miércoles, 11 de septiembre de 2024

El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Oficina - Economia - El sector público sube al 3,3% su participación en la Bolsa española, más de 22.800 millones ,. / La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Tintos que no necesitan un chuletón, blancos de pasto y otras modas del vino que deberías conocer,. / RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Cine Bigote - Criminóloga - Un buen detective no se casa jamás ,.

 

 TITULO: El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA -  La noche encendida  - Oficina - Economia - El sector público sube al 3,3% su participación en la Bolsa española, más de 22.800 millones  ,.

 
Resultat d'imatges de la noche encendida con pedro ruiz 
  La noche encendida,.
 
 
 'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presenta
do por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.

El sector público sube al 3,3% su participación en la Bolsa española, más de 22.800 millones,.

 El sector público sube al 3,3% su participación en la Bolsa española, más de 22.800 millones

foto / Es el porcentaje más elevado en 26 años, desde las privatizaciones de los 90,.

La cifra se elevará este 2024 cuando se incluya la compra del 10% de Telefónica por parte de la SEPI,.

 

¿Aprietan los accionistas e inversores en materia de ESG? Esta es una cuestión que han respondido los responsables de los departamentos de sostenibilidad de algunas de las grandes compañías del Ibex 35 y otras multinacionales cotizadas más allá del selectivo español. La respuesta es unánime: «Sí y cada vez más». La preocupación de los mercados bursátiles por los asuntos medioambientales, sociales y de gobernanza va en aumento, pero no parece ocurrir lo mismo con el 'castigo' que sufren aquellas firmas que hacen 'trampas'.

«El greenwashing es una ofensa grave, pero hasta ahora a menudo ha quedado sin consecuencias para las empresas involucradas», señala Magdalena Senn, miembro de Finanzwende. Y Senn no se refiere a sanciones económicas de los reguladores, sino a correcciones en los mercados bursátiles. Así se refleja en la última investigación que ha liderado esta investigadora que revela que la sostenibilidad aún no tiene la misma consideración que la información financiera. «Un error o la desinformación intencional en los estados financieros desatan reacciones inmediatas, las acusaciones sobre greenwashing no afecta al precio de la acción», denuncia.

Según los datos recopilados por esta organización alemana, la cotización de las compañías apenas cae un 0,9% en los tres días posteriores a la acusación de blanqueamiento ecológico. «Solo si hay intervención regulatoria, la caída es mayor», advierte el estudio.

Si la autoridad de supervisión financiera relevante interviene, el precio de las acciones de las empresas involucradas se contrae alrededor de un 2%. Si la intervención pasa a investigación, la cotización se desploma más de un 6%.

«Los mercados financieros deberían reflejar la creciente importancia de los riesgos climáticos otorgando a la información sobre el greenwashing la misma importancia que a la información sobre otras actividades fraudulentas», reclama Senn.

Más supervisión

Según los autores, los supervisores financieros «deben finalmente mostrar su rigor cuando se trata de esta problemática», explican. «Solo entonces habrá verdaderos incentivos para que las empresas comuniquen su sostenibilidad de manera honesta y transparente», añaden.

El número de casos de 'mala praxis' de compañías en materia ESG, advierte la investigación, ha aumentado con el paso de los años. Así lo demuestran también los números de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). Según sus cálculos, el número de presuntos casos de greenwashing creció un 26% en 2023 en la Unión Europea y un 21% a nivel global.

«También lo han hecho las regulaciones», asegura el estudio que se centra en casi un centenar de acusaciones de información engañosa sobre sostenibilidad. Sin embargo, Senn pide a las autoridades nacionales de supervisión de la Unión Europea que intervengan y adopten un papel más activo en la aplicación de las regulaciones sobre el blanqueamiento ecológico. Del mismo modo, piden a la Comisión Europea y a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) que presionen a las autoridades nacionales para que hagan más. Esto está en línea con el informe reciente de ESMA sobre el greenwashing, donde la autoridad de la UE insta a los supervisores nacionales a «continuar aumentando los recursos humanos, las capacidades y la experiencia, y adaptar su estructura organizativa a las necesidades de la supervisión relacionada con la sostenibilidad».

TITULO:  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques -  Tintos que no necesitan un chuletón, blancos de pasto y otras modas del vino que deberías conocer .,

  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques  -  Tintos que no necesitan un chuletón, blancos de pasto y otras modas del vino que deberías conocer, fotos,.

 

Tintos que no necesitan un chuletón, blancos de pasto y otras modas del vino que deberías conocer,.

El diccionario enológico se complica por momentos ante las tendencias más actuales del sector y un consumidor cada vez más entendido y exigente,.


Vino ancestral, un espumoso natural que puedes identificar por ir tapado con chapa en lugar de corcho,.
 

El mundo del vino también se rige por tendencias. Quizás no sean tan evidentes como en la moda, pero las corrientes enológicas existen y los elaboradores las tienen muy en cuenta a la hora de sacar nuevas referencias. Al fin y al cabo, cuando se trata de vender, el consumidor es el que manda. En los últimos tiempos resuena la vuelta del clarete, los vinos de pasto, la viticultura biodinámica o los tintos atlánticos. Pero, ¿qué son todos esos conceptos exactamente? Estas son las novedades vínicas más comentadas del momento, en plena campaña de la vendimia de 2024.

Godello: reina blanca

Los amantes del vino blanco habrán visto cómo, en los últimos años, la familia del copeo liderada por el verdejo y el albariño se ha visto ampliada por un nuevo miembro: el godello. Según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), «el blanco con denominación de origen es la subcategoría con mayor peso de las exportaciones europeas, pero no es la que crece a mayor ritmo». En su lugar, son los blancos varietales los que muestran unos índices de crecimiento superiores. Es decir, que los consumidores piden a gritos vinos blancos de variedades autóctonas, diferentes y con personalidad.

Los expertos lo tienen claro: el futuro del vino es blanco. De ahí que regiones tradicionalmente tintas, como Rioja, estén poniendo en valor sus uvas blancas. Pero este cambio de paradigma no sólo ocurre en España. Cada vez se bebe más blanco en el mundo, en gran medida debido a su amabilidad y versatilidad, más acorde con el estilo de vida y los hábitos de consumo actuales.

Así bien, una vez superado eso del verdejo y el albariño 'fresquito', el bebedor exigente busca otros estilos más complejos y carismáticos, capaces de romper con las doctrinas del maridaje tradicional para ofrecer nuevas experiencias en la copa. Y ahí la godello se lleva la palma. Con una mayor intensidad aromática gracias a su alta capacidad de envejecimiento, un buen equilibrio entre frescura y acidez, esta variedad presente en la ribera del Sil, especialmente en las zonas gallegas de Valdeorras y Monterrei, y con un fuerte peso en el Bierzo, es el puro reflejo del terruño en el que nace. Cualidades que la han hecho popular entre sumilleres y amantes del vino, hasta convertirla en la reina de las armonías gastronómicas.

Carácter atlántico

Sí, en Galicia también se elaboran tintos. Vinos sumamente interesantes que, según Manu Méndez, responsable y enólogo de la bodega familiar Gerardo Méndez, se acercan al lo que el consumidor actual está demandando. «Las variedades tintas gallegas (merenzao, caíño, sousón, loureiro) dan lugar a vinos complejos de intensidad media, muy florales en nariz, con toques vegetales y frutos rojos en boca que, dependiendo de la uva y de la elaboración, pueden ser más o menos rústicos», dice el experto. Y eso es, precisamente, a lo que se refieren los que saben cuando hablan de «carácter atlántico».

 
Viñedo atlántico de la bodega Envínate, en Tenerife

Este estilo en los vinos tintos no sólo se da en la cornisa noroeste. Canarias, Rioja Alavesa, Gredos o Priorat también buscan la ligereza y la elegancia de esos 'light reds' que tanto gustan dentro y fuera de nuestras fronteras. Fáciles de entender y de beber, honestos y despreocupados, pero no por ello menos complejos e interesantes. Frescos, redondos y sutiles, en los que la barrica –si es que está– no es protagonista y la variedad y el 'terroir' marcan la diferencia. Tintos, en definitiva, que no requieren un chuletón y que promueven su disfrute en cualquier momento y lugar.

Vinos de pasto: el otro Jerez

Este es otro de los conceptos que más se han escuchado pronunciar en el mundillo en los últimos tiempos. Para entender mejor de qué se trata, hay que conocer la definición oficial. Vino de pasto es la mención tradicional bajo la que las denominaciones de origen de Jerez y Montilla-Moriles amparan los blancos con crianzas estáticas. Es decir, sin encabezar –fortificar con alcohol–. Vinos marcados por su identidad y su conexión con el origen que, para expertos de la talla de Willy Pérez o Ferran Centelles, aseguran el futuro de estas regiones.

Velo de flor en una bota de vino de Jerez. Es característico de la crianza biológica. Esta película de levaduras impide de forma natural que el vino se oxide

No siguen el sistema de crianza tradicional de criaderas y soleras, pero sí se crían bajo velo de flor –una capa formada por levaduras que se desarrolla espontáneamente en la superficie del vino dentro de las botas–. Son tranquilos, sin ese alcohol añadido, que vuelven a estar en boca de todos gracias a un grupo de elaboradores que apuestan por ampliar las posibilidades del Marco de Jerez y revalorizar algo que les es propio.

Y es que esta fórmula reproduce el sistema de elaboración que se seguía en la zona en el siglo XIX y que se terminó abandonando a principios del XX. Una apuesta por unos vinos con identidad y arraigo cultural, que se apoyan en la sabiduría ancestral para reflejar el terruño, la variedad y el origen en la copa, y que suponen una interesante vía de posicionamiento para estas denominaciones que buscan atraer a nuevos consumidores.

 
Sala de tinajas de la Bodega Belote de León

Tres conceptos para subir nota

  • Ancestral: es un espumoso natural elaborado por el método del mismo nombre, uno de los más antiguos de la historia. Nacidos de una única fermentación, son frescos, ligeros y sutiles. Llevan chapa en vez de corcho y son informales por naturaleza. Tienen menor grado alcohólico y más asequibles.

  • Tinaja: mientras las grandes bodegas se expanden por diferentes zonas vinícolas, los pequeños elaboradores se centran en buscar la identidad de su zona recuperando variedades endémicas, terruños únicos o elaboraciones antiguas como la crianza en tinaja de barro –en la imagen las de Vinos de Belote, en León–. Un sistema que permite que los aromas y sabores se desarrollen lentamente y sin aportes externos.

  • Biodinámica: nacida tras el ciclo de conferencias impartidas por Rudolf Steiner en 1924, esta práctica agrícola considera el viñedo como un organismo vivo en el que se interrelacionan las plantas, los animales, la vida microscópica de los suelos y la influencia del cosmos. Es una modalidad de viticultura que parte de un enfoque holístico en el que la prioridad es la vitalidad. Los vinos biodinámicos amplían el significado de natural o ecológico. Son honestos, nobles, fuertemente conectados con el hábitat en el que nacen.

Clarete desde la viña

El mayor interés de los amantes del vino por los rosados, unido a esa vuelta al origen que experimenta el sector, ha favorecido la reactivación, por parte de bodegas y enólogos, de elaboraciones tradicionales como la del clarete. Hablamos de un estilo cuya característica más especial es la mezcla de uva blanca y tinta. Algo que se produce, habitualmente, en el viñedo.

Imagen - «Nuestros antepasados no hacían distinción entre tintos, blancos o rosados, simplemente elaboraban vino con la mezcla de uvas que cada cual había decidido plantar»

«Nuestros antepasados no hacían distinción entre tintos, blancos o rosados, simplemente elaboraban vino con la mezcla de uvas que cada cual había decidido plantar»

José Manuel Benéitez

Enólogo de Viñas del Cénit

«Antiguamente, cada propietario plantaba las viñas en función de cómo quería que fuera su vino, y lo elaboraba recogiendo todas las variedades que había en la viña, blancas y tintas», recuerda José Manuel Benéitez, enólogo de Viñas del Cénit. «Nuestros antepasados no hacían distinción entre tintos, blancos o rosados, simplemente elaboraban vino con la mezcla de uvas que cada cual había decidido plantar», añade.

Se trata de una forma de elaborar histórica y tradicional en muchas partes de España como Zamora, Ribera del Duero o Rioja, donde este tipo de vino se conoce como 'ojo gallo'. Son vinificaciones que nos invitan a regresar al momento en el que se plantaron las cepas, en ocasiones más de un siglo atrás, para contarnos, desde la copa, cómo eran los vinos de la comarca por aquel entonces.

Claretes que a veces parecen tintos ligeros, muy frescos y frutales, como corresponde a la mezcla de variedades en el campo, y que rinden homenaje a la viña vieja y a la diversidad de las uvas que hay plantadas en ella. «Hoy en día presentar un vino con estas características resulta sorprendente y atrevido, sin embargo, lo único que estamos haciendo es mirar atrás y escuchar lo que nos dice la viña», concluye Benéitez.

 

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 RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Cine Bigote - Criminóloga - Un buen detective no se casa jamás ,.   fotos,.
 
 Criminóloga -  Un buen detective no se casa jamás ,.
 
Un buen detective no se casa jamás

Zarco, aquel detective tan poco convencional de Black, black, black, cuarentón y gay, ex marido de Paula y luego novio de Olmo -tan joven, tan seductor, y ahora tan infiel- se va de viaje. Para olvidar y para que le olviden. También para huir de la compasión irónica de su ex mujer. Se refugiará en el riurau que la riquísima familia de Marina Frankel, una antigua amiga, tiene en las afueras de una ciudad de la costa mediterránea.

 

Marina pertenece a una estirpe de gemelas monocigóticas: Amparo y Janni, la primera generación; Marina y su hermana llse; las hijas de llse. Abandonadas por Janni cuando eran niñas, Marina e llse han sido criadas por la tremenda Amparo, única heredera del viejo Orts, que con su vitalidad y su rústico talento para los negocios ha multiplicado la fortuna familiar. Ya mayor, Amparo se casa con Marcos Cambra, un bello podólogo que se parece a Delon, y vive en el riurau rodeado de mujeres que representan las dos caras de una extraña moneda familiar: una casi fea, la otra bellísima. El camaleónico poder de las hermanas rodea de misterio a esta familia de espesa femineidad y enigmas múltiples. Zarco, inesperado detective nunca escueto en palabras, los irá desvelando uno a uno, aunque de repente note, en su interior más recóndito, que también él necesita que alguien lo encuentre...

 

Este libro es una moderna novela detectivesca y un cuento de hadas que transcurre en el castillo de un país de nunca jamás y acaba con un banquete de celebración. Hay una madrastra, un padre muerto o mudo, una bella a quien vemos dormir, un príncipe sapo, un zapato de cristal, una criada fiel, conjuros para convocar la suerte, un tesoro, la ilusión de un hada madrina, Pepito Grillo, habitaciones cerradas en las que siempre pasa algo que no podemos ver. Y retratos y espejos, infinitos espejos. 

 Botijo de Barro "Chato" - La Cacerola de Barro

En esta novela se abordan las psicopatologías -políticas, sociales- propias de los cuentos de hadas: sexo, pareja, matrimonio, incesto, duplicidad, castidad, maltrato, la posibilidad de que la madrastra sea la madre y la madre la madrastra, envidia, vampirismo, travestismo, necrofilia, adicciones, servidumbre, abyección... Porque todos somos más de una persona y la literatura quizá no debería empeñarse en ser discreta, recatada y natural como esas mujeres que se pintan sin que se note. Porque esta novela es una mujer que lleva los labios pintados por fuera, el rimel corrido, y tiene un aire a la loca de Chaillot... 

«Marta Sanz, ahora, nos da una ambiciosa – obliga a subrayarlo, por inusual – historia en la que el amor, haz y envés, cielo e infierno, lo cubre y lo enreda todo… No solo consigue poner en pie un torbellino de estupendas criaturas, gemelas monocigóticas, sino además las presenta con tal desparrame lingüístico, con una ambición de estilo y lenguaje tal, que esto incluso fuerza a enfatizarlo en estos tiempos. No dudo de que ya es una de las mayores sorpresa de la primavera» (Javier Goñi, El País).

«Marta Sanz vuelve a mostrar en Un detective no se casa jamás su dominio del lenguaje (y de sus juegos) y del registro satírico (de la novela de detectives, de la novela romántica), con una estupenda narración que tiene mucho de comentario social contemporáneo» (Manuel Rodríguez Rivero, Babelia, El País).

«Arturo Zarco pasa de un infierno a otro sin transición ni período de esplendor; de un dolor que quiere dejar atrás, por conocido, a un universo asfixiante que le promete desconocidas formas de sufrimiento y en el que las relaciones de rencor o dominación siguen vigentes y adquieren las debidas dimensiones criminales de una buena novela policíaca que se precie de serlo pese a su rompedora originalidad» (Iñaki Ezkerra, El Correo Español).

«Un excelente cóctel con ecos de boleros de obsesiones amorosas, de guiños a la Lolita de Nabokov y los ingredientes imprescindibles de los cuentos de princesas: la Bella Durmiente, la Madrastra, un príncipe podólogo y finalmente unas gotas del juego de suplantación que recuerda al Ripley de Highsmith. Un perfecto Martini seco con vodka, mezclado, no agitado… Lo mejor de la novela es como Marta Sanz convierte la trama en un divertido scrabble literario, donde el lenguaje es una cámara cinematográfica, un escarpelo Chabrol que disecciona la podredumbre moral de la burguesía. Y de paso, nos deja un final donde Paula, la exmujer de Zarco, parece ser el nuevo caso de este singular detective que hubiese enamorado por igual a Hitchcock, Chandler y Andy Warhol» (Guillermo Busutil, La Opinión de Málaga).

«La intensidad es la de Rebeca, de HitchcockUn buen detective confirmaque Sanz sigue buscando su voz como autora policiaca, menos negra de lo que parece, pero fascinante» (Laura Fernández, El Mundo).

«Se trata de una compleja novela cuajada de raras situaciones que, si por un lado tiene aspectos de novela detectivesca, se inclina por el otro, por personajes de cuento de hadas, en una gran demostración creativa» (Santiago Aizarna, El Diario Vasco).

«Una novela escrita con un lenguaje y un dominio narrativo que merece la pena detenerse en ella… La función de un buen detective es investigar, para desvelar lo que está oculto bajo la apariencia de la rutina. Y Zarco, cuarentón, gay y desengañado, se encuentra con unos personajes estrafalarios que encierran embrollos familiares, cuentos de hadas, historias románticas y, al final, también crímenes» (Martín Nogales, Diario de Navarra).

«Novela absorbente, que arrastra como un torrente, pues hay un continuo bombardeo, de imágenes, sentimientos, pensamientos y acciones, que obligan a una lectura casi adictiva. Se recomienda darse un buen tiempo para leerla, pues es difícil interrumpir su lectura… Con una propuesta estilística original y deslumbrante, poco habitual en la literatura de género. Una estupenda novela» (José María Sánchez Pardo, Revista Prótesis).

«Una novela inteligente sobre lo mucho que ocurre cuando parece no ocurrir nada» (Domingo Ródenas, El Periódico).

«Un texto sólido, solidísimo, incuestionable, sin una sola grieta o fisura. Y lo que es aún más importante: con efectos hipnóticos… Si aceptas el reto que te propone Marta Sanz, ya solo queda dejarte arrastrar por ella y seguirla asombrado y con los ojos muy, muy abiertos para no perderte ni un solo detalle de ese mundo que va creando con cada palabra, con cada frase, con cada coma… Es un libro lúcido y rabioso, extraño y exigente, muy exigente. Toda una experiencia que se atreve a meterse en mil charcos y asumir mil riesgos… Al final, lo que te quedan son ganas de más y también una pregunta: ¿qué va a ser lo siguiente?, ¿hasta dónde va a llegar Marta Sanz con su próximo libro?» (Juan Vilá, blog Algo de libros).

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