lunes, 8 de julio de 2024

Los pilares del tiempo - Vivió y luchó sola ,. / REVISTA QUO - Mientras occidente votaba,.

 

  TITULO : Los pilares del tiempo - Vivió y luchó sola,.  

 Los pilares del tiempo - Vivió y luchó sola ,.

 Vivió y luchó sola,.

 Vivió y luchó sola

foto / La Temeraria de Isabel San Sebastián es una obra literaria que trasciende las páginas de la historia para sumergirnos en un mundo de pasión, intriga y valentía. Publicada el pasado 18 de abril, esta novela continúa la saga protagonizada por los descendientes de Huma y Auriola, iniciada en Astur, y nos presenta una visión fascinante de la vida de la reina Urraca I de León, una figura histórica que desafió las convenciones de su época y se convirtió en la primera mujer reina y emperatriz de Europa.

El trabajo de investigación y estudio realizado por Isabel San Sebastián para dar vida a la controvertida vida de Urraca es impresionante. La autora, conferenciante y periodista, se ha embarcado en una tarea titánica para desentrañar los entresijos de la realeza y la nobleza de los siglos XI y XII en los reinos de Castilla, León y Aragón. Este meticuloso trabajo se refleja en cada página de la novela, donde se respira autenticidad y se percibe el rigor histórico.

"A través de sus propias peripecias personales y su relación con la reina emperatriz, Muniadona nos ofrece una perspectiva única de los eventos que marcaron la vida de doña Urraca"

La vida de doña Urraca, marcada por desafíos y luchas constantes, es retratada con maestría por Isabel San Sebastián. Desde su lucha inicial por no ceder ante las presiones de su esposo, el rey de Aragón Alfonso el Batallador, hasta su enfrentamiento con la sociedad, la Iglesia y el poder político y feudal, Urraca emerge como un símbolo de valentía y determinación. La autora nos sumerge en un mundo donde la reina emperatriz luchaba por ser reconocida como un ser humano con derechos iguales a los de los hombres, desafiando las normas y los prejuicios de una sociedad medieval.

La narración de los acontecimientos, realizados en primera persona, corresponde al personaje de Muniadona (descendiente de Huma y Auriola), servidora y confidente de doña Urraca, añade una capa adicional de profundidad a la historia. A través de sus propias peripecias personales y su relación con la reina emperatriz, Muniadona nos ofrece una perspectiva única de los eventos que marcaron la vida de doña Urraca, así como de las complejidades de la corte y la sociedad de la época.

"La autora nos sumerge en un mundo donde la política, las intrigas y las traiciones son moneda corriente, y donde la lucha por el poder y la supervivencia se convierte en una cuestión de vida o muerte"

Doña Urraca se casa con el rey de Aragón, Alfonso el Batallador, quien resultó ser la elección de su padre el rey Alfonso VI. El matrimonio desde el primer día fue un suplicio para Urraca; su marido solo deseaba arrebatarle su herencia y su reino. Los esponsales quedaron marcados por la política y las alianzas regias, y la desgracia personal de la reina emperatriz. Siendo el matrimonio uno de los aspectos más destacados de la narración que realiza la autora. San Sebastián nos presenta un retrato vívido de una relación contaminada por intereses lejanos al amor, donde el verdadero afecto queda eclipsado por las exigencias del poder y la política. Este enfoque realista y humano nos permite entender mejor las motivaciones y los desafíos que enfrentó Urraca a lo largo de su vida.

Los tiempos tumultuosos en los que vivió doña Urraca, marcados por enfrentamientos, guerras y conflictos constantes, son descritos con un realismo impactante por Isabel San Sebastián. La autora nos sumerge en un mundo donde la política, las intrigas y las traiciones son moneda corriente, y donde la lucha por el poder y la supervivencia se convierte en una cuestión de vida o muerte.

Pero más allá de los acontecimientos históricos, La Temeraria es también una historia de amor, coraje y redención. San Sebastián nos presenta un retrato íntimo y humano de doña Urraca, mostrándonos sus luchas internas, sus sacrificios y sus triunfos. La autora nos recuerda que, a pesar de las adversidades, la esperanza y la determinación pueden abrir el camino hacia la victoria y la realización personal.

"Isabel San Sebastián ha sido capaz de transitar, con su solvencia habitual, desde la narración de hechos históricos hasta construir la ficción histórica de las partes que proporcionan entretenimiento en la novela"

Como resumen se puede decir: Esta es la historia de una reina inquebrantable que luchó tanto que terminó por quebrar sus fuerzas y dejar de ser inexpugnable. La reina doña Urraca fue un ejemplo y un paradigma de las ideas avanzadas que defendió con todas sus fuerzas al considerarse igual a todos sus congéneres de género masculino. Isabel San Sebastián logra, a lo largo de una narración vibrante y emocionante, contar la biografía de una mujer adelantada a su tiempo, que tuvo que lidiar con valor y coraje en multitud de enfrentamientos contra intrigas, traiciones, desprecios, calumnias, amores interesados y amores puros y pasionales, en donde los amantes tuvieron su importancia para poder sostenerla en su posición y mitigar los escándalos que aparecían entre sus súbditos. La vida de la Temeraria es una vida llena de aventuras, donde Isabel San Sebastián ha sido capaz de transitar, con su solvencia habitual, desde la narración de hechos históricos hasta construir la ficción histórica de las partes que proporcionan entretenimiento en la novela. Nos encontramos, como todas las anteriores novelas de la autora que tratan sobre La Reconquista, un nuevo episodio muy recomendable.

Doña Urraca I de León, emperatriz de España, ha tenido que esperar a que llegará Isabel San Sebastián para que se publicase una novela histórica biográfica acorde con la importancia histórica del personaje.

 

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 Mientras occidente votaba,.

 José M. de Areilza: Mientras Occidente votaba


Se llamaba Yelena y cada vez que abría los ojos era como si amaneciese; tenía unos ojos acuáticos que cuando me miraban, me veían. Hay quien dice que las chicas ucranias son como de otro planeta. Bueno, como todo el país en realidad, un país difuso en medio de ninguna parte y que para nada es Rusia (aunque durante décadas lo pareciera).

 Qué le estamos haciendo a Quo? - Quo

Ucrania, y no Rusia, es el país al que realmente marchaba Sofía Loren en busca de Marcello en Los girasoles, una película del gran De Sica que habría que recuperar. Iba de que Marcello, atontado por la guerra, se olvidaba de la Loren y se lo montaba con una ucraniana. A Yelena le caían lagrimones como manzanas cada vez que la veíamos, que eran muchas, y me explicaba que creía que la habían rodado en los alrededores de Kropyvnytskyi y que le recordaba su pueblo, cerca del Dnieper. La película tenía planos de una belleza entre dorada y lánguida, con campos de girasol que semejaban mares, pero de otro planeta. O sea, igual que el país y que la propia Yelena cuando se ponía blanda y los ojos le brillaban como diamantes.

"El tío Vladimiro, que se fotografía en chicha como un rambo calvo y mediometro, ya ha puesto Ucrania patas arriba"

A Yelena, en cambio, no le gustaba nada una película que en España se llamaba El hombre de Kiev. El tal hombre era el actor británico Alan Bates y con él salía Dirk Bogarde, otro actor inglés, muy prestigioso porque después hizo cosas con Joseph Losey. En realidad la película se llamaba The Fixer, o sea, el chapuzas. Yo nunca la ví, pero sí que leí la novela; iba de un judío arregla-cosas que se va a Kiev, donde los goy, que son los gentiles (nada que ver con los gay), le hacen la vida imposible. Aunque sea una novela americana escrita en inglés, me recordaba sin remedio cosas de Isaak Babel, un autor de hace cien años que escribía en ruso, y de Josep Roth, que escribía en alemán hace noventa. Yo para mí que hay una literatura judía multilingüe. The Fixer, en fin, había ganado el Pulitzer y su autor, Bernard Malamud, hacía que algún personaje comiese “semillas de girasol”. O sea, las hispánicas pipas.

Muchas de nuestras pipas vienen de Ucrania, un país con una historia corta y un perímetro largo. Difuso territorio de paso en el centro de Europa, sus fronteras definitivas son recientes. Ahora está en boca de todos porque quiere partir peras con los rusos, que dicen que ni hablar y se han puesto a sacudir manotazos como fieras igual que un amante despechado. “O mía o de nadie”, parece clamar el oso ruso muy alterado. Y es que Ucrania fue en tiempos una de las famosas repúblicas socialistas soviéticas, pero hace lo menos treinta años que aquel agregado conocido en español con el acrónimo URSS ya no existe.

Y al presidente ruso, que tiene muy mal pronto, le cuesta asumirlo.

"En Ucrania ha pasado de todo y no necesariamente bueno. Para empezar, es el país de Chernóbil, no lo olvidemos"

Dice el sabio profesor de Princeton Serhii Plokhy en The Last Empire. The final days of the Soviet Union que Ucrania tiene la culpa de la desaparición de la URSS. Con un par. A mí me parece mucho decir, pero no soy sabio. En todo caso, si Ucrania tiene una historia corta, también la tiene muy agitada. En Ucrania ha pasado de todo y no necesariamente bueno. Para empezar, es el país de Chernóbil, no lo olvidemos. Hay una célebre novela de los años sesenta (Babi Yar, del ucraniano Anatoly Kuznetsov), que cuenta una barbaridad que tuvo lugar en el país durante la Segunda guerra mundial. Y luego está la hambruna, parece que provocada, a final de la década de los veinte. Bueno, pues todo indica que toca sufrir otra vez. El tío Vladimiro, que se fotografía en chicha como un rambo calvo y mediometro, ya ha puesto Ucrania patas arriba y no va a parar hasta enseñarle a los ucranianos quien manda aquí. Para echarse a temblar: si las guerras son malas es porque se sabe como empiezan, pero nunca como acaban.

Mayormente mal.

El tío Vladimiro, un tirano de aldea sentado en una silla que le viene grande, se sueña Catalina la Grande, el zar Iván, Lenin, qué sé yo, y hace de su capa un sayo. Total, que nos van a dar por la popa: los ucranios se quedan sin país, los alemanes sin gas y nosotros sin pipas.

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