sábado, 28 de mayo de 2022

Cartas en el tiempo - El tricornio que restituye el honor del cabo Godoy, el primer fusilado en Riotinto de la Guerra Civil,. / Las rutas de Ambrosio - Las víctimas del crucero ‘Baleares’, indignadas con Almeida por recuperar ese nombre para una calle de Madrid,. / LAS RUTAS DE VERONICA - Los desenterradores de la memoria en la fosa de Pico Reja ,. / ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 3- Junio - Nicolás Romero . / ¿Dónde estabas entonces? - Fotos de Plasencia del Sorolla enamorado de Raquel Meller ,. Martes -31 - Mayo . / Informe Robinson - El Mérida ganó 2-1 contra el Montijo ,.

TITULO: Cartas en el tiempo -  El tricornio que restituye el honor del cabo Godoy, el primer fusilado en Riotinto de la Guerra Civil,. 



Cartas en el tiempo ,.


Cartas en el tiempo -   El tricornio que restituye el honor del cabo Godoy, el primer fusilado en Riotinto de la Guerra Civil,.

 

 Miércoles -1- Junio a las 20:00 en La 2 / foto.



 El tricornio que restituye el honor del cabo Godoy, el primer fusilado en Riotinto de la Guerra Civil,.


Los restos del uniforme de la Guardia Civil hallados en la fosa de la localidad onubense permiten identificar al primer fusilado de la localidad, que se mantuvo leal a la República, cuya memoria ha reconocido el Instituto Armado,.

Finales de abril de 2022. Fosa número 86 de la cuartelada 21 del cementerio de Riotinto (Huelva). El equipo que dirige el arqueólogo Andrés Fernández localiza junto a los restos de un represaliado de la Guerra Civil el botón de una solapa y uno de los tres de la manga izquierda de un uniforme de la Guardia Civil. El pulso de los técnicos empieza a acelerarse y se desboca cuando a los pies encuentran un tricornio en muy mal estado. Los indicios son claros. Se trata del cabo Luis Ortega Godoy, más conocido como cabo Godoy, el primer fusilado por las tropas sublevadas de la localidad de la cuenca minera onubense por cumplir con su deber y mantenerse leal al Gobierno de la II República, negándose al mandato de Queipo de Llano de que todos los cuarteles andaluces depusieran las armas.

Fue ejecutado el 26 de agosto de 1936. 86 años después, dos de sus nietos, Luis Méndez Ortega y María Itatí Palacio Ortega, se encontraron con sus restos este lunes en una ceremonia de exhumación en la que estuvieron presentes la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez. Un acto que servía para empezar a restañar el dolor de una familia larga y rota, y para reparar el honor de un héroe, cuya muerte sumió a su viuda y sus siete hijos en una espiral de “humillación, hambre y pobreza extrema”, como relata Itatí.

“Haberlo encontrado es maravilloso, es un sueño cumplido”, explica su nieta desde Murcia, donde reside, un día después del emotivo reencuentro con su abuelo. Su acento argentino delata una vida marcada por el exilio, una de las muchas consecuencias del fusilamiento del cabo Godoy. “Ha estado muy presente en nuestra familia. Nuestra abuela Magdalena siempre nos habló de él como lo que fue, un héroe. Sus hijos nunca le echaron la culpa de lo que les sucedió después”, abunda.

Porque tras el alzamiento militar, el cabo Godoy, destinado en el puesto de Alto de la Mesa, entrenó a los mineros de Riotinto que se presentaron voluntarios, para frenar el avance de los sublevados. Al frente de medio millar de estos milicianos mineros, el guardia civil se enfrentó a las tropas franquistas el 7 de agosto en El Empalme, cerca de Valverde del Camino. Después volvió al cuartel y de allí lo sacaron para fusilarlo. El diario ABC de Sevilla daba una versión de su ejecución el 29 de agosto de 1936. “Alto, grueso, con gafas, fue un inducido por la lectura de ciertos periódicos burgueses al servicio del marxismo, que, no obstante, los despreciaban. Al tenerse noticias en la Cuenca Minera de la llegada de las fuerzas militares, algunos cabecillas, como Molina, huyeron… Pero el cabo Godoy, alentando no sabemos qué esperanzas de perdón, se metió en la cama, fingiendo enfermedad. Así fue detenido. Y hasta el último momento alentó esperanzas de salvación… No dio la cara al pelotón, ni la espalda. De costado, mirando hacia la parte de Nerva, escuchó la breve arenga del comandante, que le acusaba de traidor a sus hermanos y a la Patria. ¡Carguen! ¡Fuego! Fueron las voces que se dieron casi al mismo tiempo”.

Una de las fosas rurales más grandes de España

No es la primera vez que el arqueólogo Andrés Fernández ha encontrado a guardiaciviles en fosas del franquismo, pero en el caso del cabo Godoy  sí que es la primera en la que las insignias de la Guardia Civil no están arrancadas. “Es una muestra de cierto reconocimiento”, explica. Su cuerpo está también en una mejor disposición que el resto de los que han exhumado, dos de ellos sobre el cadáver de Luis Ortega, lo que corrobora las sospechas de que fue el primer fusilado de Riotinto. El resto de los nueve que han localizado tienen signos de violencia -alguno con disparos en la espalda- y han sido enterrados en cal viva.

La de Riotinto es una de las fosas rurales del franquismo más grandes de España –“la segunda después de la de Nerva”, apunta Fernández-. Los trabajos de cata empezaron en mayo del año pasado. La primera fase de las tareas de exhumación -con un coste de 50.000 euros financiados exclusivamente por el Gobierno de España- está previsto que termine en junio (hay cinco fases correspondientes a las cinco zanjas o fosas que se han señalado). El equipo de Fernández, formado por dos arqueólogos y una antropóloga forense, calcula que recuperarán entre 40 y 50 cuerpos.  

“No es verdad que se escondiera en la cama. Estaba vestido y con los botones abrochados desde el primero hasta el último y con su tricornio puesto. Los esperó vestido, como lo enterraron. Como se ha podido ver en la exhumación”, señala Iratí. El cabo Godoy tenía 44 años y dejaba una viuda de 36 y siete hijos, el más pequeño, Enrique, de un año. “A mi abuela la obligaron a beber aceite de ricino, le bajaron las bragas, le levantaron las faldas y le dieron el paseíllo”, cuenta entre lágrimas su nieta. A Luis, el mayor de sus hijos, le hicieron un simulacro de fusilamiento y luego se lo llevaron a un campo de concentración. Por eso falta de la foto que Magdalena se tomó con el resto de sus hijos en Casablanca (Marruecos), donde se refugiaron. Allí se casaron algunos de los hijos del cabo Godoy. Pepita, la mayor, se fue Córcega, donde nació Luis Méndez. Otros cuatro, entre ellos Rosario, la madre de Itatí, marcharon a Argentina. “Mi familia es un rompecabezas, todo desarmado, y encontrar a mi abuelo es la pieza que lo une todo”, reconoció Luis durante la ceremonia.

El ABC dejó constancia del fusilamiento de su abuelo, pero la familia ignoraba dónde estaba enterrado. Los tres nietos que regresaron a España empezaron a buscar más en serio cuando tomó brío el movimiento memorialista. “Me puse en contacto con la Guardia Civil, para conseguirle una pensión de viudedad a mi abuela, pero no teníamos certificado de defunción”, cuenta Itatí. La indagación los llevó hasta el libro Memoria Vindicada 1936-1939, sobre los fusilados en la comarca minera de Huelva, escrito por dos de sus vecinos, Alfredo Moreno y Gilberto Hernández.

En él se recogen las anotaciones que hizo el sepulturero del cementerio de Riotinto en las que escribió las iniciales C. G., la fecha del fusilamiento y dónde se enterró. “Con esas iniciales se conocía al cabo Godoy y son las que se utilizan en el sumario del desarme de los cuarteles de la cuenca minera, donde aparece como uno de los defensores ya fallecido”, relata Moreno. “Si no hubiera sido por la valentía del sepulturero, no hubiéramos dado con el cabo Godoy”, explica emocionado.

Son sus exhaustivos trabajos de documentación con los que el equipo de Fernández trabaja en la primera fase de las exhumaciones de Riotinto. El cruce de datos de Moreno y Hernández determina que en el cementerio podrían estar enterrados hasta 211 represaliados. “Con las anotaciones del sepulturero podrían identificarse hasta 10 más”, apunta el investigador, trabajador de la mina jubilado, como su colega. “Si nuestras investigaciones han servido para que una familia haya encontrado a su abuelo, para que se haga justicia, todo lo demás huelga”, cuenta. El cabo Godoy fue el primero en ser ejecutado en Riotinto y el primero de los exhumados —tres hasta el momento― en ser identificado.

Cuando comenzaron los trabajos de exhumación, el 24 de marzo de este año, Moreno cuenta que le dijo a uno de los arqueólogos que tenía que sacarle un tricornio de la fosa porque lo había soñado mientras escribía el libro. “Tu sueño se ha hecho realidad”, le dijo Fernández cuando lo llamó a finales de abril, tras recuperar el sombrero. “Lo más gratificante de este trabajo es darle respuesta a las familias”, afirma el arqueológo. “La sensación cuando localizamos los indicios que apuntaban al cabo Godoy es indescriptible”, abunda.

Rosario, la madre de Itatí, era la menor de las hijas del cabo Godoy y tenía tres años cuando lo fusilaron. Fue también la última en fallecer. Lo hizo hace seis meses, con 88 años —casi coincidiendo con los trabajos de cata del cementerio—. “En 2006 estuvo con su hermana Pepita junto al monolito del cementerio de Riotinto que recuerda a los fusilados. No sabían que a 20 metros estaba su padre”, cuenta su hija. “Llegamos tarde”, se lamenta Fernández, pero Itatí sabe que, 86 años después, lo que menos importa es el cuándo. Lo que cuenta es que el honor violentado de su abuelo se ha restituido y que las piezas del puzle familiar que su asesinato desbarató empiezan a juntarse. “Mi abuelo descansará en el cementerio de Marbella, donde está enterrada mi abuela”, cuenta.


TITULO: Las rutas de Ambrosio -    Las víctimas del crucero ‘Baleares’, indignadas con Almeida por recuperar ese nombre para una calle de Madrid ,.


El sabado -4- Junio a las 19:10 por La 2, foto,.

 Las víctimas del crucero ‘Baleares’, indignadas con Almeida por recuperar ese nombre para una calle de Madrid,.


Los protagonistas de La Desbandá luchan contra el revisionismo sobre el bombardeo a los civiles que en 1937 huyeron del cerco franquista por la carretera de Málaga a Almería,.

En la Asociación La Desbandá se ultiman los preparativos para recorrer los 240 kilómetros que separan por la costa Málaga y Almería. La misma ruta que hace 85 años, en febrero de 1937, anduvieron 300.000 personas y en la que perdieron la vida alrededor de 6.000 civiles bombardeados por tierra, mar y aire por las tropas franquistas y sus aliados internacionales. Esa carretera de la muerte y lo que allí pasó quedaron sepultados por el silencio impuesto por la dictadura. La asociación lleva desde 2017 repitiendo la ruta para homenajear a los supervivientes y a las víctimas, rescatar del olvido una de las mayores tragedias de la Guerra Civil y exigir reparación.

En esa tarea de memoria, la asociación se ha encontrado con la decisión del Ayuntamiento de Madrid de recuperar el nombre de Crucero Baleares en una de sus calles. “Es una burla para las víctimas”, señala Rafael Morales, presidente de la asociación. El crucero Baleares fue uno de los barcos que bombardearon a los civiles que entre el 7 y el 12 de febrero de 1937 emprendieron la huida de Málaga por la carretera de Almería tras la toma de la capital malagueña por los sublevados.

Luisa Vecino tenía cuatro meses cuando las bombas empezaron a caer sobre Adra (Almería). Sus padres la cogieron en brazos y se sumaron a la diáspora que venía desde Málaga. “Era una carnicería, una matanza absoluta”, dice Luisa que le contó su madre. La rabia le enreda las palabras cuando cuenta cómo se siente al saber que Madrid ha recuperado el nombre de crucero Baleares. ”Me enfurece, no puedo comprender que en tantos años no se hayan eliminado estas ideas y que las impulsen gente que está en los gobiernos”.

“Cuando en verano conocimos la intención del Ayuntamiento de Madrid remitimos una denuncia formal alegando que iba en contra de la ley de memoria”, explica Morales. El Consistorio gobernado por el popular José Luis Martínez-Almeida respondió que estaba cumpliendo con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que daba la razón a Vox. La asociación trató, en vano, de que el Ayuntamiento de Málaga, también del PP, se pronunciara en contra. Tampoco lo ha hecho el consejero de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, el malagueño Elías Bendodo.

El Ayuntamiento de la capital les explicó que la calle honraba también a los tripulantes del Baleares que fallecieron cuando fue bombardeado en marzo de 1938 por una escuadra republicana, porque “ellos también eran víctimas”. “Aunque ciertamente su marinería pereció en su hundimiento [fallecieron 768 personas], no es menos cierto que fue uno de los causantes del sufrimiento de los protagonistas de La Desbandá, por lo que hubiera sido más justo evitar el agravio comparativo y el incumplimiento del artículo 15 sobre símbolos y monumentos públicos que recoge la ley de memoria”, señala el arqueólogo e investigador Andrés Fernández, coautor del libro 1937: Éxodo Málaga-Almería. Fernández recuerda que, desde 1938, se celebraron funerales y desfiles por los considerados “mártires de la traición”.


De La Desbandá se sabe muy poco. Las fotos que tomó el médico canadiense Norman Bethune son el único testimonio gráfico que atestigua la huida. Precisamente, fue Bethune quien metió a Luisa y a su madre en una furgoneta y las evacuó hasta Almería. Mucho después, cuando Luisa estaba leyendo El bisturí y la espada, supo que el médico protagonista era Bethune. “Le dije: ‘Mamá, aquí se cuenta tu historia, la del doctor que te ayudó”, recuerda emocionada.

Buena parte del relato de lo ocurrido en La Desbandá se ha reconstruido gracias al testimonio oral de los supervivientes, como Luisa. Para acallar las últimas voces que incluso niegan ese éxodo, la asociaicón ha organizado el Congreso Internacional de La Desbandá, para “seguir investigando lo que ocurrió, dónde y por qué”.

Los primeros recuerdos de Luisa son las seis baldosas en las que su padre, preso desde 1939 en Almería, se turnaba para dormir con sus compañeros de celda. Él salió de la cárcel en 1944 y murió de un infarto en 1947. Un año después, antes de partir para Milán con su madre tuvieron que visitar al cónsul italiano. “Tenía un cuadro de Mussolini. Era normal, entonces gobernaba Franco y eran fascistas, pero ahora no puedo entender que se mantengan esos símbolos”, se revuelve.

La asociación retomará la ruta de La Desbandá el 3 de febrero. Luisa cree que sus recuerdos son “una gota que cae en un mar que está envenenado”, pero valora el esfuerzo de la asociación que cada año invita a supervivientes como ella para rememorar el pasado con el ansia de que su memoria perdure más que una placa en la pared de una calle.


TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA -  Los desenterradores de la memoria en la fosa de Pico Reja,.

El sabado- 4- Junio - a las 18:10 por La 2, foto,.

Los desenterradores de la memoria en la fosa de Pico Reja,.


El equipo que trabaja en una de las mayores fosas del franquismo destaca la importancia de mantener vivo el relato de los familiares para ayudar en su tarea científica de identificar a represaliados,.

El investigador Juan Manuel Guijo tiene muy clara la filosofía que rige los trabajos de exhumación en la fosa sevillana de Pico Reja: “Cada uno de nosotros tiene asimilado que existe una obligación moral hacia los familiares, que vienen aquí llorando y desesperados porque nadie les ha hecho caso nunca; eso para nosotros es el centro de todo. No podemos engañarlos; no podemos decirles que vamos a recuperar seguro a su abuelo o a su hija. Tenemos que asegurarles que todo el procedimiento pasa por una criba científica”.

La fosa de Pico Reja se encuentra en el cementerio sevillano de San Fernando, donde el equipo de Guijo lleva trabajando 17 meses. El grupo, de 10 miembros, suma el rigor y la profesionalidad y la empatía con las víctimas mientras rescatan la memoria de los huesos. Una verdad amenazada por la erosión de 80 años de sepultura.

Son las ocho de una reciente mañana de agosto y el equipo de arqueólogos, antropólogos y documentalistas lleva ya una hora limpiando huesos en silencio. Estudian los cadáveres que yacen entre la arcilla rojiza y los ya dispuestos sobre unas mesas protegidas por toldos. En los 672 metros cuadrados del triángulo de Pico Reja se alzan las carpas bajo las que trabajan. Pasan casi tan desapercibidas como lo estuvo durante ocho décadas esta sima en la que se arrojaron centenares de cadáveres de represaliados durante el verano de 1936 y la posguerra franquista.

La excavación se inició el 20 de enero de 2020, y los hallazgos y conclusiones del equipo de Guijo sobre la represión cometida por los sublevados en Sevilla supera las expectativas. “La verdad de los verdugos no se reproduce en los archivos. Es la tierra la que habla”, afirma Guijo. Los estudios previos cifraban en 1.103 las personas enterradas, de las que 900 serían víctimas. El sondeo de dos tercios del terreno arroja una realidad todavía más dantesca: se han exhumado restos de 3.116 personas, de los que 545 corresponden a represaliados, según el último informe, de julio de 2021 “Extrapolando lo hallado hasta ahora podríamos tener más un millar de víctimas”, apunta Guijo.

La antropóloga Esther Moragas vacía un cubo de arena que rodeaba un grupo de huesos. “Esto tiene una dificultad añadida. Cuando se empezó, la idea es que todos los individuos iban a ser víctimas, pero ahora tenemos que discernir quién es y quién no lo es”, explica. Guijo comenta que en la fosa “se han mezclado represaliados con desechos funerarios del vaciado de nichos, personas fallecidas en los hospitales o enterramientos alterados in situ”.

Esta amalgama evidencia una “estrategia de ocultación, porque estaba funcionando desde los años veinte como fosa de caridad y en el verano del 36 encuentran un espacio idóneo para deshacerse de los restos”, precisa el arqueólogo Juan Carlos Pecero.

Del más de medio millar de víctimas que se han recuperado hasta ahora la mitad corresponden a los primeros meses de la Guerra Civil y la otra mitad a la década de los cuarenta, lo que demuestra que, contrariamente a lo que se creía, en Pico Reja también se sepultaron cadáveres del franquismo.

Cada mes se exhuman entre 60 y 100 cuerpos. Solo se analizan los que presentan signos de violencia —orificios de bala, manos atadas a la espalda, restos de ligaduras— o sospechas de la misma. La más clara, que hayan sido enterrados boca abajo. Como los restos que yacen junto a Concha González, auxiliar del equipo, donde asoma parte del talón de un zapato. “Hace unos días, encontramos un grupo de unas 20 personas tiradas boca abajo, con las manos atadas y tiros dados, y otro grupo de cinco con señales de fracturas de los brazos en torno al período de la muerte”, indica González.

La descripción de la escena estremece. “No podemos estar conectados emocionalmente todo el tiempo, aunque hay momentos en los que tienes que pillarte un tiempo y respirar”, destaca Moragas. A su lado, González remacha: “Nos mueve buscar pruebas de la verdad”.

Es habitual que el equipo de Pico Reja reciba las visitas de familiares. Sus relatos, enfatiza Pecero, “ponen voz, cara e identidad a los huesos”. “Aunque no sepas dar un nombre o apellido a ese sujeto, si viene un familiar y te cuenta su historia, completas la imagen de qué tipo de personas están aquí”, prosigue. “Su información es muy útil, pero por encima de todo nos aportan motivación, entiendes que estás dando consuelo a unas familias”.

Esos testimonios orales resultan esenciales. Los relatos perduran y pueden compensar el deterioro que el tiempo ha ejercido sobre los restos. Por eso Moragas reivindica que la Administración también se implique en conservar esas crónicas: “Es una batalla contra el tiempo. Se están perdiendo evidencias, pruebas criminales, tanto por la descomposición de la tierra, las raíces… Los huesos se degradan y yo no puedo precisar si un individuo es hombre o mujer, su edad, y eso es frustrante”.

El equipo de Pico Reja actúa como notario de los restos, de todo lo que les rodea, de lo que esconden y no se ve. Consignan tanto las circunstancias en las que han sido hallados y que pueden arrojar pruebas de cómo murió esa persona (dónde ha aparecido, con quién, la probable posición de su verdugo...), como los rasgos morfológicos o patologías que sufrió, así como los objetos localizados junto a ellos. “Esa documentación puede ayudar en la identificación de la víctima. Cojeras, prótesis dentales… que podemos cotejar con informaciones que tengamos de los familiares”, indica Pecero.

Los expertos de Pico Reja se afanan por desenterrar los restos de memoria que se esconden en los huesos de los más de 500 represaliados arrojados en esa sima, para cruzarlos con los recuerdos de los familiares, para quienes esta fosa, además de una infamia, es un pozo de esperanza tras muchos años de dolor silenciado. Ese es el silencio al que el trabajo de este grupo busca dar voz.

Esta no es una fosa al uso. Puede, como dice Antonio Domínguez —encargado de ensamblar los cráneos con impactos de bala; lleva más de 200—, no ser tan íntima como las de pueblos más pequeños, pero esa magnitud es la que determina su repercusión. “Esto necesita difusión; así menos pábulo se dará a otras interpretaciones intencionadas y falsas”, concluye Domínguez.

 TITULO:  ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -  3 - Junio -  Nicolás Romero .

¡Qué grande es el cine!,.


  ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.

 ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -3- Junio -  Nicolás Romero, fotos,.

 Nicolás Romero,.

El nutricionista que no lo fiaba todo al estómago,.

Rostro habitual de La 2, le cautiva hacer deporte. Corre por la Casa de Campo, levanta mancuernas, hace pilates dos veces por semana... ha escrito incluso un libro, 'Empieza a vivir'. Eso sí, no le verán arrimarse a los fogones,.

icolás Romero (Antequera, 1959) es de esas personas que le llevan a uno a preguntarse por los giros que habría experimentado su vida si la lotería del saber se le hubiera cruzado en su camino. Si su irrupción en el aula hubiese hecho quizá menos plúmbeas aquellas tablas periódicas; si su mera presencia hubiera bastado para evitar que los 8 metros de intestino delgado se desprendieran de las páginas del libro de texto, estrangulando vocaciones improbables hasta hacerlas imposibles. Licenciado en Medicina y Cirugía, y también en Ciencias de la Información, nutricionista, divulgador... Romero ilustra a la perfección aquello de que el saber no ocupa lugar, dejando sin argumentos a quienes opinan que 24 horas al día son muchas, que para qué tantas. Mientras traduce lo insondable al lenguaje de la calle desde el plató de 'La aventura del saber' (La 2), acaba de publicar 'Empieza a vivir' (Grijalbo), una suerte de manual para cambiar de mentalidad y armarse de fuerza ante futuras crisis.

Lunes

06.30 horas. El despertador lo tengo puesto a las 7, pero no aguanto tanto. Me ducho, me afeito y a renglón seguido desayuno. Una tostada de pan integral con aceite de oliva, tomate rallado y proteína: un día salmón ahumado, otro atún, quizá jamón. Y que no falten los lácteos, yogur o un café con leche; ni la fruta, dos mandarinas, fresas, una pera... Pues eso, que la vida son dos días y uno es laborable.

07.30 horas. Empiezo a trabajar. Estoy con un proyecto, aún sin título ni fecha de emisión. Es un formato que pretende aflorar el talento de los jóvenes, tan importante ahora que el paro en ese segmento de edad roza el 30%. La idea es sencilla: yo identifico ese talento y luego pongo a los chicos en contacto con quien ya ha encaminado sus pasos. Con la pandemia lo hemos visto a menudo, chavales que no saben qué hacer con su vida, cómo reorganizarla. Hablo con especialistas que me echan una mano, me documento en casa... voy pergeñando un esquema que tenga encaje en televisión.

11.30 horas. Como vivo cerca de la Casa de Campo me gusta salir a correr. Dos horas dando vueltas, ni idea de cuantos kilómetros.

Martes

11.00 horas. Hoy toca grabación en los estudios de TVE en Prado del Rey, así que me he levantado antes para repasar la actualidad, los datos de la Comisión Nacional de Salud y decidir cómo proyectarlos. Vamos a hablar además del confinamiento en Shanghái a raíz del último brote, si se ha disparado la radiactividad en Chernóbil, ahora que está rodeado de tropas. Maquillaje, vestuario... si llevo a algún invitado aprovecho para repasar con él la mecánica del programa y el atrezzo de alimentos que vamos a poner sobre la mesa.

14.30 horas. Siempre procuro comer en casa, pero cuando toca grabación solemos hacerlo en 'La Manzana', que está a un paso. Hace sol y nos sentamos en la terraza. Hay ensaladas y unos guisantes con jamón que quitan el sentido.

22.00 horas. En un mundo como el actual, donde fiamos las cosas cada vez más al móvil y menos a la memoria, tenemos que retomar la costumbre de someter al cerebro a esfuerzos. Todos los días tendríamos que aprender algo nuevo, tener un objetivo, porque cumplirlo implica una recompensa, aunque sea pequeña. Si no la hay, no hay estímulo, y eso vale lo mismo para las personas que para los seres unicelulares.

Miércoles

12.00 horas. El director de 'La aventura del saber', Salva Gómez Valdés, y yo empezamos en febrero un plan de alimentación para eliminar esos 5 kilos que ganamos en Navidad, una especie de 'docu-reality' que tiene su horizonte puesto en junio. En cada programa nos subimos a la báscula, hay que practicar con el ejemplo.

15.00 horas. No soy nada cocinillas, me sacas de la paella del fin de semana y soy bastante inútil. Lo que sí hago es la compra y elijo los alimentos que entran en casa. Olga, mi mujer, cocina más rico, dónde vas a parar, sobre todo las patatas con bacalao. Confeccionamos los menús entre los dos y los discutimos con ferocidad. La carne, por ejemplo, ha estado siempre presente en la dieta de los seres humanos, pero eso no significa que haya que comerla a diario. En cuanto al vino, hay que desmitificar eso de que sea cardiosaludable..

22.00 horas. Las dos grandes revoluciones a las que deberíamos hacer frente son por una parte la nutricional, con toda esa obesidad; y otra que afecta a la corteza prefrontal, donde se sitúa la toma de decisiones. Son tantas que no logramos centrarnos en las cosas que verdaderamente importan. Se venden más psicofármacos que nunca y, sin embargo, están aumentando las enfermedades mentales. La solución no pasa por medicalizar los problemas sociales.

Jueves

13.31 horas. Somos lo que comemos, al menos en parte, pero sobre todo somos nuestros hábitos. La comunidad científica ha descubierto que todo lo que entra por la boca ayuda al sistema inmunitario. Y atención, los nervios, la ansiedad, a los que estamos tan expuestos, hacen que desciendan las defensas. Por eso está tan de moda la inteligencia emocional, que no es otra cosa que resolver los problemas con el mínimo estrés.

19.30 horas. Cuando desconecto me voy a andar para obtener un beneficio cardiovascular, siempre a paso ligero, que no es lo mismo que ver escaparates. O hago pesas con unas mancuernas que tengo en casa. Dos veces a la semana, me voy con mi mujer a una academia de pilates. Viene fabuloso para corregir los vicios posturales propios de trabajar delante de un ordenador. Aporta fuerza muscular y acaba con los dolores de espalda.

Viernes

14.45 horas. Veo las noticias, pero no tardo en quedarme dormido en el sofá. Hemos llegado a un punto de sobresaturación, más propia de la información deportiva que de la política. Es todo 'minuto y resultados'. Tanto pormenor, tanta repetición... admito que me supera. Cuando despierto me tomo un té rojo, rico en antioxidantes y con la cafeína justa. Hidrata y espabila.

21.00 horas. Olga y yo acabamos de hablar con nuestro hijo. Tiene 28 años, está haciendo su doctorado en Gante y le han fichado como virólogo en la Escuela de Medicina de Harvard. No podemos estar más orgullosos.

Sábado

13.00 horas. Madrid es la capital del vermú de grifo, pero nosotros somos más de tomar el aperitivo en casa, un rueda y unos boquerones, por ejemplo.

20.00 horas. Vamos bastante al teatro, esta noche para ver una recreación que ha hecho un grupo aficionado de 'Doña Rosita la soltera', de Lorca. Un montaje muy especial con un punto de fantasía, como las películas de Tim Burton.

TITULO: ¿Dónde estabas entonces?  - Fotos de Plasencia del Sorolla enamorado de Raquel Meller ,Martes -31 - Mayo,. 

Este martes -31 - Mayo ,. , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de la tercera temporada de '¿Dónde estabas entonces?', presentada por Ana Pastor. foto,.


Fotos de Plasencia del Sorolla enamorado de Raquel Meller ,.


Nació un 5 de enero y murió otro 5 de enero. Nació en 1865, en la agitada València previa a la I República, y falleció en el Madrid de 1929, bajo la dictadura de Primo de Rivera, cuando el crack que hundiría la bolsa neoyorquina y cambiaría el mundo ni se vislumbraba. Clotilde García del Castillo fue testigo privilegiado del cambio de siglo, vivió, sufrió y recorrió el mundo cuando muy pocas personas podían hacerlo. Estuvo junto a las personalidades más relevantes de su época. Fue muy apreciada pero su nombre ha quedado soslayado, eclipsado por la que quizás se podría describir como su mayor invención: su marido Joaquín Sorolla. Si no hubiera sido por ella, el pintor valenciano habría tenido una vida muy diferente, posiblemente no hubiera sido la estrella internacional que es.


Ahora que la National Gallery de Londres le ha abierto sus puertas de par en par y le ha dedicado una de las exposiciones más importantes del año, ahora que Sorolla vuelve a estar en lo más alto, si alguna vez no lo estuvo, la figura de Clotilde se yergue como un imponente bastión sobre el que se construyó el mito del artista. Porque Sorolla tendría el talento, pero, atendiendo a lo que dijeron de ella sus coetáneos, el genio y la personalidad, la visión profesional y económica la tuvo ella. Una ayuda que el propio artista siempre reconoció en público y privado porque el primer admirador de Clotilde fue su marido. Así lo cree también su tataranieta Blanca Pons-Sorolla, custodia del legado familiar. “La colaboración de Clotilde fue fundamental”, asevera. Sin ella no se puede entender a él, su pintura, sus temas artísticos, su optimismo irredento, y también su dimensión internacional.


Ya lo dijo en una ocasión la directora de la Casa Museo de Sorolla, Consuelo Luca de Tena, con motivo de una exposición dedicada a los retratos que le hizo Sorolla: ella fue “la pieza angular” de su reconocimiento internacional desde su primer viaje a París en 1885. Estuvieron juntos en Roma. Ella le acompañó cuando dejó València para instalarse en Madrid. Nada se hacía sin su apoyo, y ella sólo pensaba en él como artista, en impulsar su carrera. Pistas de esa importancia capital se encuentra en toda clase de documentos, y muy significativamente en los privados: cartas, contratos, diarios propios y ajenos... Uno de los testimonios más esclarecedores se puede hallar en el diario de Archer M. Huntington. El empresario estadounidense escribió el 1 de enero de 1918, tras visitar a Sorolla: “Mi pobre y querida Clotilde. Ha tenido que soportar todo el peso de la familia y de convivir con un genio, y su menudo cuerpecillo ha librado casi tantas batallas como el de su eminente marido. Sin ella [Sorolla] seguramente no habría llegado a donde ha llegado”.


La cita aparece en la nueva biografía sobre el empresario que acaba de publicar Marcial Pons. “Es una frase realmente muy bonita, e impactante”, conviene Pons-Sorolla. Y muy aclaratoria también. El trabajo, obra de Patricia Fernández Lorenzo, se acerca la figura del mecenas estadounidense y presta una especial atención a su labor como divulgador de la obra de Sorolla y su relación con él. Atendiendo a lo narrado por Fernández, se percibe muy a las claras la importancia del americano en la internacionalización del artista valenciano, una tarea que formaba parte de un empeño mayor: el de la promoción de la cultura española en general, y que tuvo se cénit en la Hispanic Society. Hoy esta institución, situada en la parte alta de Manhattan, es poco menos que una embajada oficiosa de España y el polo de influencia que explica por qué la obra del valenciano está tan extendida en Estados Unidos, hasta el punto de estar en la colección permanente de instituciones como por ejemplo el Philadelphia Museum of Art.


Todo ello no habría sido posible sin Clotilde, que no sólo le hizo la vida más cómoda al pintor, sino que también se puede decir que la dirigió. Desde que se conocieron siendo unos adolescentes, se fue fraguando un amor que el paso de los años no hizo más que consolidar. Un papel, el de baluarte y sostén, que ella adoptó enseguida, explica el catedrático de Historia del Arte Felipe Garín. Formaron un tándem indisoluble. “Lo que le gustaba hacer era hacer de esposa de ese genio, sin tener ningún protagonismo, que ni tuvo ni lo quiso tener”, explica Garín. “Mujer de carácter fuerte” en la descripción de sus coetáneos, “era la que llevaba la casa, la familia, los hijos, el dinero… Sorolla solo hacía que pintar y nada más”, resume Garín. De hecho, comenta, el pintor adoptaba incluso una actitud un tanto adolescente ante su esposa y así, “cuando estaba pensionado en Roma, hacía tablitas que vendía aparte para que no se enterara su mujer y tener siempre algo de dinero para tomarse algo una cafetería o comprarse un capricho”.


El caso de Clotilde, por desgracia, no es excepcional. Así lo hace ver Garín, quién se pregunta cuánto sabemos de las mujeres de otros grandes artistas impresionistas. ¿Qué conocemos de Aline Charigot, la esposa de Renoir y madre del cineasta Jean Renoir? El agravante, en el caso de la valenciana, es que ella no se limitó a las cuestiones de la intendencia, sino que fue también musa en todos los aspectos. De hecho, se cree que uno de los contados desnudos que pintó Sorolla era de su mujer. Se puede prácticamente seguir la historia de su relación hasta el más mínimo detalle viendo como la retrató. El día que ella estaba enfadada, el día que estaba risueña, el día que estaba preocupada… Mirando las fechas en las que se hicieron las pinturas y cotejándolas después con los diarios, la obra de Sorolla se yergue como una suerte de pre Gran Hermano de una familia de finales del XIX.

La actriz Rosana Pastor, que interpretó a Clotilde en la serie Cartas de Sorolla está convencida de que ella, como hija de un fotógrafo profesional, fue consciente en todo momento del potencial de Sorolla, más allá de la mera admiración. “Venía de una familia vinculada con las artes, su padre era un fotógrafo reconocido, con un estatus social más acomodado, en el que arte era un oficio. Era más cosmopolita. Es muy significativo como la imagen de Clotilde fue recurrente a lo largo de su vida, de su obra. No sólo era compañera de vida, sino también motor, porque Clotilde fue la persona que gestionó todos sus asuntos; fue su estímulo, su acicate…” Con todo, la imagen de Clotilde no siempre ha sido tan positiva, en parte por lo que dejó escrito un amigo, Vicente Blasco Ibáñez. La relación entre Blasco y Sorolla de pura hermandad quedó maltratada después de que aquel publicara La maja desnuda. Así lo constata el profesor Jordane Fauvey, de la universidad de Framche-Conté, en un artículo publicado en el último ejemplar de la revista Prometeo.

La novela siempre se ha visto como una metáfora de la vida del pintor Renovales (trasunto de Sorolla) y a su protagonista femenina, Josefina, como un alter ego de Clotilde. A ésta la describe físicamente como una “mujercita que apenas le llegaba al hombro y parecía tener quince años cuando había cumplido los veinte”, algo que encaja con la Clotilde real. Hay alusiones a un desnudo que rememoran al que se le atribuye que hizo Sorolla de su mujer. Pero las cargas de profundidad van contra la avaricia del personaje de Josefina, a la que se muestra como una persona codiciosa. “Ella era la dueña del dinero.; nunca había visto tantos billetes juntos. Cuando Renovales le entregaba el mazo de liras que le había dado su empresario, ella decía alegremente: ‘¡Dinerito, dinerito!. Y corría a ocultarlo, con un mohín gracioso de dueña de casa hacendosa y económica… para sacarlo al día siguiente y desparramarlo con infantil inconsciencia”. Una avaricia que trastoca el amor de la pareja de ficción. “¡Qué error el suyo al casarse con aquella señorita que admiraba su arte como una carrera, como un medio de ganar dinero, y pretendía moldearle en las preocupaciones y escrúpulos del mundo en el que había nacido!”. Blasco cuando escribía, mordía.


Las alusiones a las supuestas infidelidades del pintor, al uso de prostitutas como modelos, y los supuestos idilios que vivió el Renovales de ficción, más cercano al propio Blasco que a Sorolla, unido al retrato de la mujer del pintor como mezquina, se tradujo en que hubiera un distanciamiento entre Blasco y Sorolla; no perderían relación de manera definitiva, pero ya nada fue igual. En 1909, apenas tres años después de la publicación de la novela, Sorolla le diría a Huntingon que su otrora amigo era “el hombre más sinvergüenza que se puede usted imaginar”, como así consta en la anotación que hizo el empresario en su diario el 29 de enero. En esa conversación Sorolla se habría descrito como un hombre casto, insistiendo en ello. Se le han atribuido romances al pintor con actrices como Raquel Meller, María Guerrero (quien Fauvey creó que “orientó puntualmente  la carrera del pintor”) e incluso con una criada, rumores que contrastarían con lo que le dijo a Huntington. “Bien es cierto que para la mayoría de los hombres una mujer no basta pero no es mi caso -yo soy casto. Tengo mi trabajo y eso me basta”.

Verdad o ficción de cara a la galería, el rastro que dejan las cartas de Sorolla va más en esa línea y es el de alguien enamorado de su mujer y familia. La lealtad de Clotilde, si alguien la tuvo en duda, se puso a prueba cuando el pintor enfermó, y ella estuvo siempre a su lado. Se conservan imágenes de ella intentando animarle y él, enfermo, mirando a la cámara, confundido. Cuando Sorolla murió en Cercedilla el 10 de agosto fue como si ella muriese. El 13 de agosto el cuerpo del pintor llegó a València. Blasco no fue al funeral, pero sí la plana mayor de su diario El Pueblo con Félix Azzati al frente. Los periodistas querían llevar el ataúd sobre sus hombros y “se opusieron al protocolo tal como había sido concertado entre la familia y las autoridades”, escribe Fauvey. Azzati se subió al coche fúnebre y se apoderó del ataúd al grito de “¡Sorolla es nuestro, de València!”. Clotilde, acompañada de Joaquinito, veía la escena hierática. La tensión llegó al extremo que se liaron a puñetazos delante de la Estación del Norte. Clotilde, como siempre, se mantuvo discreta. El artista fue enterrado en el Cementerio de València, en una tumba que ha corrido más suerte que la de su amigo.

El final de la vida de Clotilde fue de una completa discreción, como había sido toda su existencia. Prácticamente se encerró en la casa familiar. Veló la obra del artista allí presente y la donó al Estado en su testamento redactado en vida, en 1925, completando el círculo y demostrando, con sus hechos, que, pese a lo que escribió Blasco, a ella no le preocupaba el dinero, no pensaba en términos económicos. La Clotilde real era más desprendida que la Josefina de ficción. Cuando murió en 1929, toda la obra de Sorolla, con su considerable valor económico, fue regalada a los españoles. Blasco no estaba vivo para verlo. Había fallecido casi un año antes en Menton, en Francia, durante su exilio. La Casa Museo, dice Garín, fue impulsada en los noventa por José María Luzón, “quien la modernizó e hizo que sea lo que hoy conocemos”. El paso de los años y el compromiso de las autoridades han hecho que el último gesto de generosidad de Clotilde no cayera en saco roto. Ella decidió culminar la obra de su marido y dársela a su país. Así Sorolla fue de todos. Ahora, casi cien años después, es una de las estrellas de la primavera expositiva en Londres.

TITULO:  Informe Robinson  - El Mérida ganó 2-1 contra el Montijo ,. 


El Mérida ganó 2-1 contra el Montijo ,. 


foto / El Mérida ganó 2-1 contra el Montijo durante el partido celebrado este domingo en el Romano. El Mérida AD llegó con la intención de cosechar una nueva victoria tras vencer en los dos últimos partidos de la competición. El más reciente fue contra el Villanovense en casa (1-0) y el otro ante el Cacereño fuera de casa (1-2). Con respecto al equipo visitante, el Montijo cayó derrotado por 1-0 en el último partido que disputó frente al Don Benito. Tras el resultado obtenido, el conjunto emeritense es tercero, mientras que el Montijo es octavo tras la finalización del partido.

El primer equipo en marcar fue el once emeritense, que aprovechó la oportunidad para inaugurar el marcador por medio de un gol de Lolo Plá en el minuto 25. Sumó de nuevo el Mérida AD, que se distanció poniendo el 2-0 con un gol de Diego en el minuto 34, terminando de esta manera el primer tiempo con el resultado de 2-0.

Tras el descanso llegó el gol para el Montijo, que se aproximó en el marcador con un gol de Razvan Ochirosii a los 68 minutos, finalizando el duelo con un resultado de 2-1 en el marcador.

En el capítulo de los cambios, el Mérida de Juanma Barrero relevó a Pedro Lagoa, Adrià Rojas y José Gaspar por Felipe Alfonso, Javi Montoya y Diego, mientras que el técnico del Montijo, Juan Marrero, ordenó la entrada de Matute, Juan Barragan, Richard y Molina para suplir a Tarek Yehya, Amaya, Eduard Calin y José Angel.

En el partido hubo un total de tres tarjetas amarillas solamente para el equipo montijano. En concreto, el árbitro mostró tres tarjetas amarillas a José Angel, Chechu y Julio Rodao.

Tras finalizar el duelo, el Mérida sumó tres puntos y ocupó el tercer puesto con 59 puntos, mientras que el Montijo se situó en octavo puesto con 47 puntos.

La próxima jornada el equipo emeritense jugará a domicilio ante Las Palmas At., mientras que el Montijo buscará el triunfo en su estadio frente al Tamaraceite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario