lunes, 1 de julio de 2024

Cartas en el tiempo - El Desastre de 1898 y el nacimiento de los traumas españoles ,. / Las rutas de Ambrosio - Galicia, de la dulce a la salada ,. / LAS RUTAS DE VERONICA - Ribeira Sacra ,. / ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -19 - Julio - Berta González de Vega - Si hay censura no hay democracia ,. / ¿Dónde estabas entonces? - Alejandro Malaspina, la gesta de un enemigo de Godoy ,. Martes - 16 - Julio , . / Informe Robinson - Eurocopa Fútbol - Arrivederci, Italia,.

 

TITULO: Cartas en el tiempo - El Desastre de 1898 y el nacimiento de los traumas españoles ,.

 

 Cartas en el tiempo ,. 

 

 Miércoles - 17 - Julio a las 20:00 en La 2 / fotos,.

 

 

El Desastre de 1898 y el nacimiento de los traumas españoles

Tomás Pérez Vejo publica «3 de julio de 1898. El fin del imperio español», un libro sobre la histórica crisis y sus consecuencias para el proceso de construcción nacional,.

Soldados españoles durante la Guerra de Cuba armados con Maüsers y preparados para una emboscada en diciembre de 18951895 España Guerras Guerra de Cuba 1895 1898Infantería
 
Soldados españoles durante la Guerra de Cuba armados con Maüsers y preparados para una emboscada en diciembre de 18951895 España Guerras Guerra de Cuba 1895 1898Infanteríaautor desconocido,.

En la historia de un país son pocos los días concretos que tienen un significado histórico especial y pocos los años convertidos en sujeto histórico. El 3 de julio de 1898, fecha en que España perdió Cuba, es uno de ellos. “Es muy significativo que éste es el único Desastre (con mayúsculas) de la historia de España. No sólo supone el fin del imperio ultramarino, sino que tiene un claro sentido de final de época, además de dar nombre a uno de los movimientos literarios más influyentes de la vida intelectual española: la generación del 98″, afirma el historiador español Tomás Pérez Vejo, profesor de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México, que acaba de publicar “3 de julio de 1898. El fin del imperio español” (Taurus).

Los orígenes del conflicto se encuentran en la guerra de independencia cubana que había comenzado en 1895, en los intereses económicos de Estados Unidos en la isla y en su intento de controlar el Caribe. “Su primera oferta de compra a España se produjo en el momento del fin del imperio español en América, tras la pérdida de los virreinatos en 1820 y estas ofertas se repetirán hasta la Guerra de Secesión”, afirma López Vejo. La mañana del 3 de julio de 1898, la flota española se encontraba en la bahía de Santiago al mando del almirante Pascual Cervera y Topete. El tono sacrificial en el que se dirigió a sus hombres, una llamada a la inmolación colectiva, deja pocas dudas sobre el ánimo con que el se lanzó a una batalla que sabía perdida de antemano: “Vamos a un sacrificio tan estéril como inútil”, sentenció.

“En su proclama a los soldados les dice que se vistan de gala, que no es la forma de afrontar un combate, con lo cual tiene algo de sacrificio ritual. El desequilibrio de fuerzas era tremendo, pero no le quedaba otra opción que salir de la bahía porque se había convertido en una ratonera. Fácil de defender porque tiene una bocana muy estrecha, pero también de bloquear y eso suponía, o condenar a la flota a caer en poder americano, o dar una orden de salida a la desesperada. En ningún momento -prosigue-, Cervera se plantea dar una batalla naval, sino romper el bloqueo norteamericano y que alguno de los barcos consiga escapar, cosa que no ocurre y se convierte prácticamente en un ejercicio de tiro al blanco. La idea que maneja el almirante Cervera es que fijen la bandera española al suelo, combate a muerte y que no se rindan en ningún caso, que ningún barco sea apresado por los americanos”, puntualiza el autor.

Una guerra insostenible

Fue una derrota absoluta y sin paliativos que impuso unas condiciones de paz humillantes, pero esto no modificó el peso de España, “porque ya había dejado de ser una potencia en 1821 con la pérdida de los territorios continentales. Desde entonces jugaba un papel de segundo orden en el escenario internacional y, aunque no tuviera capacidad para llevarlo a cabo, se vio obligada a ejercer como gran potencia porque el Caribe era uno de los grandes ejes de la geopolítica del XIX, pero ya no tenía capacidad de llevarlo a cabo y lo único que hace la derrota del 98 es devolver las cosas a su lugar”.

Y prosigue Pérez Vejo: “España aceptó esas condiciones porque no había otra opción, no tenía posibilidades de continuar la guerra con la flota prácticamente aniquilada y a 10.000 km de distancia. El gobierno español, con buen criterio, consideró que la guerra era insostenible, porque no había forma de mandar refuerzos a un ejército tan lejano y esto jugó un papel importante para que EE.UU impusiera sus condiciones en el Tratado de París, ellos tenían todas las cartas en la negociación y nosotros ninguna”, resalta el profesor.

El 10 de diciembre de 1898 España firma su renuncia a la soberanía sobre Cuba y la entrega de Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam, con ello ponía fin al imperio de ultramar español. “Este hecho es muy importante para EEUU porque marca su irrupción como gran protagonista de la escena internacional”, apunta. Pero, ¿por qué para España la pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y un rosario de islas en el Pacífico fue mucho más dolorosa que la de prácticamente todo un continente? ¿Por qué esta pérdida pasó casi desapercibida en el imaginario colectivo y la de estas islas se convirtió en el mayor desastre de la historia española contemporánea? “La diferencia -explica Pérez Vejo- es que los territorios continentales americanos los perdió el rey, la monarquía hispánica, y las islas caribeñas y pacíficas, la nación española”.

Una nación que a lo largo del s. XIX había logrado convertir a Cuba, que en la estructura del viejo imperio era un sitio absolutamente marginal, en una colonia en el sentido estricto del término, muy rentable económicamente. Un lugar muy productivo llegando a producir el 80% del azúcar que se vendía en el mercado mundial, fundamentalmente el americano. Por eso, “su independencia fue cualitativamente distinta a la del resto de las naciones hispanoamericanas. Lo que ocurre en 1820 es que había una serie de reinos americanos que deciden separarse del rey, mientras que en el caso de Cuba es una guerra colonial. En los ejércitos continentales no hubo soldados españoles enviados a combatir en México, Perú o Argentina, eran igual de americanos que los independentistas, pero en el caso cubano, el ejército estaba formado por soldados enviados desde España que lucharon por mantenerla dentro del dominio español y su pérdida fue la más dolorosa y traumática”.

Se movilizó una cantidad de tropas enorme, pero las condiciones deplorables en las que volvían los soldados, generó una gran polémica en el país y el debate sobre quiénes iban a la guerra, “se extendió la idea de que la guerra la estaban pagando los pobres, que no tenían posibilidad económica de librarse”. Los lamentos por “un país sin pulso” -que decía Silvela-, incapaz de ganar la guerra y de repatriar dignamente a sus soldados, serán constantes en la literatura del Desastre. “El número de muertos en combate fue pequeño -explica el historiador-, pero por enfermedades fue altísimo. En ese sentido es una guerra muy problemática. Y, especialmente dramática, la vuelta, sobre todo en el caso de Filipinas. Casi un cuarto de millón de soldados, la mayor repatriación de tropas hasta el momento realizada por ningún país europeo”.

Hasta en los periódicos

Todo eso acumulado genera una sensación de desastre absoluto, que quedó reflejado en la prensa. “Si se lee la de la década 1820-30, sobre la pérdida de territorios americanos no habla ningún periódico, no importa lo más mínimo, en cambio en 1898, parece una especie de gigantesco psicodrama colectivo, porque no solo es que la hemos perdido nosotros, los españoles, sino que esto demuestra que somos un país fracasado y decadente –afirma–, que desembocó en una crisis de nación. La crisis del 98 invalidaba una identidad española tradicional basada en la noción de “imperio”, sin ser capaz de sustituirla por otra, tuvo un efecto demoledor sobre el proceso de construcción nacional español”, resalta el historiador.

“Para mí -prosigue- el Desastre es el origen de la mayor parte de los traumas españoles del s. XX, del complejo de inferioridad frente al resto de las potencias europeas, la idea de un país que no está a la altura de las grandes países de la época, del fracaso de la cultura española. Y eso no ocurrió en 1820. Fue una auténtica crisis psicológica, fundamentalmente, de las élites españolas, el “España como problema” de la generación del 98″, cuyo extraordinario valor literario es indiscutible, pero que desde el punto de vista de la historia del país tuvieron una influencia absolutamente nociva por esa idea de la autoflagelación, somos un país africano, no formamos parte del mundo europeo….”. Para Pérez Vejo, “la España contemporánea empieza con la crisis del 98. Esta fecha simbólica marca más que el fin del siglo XIX, el principio del XX, puesto que es causa y origen de muchos de los grandes problemas de esta centuria particularmente dramática”, concluye.

El historiador Tomás Pérez Vejo
 
El historiador Tomás Pérez VejoJuan Carlos Rojas Espacio MEX

Batalla menor

Como episodio bélico, el combate naval de Santiago de Cuba fue, en realidad, menor. Participaron 6 barcos españoles y 10 estadounidenses; nada que ver, con las grandes batallas del siglo XIX. El saldo final fue de 343 muertos, 151 heridos, 1.889 prisioneros y seis barcos embarrancados o hundidos -en total 29.000 toneladas en buques y 112 cañones perdidos- por el lado español, y de 1 muerto, 2 heridos y ningún barco hundido por el norteamericano. Son las estremecedoras cifras de una catástrofe que, al margen de ellas, lo fue mucho más por sus repercusiones que por la derrota militar en sí.

La progresiva “españolización” de Cuba

Acabada la guerra no hubo expulsión de españoles ni campañas de “desespañolización” más bien al contrario, de “españolización”. “Algo llamativo comparado con lo ocurrido en 1920 en el resto de América -explica López Vejo-, donde hubo campañas hispanófobas fuertes. México llegó a decretar la expulsión de todos los españoles, pero en Cuba no. ¿Por qué? Por un lado, dice Martí: “no tenemos nada contra los españoles, si acaso contra el Estado”. Y por otro, las élites cubanas empiezan a preocuparse porque Cuba acabe siendo una zona de expansión americana y esto provoca el intento de favorecer la llegada de españoles. De manera paradójica, Cuba se vuelve más “española”, en costumbres y comportamientos después de la independencia que antes de ella”, afirma.

 

TITULO: Las rutas de Ambrosio -   Galicia, de la dulce a la salada ,.

 

El sabado - 20 - Julio,  a las 19:10 por La 2, foto,.

  Galicia, de la dulce a la salada,.

 Galicia, de la dulce a la salada

 Gonzalo recorre el Baixo Miño y las Rías Baixas. Su primera parada le lleva a conocer lo que para algunos es "la vampiresa del agua" y, para otros, "la reina del Miño": la lamprea, un manjar que degusta cocinada de forma tradicional en Arbo. En Tui descubre las peculiares "Sopas de burro".

 

TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA - Ribeira Sacra   ,.

El sabado - 20 - Julio  , a las 18:10 por La 2, foto,.

 Ribeira Sacra ,.

 Ribeira Sacra

 Verónica llega a la Ribeira Sacra, uno de los parajes más espectaculares que ofrece la Galicia más interior, donde la viticultura y la mística juegan un papel fundamental.
Roi, geógrafo experto en la zona, nos introduce de lleno en los cañones del río Sil. Desde allí conoceremos porque los vinos de la Ribeira Sacra son conocidos como vinos heroicos. Tan importante es en esta tierra el beber como el comer: el pulpo, el buey gallego, los grelos y la empanada de zorza serán los encargados de demostrarlo. Para rebajar tanto manjar probaremos el más afamado de los orujos gallegos: el licor café. Y como no podía ser de otra forma, nos despedimos de Galicia invocando a las meigas a través del mítico conxuro acompañado de buena queimada y mejor compañía.

 

TITULO:   ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 19 - Julio  - Berta González de Vega -  Si hay censura no hay democracia ,.

¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y
comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.

¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 19 - Julio  - Berta González de Vega -  Si hay censura no hay democracia  , fotos ,.

 Berta González de Vega -  Si hay censura no hay democracia,.

  Berta G. de Vega/🐝 on X: "Conclusión: los que defendemos la libertad de  expresión nos vamos a convertir en peligro para la democracia porque no  estamos garantizando el derecho de los ciudadanos

 Berta González de Vega,.

En las democracias liberales, cada vez que prohibimos que haya debate nos estamos pegando un tiro en el pie,.

 

Hasta hace nada, la cultura de la cancelación era un invento de fachas, una hipérbole airada de los que no estaban dispuestos a renunciar a sus privilegios, amenazados por la voz conquistada de minorías identitarias. Ahora, cuatro días después, como quien dice, nuestras libertades se ven gravemente amenazadas. ¿Qué ha ocurrido? Pues, en realidad, nada que no ocurriese ya antes, que no llevase ocurriendo tiempo. La diferencia es que ahora, tras las elecciones autonómicas y municipales, la izquierda ha perdido el poder en numerosas poblaciones y, lo que antes se veía con buenos ojos, ahora es un atropello intolerable. Los mismos que callaban ante la censura cuando provenía de un lado concreto del espectro ideológico, ahora se abanican fuerte e hiperventilan porque viene del otro extremo. Los que critican la censura y todo ataque a la libertad de expresión, provenga de donde provenga este, no dan crédito ante la exhibición desacomplejada del sesgo.

Se cancelaba en Valdemorillo una obra teatral basada en un texto de Virginia Wolf. El consistorio defendía que se trata de una cuestión de presupuesto y la compañía asegura que es por la temática que trata. Coincide con la suspensión de la proyección de la película Lightyear en Santa Cruz de Bezana, en la que aparece el beso entre dos mujeres, o con la cancelación en Briviesca de un espectáculo sobre la vida de un maestro republicano fusilado. Así, parece difícil justificar que se deba únicamente a una cuestión de presupuesto cuando siempre coinciden las cancelaciones con temáticas que encajan con la ideología del adversario. Parece más bien censura y, como tal, merece, efectivamente, toda condena. Los artistas e intelectuales, abajofirmantes profesionalizados ya, se han apresurado a hacer público un manifiesto (esta vez brevísimo) condenando estos hechos. Dice así: «Las y los artistas profesionales de la cultura denunciamos el retorno de la censura que está atentando contra la libertad de expresión, un derecho consolidado social y democráticamente en nuestra Constitución. Exigimos la protección de los derechos fundamentales. Sin cultura no hay democracia».

¿Retorno? ¿Hasta ayer no había censura y solo tras ganar las elecciones partidos de derechas han comenzado a darse tan lamentables y condenables hechos? Olvidan varios casos las y los artistas profesionales de la cultura ante los que no emitieron ningún comunicado ni elevaron la voz. Y no son, precisamente, hechos aislados. Más bien lo que ocurre es que cuando la censura la ejerce la izquierda, o bien miran para otro lado o bien no les preocupa tanto la libertad de expresión ni los derechos fundamentales. Sí lo hicieron para defender al rapero Pablo Hasél o a Valtònyc. El primero, condenado por enaltecimiento del terrorismo por la letra de algunas de sus canciones. El segundo, enaltecimiento del terrorismo e injurias al rey. En ambos casos tenían razones de sobra para solidarizarse con ambos cantantes, pues la libertad de expresión y, en este caso, la creativa, deberían ser defendidas siempre por todos nosotros, incluso cuando no estamos de acuerdo con lo dicho o abiertamente nos repugna. ¿Pero qué ocurre con el resto? ¿No les preocupa tanto? ¿Por qué razón? No se les escuchó preocupados cuando en varios colegios catalanes se retiraron de sus bibliotecas libros infantiles como Caperucita Roja o La Bella Durmiente por fomentar valores machistas, violencia simbólica y carga sexista. Tampoco cuando el Ayuntamiento de Bilbao cancelaba el concierto programado de C. Tangana a pocos días de la actuación, obedeciendo a las protestas de grupos que señalaban las letras del artista como machistas y apología de la cultura de la violación. Juan José Millás no lamentó entonces en redes que se censurasen libros ni a los artistas profesionales de la cultura les pareció tan grave que no se respetase la libertad creativa del músico, como exigían para los raperos. Puede que el terrorismo no les parezca para tanto, no tan preocupante como el machismo.

Tampoco se echaron las manos a la cabeza cuando el humorista David Suárez perdía su trabajo por un chiste en redes sobre una inexistente niña con síndrome de Down. Ni cuando Camilo de Ory se sentaba en el banquillo por twittear aforismos con marcado humor negro sobre el Julen, el niño que cayó en un pozo en Totalán. Chistes que, siendo más o menos desafortunados, nunca se escribieron con la intención de que llegaran a la familia, cosa que ocurrió cuando buenísimas personas cargadas de las mejores de las intenciones se dedicaron a hacérselos llegar. O cuando un juez jubilado era juzgado por publicar en una revista de jueces un poema satírico sobre Irene Montero, de cuya existencia nunca nos hubiésemos enterado y habría pasado desapercibido de no ser por la notoriedad que le otorgó la pretensión de censura por parte de la Ministra de Igualdad.

Ningún apoyo

No se escuchó ningún apoyo ni una manifestación, por pequeña que fuera, de preocupación cuando Plácido Domingo, sobre el que no consta ninguna denuncia por acoso sexual (no ya condena, ni siquiera denuncia) veía canceladas sus actuaciones y se imponía un veto sobre su persona para que no actuase en teatros públicos. Veto que, además, fue defendido por el propio ministro de Cultura, Miguel Iceta.

No hubo alarma cuando la Complutense amanecía con sus paredes cubiertas por las páginas arrancadas de libros muy concretos con amenazas a sus autores. José Errasti y Marino Pérez, amenazados autores del libro «Nadie nace en un cuerpo equivocado» han sufrido desde su publicación el acoso de grupos y asociaciones trans, han visto canceladas sus presentaciones y charlas por universidades que sucumbían a las presiones de los intolerantes y han tenido que ser escoltados y protegidos por la policía. Pablo de Lora, también amenazado autor de «El laberinto del sexo» ha sufrido también esas presiones, así como escraches en la universidad. Su libertad de expresión no ha preocupado demasiado al mundo de la cultura. Tampoco ahora, que nuestras libertades sí parecen estar amenazadas de pronto.

Anónimo García, miembro del colectivo ultrarracionalista Homo Velamine, perdió su trabajo y está condenado a 18 meses de cárcel y 15.000 euros de indemnización a la víctima de La Manada, por un tour que nunca existió. Su caso, además, sienta un peligro precedente: es la primera vez que se hace uso del artículo 173.1 del Código Penal contra la libertad de expresión y de creación, cuando su uso siempre ha sido en casos de torturas. Su historia la cuenta el periodista Juan Soto Ivars en el más que recomendable libro «Nadie se va a reír: La increíble historia de un juicio a la ironía». No solo nadie elevó la voz por él y nuestras libertades, es que la prensa, con contadas excepciones, apuntaló la mentira y se negó a hacerse eco de la verdad.

Estos días, coincidiendo con las despreciables cancelaciones en municipios gobernados por PP y Vox, el cineasta Carlos Hernando denunciaba los obstáculos inauditos con los que se está encontrando para sacar adelante su documental «El autócrata» en el que analiza la gestión de Pedro Sánchez al mando del Ejecutivo. No se han preocupado los artistas por su caso. Por lo que sea, no les alarma.

Es escandalosamente deshonesto que se defienda la libertad de expresión y de creación solo cuando es amenazada por aquellos con los que disentimos. Es imprescindible defenderla para todos, incluidos aquellos con los que no estamos de acuerdo, con los que sus ideas nos repugnan. Decía Thomas Paine que «quien desee asegurar su propia libertad debe proteger de la represión incluso a su enemigo; pues si incumple ese deber, sienta un precedente que se volverá en su contra» Harían bien nuestros artistas en tomar nota de esto. Les preocupan mucho hoy los derechos fundamentales de todos y apelan a nuestra Constitución, pero olvidan que esta propugna como valor superior (con la justicia, la libertad y la igualdad) el pluralismo político. Podrían empezar por respetarlo.

 

TITULO: ¿Dónde estabas entonces?  - Alejandro Malaspina, la gesta de un enemigo de Godoy , Martes -  16 - Julio    ,.

Este martes -   16 - Julio , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de la tercera temporada de '¿Dónde estabas entonces?', presentada por Ana Pastor , foto,.

 

Alejandro Malaspina, la gesta de un enemigo de Godoy,.

 El explorador Alejandro Malaspina

 El explorador Alejandro Malaspina,.

Dirigió en 1789 una expedición de cinco años por América y el Pacífico para explorar las colonias españolas,.

 

He aquí una de las más grandes aventuras científicas de todos los tiempos, un viaje épico que, si bien terminó de forma penosa, constituyó una gesta impresionante. El que fue conocido como “Viaje científico y político alrededor del mundo” se llevó a cabo entre 1789 y 1794, al mando del científico y marino Alejandro Malaspina.

Fue un viaje impresionante en todos sus aspectos: recorrió el Atlántico, las costas americanas, el Pacífico, llegando a Alaska, cruzando hasta las Filipinas y viajando hasta Nueva Zelanda y Australia. Fue una aventura épica que bien merece ser recordada por la Historia, no ya española, sino universal. A lo largo de aquellos años,.

recorriendo el planeta, los científicos que formaban parte de la expedición reunieron infinidad de datos cartográficos, botánicos, zoológicos, astronómicos, médicos, químicos y etnográficos.

Fue una producción tan ingente que incluso hoy día sus datos siguen siendo de interés y se estudian por parte de especialistas de diversas disciplinas científi- cas. Por desgracia, al regresar a España, la expedición se encontró con un escenario que no esperaban: con Manuel Godoy manejando los hilos del poder en un mar de intrigas que llevó a la caída en desgracia del propio Malaspina y, cómo no, al olvido de tan increíble aventura hasta tiempos recientes.

 

TITULO:   Informe Robinson - Eurocopa  Fútbol -  Arrivederci, Italia,. 


Eurocopa  Fútbol - Arrivederci, Italia   ,.


Resultado Final - SUIZA - 2 - ITALIA -0- , foto,.

 Arrivederci, Italia - AS.com

La vigente campeona cae eliminada con justicia por una gran Suiza, a la que esperan Inglaterra o Eslovaquia. Ejercicio de impotencia de Spalletti.


Arrivederci, Italia. Grüezi, ilusionante Suiza de Murat Yakin. No hubo milagro (parte 1.000) para la todavía vigente campeona de Europa, incapaz siquiera de dar lustre y honrar el título que levantó contra todo pronóstico en Londres hace menos de tres años. Italia queda eliminada por pura inercia, sin capacidad ni ese afán histórico por buscar la salida imposible, el clavo ardiendo o el pacto con el diablo en su caída a los infiernos. Nunca tuvo plan B. Y apenas si nos dejó ver el plan A. Quizá algún rato, un espejismo, ante la humilde Albania.

A Suiza le esperan Inglaterra o Eslovaquia, pero viaja a los cuartos embalada. Sin ningún miedo y con la sensación de equipo rocoso y difícil de batir, la que ya mostró ante Alemania, multiplicada por 10. Costará meter mano a los Nati de Yakin, que al alcanzar esta antepenúltima ronda igualan ya su mejor resultado en una Eurocopa y en cualquier gran torneo de selecciones. El techo está en el cielo.

Extraña decadencia la de una Italia que se empeña en parecer vieja aunque ande repleta de futbolistas jóvenes, o al menos nuevos. Spalletti, cuyo futuro como seleccionador queda ahora en el aire, tampoco ayuda. Luciano ha dado durante todo el torneo palos de ciego. Comenzó con un discurso cruyffista, de “buen fútbol” y su dominio culminado con remontada ante Albania supo como un amago de darle la razón. Pero el repaso al que le sometió España comenzó a lobotomizar al de Certaldo, futbolísticamente al menos. Contra Croacia saltó al campo con cinco defensas y dos medios defensivos, en las antípodas de lo que andaba predicando. Zaccagni, con un derechazo en el 98′, echó a Modric, clasificó y salvó los muebles. Pero las dudas y las vías de agua, quisiera o no verlas Spalletti, seguían existiendo. Sobre todo, por su propia incapacidad para creer en lo que predicaba. A esta Italia no se la ha creído ni el que la concibió.

Esta vez, sobre todo, chirriaba en el once italiano la presencia del El Shaarawy. Un futbolista de vuelta de casi todo, que además no había jugado un solo minuto con Italia no sólo ya en esta Eurocopa, sino desde noviembre del año pasado, cuando en la fase de clasificación fue titular contra Inglaterra y salió desde el banquillo días después, ante Macedonia del Norte. También destacaba la presencia de Nicolo Fagioli, aunque el prometedor centrocampista de la Juventus , su frescura y su historia de redención tras un problema con las apuestas, han iluminado habitualmente el discurso del seleccionador. Fagioli sí que había disputado ya 10 minutos, los del final contra Croacia. Por eso se entendía menos lo de colocar con fórceps a El Shaarawy cuando lo fácil, lo que hubiera entendido todo quisque, hubiera sido darle a Zaccagni el premio de la titularidad. El extremo de la Lazio entró justo tras el descanso, cuando la eterna promesa (31 años ya) de la Roma no había olido la pelota y hasta casi deja a su equipo con 10. Los suizos no han terminado aún de preguntarse por qué el VAR ni siquiera revisó una tremenda entrada al tobillo de Schär cuando la primera parte agonizaba.

Sólo la falta de picardía de un equipo con calidad, pero por momentos naive en los metros finales, evitó que Suiza transformase en bastante más peligro el apabullante dominio al que sometió a los italianos. Acorralados en el área, los de Spalletti apenas habían sufrido algún sobresalto extraordinario antes de la media hora cuando Embolo rompió el fuera de juego y telegrafió su remate, que un buen Donnarumma (otra vez, el mejor, casi lo único potable de su equipo) consiguió desviar. Pero parecía cuestión de tiempo que los helvéticos acertasen. Vargas, un clásico de las alineaciones suizas que vive una segunda juventud, la controló en la esquina del área y Freuler apareció en el cajón de 9 para controlar con la derecha, dejarse la pelota arriba y fusilar con la izquierda. Mancini desvió unos centímetros, los suficientes como acabar de impedirle al portero una parada limpia. Ese 1-0 (37′) respondía con mucho más lógica al marcador.

Que Rieder agrandara la distancia antes del descanso lo evitaron entre Donnarumma y el palo. Pero nada más regresar, un disparo tremendo Vargas convertía en imposible la enésima estirada del cancebero de Campania (2-0, 46′). Vista la pobreza extrema de esta Italia, el gol sonaba claramente acompañado por tambores de sentencia. Italia volvía a depender de un milagro. Algunos santos se habían puesto de su parte cuando Schär desvió fatalmente un balón hacia su propia portería, pero el palo evitó el 2-1. Y también se lo negó minutos después Scamacca. Porque a esta Italia, ¿quién la conoce? ya no le quedan ni la suerte y/o la Providencia.

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