LAS MANZANAS RICAS, LAS AVELLANAS - Sánchez desdeña por «incoherente» la invitación de Rivera a entenderse, fotos,.
Sánchez desdeña por «incoherente» la invitación de Rivera a entenderse,.
Ha ironizado con que el líder de Ciudadanos parece que ha levantado el castigo si el PSOE «se porta bien»,.
Rivera, que en las anteriores elecciones cerró la puerta a los pactos con Sánchez y que tachó a los socialistas de «banda», se muestra ahora dispuesto a negociar para superar la parálisis política. Un giro sustancial en su estrategia pero que solo mereció el desdén del líder socialista. «Dice (Rivera) que gobierna con el PSOE, pero si suma más escaños con el PP y la ultraderecha, echa al PSOE y sigue gobernando con las derechas», apuntó ante el jolgorio de los asistentes. «Todo un ejemplo de coherencia», remachó.
Sánchez explicó que en las negociaciones posteriores al 28-A no pidió «el apoyo de Ciudadanos», solo que «respetara» el resultado y permitiera gobernar al ganador. Además, subrayó, en ningún caso iba a pedir el respaldo de «un partido que pacta con la ultraderecha».
El líder socialista echó por tierra de esa manera el giro en el guion de Rivera, que en realidad no se refirió a la posibilidad de un Gobierno de coalición. La idea de un Ejecutivo conjunto la reserva como oferta a Pablo Casado en caso de que los números cuadren en la derecha tras los comicios. Pero si este plan resulta inviable y el PSOE reedita su victoria, los liberales esta vez aceptan colaborar en el desbloqueo.
TITULO: LA MANTA LANA - LUKE, LUKE, - Casado vincula al PSOE con la crisis y presenta al PP como la solución económica,.
LA MANTA LANA - LUKE, LUKE, - Casado vincula al PSOE con la crisis y presenta al PP como la solución económica,. , fotos,.
Casado vincula al PSOE con la crisis y presenta al PP como la solución económica,.
El líder de los populares se apoya en el legado de Rajoy y Aznar para sostener la credibilidad de su oferta y advierte de «España no podría soportar» otro retroceso económico con los socialistas en Moncloa,.
Esa ha sido la idea fuerza de la intervención de Casado. Una hora de gráficos, cifras y recursos visuales sobre el «legado de Sánchez» para advertir de que el país no «podría soportar» otro ciclo económico negativo con el PSOE en la Moncloa. «España nos necesita de vuelta en el Gobierno para evitar la crisis», ha defendido ante los suyos.
Se mide hasta la intensidad. Casado, y así lo corroboran fuentes del PP, va a procurar en las próximas semanas no resultar catastrofista. Si bien avisa de datos de paro o de señales que consideran preocupantes, hay un intento de no caer en la alarma. Creen en la dirección que basta con identificar a los populares con el despegue económico o con haber «evitado el rescate» de la UE y asociar al PSOE a términos como «impuesto, paro, crisis, bloqueo, intervencionismo, precariedad, retroceso y reparto de pobreza».
Esas son las palabras escogidas hoy por Casado en la inauguración del cónclave. Los dirigentes populares sostienen que este es el camino que llevará a incrementar las posibilidades del PP el 10-N, ahora que, además, las encuestas recogen una tendencia al alza. «Templanza», aseguran, y un discurso alejado de la «desmesura» que podría castigarse de nuevo en las urnas.
Búsqueda de la centralidad
En los últimos días, el partido de Casado había dejado ya antiguas urgencias como la del 155 en Cataluña para Ciudadanos. En la búsqueda de un equilibrio entre moderación y contundencia, en el PP encontraron en la Ley de Seguridad Nacional una alternativa al mecanismo de intervención de la autonomía que contempla la Constitución. Poco tardó el PSOE en trasladar que esa normativa también se barajará en caso de necesidad. Pedro Sánchez, tal y como lo analizan en los populares, se ha sumado al discurso de la unidad territorial del que han hecho bandera los partidos políticos de la derecha. Así que entienden que, con tantos actores en el mismo asunto, sigue quedando un espacio en el que diferenciarse.«Es la economía, estúpido», ha recogido Casado uno de los lemas de la campaña de Bill Clinton en los 90. Ese es el terreno en el que el PP, el tradicional, se siente cómodo. Sobre ese eje hacía girar Mariano Rajoy su estrategia, aunque en las últimas citas electorales, perdida la mayoría absoluta, en el partido alertaron de que la gestión «gris» no ilusionaba al votante.
Hoy Casado ha evocado los «brotes verdes» de José Luis Rodríguez Zapatero para presentar al PSOE con dificultades en el reconocimiento de la situación económica y reivindicar, por el contrario, a figuras como la de Manuel Pizarro, uno de sus mentores, que en la campaña de 2008 le avisaba, recuerda el líder del PP, al ministro socialista Pedro Solbes de una crisis profunda.
«Necesitamos mantener la credibilidad para plantear una nueva gestión eficiente. Ya lo hicimos», ha insistido. Y con ese objetivo ha rescatado en esta convención a exministros como Miguel Arias Cañete, José Manuel García Margallo, Elvira Rodríguez, Ana Pastor, Dolors Montserrat, Isabel García Tejerina o al exsecretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal.
Las propuestas del programa
El programa económico, además, ha quedado detallado. Básicamente, se mantiene el grueso de las propuestas del 28-A. La primera, la que Casado ha intentado establecer como seña de identidad en los gobiernos territoriales del PP, como el de Isabel Díaz Ayuso en Madrid: la bajada de impuestos.También ha abogado este sábado por una nueva ley de emprendedores y por eliminar trabas administrativas para la creación de empresas. En lo que afecta a las comunidades, Casado quiere promover una legislación que garantice la unidad de mercado en España y, en cuanto a la formación, evaluaciones comunes al final de primaria, secundaria y bachillerato.
«Si no sabemos cómo van nuestros hijos con una valoración pública, porque es conocida por todos y porque la hace el Estado a nivel nacional y no las autonomías -ha señalado-, no sabremos anticipar cualquier tipo de problema de adaptación de nuestros hijos, pero sobre todo creamos un cuello de botella en la selectividad, que encima ahora es discrecional entre autonomías».
Del mismo modo, ha apostado por una CORA II. Es decir, por una nueva reforma de las Administraciones Públicas que racionalice más la estructura para fomentar el ahorro del Estado. Este proyecto, la primera parte, fue el que capitaneó su contrincante de las primarias del PP, la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
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