La Hora Musa - Álex Ubago: “Soy un tipo afortunado, me siento muy querido” ,. Martes - 6 - Agosto ,. / Cachitos de hierro y cromo - Vanesa Martín: “‘El nudo’ es una filosofía de vida hecha canción”,. Martes - 6 - Agosto ,./ Locos por las motos - La presión puede con Martín,.
TITULO: La Hora Musa - Álex Ubago: “Soy un tipo afortunado, me siento muy querido”,. Martes - 6 - Agosto ,.
'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes - 6 - Agosto , foto,.
Álex Ubago: “Soy un tipo afortunado, me siento muy querido”,.
Celebra
20 años de carrera musical con un trabajo antológico y un historial
impecable de escándalos. Se autodefine como un tipo normal muy
afortunado al que los focos nunca han conseguido cegar,.
Álex Ubago
es la voz con la que resuenan algunas de las baladas románticas más
populares de los últimos años. Y es que son ya veinte los que lleva el cantautor vasco cantando
al amor (y al desamor). Veinte años, media vida, que celebra con un
disco muy especial: un álbum con sus grandes temas en el que han
colaborado artistas como La Oreja de Van Gogh, Antonio Orozco o Álvaro
Soler, entre otros. Dieciocho temas con dieciocho invitados entre los
que destaca uno muy especial: Antonia Rodríguez, madre de Álex. «Nos ha
hecho mucha ilusión a los dos», cuenta el artista, emocionado. «Era una cuenta pendiente que tenía y es que mi amor por la música tiene mucho que ver con mi madre.
Ella siempre ha cantado, aunque nunca profesionalmente, y lo hace muy
bien. Estuvo incluso a punto de empezar una carrera
artística de
jovencita. Hubo una posibilidad pero mi abuelo, su padre, no le dejó.
Eran otros tiempos. Así que, en cierto modo, años después vio cumplido
su sueño frustrado a través de mí. Cantar con ella en este disco, en el
veinte aniversario de mi carrera, ha sido muy especial. Además, la
canción que interpretamos es también muy especial, porque se trata de
“Para aprenderte”, que es un tema que escribí para mi hijo Pablo justo
antes de que naciese. Así que cantar con mi madre una canción para mi
hijo es algo precioso, como si se cerrase un círculo familiar. No podía
ser otra la elegida». Y en esta gira con ese «20 años»
que celebran toda una carrera (y media vida) se encuentra Ubago ahora
mismo. «Arrancamos el año pasado», cuenta, «con la salida del disco.
Hemos hecho muchos conciertos, ha habido mucho movimiento este año tras
retomar la actividad después de la pandemia y la respuesta está siendo
buenísima. Acabamos de anunciar ahora las primeras fechas para el 2023,
que van de abril a junio, y a las que se sumarán algunas más para la
segunda mitad de año. Estaremos también en México, en Argentina, Chile….
El primer trimestre del año estaré muy centrado en “La Voz Kids”, en Uruguay, donde participo como coach.
Así que hasta mediados de marzo estaré con este proyecto, con el que
estoy muy contento e ilusionado. Es una nueva experiencia y Uruguay es
un país que siempre me ha recibido con mucho cariño».
Cariño unánime
Un cariño que también recibe y siente
aquí, pues es Álex Ubago uno de esos raros artistas que consiguen aunar
en el aprecio al público, independientemente de gustos musicales. ¿A
quién podría caer mal? Cercano, amable, educado, excelente conversador.
Es el amigo, el novio y el yerno perfecto, sin dudarlo. «Gustar a todo
el mundo es complicado, por no decir imposible», explica sin atisbo de
falsa modestia, «pero yo sí me siento muy querido por el público. Lo
percibo en la gente. Me considero un tipo bastante normal y sencillo, una buena persona. Trato
de ser siempre respetuoso y creo que, al final, lo que das es lo que
recibes. También he tenido mis momentos, no creas. Yo también tengo días
malos. Pero intento ser amable con todo el mundo, tanto con mis fans
como con los medios, con la gente con la que me cruzo en el día a día».
No
es esta una actitud forzada o premeditada en él, eso se nota pero él lo
confirma. «No se trata de una pose, es que soy así. Sin más. No va
conmigo meterme en muchos líos. Habrá a quien le parezca un aburrido,
pero es que no me gusta, no soy así. Eso no significa que evite mojarme,
en absoluto. No me corto a la hora de posicionarme sobre el tema que
sea, siempre que lo conozca y tenga una opinión al respecto. No lo evito
si me preguntan. Pero es cierto que no va conmigo, con mi personalidad,
meterme en polémicas ni utilizar el morbo o la vida personal para tener
más éxito en lo musical. Soy muy celoso de mi vida privada y siempre la
he mantenido al margen y a salvo de toda sobreexposición. Supongo que
el que sea un tío polémico, o más ácido, pues así será como se comporte.
Pero así es como soy yo». Y es cierto: un gran tipo. Un tipo normal.
«Si hay algo que puedo afirmar es que no me ha cambiado la fama. Y eso
es algo que quien me conoce de toda la vida puede corroborar. También es
verdad que hay distintos momentos en la vida y yo también los he tenido
de verme sobrepasado por la situación o la popularidad, y a lo mejor he
podido decir algo que no debía o reaccionar de una forma que no estaba
bien. Pero de eso también se aprende, y te das cuenta de lo importante
que es mantener tu esencia, esa personalidad propia, lo que tú eres, y
aprendes a que te dé un poco igual lo que piensen los demás, a hacer tu
camino. Eso se aprende con los años. Yo empecé muy joven en esto y a
veces puedes patinar».
Tan
joven empezó que el cambio en su vida no pudo ser más radical. «Pasé de
cantar de puertas hacia adentro a cantar delante de miles de personas,
sin solución de continuidad», recuerda divertido. «Cuando recuerdo, con
gente muy cercana, aquella primera época me doy cuenta de que entonces
no era muy consciente de todo lo que estaba ocurriendo. Creo que lo he
valorado mejor y con más perspectiva con el tiempo. Impresiona mucho,
cuando eres muy joven, ver de pronto desde un escenario a tanta gente
coreando tus canciones».
Veinte son ya los años que han pasado
desde que aquel chaval se subió por primera vez a un escenario. Dos
décadas que dan para mucho. «Es difícil resumir veinte años», confiesa,
«pero el balance es buenísimo. La sensación es la de que ha sido un
regalo para mí cada uno de ellos. Veinte años en los que he tenido la
suerte de poder vivir mil aventuras y mil anécdotas, vivencias y
experiencias que ni en mis mejores sueños de niño o adolescente podría
haber imaginado. He aprendido mucho y he disfrutado mucho de muchas personas y muchos lugares.
He tenido esa suerte, de poder compartir la música con mucha gente
maravillosa. También ha habido algunos momentos puntuales, como es
lógico, con más sombras que luces. Pero han sido los menos. Tengo la
suerte de haber tenido una carrera muy limpia, muy satisfactoria. Todo
me ha ido muy bien y me considero un tipo muy, muy afortunado».
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