viernes, 30 de mayo de 2025

Equipo de investigación - El imperio del salmón , Viernes - 13 - Junio ,. / La clave - Pozuelo Vice ,. / La Sexta Columna - Juicio en Argentina ,. - Viernes - 13 - Junio ,.

 

TITULO: Equipo de investigación - El imperio del salmón  , Viernes - 13 - Junio ,.

Este   Viernes - 13 - Junio  a partir de las 22:30 La Sexta, siempre dirigido por Gloria Serra , foto,.

 El imperio del salmón,.

 Hoy, en Equipo de Investigación, Glòria Serra analiza los entresijos del ' imperio del salmón'

En el programa de estreno que esta noche emite laSexta, Equipo de Investigación sigue la pista del pescado más consumido en España en el reportaje 'El imperio del salmón'.

Equipo de Investigación recorre más de 11.000 kilómetros para ofrecer una radiografía completa del mercado del salmón en este reportaje que laSexta estrena esta noche.

Para ello, analizan desde las campañas de promoción internacional hasta los métodos de producción en granjas marinas. Un pescado que en 2023 superó por primera vez a la merluza como el más vendido en España.

El programa presentado por Glòria Serra accede a zonas de cultivo en la Patagonia chilena, recaba testimonios de trabajadores, expertos, pescadores artesanales y representantes del sector, y analiza en laboratorio varias muestras de salmón disponibles en el mercado español.

¿Cómo se ha convertido el salmón en un producto global? ¿Qué modelo hay detrás de su expansión?,.

 TITULO: La clave - Pozuelo Vice,.

Pozuelo Vice,.

No seamos ese sitio en el que todo tiene un precio que un mafioso puede pagar,.

 Alfonso J. Ussía: Pozuelo Vice

foto / En Pozuelo de Alarcón amanece más despacio que en otros barrios de Madrid. La tranquilidad es su seña de identidad, una forma de pasar las horas con cadencia, como si el barrio caminara dejándose llevar entre los días largos. Se respira calma porque el aire es cálido, de brisa generosa y luz amarilla, mucho verde y muros de boj que delimitan los hogares con salón de chimenea y jardín recién cortado. Hay tantos jardineros como niños, porque la prosperidad va podando parcelas mientras los colegios reciben retoños en cola de coches con nanis y madres de gimnasio. En las rotondas los coches rugen, abren terrazas de copas para que la vida pase ahí mismo, y los fines de semana el silencio pesa como una niebla que retrasa aún más el reloj. Empresarios, herederos, presidentes, médicos e inversores son los clientes habituales de una zona de Madrid donde se busca que nadie te toque los cojones.

Desde el pasado miércoles, Pozuelo corre más deprisa. La calma se ha visto interrumpida en las puertas del Colegio Americano, donde un sicario disparó ocho veces a un tipo que se refugiaba en Madrid de 'vendettas' y traiciones, de un pasado rodeado de manchas entre Rusia y Ucrania con más sombras que claros. Hasta aquí llegaron para cepillárselo, como ya hicieron en 2018 en circunstancias parecidas con un miembro de los Miami, el temido José Ricardo Rojas, 'Richi', cuando fue asesinado al dejar a sus hijos en el Colegio Británico de esta misma localidad.

No son vuelcos ni atracos, sino asesinatos selectivos ejecutados por sicarios profesionales que vienen a Madrid, estudian a su presa y deciden eliminarlo cuando se muestre vulnerable. Por eso les cazan llevando a sus hijos al cole, cuando olvidan lo que son, porque huyeron y creen que son uno más de aquí. Pasa más en el sur, donde el negocio del narco no entiende de clanes ni lealtades. Sucede que los chungos de verdad, los malos globales, cuando quieren esconderse lo hacen en lugares como este, donde a nadie le importa de donde sacaron el dinero sino donde lo pretenden gastar. Y en ese punto la cosa se vuelve difusa.

El centro caro de Londres, me refiero a Knightsbridge, Kensington o el molón Noting Hill, llevan décadas sufriendo este problema que dispara a cotas inalcanzables el precio de la vivienda. Es una anomalía de la que hoy se arrepienten pero que sirvió para que desde los años sesenta, Harrods viera desfilar billetes a punta pala de refugiados millonarios, que provenían de todos los países del mundo. Chinos, rusos, árabes o qué más da dónde fueran, pues si traías pasta fresca se hacía como en el Novio de la Muerte y que más dará tu pasado si el futuro es así de lucrativo. Borrón y cuenta nueva.

Hay una línea delgada entre la decencia y ese qué más dará. Pero si no queremos que esto se convierta en un Miami Vice, un Marbella cualquiera, las autoridades deben de mirar más en los barrios de parné que en la Cañada Real, a la que, por cierto, aún se prefiere a oscuras. No seamos ese sitio en el que todo tiene un precio que cualquier mafioso pueda pagar. 

 

TITULO:   La Sexta Columna -  Juicio en  Argentina  . , Viernes - 13  - Junio ,.   

 Este viernes - 13 - Junio - a partir de las 21:30 La Sexta, foto,.

  Juicio en  Argentina ,.

Argentina, 1985: Memoria, Verdad y Justicia a cuatro décadas del "nunca más",.

¿Por qué es importante?
Cuarenta años después de arrancar el juicio contra los principales responsables de la última dictadura militar argentina, muchos –empezando por el presidente Milei- pretenden menospreciar las barbaridades de aquel sangriento régimen golpista,.

Cuarenta años después de arrancar el juicio contra los principales responsables de la última dictadura militar argentina, muchos –empezando por el presidente Milei- pretenden menospreciar las barbaridades de aquel sangriento régimen golpista.

Imaginen que una apacible noche de verano, en medio de la más oscura madrugada, seis o siete desconocidos revientan la puerta de su casa, rompen todo lo que encuentran y le envuelven la cabeza con una capucha antes de meterlo por la fuerza en un coche rumbo a lo desconocido. Intenten hacer, por un instante, el empático ejercicio de no entender absolutamente nada mientras el mundo se derrumba a su alrededor en esos pocos segundos.

Piensen qué cara de terror se les pondría debajo de la capucha si, después de esta infernal irrupción, al llegar a su siniestro destino, entre teclazo y teclazo de Olivetti, le reciben con un inquietante "ah, ya tenemos a la familia unida".

Sientan los inexplicables golpes en sus carnes. Palos a ciegas durante, pongamos diez días, exigiendo respuestas mientras sólo puede hacerse preguntas. ¿Quién? ¿Qué? ¿Por qué?.

Afinen por un momento el oído para escuchar, entre un océano de desgarradores gritos anónimos, la voz alta y clara de su hijo suplicando auxilio mientras le torturan a muy pocos metros. Si se esfuerzan, tal vez puedan distinguir incluso los chispazos tras las descargas eléctricas que acaba de recibir su pequeño por todo el cuerpo.

Usted no lo sabe, pero es la última vez que va a escuchar con vida a su hijo. El menor. Veinticinco años. Del otro no le darán ni las migajas de un último alarido antes de su desaparición. No está. Ni muerto ni vivo. Desaparecido.

No es ficción. Es la durísima historia real de Lucas Orfanó. Su doloroso testimonio resonó en el Juicio a las Juntas militares en Argentina hace ahora cuarenta años.

Cuatro largas décadas después, en laSexta Columna ponemos el foco en ese momento "único, histórico e irrepetible", como nos lo define el entonces fiscal Luis Moreno Ocampo.

Si les volviera a pedir que se pusieran en una piel ajena, siéntanse como ese joven de treinta y dos años que va a participar por primera vez en un juicio penal pasándole la cuenta de sus crímenes en la cara a aquellos que han sido todo en su país.

Nueve hombres sin piedad, frente a un pueblo huérfilo y sediento de Memoria, Verdad y Justicia. Y Moreno Ocampo, como acusador, asistente del fiscal principal, Julio César StrasseraRicardo Darín en la premiada película 'Argentina, 1985'-.

Presupongan los nervios del novato frente a los sanguinarios dictadores. La garganta seca y el carraspeo justo antes de preguntar. El terror a sufrir un atentado en medio de las audiencias, y la miradita a los bajos del coche para resoplar de alivio al no ver nada.

Visualicen a una decepcionada madre incrédula ante las sesudas argumentaciones de su retoño. Estremézcanse y remuévanse incómodos del sofá, o de la silla, o del asiento del metro al verse a sí mismos escuchando con lágrimas en los ojos el relato, a escasos metros, de testigos como Lucas. O como Adriana. La primera superviviente que declaró en el juicio.

Tuvo a su bebita estando esposada en la parte de atrás de un patrullero, y quedó durante dos horas colgando del cordón umbilical mientras su madre, llena de sangre, les suplicaba sin éxito que se la alcanzasen. Si vivía, se prometió, lucharía el resto de sus días por hacer justicia. Pudo cumplir su promesa en aquella comparecencia clave, que hizo cambiar de opinión a muchos escépticos. Como la madre de Ocampo.

Luego vendrían más, centenares de testigos. Supervivientes, familiares de desaparecidos, militares rasos que cumplían las más atroces órdenes. "Me determinaban un blanco y yo accionaba las armas", declara Jorge Carlos Rádice, que años después fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.

¿Qué cara pondrían ustedes al escuchar esta afirmación en una sala en la que se juzgan centenares de asesinatos? La de Ocampo pueden encontrarla en Internet.

Búsquenla, y verán el vergonzoso momento del indigno teniente de fragata. El juez le pide un "ejemplo concreto de blancos en los operativos de lucha contra la subversión". Y él dice... una ventana. Nuestro Ocampo le pregunta si alguna vez le fijaron como blanco a un ser humano. Rádice contesta con un "no recuerdo". Su cobardía sólo está a la altura de su maldad.

Historias de dolor y rabia... despreciadas ahora por un presidente negacionista que se empeña en repetir los mantras que los milicos asesinos esgrimieron sin éxito en el juicio. Milei echa un pulso al relato marcado por la histórica sentencia y hace más que evidente la necesidad de mandar al diván a los amnésicos defensores de una dictadura embustera, contra la que la justicia se abrió paso.

Un último ejercicio de imaginación antes de cerrar este artículo, para el que quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad. Están ahora en la grada habilitada para el público. Ya está acabando el juicio, y después de todo lo que han visto y escuchado tienen el corazón en un puño.

Acuérdense de los hijos de Lucas, torturados a pocos metros de su padre. De la bebita de Adriana. De Claudio, al que transmitían corriente eléctrica por un objeto metálico introducido en el ano. De la cobardía de Rádice. De Massera, condenado años después por el robo de niños. O de la altivez del cagón Videla. Piensen en los 30.000 desaparecidos, y repitan con Strassera esa frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: "Señores jueces, nunca más".

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