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NEGOCIOS & ECONOMIA - Bruselas prevé una caída de las pensiones respecto a los salarios del 23% con la reforma ,.
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Bruselas prevé una caída de las pensiones respecto a los salarios del 23% con la reforma,.
Este déficit alcanzará el 3,1%, el doble de lo que estimaba Escrivá y seguirán sin cubrirse los ingresos necesarios. La UE cree que era mejor el anterior sistema aprobado por el PP. El cuarto pago de los fondos europeos ligado a la segunda parte de la reforma podría estar en el aire,.
Varapalo de la Unión Europea a la reforma de las pensiones impulsada por el ex ministro de Seguridad Social -ahora de Transformación Digital y Función Pública-, José Luis Escrivá, que no asegura la sostenibilidad del sistema -sino todo lo contrario-, multiplica por dos el déficit del sistema previsto y no garantiza los fondos necesarios para cubrir las pensiones durante los próximos 25 años. Así lo advierte la Comisión Europea en su Informe de Envejecimiento de 2024, en el que constata que "las medidas adoptadas en 2021 y 2023 conducen a un aumento del gasto público en pensiones de 3,3 puntos porcentuales del PIB en 2050 y de cinco puntos porcentuales en 2070". Por tanto, España será el país de la UE con el mayor aumento del gasto en pensiones por culpa de las medidas adoptadas en la reforma que, según apunta el informe, supondrán "un incremento del gasto de hasta 4,6 puntos porcentuales del PIB en todo el periodo de proyección", que alcanza hasta 2070.
Pone especial énfasis en sus críticas en la decisión del Gobierno de indexar la subida anual de las pensiones en base al IPC y, sobre todo, la eliminación del factor de sostenibilidad de 2023 por el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), porque "no compensa ni garantiza" la sostenibilidad a largo plazo del sistema, ni siquiera con la revisión del periodo de cómputo de la cotización. "El nuevo régimen de bonificación/penalización y el correspondiente aumento de la edad efectiva de jubilación compensan parcialmente este aumento, pero el resto de las medidas adoptadas aumentan el gasto", indica el documento.
Por ello, los expertos dejan en el aire la última parte de la reforma de este sistema ligada al cuarto pago de más de 10.000 millones de euros del plan de recuperación, todavía pendiente de aprobación por parte de la Comisión y de cuya evaluación, que llegará el 20 de mayo, se empieza ya a dudar.
Pero esta desconfianza no llega sólo del lado del gasto, sino también de la parte de los ingresos del sistema de pensiones. El informe apunta que crecerán 1,7 puntos porcentuales hasta 2050 y 1,1 puntos hasta 2070, principalmente por el aumento de contribuciones por parte de trabajadores y de sus empresas derivado del nuevo MEI, el nuevo sistema de cotización para autónomos, la cuota de solidaridad y la subida de las bases máximas de cotización. Estas contribuciones al sistema representarán un 14,6% del PIB en 2050 y posteriormente retrocederán hasta el 14% en 2070, porcentajes insuficientes para cubrir los gastos del sistema, por lo que el informe calcula que el déficit del sistema alcanzará su nivel más alto en 2053, hasta el 3,1%, el doble de lo que estimaba Escrivá, en torno del 1,5%, para después estabilizarse al 2,7%.
El golpe de los expertos de la Comisión Europea es doble al Gobierno, ya que además de advertir sobre la insostenibilidad de las finanzas del nuevo sistema en su proyección a largo plazo con las condiciones aprobadas por Escrivá, defiende que el anterior sistema -impulsado por el anterior Gobierno de PP- obtendría mejores cifras. Así, tal y como estaba previsto con el anterior índice de revalorización -el denominado IRP-, si se aplicara una revalorización prevista del 8,5% en 2023 y que el factor de sostenibilidad de la reforma de 2011 entrara en vigor desde el pasado año -además de otros cambios previstos-, el gasto en pensiones en este escenario alternativo -es decir, sin la reforma de 2021 y 2023 y con las medidas de la de 2011- alcanzaría su nivel más alto en 2044 -un 14,2% del PIB-, bajaría hasta el 14% en 2050 y retrocedería después hasta un 11,7%.
Por contra, según los cálculos de la Comisión Europea, con la reforma de Escrivá el gasto en pensiones se disparará hasta el 17,3% en 2050 y después caerá hasta el 16,7% en 2070, un incremento hasta 2050 que se explica por el "rápido" envejecimiento de la población española y la jubilación de la generación del 'baby boom', que se vería mínimamente compensado por el crecimiento de los salarios y por la mayor tasa de empleo, y que la reforma no ha sabido con equilibrar.
España ha recibido también la mayor revisión al alza en la previsión de todos los gastos relacionados con el envejecimiento en el periodo 2022-2070, con un aumento de hasta 6,5 puntos porcentuales, con una especial incidencia durante la primera parte del periodo de previsión -hasta 2045-, en nuestro país seguirá liderando este dudoso ranking, con casi 4 puntos porcentuales del PIB, muy por delante de los países que le siguen (Lituania, Eslovenia, Portugal, Eslovaquia, Chipre y Luxemburgo), que sufrirán un incremento de entre 2,5 y 3 puntos del PIB.
Los expertos de la UE explican que este incremento del gasto es debido al "rápido" envejecimiento de la población española causada por la generación 'baby boom', que acelerará su jubilación y marcará la tendencia demográfica durante las dos próximas décadas, cuyos efectos "no cesarán" hasta más allá de 2050, fecha en la que progresivamente dejarán de tener efecto en el gasto en pensiones.
Ayer mismo, el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, defendió en un encuentro europeo que España está "en una fase de despliegue de la reforma de las pensiones y de evaluar los efectos y, hasta el momento, podemos ver que estaba bien orientada y está dando buenos resultados".
TITULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON - «Kategate»,.
«Kategate»,.
La falta de una explicación razonable a la misteriosa operación de la princesa alimenta las especulaciones,.
foto / Kate,.
En los anales de los desastres de comunicación de la familia real británica no está claro en qué posición quedará lo que ya se conoce en Reino Unido como el «Kategate». No está claro, entre otras cosas, porque el escándalo no ha terminado. Nadie, salvo su círculo más cercano, sabe con exactitud qué le pasa a Kate, pero lo que intuimos es que es algo que se está tratando de ocultar deliberadamente a la opinión pública.
El intento fallido de la princesa de Gales de publicar un retrato familiar de sí misma y de sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis, para celebrar el Día de la Madre manipulando digitalmente la imagen se ha convertido en un torpedo en la línea de flotación de la credibilidad de la monarquía británica y ha dado pie a todo tipo de teorías sobre cuál es el estado de salud real de Kate. La fotografía, que sufrió por lo menos tres alteraciones, se había convertido en una especie de «prueba de vida» de la princesa de Gales con la que se pretendía acallar los rumores surgidos durante los dos meses que llevaba desaparecida tras haber sido sometida a una misteriosa «cirugía abdominal programada» de la que se informó con posterioridad, en lo que fue un comportamiento inusual en las relaciones públicas de los Windsor. El retrato de los hijos riéndose a carcajadas provocó el efecto contrario al deseado. La imagen idílica en lugar de tranquilizar a la opinión pública sobre la recuperación de la princesa generó inquietud y enfado.
En los titulares de la prensa británica vuelve a aparecer el nombre de la supuesta amante del príncipe Guillermo, la marquesa Rose Hanbury, con la que se le relaciona desde 2019. La falta de una explicación sobre las causas de la operación abdominal que mantiene a Kate alejada de sus compromisos reales hasta después de Semana Santa alimenta todo tipo de especulaciones sobre qué ha provocado en realidad su baja temporal.
El veterano periodista y autor de «La última reina», una biografía de Isabel II, Clive Irving, decía en «Financial Times» que los príncipes de Gales han cometido un error clásico. Dar algo de información sin ser lo suficientemente transparentes. Eso, concluía, siempre termina en insatisfacción. La peor política de comunicación es la no comunicación. Pero fiel al lema «no te quejes, no expliques», el Palacio de Kensington se ha negado a publicar la imagen original de la princesa y sus hijos como medida para restablecer la confianza de sus ciudadanos ante las habladurías.
Este embarazoso episodio se produce, además, en un momento especialmente delicado para los Windsor. Desde febrero, el rey Carlos III, de 73 años, permanece apartado de la agenda pública para tratarse de un cáncer inespecífico y del que tampoco sabemos el pronóstico. El próximo 6 de mayo se conmemora el primer aniversario de su coronación y lo que en otro momento hubiera sido una fecha señalada de celebración ahora apenas se menciona. Tras siete décadas de «la roca», Isabel II, la monarquía británica parece desnortada. Los tres pilares de la casa real están por una razón u otra fuera de juego. Carlos III, enfermo; Guillermo, el heredero, a medio gas, y Catalina, la princesa, convaleciente. El peso de la corona recae ahora sobre la reina Camilla. Si Diana levantase la cabeza.
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