localizó tres cuerpos de rehenes. Uno de ellos era Oryon Hernández-Redoux. Por el momento se ignora desde cuándo estaba muerto y en qué circunstancias se localizó su cadáver.
El hallazgo del cuerpo del novio de Shani Louk fue comunicado a su familia en Francia. El presidente Emmanuel Macron hizo público un comunicado en el que mostraba sus condolencias a la familia y aseguraba que su Gobierno está comprometido en el rescate de los ciudadanos franceses que siguen en poder de Hamás. Según el Ejército israelí, de las 250 personas que Hamás secuestró el 7 de octubre, 121 continúan en su poder. De ellas, se sabe que 37 están muertas.
TITULO:
CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - Golf - Olazabal demuestra otra vez que es el caballero del golf ,.
CAFE GIJON,.
Café Gijón - foto,.
MANZANAS VERDES - Golf - Olazabal demuestra otra vez que es el caballero del golf ,.
MANZANAS VERDES - Golf - Olazabal demuestra otra vez que es el caballero del golf . , fotos,.
Golf - Olazabal demuestra otra vez que es el caballero del golf,.
Rahm metió el putt del 18 y entró en la vorágine de Augusta para agasajar al campeón; casi no hay espacio para la improvisación,.
Jon Rahm y Olazabal,.
Jon Rahm se quitó la visera y saludó con ella camino del green del 18 del Masters de Augusta para dar las gracias a los miles de aficionados que le esperaban para rendirle pleitesía y que le habían apoyado durante el recorrido. Cuando embocó y certificó oficialmente con ese golpe un torneo que ya tenía en el bolsillo varios hoyos antes, miró emocionado al cielo, soltó la adrenalina y buscó a su familia para compartir con ella un momento para la historia.
Había ganado el Masters, el segundo Grande tras el US Open de 2021, y entraba a formar parte del club de los elegidos. Su padre, Edorta, su esposa, Kelley, y sus dos hijos, Kepa y Eneko, se acercaron para estar con él y ser partícipes de un instante que quedará grabado en su memoria para siempre. Después, había que presentarse en la casa club para firmar la tarjeta que le había convertido en leyenda.
Cuando se dirigía a la sede del Augusta National se cruzó con José María Olazabal, ganador del torneo en 1994 y 1999. Fue un encuentro muy emotivo. Enfundado en su chaqueta verde, el de Hondarribia, quien disputó las dos primeras jornadas de esta edición y no tuvo opciones de superar el corte, se fundió en un gran abrazo con el golfista y le felicitó sin cesar, como si el triunfo lo sintiese como suyo.
La escena simbolizó la transmisión de valores entre dos generaciones que han llevado el golf a lo más alto con nada menos que seis triunfos en este santuario de Georgia. El español ya había coincidido con el número uno del mundo en la cancha de prácticas y le había dicho sin tapujos que le veía en unas condiciones inmejorables para levantar el trofeo. De hecho, decidió quedarse hasta el domingo por si Rahm seguía su estela.
Después, tras chocar sus manos con cientos de aficionados que querían felicitarle al otro lado de las cuerdas que protegen a los jugadores, el vizcaíno desapareció entre una marea de socios de uno de las entidades más exclusivas de Estados Unidos. Había empezado la liturgia del campeón y ya no había espacio para la improvisación. Primero había que atender a la cadena con los derechos televisivos y tomar imágenes en un pequeño despacho en las que se ve cómo Scottie Scheffler le pone la chaqueta verde a uno de sus principales rivales en los campos.
Minutos después se repitiría este gesto pero con más boato en los aledaños del emblemático hoyo 18, en esta ocasión con la presencia de todos los patronos y los familiares del ganador. «Aita, menos mal que has venido, si no llegas a venir, ufffff, no sé», le dijo Jon a su padre desde un atril.
Las obligaciones del campeón
La chaqueta verde es de lana y poliéster y se confecciona en una sastrería de Ohio, mientras que los botones se hacen en Massachussets. El escudo es de Carolina del Norte. Muy al estilo de Augusta, también hay reglas que deben cumplir los golfistas que la consiguen. Algunos rompieron el protocolo y se las llevaron a sus casas al entender que les pertenecía, pero la normativa del club establece que sólo pueden disfrutarla durante doce meses y no se puede usar en actos públicos. Después, hay que devolverla. Para evitar este tipo de problemas, los rectores de Augusta autorizaron que se hicieran réplicas de las prendas para que los jugadores las puedan tener para siempre como símbolo de su éxito en el Masters. La que le pusieron a Rahm le quedaba como un guante. Antes la vistieron Ballesteros, Olazabal y Sergio García.
Fue el charmain Fred Riley el encargado de dirigir una ceremonia en la que también se le hizo entrega al de Barrika del trofeo que le acredita como vencedor y a la que siguió un ágape con los socios. Es una réplica a pequeña escala de la formidable casa club de estilo sureño que preside el campo junto a un roble centenario desde el que se divisa casi todo el recorrido. Como nuevo campeón, Rahm se ha gando el derecho a jugar el torneo de por vida. Pero también tiene obligaciones. El próximo año deberá ejercer de anfitrión en la tradicional cena de campeones que se celebra en vísperas de la disputa del torneo. Y, por lo que dijo ante los medios de comunicación, su idea es que los jugadores prueben algunos platos del recetario vasco. «El cocinero José Andrés me va a dar la tabarra todo el año, espero que me ayude», dijo con sorna.
TITULO: LA AVENTURA DEL SABER TVE - Renovables sí, pero no así ,.
Renovables sí, pero no así ,.
Autoconsumo eléctrico ,.
El primer trimestre de 2024 revela una caída del 24% en el ritmo de la instalación, estancado por la bajada de los precios de la energía y la retirada de las ayudas europeas. Pero la principal causa para desistir de esta medida de ahorro no tiene que ver con su coste,.En España, el autoconsumo eléctrico es de chalé. Las placas solares no terminan de hacerse un hueco en las comunidades de vecinos: vivir en un piso y tener que compartir la propiedad de forma horizontal es, de hecho, el principal obstáculo para que se lleven a cabo la instalación de esta tecnología y dar un paso para ser más ecológicos y, de paso, rebajar la factura de la luz.
Así lo revela el estudio 'InformeSolar. Radiografía del Autoconsumo en España 2024', elaborado por SotySolar, con la colabrión de la Unión Española Fotovoltaica (Unef) y Aiko Energy. Según las conclusiones alcanzadas en este trabajo, hoy en día el 78% de los dueños de viviendas en España descarta pasarse al autoconsumo eléctrico. Y entre las causas, el tener que plantearlo a la comunidad y lidiar con los vecinos es la principal (más del 40%), seguido del desembolso económico que supone.
Este dato no sorprendería si se tiene en cuenta que cerca del 70% de la población vive en pisos en España y el resto en viviendas unifamiliares. En estas viven la mayoría de los particulares, un 22%, que sí han decidido instalar placas solares como medida de ahorro energético.
De este porcentaje, el 5% ya tiene instaladas placas solares en su vivienda unifamiliar o piso, con una antigüedad entre 1 y 4 años. Del resto, el 17% son potenciales consumidores de energía solar, ya que se plantean seriamente su instalación o están ya en proceso de hacerlo. El resto, ese 78% citado al inicio no se lo plantea por diferentes motivos.
5% placas solares
Es el porcentaje de hogares que ya obtiene energía fotovoltaica con una instalación de entre uno y cuatro años de antigüedad.
Esto, más que una anécdota, es un problema para el despliegue de la fotovoltaica particular en un país con tantas posibilidades como España, a pesar de las distintas legislaciones que se han puesto en marcha para, no solo favorecer estas instalaciones, sino para exigirlas.
Así lo reconocen los autores del citado estudio, el mayor y más actualizado elaborado hasta ahora sobre la materia. «El interés es diferente según tipo de vivienda: los propietarios de pisos muestran menor interés que los de viviendas unifamiliares. Esta diferencia va muy de la mano con la falta de información acerca de las posibilidades de instalación en las comunidades de vecinos y bloques de viviendas, que suponen aproximadamente el 70% lo que, sin duda, retrasa la penetración de las renovables en el parque de vivienda español».
Ahora bien, los datos revelan que no es falta de interés. Casi la mitad querría disfrutar de este recurso. Pero no se lo plantea por diversas razones. Un 44%, como se citaba al inicio, dice que el tener que lidiar con la aprobación de la comunidad actúa como una pre barrera a la instalación. Cuando ya la decisión se tiene que tomar en común, y las placas son instaladas para todos, la cosa se complica aún más.
«Este documento pone el foco en la necesidad de adecuar el autoconsumo doméstico a la realidad del modelo urbano de nuestro país, con tantas comunidades de vecinos. Para que podamos alcanzar los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, es fundamental desbloquear el autoconsumo colectivo y para ello, comercializadoras, distribuidoras e instituciones públicas deben de estar alineadas para ofrecerle a la ciudadanía una alternativa realista y eficiente al modelo energético actual», reivindica José Donoso, director general de Unef, que representa a la mayoría de las empresas españolas del sector, con unos 800 miembros.
«Es necesario adecuar el autoconsumo doméstico a la realidad del modelo urbano de nuestro país»
foto / José Donoso
Dr. Gral. Unef
En esta realidad entra en juego otro de los aspectos que han analizado también desde SotySolar, esto es, el grado de información que manejan los consumidores con respecto a las necesidades, oportunidades y trámites que conllevan estas instalaciones. Porque la mitad de los encuestados dice sentirse interesado, pero a la vez confiesa manejar poca información adecuada.
Concretamente, con respecto a las comunidades de vecinos, ocho de cada diez desconocen la posibilidad de realizar la instalación sólo con el beneplácito de un tercio de los vecinos para uso particular. «Una vez cuentan con esta información, el 63% entonces lo considera interesante».
«La percepción generalizada es que carecen de suficiente información para dar el paso en un tema tan crucial. Creemos que es clave educar a la sociedad acerca de las posibilidades existentes para que realmente sea posible acometer este cambio tan necesario hacia las renovables para dejar de lado los combustibles fósiles y avanzar en materia de sostenibilidad», apunta Daniel Fernández, co CEO y co fundador de SotySolar.
Tras la comunidad, el precio
El segundo freno es el desembolso económico inicial que supone. Sobre este tema, también recuerda el estudio que, en general, no se conoce con detalle qué tipos de ayudas públicas existentes. «Apenas el 6% indica estar bastante o muy informado, frente al 73% cuyo conocimiento es poco o nulo», concluye la encuesta.
Actualmente hay ayudas y beneficios derivados de la instalación de placas solares fotovoltaicas, como desgravaciones de hasta el 60% en el IRPF de la instalación y reducciones en el pago del IBI de hasta un 50%, así como subvenciones en algunas comunidades autónomas. Pero estas, valora Fernández, «no generan una gran movilización a la instalación».
30% desaceleración
Es el porcentaje de bajada del ritmo de instalación de fotovoltaica que demuestra el sector industrial, el que más se resiente.
Sobre las ayudas, la Unef señala que es uno de los motivos de que el primer trimestre de 2024 haya arrojado un resultado negativo para la expansión del autoconsumo fotovoltaico en España. El ritmo de instalaciones cayó un 26%.
Recuerdan desde la asociación que esta tendencia se debe entender como la fluctuación natural de un sector que en los dos últimos años vio impulsado su crecimiento -hasta un 100%- por una situación coyuntural de altos precios de la energía y por las ayudas contempladas al autoconsumo dentro de los Fondos de Recuperación de la COVID-19.
«La pérdida de la percepción de altos precios de la energía por parte de la ciudadanía, así como la reducción del poder adquisitivo de las familias debido al aumento de la inflación, junto con el agotamiento de las ayudas de los Fondos de Recuperación motivan estos datos», valora Donoso.
«La percepción generalizada es que carecen de suficiente información para dar el paso en un tema tan crucial; creemos que es clave educar a la sociedad»
foto / Daniel Fernández
SotySolar
Ahora, reclaman, toca trazar una nueva hoja de ruta que permita seguir creciendo en autoconsumo, sobre todo, cuando los datos del primer trimestre de 2024 ofrecidos ayer por Unef reflejan un parón, especialmente acusado en el sector industrial. Es el que más se resiente, con una desaceleración del 30% en ritmo de instalación respecto al 2023, seguido del comercial con un 22% menos y del doméstico, que sufre una caída más moderada, de un 15%.
Agotadas las ayudas europeas, proponen adoptar otras medidas como las desgravaciones fiscales, siguiendo el ejemplo de países como Alemania y el Reino Unido, que ya aplican un IVA del 0% a estos proyectos; o mejorar en la gestión administrativa de los mismos, que suelen tener importantes retrasos.
El ahorro en la factura y no el ecologismo, la motivación
Tras el auge de la instalación de placas solares en viviendas y empresas del pasado año había una motivación relacionada, a todas luces, con el ahorro económico, después de que se disparasen los precios de la energía. El ahorro en la factura de la luz fue la principal motivación de los propietarios que optaron por la fotovoltaica. La sostenibilidad, ser más ecologista, emitir menos CO2 o dejar de quemar combustibles fósiles para generar electricidad o calor eran cuestiones relegadas a un segundo plano. Esta fue una de las conclusiones alcanzadas por el citado estudio sobre autoconsumo de Unef y SotySolar. «El ahorro económico y la reducción del consumo tiene la mayor capacidad de movilización, representando un 60% y un 40% respectivamente. En un segundo escalón se sitúan motivos relacionados con la sostenibilidad», concluyen. Algo que, tal y como recuerda Daniel Fernández, tampoco es de extrañar si se tiene en cuenta que «el español medio ya destina el 8% de su salario a pagar la energía de su hogar».
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