viernes, 5 de julio de 2024

Tarde de café - Anatomía Mamen Iñaki López ,. / Documaster - La aguja en el pajar ,. / Al Médico - Dr. Bartolomé Beltrán: “No hay ninguna comunicación que supere la de un médico y su paciente”,.

 TITULO:  Tarde de café -   Anatomía  Mamen Mendizábal Iñaki López  ,.

 Tarde de café - Anatomía  Mamen Mendizábal Iñaki López , fotos,.

 

Iñaki López recuerda el caso de la SGAE en 2011: "Entonces era la segunda institución más odiada después de Hacienda",.

 Iñaki López recuerda el caso de la SGAE en 2011: "Entonces era la segunda  institución más odiada después de Hacienda"

Más Vale Tarde comenta con Mamen Mendizábal el caso de la SGAE en 2011 que abordará este domingo 'Anatomía de' y analizan en este vídeo la figura de Teddy Bautista, que entonces fue "una de las personas más insultadas de España". 

 

Mamen Mendizábal visita el plató de Más Vale Tarde para hablar de la próxima entrega de 'Anatomía de', donde abordan el caso de la SGAE en 2011 que, según explica Cristina Pardo, "convirtió a Teddy Bautista en una de las personas más insultadas de España".

En un fragmento que comparte el programa en el vídeo sobre estas líneas, personalidades como Ramoncín o Víctor Manuel destacan la figura del que fuera presidente de la Sociedad General de Autores, mientras que Iñaki López reacciona y recuerda con ironía que "en aquel momento, la SGAE se convirtió en la segunda institución más odiada después de Hacienda en este país".

TITULO:  Documaster - La aguja en el pajar,.

 La aguja en el pajar,.

 La creación del mundo según Carmen Boullosa

foto / Carmen Boullosa,.

/ Las bibliotecas son minas de sabiduría en estado puro y descuidarlas es fomentar la ignorancia. Esto, por desgracia, es lo que les está pasando a las más de 7400 bibliotecas que forman parte de la red nacional mexicana. Porque a las actuales máximas autoridades gubernamentales les preocupa tanto la austeridad para ahorrar unos míseros pesos y destinarlos a la pedante economía, que no ven el daño que provocan con su desidia en un instrumento que podría paliar la imposibilidad de millones de personas quienes, sumidas en la pobreza, no pueden permitirse comprar libros cuando tienen otras necesidades más urgentes, como comer, que solucionar. Pero tan importante es una cosa como la otra, al punto de que incluso el propio titular de la Dirección General de Bibliotecas, Marx Arriaga, ha lamentado el abandono de la red nacional de bibliotecas públicas y el hecho de que estén en el “escalón más bajo de los presupuestos destinados a la cultura y a la educación en este país”, como dijo hace poco en una intervención, que calificó como “manifiesto”, a propósito del Día Nacional del Bibliotecario. Cómo de mal estará el asunto, que en un entorno donde ningún funcionario público se queja apenas para no ser tachado de “conservador” o “neoliberal” o “agente del pasado”, el señor Arriaga se despachó a gusto afirmando que estaba molesto “porque año tras año vemos desfilar millones de pesos en intervenciones culturales absurdas, sin que alguna migaja sea cedida a nuestros espacios. Estamos hartos de ver la fragilidad de nuestra condición, de ser tratados peor que un mueble, de ser tratados como algo desechable o, peor aún, como seres invisibles”. Aunque se le vaya la mano cuando señala que las bibliotecas son “trincheras revolucionarias” y que un bibliotecario público mexicano asume con nobleza “el enseñar con el ejemplo a los hombres y las mujeres con escasas nociones morales cómo deben ser humanos y clementes, caritativos con el huérfano y con el desvalido, fieles a la amistad, gratos a los favores recibidos, enemigos de la holgazanería y el vicio, conformes con los cambios de fortuna, amantes de la libertad, tolerantes, justos y prudentes siempre”, como establece en el punto 10 de su “manifiesto”, Arriaga acierta al demandar “un colectivo que reconozca la importancia de los libros y, con base en él, empezar a construir la biblioteca que se necesita”. Como declaró Pablo Mora Pérez-Tejada, director de la Biblioteca Nacional, la Hemeroteca Nacional y del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, a propósito de la perorata de Arriaga, el mensaje debería calar en los distintos gobiernos estatales, municipales y alcaldías, para conformar y consolidar una red que tenga un impacto serio en la lectura. Y todo lo demás, es pura demagogia.

GANDHI BOUTIQUE

"La noticia de que el local de la librería Gandhi cerrará sus puertas definitivamente me ha tocado la fibra nostálgica de aquellos tiempos en que solo existía ese local, al que bautizamos un grupo de fervientes lectores como Gandhi Boutique por la exquisitez de su oferta editorial, nacional y extranjera"

Era un templo de los libros, el lugar donde refulgían las novedades más exquisitas del panorama literario mundial. Uno entraba por la puerta y del asombro de ver mesas y mesas repletas de ejemplares, paredes tapizadas de estanterías y miles de volúmenes al alcance de la mano, pasaba al deleite de elegir títulos, leer sus contraportadas y decidir, entre la curiosidad y la emoción de un hallazgo, llevarse alguno. A veces, el ejemplar se pegaba al cuerpo de forma extraña y, como por arte de magia, se hacía invisible y le acompañaba a uno a casa. A mí esto me ocurrió decenas de veces. Puedo jurarlo. Por eso la noticia de que el local de la librería Gandhi, ubicado en el número 134 de la avenida Miguel Ángel de Quevedo en la Ciudad de México, cerrará sus puertas definitivamente para albergar, previa transformación del espacio que abrió sus puertas en 1971 como librería, las nuevas oficinas del consorcio que regenta esta cadena que cuenta ahora con 44 sucursales, me ha tocado la fibra nostálgica de aquellos tiempos en que solo existía ese local, al que bautizamos un grupo de fervientes lectores como Gandhi Boutique por la exquisitez de su oferta editorial, nacional y extranjera. Ahí se quedarán, sin embargo, los fantasmas de esos adolescentes a los que les temblaban las manos con los ejemplares de la poesía completa de Rimbaud, Borges, Paz, Whitman, Vallejo, Novalis, Blake o Baudelaire, del Ulises de Joyce en traducción de José María Valverde, de Los sonámbulos de Broch, de El hombre sin atributos de Musil, de la sucesión autobiográfica de Thomas Bernhard (El origenEl sótanoEl alientoEl fríoUn niño), y el descubrimiento de unos autores llamados Milan Kundera, Marguerite Duras, Phillippe Sollers, Peter Handke, Charles Boukowski, Emil Cioran, Elias Canetti, Guy Debord, Alain Finkielkraut, Pascal Bruckner, Thomas Pynchon, Kenizé Mourad, Enrique Vila-Matas, Sergio Pitol, Antonio Tabucchi, Javier Marías, Adelaida García Morales, Félix de Azúa, Jean Baudrillard, M. Agueév, Yukio Mishima… Qué tiempos aquellos.

TITULO:  Al Médico -  Dr. Bartolomé Beltrán: “No hay ninguna comunicación que supere la de un médico y su paciente”,.

 Dr. Bartolomé Beltrán: “No hay ninguna comunicación que supere la de un médico y su paciente”,.

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foto / El Dr. Bartolomé Beltrán ha sido galardonado en esta V edición de los premios Médicos y Pacientes con el reconocimiento al mejor divulgador. En esta entrevista destaca que ninguna comunicación supera “la de un médico y su paciente”.

Este galardón reconoce la capacidad y habilidad de un profesional o colectivo para divulgar y acercar a la población en general y, especialmente, a los pacientes, mensajes relacionados con la Sanidad, orientados a promover la salud pública, que ofrezcan información veraz y contrastada y potencien la imagen de la profesión médica. Todo ello, a través de cualquier vía de comunicación. Una tarea siempre complicada, especialmente en un contexto donde la desinformación y las fake news suponen una gran amenaza para el mundo del periodismo y la información.

El Dr. Bartolomé Beltrán es el director de Prevención y Servicios Médicos de Atresmedia. Desde 2005 dirige y presenta el programa de salud y calidad de vida ‘¿Qué me pasa doctor?’, que se comenzó a emitir en Nova para posteriormente trasladarlo también a La Sexta: un espacio que se ha convertido en un programa de referencia y que goza de un gran éxito de audiencia. Además, colabora como editorialista y columnista en diversos medios, tanto generales como sanitarios y farmacéuticos.

¿Qué supone para usted recibir este premio de la profesión médica?

Una gran satisfacción por la que he trabajado de manera personal, pero no por el premio, sino que el premio es consecuencia de un trabajo bien hecho durante muchos años.
Su carrera profesional es el resultado de la combinación entre la profesión médica y la comunicación, ¿cómo describiría esta atípica fusión? ¿Cómo se nutren ambas facetas?

No hay ninguna comunicación que supere la de un médico y su paciente. Pasa entre una madre y un hijo, una pareja que se quiere o simplemente el hecho tan complicado de trasladar el conocimiento a la confianza y que la relación sirva de apoyo para un mejor conocimiento de lo clínico y diagnóstico.

Desde 2005 es el director y presentador del programa ‘¿Qué me pasa doctor?’, ¿cómo ha evolucionado la forma de divulgar sobre temas relacionados con la salud?

‘¿Qué me pasa doctor?’ no es una anécdota en mi vida, sino una consecuencia de mi dedicación desde más de 30 años a la tarea de comunicar la salud. Yo no me dedico a divulgar, sino que me dedico a utilizar en comunicación, la herramienta de la Medicina de la mano de los expertos, mis compañeros los médicos.

¿Cuáles son las claves para que un buen médico sea un buen comunicador?

La clave fundamental es el conocimiento del proceso, la patología o la enfermedad. Después, hay que adaptar el medio, sea prensa escrita, radio o televisión, para comunicarlo a la sociedad. Siempre teniendo en cuenta el formato. No es lo mismo la prensa escrita, la radio, que la televisión. Pero la radio y la televisión tienen formatos y yo siempre he utilizado formatos que han durado mucho tiempo.

Con el programa ‘En buenas manos’, conseguimos el 50% de la audiencia televisiva en prime time y en la radio, con ‘La salud es lo que importa’, obtuvimos el liderazgo en su franja horaria, empezando en Antena 3 y posteriormente en Onda cero.

¿La ciudadanía está actualmente más informada? ¿Y mejor informada que antes?

La ciudadanía ahora está mucho mejor informada porque tiene muchos más canales de información, pero también está mucho más desinformada porque tiene procesos digitales incorrectos que trastornan la mejor información clínica y médica.

Como médico y divulgador, ¿cuáles diría que son las claves de un buen mensaje sobre salud?

No hay buenos mensajes sobre salud, ni tampoco malos. Para divulgar, como para moderar, hay que bajar el tono del conocimiento sin perder el valor de lo que se dice. En consecuencia, harían falta preparación médica, conocimiento de la salud, utilizar los intermediarios adecuados y transmitir los conceptos de manera fácil, sencilla y concreta.
En mi caso, no existe el médico y divulgador, sino que insisto, soy un médico que utiliza la medicina como base de la comunicación.

No me gusta la palabra divulgación, aunque la consecuencia de lo que hacemos en mis programas y escritos puede parecer que se divulga, pero en realidad, nuestro camino más adecuado es utilizar lo científico, médico o investigador más adecuado para transmitir la patología más difícil.

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