sábado, 28 de septiembre de 2024

'Basura o Tesoro' ,. / Leyenda del fútbol dice adios - Muere Juan Izquierdo, el futbolista de 27 años que se desplomó en pleno partido ,. / Domingo - 6 - Octubre - LA SEXTA TV - Ambulancias, en el corazón de la ciudad - Todo vuelve. Incluso la mili ,. / CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - Liga Fútbol -El Mallorca vuela con Larin y Valery en Zorrilla ,. / LA AVENTURA DEL SABER TVE - Sueños rotos en última estación,.

 

    TITULO: 'Basura o Tesoro',.

En el próximo programa,.

 Basura o Tesoro', el concurso revelación de Aragón TV, finaliza su primera  temporada | Sala de prensa | CARTV

foto / En la tercera entrega de ‘Basura o Tesoro’ los espectadores conocerán a Jesús y Sofía Bolea, padre e hija, que se enfrentan a doce objetos muy diferentes, que pondrán a prueba sus conocimientos. Los concursantes, con la ayuda del anticuario David Maturén, descubrirán diversos objetos: desde un abrecartas tumi procedente de la capital peruana a finales del siglo pasado, hasta un cuadro del célebre pintor del siglo XIX Eugenio Lucas Villamil. Padre e hija tendrán que ponerse de acuerdo para descubrir el valor que tiene una camiseta del exjugador profesional de baloncesto Matías Lescano, que jugó con ella en el partido que daba el ascenso al CAI Zaragoza a la ACB en la temporada 2007-2008. En el plató de ‘Basura o Tesoro’ encontrarán también una jarra de plata, un microscopio de la prestigiosa marca alemana Carl Zeiss mono-binocular, o una botella de lo más peculiar.

 

TITULO: Leyenda del fútbol dice adios - Muere Juan Izquierdo, el futbolista de 27 años que se desplomó en pleno partido,.

 

 

Muere Juan Izquierdo, el futbolista de 27 años que se desplomó en pleno partido,.

El futbolista ha fallecido como consecuencia de una muerte encefálica tras una parada cardiorrespiratoria asociada a una arritmia.

Fútbol.- Fallece el futbolista uruguayo Juan Izquierdo días después de desplomarse durante la Copa Libertadores

foto / Profundo dolor en el mundo del fútbol por la muerte de Juan Izquierdo. El zaguero central de Nacional ha fallecido a los 27 años después de permanecer cinco días internado en el hospital Albert Einstein de Brasil, lugar al que fue ingresado tras sufrir una fallo cardíaco y desplomarse en pleno partido durante la derrota y eliminación de su equipo ante Sao Paulo en los octavos de final de la Copa Libertadores.

“Con el más profundo dolor e impacto en nuestros corazones, el Club Nacional de Football comunica el fallecimiento de nuestro querido jugador Juan Izquierdo. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia, amigos, colegas y allegados. Todo Nacional está de luto por su pérdida irreparable. QEPD, Juan, estarás para siempre con nosotros”, escribió la institución en sus redes sociales.

“El Hospital Israelita Albert Einstein comunica con pesar el fallecimiento de D. Juan Manuel Izquierdo, fallecido el martes, 27 de agosto, a las 21:38 hora (local), como consecuencia de una muerte encefálica tras una parada cardiorrespiratoria asociada a una arritmia”, señaló el último parte del hospital de San Pablo donde estuvo internado el futbolista los últimos cinco días.

Juan Izquierdo se desplomó y perdió el conocimiento sobre el césped del estadio MorumBis en el minuto 83 del partido que enfrentaba al Nacional contra el Sao Paulo brasileño en un partido de los octavos de final de la Copa Libertadores. El defensa uruguayo de 27 años, que entró en la segunda parte para sustituir al lesionado Coates, fue atendido de urgencia sobre el césped y trasladado a un centro hospitalario.

Sedado y en la UCI

Fue retirado de la cancha en una ambulancia y trasladado inmediatamente al hospital, donde ingresó en "parada cardíaca" y tuvo que ser reanimado con un desfibrilador. Desde entonces, los médicos le mantuvieron sedado y con respiración mecánica en una unidad de cuidados intensivos.


El caso ha conmocionado a Uruguay y ha provocado muestra de dolor en todo el mundo. Los principales clubes brasileños, como Flamengo, Palmeiras, Fluminense, el propio São Paulo, Botafogo, Santos e Internacional, entre otros, también han lamentado profundamente el fallecimiento de Izquierdo y expresado sus condolencias a hinchas, trabajadores, colegas, así como a familiares y amigos del defensor.

Formado en el Club Atlético Cerro, Izquierdo desarrolló la mayor parte de su carrera en Uruguay, donde también vistió los colores de Liverpool, Wanderers y Peñarol. Su única aventura en el extranjero fue en el Atlético San Luis de México.

 

TITULO:  Domingo  -6 - Octubre -  LA SEXTA  TV - Ambulancias, en el corazón de la ciudad -  Todo vuelve. Incluso la mili   ,.

 

El domingo - 6 - Octubre   , a las 21:30 por La Sexta, fotos,.

 

 Todo vuelve. Incluso la mili ,.


La investigación por la muerte de cinco militares en 2011 se cierra sin culpables

El Tribunal insta a Defensa a indemnizar a las víctimas de la explosión de Hoyo de Manzanares tras considerarla prescrita. Fue «un accidente de origen desconocido», dice

Los fallecidos en el accidente: Sergio Valdepeñas, Mario Hernández, Miguel Ángel Díaz, Víctor Manuel Zamora y Javier Muñoz Gómez (de izda. a dcha. y de arriba a abajo)
 
Los fallecidos en el accidente: Sergio Valdepeñas, Mario Hernández, Miguel Ángel Díaz, Víctor Manuel Zamora y Javier Muñoz Gómez (de izda. a dcha. y de arriba a abajo)

Fue el 24 de febrero de 2011 cuando cinco experimentados artificieros del Ejército de Tierra y de Infantería de Marina fallecieronen la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares(Madrid) al explosionar las minas contracarro con las que iban a realizar unas prácticas previas a su despliegue en Líbano. Otros tres uniformados resultaron heridos, dos de ellos de extrema gravedad y con graves secuelas. Ahora, tras más de once años con la causa judicial abierta, la Justicia Militar ha decidido cerrarla al haber prescrito. Eso sí, sin señalar a ningún responsables, algo que ha indignado tanto a las familias de los fallecidos como a los supervivientes, sobre todo porque la juez del Juzgado Togado Militar Territorial nº 13 considera que lo que ocurrió fue «un accidente de origen desconocido».

Así se desprende del auto de sobreseimiento definitivo del Tribunal Militar Territorial 1º, al que ha tenido acceso LA RAZÓN y en el que se insiste en que no hay responsabilidad alguna de la cadena de mando. Ante esto, uno de los heridos, el teniente de Infantería retirado José Manuel Candón, critica duramente que «en todos estos años no se hayan depurado responsabilidades». Y se indigna aún más cuando recuerda que «han quedado soterradas un montón de acciones negligentes por parte de la cadena de mando que no han sido investigadas, ni siquiera valoradas».

Lo dice uno de los supervivientes que como consecuencia de la explosión ha pasado 35 veces por quirófano, perdió un ojo (en el otro le queda apenas un 20% de visión), audición y tiene metralla por todo el cuerpo. Y pese a eso, la anterior juez instructora (apartada en febrero al cuestionar el Tribunal su imparcialidad) trató de procesarle sin éxito en dos ocasiones.

“No quieren seguir investigando”

Según el auto, contra el que cabe recurso de casación ante el Supremo, «el fatal resultado se debió a un imprevisible accidente» sin que exista «un nexo causal» entre el hecho reconocido de que «las minas C.35B estuvieran caducadas y por ello fuesen no aptas o inútiles para el ejercicio» y la explosión. Y eso que, recalca Candón, reconoce la «lógica» y «verosimilitud» de muchos de nuestros argumentos. Por ello, denuncia que «no quieren seguir investigando».

El teniente Candón y el brigada González, los dos heridos graves, en una imagen de archivo
 
El teniente Candón y el brigada González, los dos heridos graves, en una imagen de archivo,.

De la misma opinión es otro de los supervivientes, el brigada de Infantería de Marina Raúl Alfonso González, quien perdió el ojo derecho (en el izquierdo tiene un 10% de visión) y la audición. Aún ligado a las Fuerzas Armadas y adscrito a su unidad, deja claro que su único objetivo era que cambiaran las cosas y que algo así nunca vuelva a ocurrir. «Pero después de demostrar muchas cosas y de reconocernos lo que hemos planteado, simplemente la cierran porque ha prescrito. Las familias de los fallecidos se quedan sin saber qué ha ocurrido», se lamenta apuntando al mismo tiempo que «es algo que han tratado de mantener oculto».

De ahí que critiquen, sobre todo Candón, la «orfandad tutelar de la que siempre fue nuestra casa. Nunca en 12 años nos hemos sentido queridos y apoyados por el mero hecho de denunciar unos hechos que ahora quedan probados».

Eso sí, el Tribunal señala que «las muertes y lesiones no debieron acaecer», unos «actos lesivos» que, considera, «pudieran estar sujetos a la necesaria reparación patrimonial por la Administración». Así que insta a informar a la ministra de Defensa, Margarita Robles, «por si considera pertinente iniciar los trámites legales para la posible indemnización a las víctimas».

 

TITULO: CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - Liga Fútbol  - El Mallorca vuela con Larin y Valery en Zorrilla  ,.

 

CAFE GIJON,.

 

Café Gijón - foto,.

 
Fachada de madera del Café Gijón con su entrada.
Resultat d'imatges de manzanas verdesEl Café Gijón (denominado también Gran Café de Gijón) es un café de importancia cultural situado en el bulevar principal del madrileño Paseo de Recoletos n.º 21. El café está frente a una estación de ferrocarril del mismo nombre (Recoletos) y a la Biblioteca Nacional de España (BNE). La terraza de enfrente se encuentra en el pasillo central del Paseo.

 

MANZANAS VERDES   -  Liga Fútbol  - El Mallorca vuela con Larin y Valery en Zorrilla,.

 

MANZANAS VERDES  -  Liga Fútbol - El Mallorca vuela con Larin y Valery en Zorrilla   , fotos,.

 

 Liga Fútbol  -El Mallorca vuela con Larin y Valery en Zorrilla,.

Resultado Final - REAL VALLADOLID -1 - MALLORCA - 2 - ,.

 Larin y Valery meten al Mallorca en zona Champions y Zorrilla estalla  contra Ronaldo | Relevo

La lesión de Luis Pérez en el minuto 50 y el golazo del canadiense fueron claves para que los pucelanos se vinieran abajo.

Los jugadores del Mallorca celebran la victoria ante el Valladolid en Zorrilla.

El Mallorca sigue con su tremenda racha tras ganar su tercer partido consecutivo y duerme en Champions, mientras que el Real Valladolid acumula su séptimo encuentro sin sumar de tres en tres y se hunde en la clasificación pese a hacer una buena primera parte, pero la lesión de Luis Pérez le descolocó y el golazo de Larin dejó KO a los pucelanos. Y todo ello en un encuentro en el que Pezzolano devolvió a la titularidad a Juma en el centro de la defensa y colocó a Comert en la posición de medio centro posicional, acompañado de Mario Martín. Aunque la sorpresa fue ver a Moro en la banda derecha para enfrentarse a Mojica, lo que redujo la capacidad de atacar del colombiano en un equipo bermellón que apostaba por un equipo muy parecido al que venció al Betis salvo por la presencia de Leo Román por Greif en la portería y Maffeo en la banda derecha.

El Real Valladolid y el Mallorca jugaron una buena primera parte, de poder a poder. Los vallisoletanos, más necesitados, con Moro en la derecha y Machis en la izquierda intentaban atacar el área de Leo Román, pero fueron escasas las ocasiones en las que el balón pudo ser rematado. La oportunidad más clara la provocó, como no, Moro que entró en el área y le dio un balón a Latasa que remató como pudo, pero el esférico se fue al palo y Machis no pudo remachar en línea de gol. Minutos después el extremo pucelano le puso un buen balón a Machis que el venezolano quiso ajustar tanto en la escuadra que se le fue por centímetros. Eran buenos momentos de los locales en los que conseguían correr y poner en dificultades a los visitantes. También el Mallorca tuvo sus ocasiones, sobre todo, en la persona del regresado a Zorrilla, Larin, que mandó un balón al palo, pero estaba en fuera de juego, y después cabeceó fuera. Como Raillo, que a la salida de un córner fue capaz de rematar libre con la testa, pero el balón se fue fuera. También Samu y Navarro probaron desde lejos al meta pucelano que paró sin dificultad.

Sin embargo, la debilidad del Real Valladolid se vio en el minuto 50. Se lesionó Luis Pérez y el equipo de Pezzolano se descompuso porque jugó con una línea defensiva formada por chicos de la cantera mientras que el Mallorca empezó a oler sangre y a crecer. Tanto que un pase de Dani Rodríguez entre los centrales fue controlado por Larin que, sin dejar caer, el balón fusiló a Hein, que encajaba su primer tanto en Zorrilla, mientras que el canadiense anotaba su primer gol de la temporada, precisamente en la que fue su casa.

El palo para los blanquivioletas fue tal que el equipo se vino muy abajo, no era capaz de llegar a la portería de Leo Román. Solo Moro se plantó ante el meta mallorquín, pero su disparo lo despejó fuera Maffeo. La puntilla llegó con el tanto de Valery que le robó el balón en la salida a Rosa y fusiló al meta estonio doblando la ventaja visitante. El estadio entonces volvió a estallar contra el lamentable mercado de invierno que realizó el club y contra el dueño del club, Ronaldo Nazário, con canticos pidiendo su dimisión. Ni siquiera el gol de Iván Sánchez en el descuento evitó que los gritos siguieran hasta el final y el ambiente se calienta, por momentos, en Valladolid.

Iván Sánchez (50', Darwin Machís), Raúl Chasco (50', Luis Pérez), Omar Mascarell (64', Manu Morlanes), Stanko Juric (64', Kike Pérez), Mamadou Sylla (64', Mario Martín), Mario Maroto (71', David Torres), Abdón Prats (74', Cyle Larin), Chiquinho (75', Dani Rodríguez), Valery Fernández (75', Sergi Darder), Antonio Sánchez (85', Robert Navarro)

Goles

0-1, 58': Cyle Larin, 0-2, 82': Valery Fernández, 1-2, 93': Iván Sánchez

Tarjetas

Arbitro: José Luis Munuera Montero
Arbitro VAR: Carlos del Cerro Grande, Jorge Figueroa Vázquez
Kike (20',Amarilla), Manu Morlanes (25',Amarilla), Samuel Costa (67',Amarilla), Juma Bah (75',Amarilla), Eray Cömert (84',Amarilla),.

TITULO: LA AVENTURA DEL SABER TVE -  Sueños rotos en última estación,. 


 Sueños rotos en última estación,. 

 

Compartment C, Car 293. 1938. Edward Hopper.

foto / Compartment C, Car 293. 1938. Edward Hopper.

 «Desde que era niño, cuando vivía cerca de la vía férrea de la compañía Boston &Maine, raras veces oí el paso de un tren sin sentir deseos de montar en él. Esos silbidos parecen cantos embrujados: los ferrocarriles son bazares irresistibles, que serpentean perfectamente nivelados por las desigualdades de cualquier paisaje, mejorando tu estado de ánimo con la velocidad y sin volcar nunca tu bebida». Así comienza El gran bazar del ferrocarril, de Paul Theroux, un libro escrito en 1975, que deberíamos leer o releer todos los septiembres de nuestra vida para recordarnos nuestro viaje a Ítaca, a ese camino que conformamos más allá del destino.

Como escribió Marcel Proust, −para quien la guía de ferrocarriles era la más embriagante novela de amor−, «el verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos» y, con esa mirada de fascinación que suscitan las criaturas de vapor y misterio, nos adentramos esta semana en el universo literario de Yolanda de la Puente quien, tras dos años de intensa labor de documentación, recrea en su novela Última estación (2021) el accidente ferroviario más grave ocurrido, hasta la fecha, en la historia de nuestro país.

Hoy sabemos que el domingo, 2 de enero de 1944, el tren correo-expreso nº 421 había salido de la Estación del Norte de Madrid a las 20:30 horas. «La tarde era fría, un frío de Navidad y despedidas, la estación estaba abarrotada de gente, de maletas, de bolsas de ropas, de pobreza, de niños y soldados, de besos y de abrazos, de ventanillas de tren llenas de caras», tal y como se describe en «El Túnel nº 20», de Ramón de la Fontecha, ganador del Premio Goya al mejor documental, en 2002. Y así, se pone en marcha, con sus dos locomotoras de vapor (una «Americana», otra «Mastodonte») y sus doce vagones, con cientos de viajeros de todas las edades y procedencias. A las 07:45 horas del 3 de enero, el tren correo entra en la estación de León con una hora y diez minutos de retraso. La primera de las locomotoras tiene problemas en el sistema de frenado, pero el jefe de la Circunscripción de Tracción de León ordena que siga adelante con el viaje para no añadir más retraso. Cuando llega a Astorga, pasado el mediodía, inicia el descenso que le llevará a entrar al Bierzo por el puerto de Manzanal, donde está la rampa de Brañuelas y el túnel del lazo, dos de los grandes hitos de la ingeniería ferroviaria del siglo XIX. Los problemas mecánicos se agudizan y los maquinistas deciden dejar una sola locomotora en La Granja que, incapaz de contener la velocidad que alcanza el convoy en esa cuesta, ya no puede realizar la parada de Albares. El tren desciende sin control, intentando frenar por todos los medios y alarmando incesantemente, con su silbido. Pasan diez minutos de la una del mediodía cuando el tren entra desbocado en la estación de Torre del Bierzo y se dirige inevitablemente hacia el túnel número 20. En su interior hay otro convoy, una máquina con una plataforma y varios vagones de carbón, que están llevando a cabo una maniobra. Advertidos del problema, tratan de abandonar el túnel en sentido contrario, pero no les da tiempo y son despedidos varios metros en el choque. Ese es el comienzo de la tragedia. En vista del retraso que acumula el tren correo, en la estación de Bembibre se autoriza el acceso a un tren de mercancías formado por 27 vagones cargados con 900 toneladas de carbón, remolcados por la máquina «Santa Fe». Tras cruzar el túnel 21, el maquinista y el fogonero del convoy, que se halla de maniobras dentro del túnel, salen al encuentro del mercancías para tratar, sin éxito, de detener la marcha. En el interior del túnel, las llamas originan una trampa infernal, impidiendo el rescate de los cuerpos que habían quedado atrapados en los vagones. En este sentido, el historiador Vicente Fernández Vázquez en su libro, La verdad sobre el accidente ferroviario de Torre del Bierzo (1944), nos desvela que, tras años recopilando información, el incidente producido en el desaparecido túnel 20 de la línea Palencia-A Coruña, se saldó con 211 víctimas: 100 muertos y 111 heridos, siendo la velocidad a la que circulaba el convoy cuando impactó contra el túnel, de «entre 30 y 40 kilómetros por hora».

Ambientada la narración, por tanto, en ese tren español de los años cuarenta, escenario perfecto en blanco y negro, que permite a la autora leonesa reflejar las clases sociales de la época, como si se tratara de un pequeño microcosmos, las páginas de la segunda novela de Yolanda de la Puente describen las ilusiones y las frustraciones de los protagonistas, cuyas vidas quedarán para siempre determinadas por el fatídico acontecimiento. Ante la ventanilla de Última estación desfilan dos mundos antagónicos, representados por María Encina e Ignacio Quirós, que confluyen en el Madrid de la postguerra, con el deseo de recordar nuestro pasado y «no tener que volver a morir».

«¿Cómo no iba a pesar la maleta? En ella viajaban cientos de almas marcadas por un mismo destino: el olvido. Se había propuesto ser la voz de aquellos infelices; en cierto modo se sentía como si los estuviera despertando de un largo sueño».

Una voz a la que también se suma la palabra de Vicente Fernández, en este particular homenaje a nuestra historia más reciente, al recuperar no solo una parte de nuestra memoria colectiva, sino también las actitudes de quienes presenciaron el accidente: «algunas dignas de admiración, otras de desprecio». Entre los primeros se encuentra Benito de Santoña, quien, a riesgo de morir, colaboró en todo lo que pudo; Pablo Joaquín González, un administrativo que ayudó «a sacar a una mujer con dos niñas y a retirar dieciséis cadáveres», o al marinero Irureta Zapater, que contribuyó «a sacar del túnel a una treintena de muertos y heridos graves hasta que se lo impidió el fuego y el humo». Otros se dedicaron a desvalijar los cadáveres y despojarlos de dinero y joyas. Resulta especialmente emocionante el capítulo «Sueños rotos, vidas truncadas», en el que se relata, entre otras, la historia de «un muchacho al que le dan el alta después de pasar tiempo enfermo de tuberculosis mientras hacía la mili. Tenían que firmarle el permiso para irse a su casa, con su familia, a Toral de los Vados, el día tres de enero y se lo firmaron el día dos para que pudiese viajar el día tres a primera hora, y por ganar un día perdió la vida».

El accidente, ocurrido en un ambiente posbélico, se debió a un cúmulo de circunstancias directas e indirectas, a las que se sumaron al mal funcionamiento de los frenos y al grave deterioro de la red ferroviaria, tal y como ha demostrado Vicente Fernández. No obstante, en la novela, el coronel Briz jugará un papel decisivo, al atribuir las causas de la tragedia al sabotaje de la guerrilla antifranquista leonesa, recurso con el que la autora pretende dar a conocer el interés que hubo en desviar la atención sobre este aspecto y jugar, de este modo, con la imaginación del lector.

La censura, aunque no se produjo durante los primeros días, sí se dio posteriormente, debido a que el ferrocarril era un medio de transporte estratégico y el Gobierno quiso ocultar que, en aquellos años, acumulaba una elevada tasa de accidentes; en la actualidad, se estima que, de los 11.000 siniestros ferroviarios anuales, aproximadamente 2.794 eran graves o muy graves.

Como nos recuerda uno de los personajes de Última estación : «No sé hacia dónde nos llevará este viaje que comenzamos hoy. Aunque ahora te cueste creerlo, justamente, el misterio de la vida es lo que nos mantiene vivos. Pero no quiero hablarte de dudas, sino de certezas. Te escribo para pedirte perdón, debes intentar perdonarme, porque sin perdón no hay esperanza… Algunas incógnitas solo podrán ser resueltas con el transcurrir de los años. Con el tiempo aprenderás que no todo es blanco y negro, también existe el gris». Ojalá que su lectura sirva de gratitud infinita a tantas vidas, dedicadas al ferrocarril, y a tantas vías…

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