viernes, 27 de mayo de 2022

España Directo -Economía - Google revisa la localización y actividad ‘online’ de los españoles 426 veces al día ,. / Mi casa es la vuestra - Carmen Colino ,. Viernes- 3- Junio . / Detrás del muro - PÁGINA DOS - Helena Merriman ,. / ANTENA 3 TV - MASTERS DE LA REFORMA - Abel Caballero dona a la Iglesia con dinero público un Sagrado Corazón de 84.000 euros que ya preside la ría de Vigo,./ Jordi Évole y Lo de Évole - La oscura vida de los sirvientes,.

  TITULO:España Directo - Economía -Google revisa la localización y actividad ‘online’ de los españoles 426 veces al día,.

Google revisa la localización y actividad ‘online’ de los españoles 426 veces al día,.

foto / Una filtración revela que el buscador chequeó 178 billones de veces en 2021 datos sensibles y en tiempo real de los usuarios de EE UU y Europa para poder vender publicidad personalizada,.

Los españoles son escrutados 426 veces al día de media por Google para obtener información sobre su localización y su actividad en internet. Así lo revela una investigación llevada a cabo por la asociación irlandesa Irish Council for Civil Liberties (ICCL) a partir de una filtración, que muestra también que el promedio de intrusiones diarias entre los ciudadanos europeos es de 376 (España está por encima) y entre los estadounidenses, de 747, casi el doble. Preguntado por este periódico, Google defiende que no comparte información que pueda identificar personalmente a los usuarios, pero no niega que recoja diariamente grandes cantidades de datos relevantes sobre estos.

Los datos a los que alude el estudio de ICCL se emplean para las subastas en tiempo real (real-time biddings, RTB) de espacios publicitarios. Se trata del sistema que emplea Google para vender a los anunciantes los espacios de publicidad que vemos mientras navegamos: banners, vídeos, pop-ups… Su herramienta, que supuso una revolución para el mercado publicitario, es la piedra de toque de la llamada publicidad dirigida o personalizada, aquella en la que a cada usuario se le muestran anuncios acordes con sus afinidades o historial de navegación. Se estima que en 2021 este modo de publicidad generó unos ingresos de unos 112.000 millones de euros solo en EE UU y Europa.

La investigación de ICCL ofrece cifras que permiten hacerse una idea de la magnitud de la vigilancia asociada a este modelo. El sistema de subasta en tiempo real implica que se chequee la situación y actividad de los usuarios europeos y estadounidenses 178 billones de veces al año. En el caso de los alemanes, a los que se les monitoriza 334 veces al día (bastante menos que a los españoles), eso supone que se les toma una foto de su actividad por cada minuto que pasan conectados. Todos esos datos, que incluyen información sensible de los usuarios, se envían a 4.698 empresas de todo el mundo con las que Google tiene acuerdos de colaboración. Se incluyen ahí compañías de China o Rusia, cuyos estándares de respeto de la privacidad no coinciden precisamente con los de la UE.

Google no es la única tecnológica que participa de este juego, según recuerdan fuentes de la propia compañía a este diario. El informe de ICCL no menciona a Facebook y Amazon, siendo la primera la gran dominadora del mercado junto al buscador, aunque sí incluye a Microsoft.

Uno de los problemas que plantea la extracción de este tipo de datos es que, una vez registrados, no hay forma de controlar quién accede a ellos. Se sabe que algunas de las compañías que recopilan esta información, la organizan y la sirven a terceros, conocidas como data brokers, la usaron para perfilar a participantes en las protestas de Black Lives Matters. También que el Departamento de Seguridad Nacional de EE UU y otras agencias de ese país los emplearon para rastrear teléfonos sin órdenes judiciales, según destapó el Wall Street Journal. O que se vendieron datos de este tipo sacados de la aplicación de citas para gays Grindr, escándalo destapado por ese mismo rotativo.

Las diferencias de exposición entre países son notables, aunque nadie se salva. En EE UU, el máximo lo marca un vecino de Colorado, con 987 intervenciones diarias en su actividad online por parte del sistema de subastas en tiempo real de publicidad, y el mínimo, uno de Columbia, con 486. En Europa, un británico es observado una media de 462 veces al día, mientras que un portugués, 210, y un rumano, 149.

“No sabemos a qué responden esas diferencias”, confiesa Johnny Ryan, responsable de Derechos de la Información en ICCL. Sin embargo, señala cuatro posibles factores explicativos: “cómo de desarrollada esté la industria RTB en cada país, cuánto tiempo pasen los ciudadanos conectados, cuánto del tráfico sucede en webs de bajo valor, donde es más probable que se monitorice más a los usuarios, y cómo de activas son las autoridades de protección de datos nacionales”.

La subasta de la atención

Para que las subastas en tiempo real de publicidad sean posibles, el motor de Google utiliza la información que tiene sobre perfiles concretos de usuarios cada vez que entran en una página nueva. Por ejemplo, un varón de entre 40 y 50 años interesado en los coches que viene de visitar una web de carreras de Fórmula 1 y pasa cerca de un concesionario de automóviles. Así puede ofrecer a los anunciantes espacios en los que sus anuncios serán relevantes para determinados perfiles. Los anunciantes hacen una puja en ese mismo momento; el que pague más será quien muestre su anuncio en la pantalla del usuario. El proceso está automatizado, todo sucede en centésimas de segundo.

Y el secreto de su éxito reside en la cantidad y calidad de datos que se aporta sobre cada usuario, que tienen en cuenta factores históricos, pero también inmediatos (dónde está, qué acaba de ver, qué ha hecho en otras situaciones parecidas ). Esa capa de inmediatez se logra recopilando información fresca cada vez que navegamos por una web o usamos una aplicación. También registrando datos sobre dónde va el usuario, tenga o no activada en su teléfono el sensor de GPS.

La organización ICCL denuncia que esa extracción de información no es legal bajo el paraguas del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). ¿Cómo es posible entonces que se realice la extracción y comercialización de todos estos datos? “Estamos litigando para que esto pare”, explica Ryan. No es casualidad que ICCL se muestre tan activa en temas de privacidad relacionados con las grandes tecnológicas: en Irlanda es donde muchas de ellas tienen su sede fiscal europea. “Uno de los motivos de que estemos en esta situación es el fracaso de la Autoridad de Protección de Datos de Irlanda (IDPC) de dar respuesta a esta crisis de seguridad más de 1.300 días después de haber sido notificada de ello”, sentencia este experto.

TITULO: Mi casa es la vuestra -  Carmen Colino , .Viernes -3- Junio ,.

Viernes -3 - Junio a las 22.00, en Telecinco, foto,.


Carmen Colino,.


Se nos ha ido Paco Gento. Un futbolista superlativo, el único con seis Copas de Europa, el mejor para Di Stéfano. Se apagó su luz, pero no su legado, que estará para siempre. Paco nunca se creyó nada, un tío sencillo, cercano... Más bien tímido, socarrón, con un humor muy peculiar cuando ya cogía confianza. Una persona excepcional, al que todos veneraban. Era de los que nunca cogía el teléfono y si lo cogía decía que no era él. Vicente Miera me pedía que le contara el secreto de porqué a mí sí me lo cogía y me devolvía la llamada. ¡Qué suerte he tenido!

Cuando le conocí le dije que era el jugador favorito de mi padre, que suyos eran los mejores recuerdos del Bernabéu. Congeniamos desde el primer momento. Adoraba a sus nietas y le gustaba preguntar cómo eran los jugadores del momento más allá del terreno de juego. Odiaba figurar, había que arrastrarle para sacarle de su zona de confort. Sencillo, feliz con los suyos. Su carisma era infinito. Me encantaba escucharle contar sus aventuras. “A ver lo que escribes”, me señalaba con el dedo. Inolvidable ese viaje a Budapest para ver a Puskas, o los paseos cerca del Bernabéu con su perro o esas charlas interminables de fútbol. Esto era Gento. Di Stéfano me decía: “Gordita, es tu favorito. El mío también”. ¡Qué privilegio! Hasta siempre, amigo.

TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS -Helena Merriman  ,.


PÁGINA DOS - Helena Merriman ,.


Martes -7- Junio a las 22:00, en La2, foto,


Helena Merriman,.




'Página Dos' viaja a Berlín para entrevistar a Helena Merriman sobre su novela ‘El túnel 29’, crónica de una extraordinaria fuga bajo el Muro de Berlín. Además, el escritor Joan-Lluís Lluís también explicará una huida, en este caso ficticia, en 'Junil en tierra de bárbaros'; y, Samanta Schweblin contará cómo se vive en la capital alemana siendo escritora.

En Berlín, Óscar López, director y presentador de 'Página Dos' charlará con Helena Merriman sobre la historia que encierra 'El túnel 29'. Un hecho verídico que arranca en el verano de 1962, cuando Joachim Rudolph junto a otros estudiantes empezaron a excavar un túnel desde el lado occidental de Berlín para facilitar la huida a personas del otro lado. Según cuenta Merriman en la entrevista, "se sabe mucho sobre el derribo del muro y, sin embargo, no hay tanto conocimiento de cómo se construyó" y tampoco se conocen demasiado las hazañas de personas como Joachim Rudolph.

Joan-Lluís Lluís hablará de 'Junil en tierra de bárbaros', su última novela, en la que narra la odisea de un grupo de esclavos fugitivos que superan la frontera del Imperio romano para adentrarse en zonas inhóspitas. Buscan encontrarse con el poeta Ovidio, exiliado en los límites del mapa.

La organización Ruido Photo hablará 'The Backway', un libro de fotoperiodismo que recoge las historias de numerosos africanos que han tenido que emigrar a Europa.

El programa finalizará su emisión con la escritora argentina Samanta Schweblin, y acercará a los espectadores la librería Andenbuch, de Berlín, especializada en literatura latinoamericana y española.

TITULO: ANTENA 3 TV  -  MASTERS DE LA REFORMA - Abel Caballero dona a la Iglesia con dinero público un Sagrado Corazón de 84.000 euros que ya preside la ría de Vigo,.

El Lunes -6- Junio a las 22:45 por  Antena 3, foto,.

Abel Caballero dona a la Iglesia con dinero público un Sagrado Corazón de 84.000 euros que ya preside la ría de Vigo,.

La escultura de seis toneladas culmina una ermita inacabada gracias a un acuerdo del Ayuntamiento y la Diputación de Pontevedra con el Obispado,.

Un Sagrado Corazón de Jesús aupado en la cumbre de la torre de una ermita, a su vez encaramada en la cima de un monte al borde del mar, otea desde el pasado miércoles el espectacular paisaje de la ría de Vigo, con sus muelles, sus barcos, su ruido, sus bateas de mejillones y su urbanismo salvaje. La escultura, formada por seis piezas, mide seis metros y pesa otras tantas toneladas. Y completa, 71 años después y gracias a una aportación de más de 84.000 euros de dinero público, el proyecto para la ermita de Nosa Señora das Neves en el monte de A Guía, que firmó en octubre de 1951 Manuel Gómez Román, uno de esos arquitectos que, como Antonio Palacios, alimentaron el sueño, truncado por el desarrollismo, de una ciudad ordenada y monumental.

A mediados del siglo XX, la obra quedó sin rematar y en Vigo ya todo el mundo se había acostumbrado al perfil del templo sin el santo imaginado por el artista. Pero un convenio de donación al Obispado firmado entre el Gobierno municipal de Abel Caballero y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, ha puesto la guinda que le faltaba al campanario. Junto a las Navidades más top y luminosas del planeta, el Sagrado Corazón pasará a la historia como parte del legado católico del regidor socialista, que la década pasada también batalló y logró salvar la Cruz de los Caídos del monte de O Castro, en contra de la orden de demolición de un juez que la consideraba símbolo franquista.

Aunque sus dimensiones son más modestas, muchos vigueses comparan ya la escultura labrada en la Escola de Canteiros de la Diputación de Pontevedra con el Cristo Redentor del Corcovado, en Río de Janeiro (Brasil), con el Cristo Rey de Swiebodzin (Polonia) o con el de la Concordia de Cochabamba (Bolivia). “Estamos encantados de haber completado esta obra de arte de un arquitecto extraordinario con una trayectoria democrática impecable”, clamó Caballero después de que se colocara la última pieza de granito de una figura que considera “excepcional, maravillosamente bien hecha”. El alcalde definió a Gómez Román como “el más importante arquitecto de Galicia” y defendió que su gobierno no podía “dejar que Vigo tuviese inconclusa” una edificación suya. “Es una obra de arte”, insistió el también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. “Es un faro en el fondo de la ría que se ve prácticamente desde todas partes”. “Faltaba la pieza más representativa” y los canteros “siguieron meticulosamente el dibujo” que dejó el autor, explicó mientras sacaba los planos originales en la rueda de prensa.

El convenio por el que la Diputación y el Ayuntamiento, gobernados ambos por el PSOE, asumieron respectivamente el coste de los 84.234,15 euros de la escultura y los 21.845,50 de la futura iluminación se enmarca en otro rubricado en noviembre de 2020 entre el Consistorio y la Diócesis de Tui-Vigo “para contribuir al mantenimiento, conservación, restauración, difusión y divulgación del patrimonio cultural de titularidad eclesiástica”. Según recoge la documentación oficial, tres días después del acuerdo, en la primera reunión de la comisión de seguimiento, fue el Obispado el que propuso la instalación del Sagrado Corazón.

El alcalde de ciudad más votado de la democracia, con cerca del 70% de las papeletas a favor en las últimas municipales, sigue cosechando amores con estos golpes de efecto mientras agranda la brecha con los descontentos. No son pocos ni poco importantes los frentes abiertos y sus detractores aseguran que ni consulta, ni escucha. Entre ellos, la Federación de Asociaciones Vecinales Eduardo Chao de Vigo. Su presidenta, María Pérez, ve “alucinante que el Gobierno local financie a la Iglesia” a la vez que sale a la luz la polémica con los vecinos por parte de un cura, el de la parroquia de Bouzas, que “ni casa, ni bautiza, ni deja hacer procesiones y ha echado a la coral” del local de ensayo.

Mientras tanto, describe la representante vecinal, “hay temas básicos como el alcantarillado, con plagas de ratas y cucarachas”, o un camino cortado desde hace más de un año en la zona de As Travesas “porque se cayó un muro de titularidad municipal y no lo retiran”. “El Sagrado Corazón no era algo que hiciese falta... y si no se critica más es porque en esta ciudad no se puede criticar”, lamenta Pérez, “pero los barrios están abandonados, hay muchísima gente que no puede pagar el alquiler y hay lista de espera de dos meses con la trabajadora social”.

Ya hace dos años, cuando se conoció el acuerdo para la donación de la imagen a la Iglesia, la organización Europa Laica censuró en un comunicado que Caballero y Silva pusiesen “en evidencia otra vez la inclinación innegable de las instituciones públicas hacia la religión católica”. Para la asociación, la decisión “contraviene el artículo 16 de la Constitución, que declara que ninguna religión tendrá carácter estatal” y es también contraria al “principio democrático” de la “neutralidad religiosa de las instituciones estatales”. Desde la fecha en que trascendió el proyecto, la oposición sostiene también sus críticas: “Hoy, por fortuna, no estamos en el Vigo de 1951″, en el que encajaba aquel proyecto de Gómez Román, lamenta Marea de Vigo. “El barrio de Teis [donde está el monte de A Guía] tiene necesidades mucho más urgentes e importantes que una escultura gigante coronando una capilla”, recuerda al Gobierno local el BNG.

Un “skyline reaccionario”

Las quejas provienen también de colectivos memorialistas, que hablan del uso que tuvo esta representación de Jesús por el franquismo, o del teólogo Vitorino Pérez Prieto, que considera el culto al Sagrado Corazón un “anacronismo” de aquella “época pasada en la que se utilizó esa imagen de Jesucristo como emblema de discordia”. Históricamente, escribió Pérez Prieto, nació para hacer frente al laicismo de principios del siglo XX.

Representantes de la Asamblea Republicana comparecieron el pasado viernes ante los medios para denunciar el “desvío” de fondos de administraciones públicas como la Diputación de Pontevedra o el Ayuntamiento de Vigo para sufragar esta actuación. El grupo cuestiona el argumento de que la obra de Gómez Román estuviera inconclusa, y recuerda que aunque la estatua aparece en los bocetos, el arquitecto firmó la entrega de la obra y falleció años después sin reclamar su colocación. “Lo retoman ahora un alcalde y una presidenta de Diputación del PSOE. No hubo ni durante el franquismo ni en el posfranquismo ningún alcalde que lo hiciera”, reprocha el portavoz, Celso Pazos, que achaca la inversión a un “deseo personal” de Caballero. El mismo deseo que le llevó a mantener la Cruz de los Caídos, porque “es una máquina registradora de votos y busca los votos”.

El representante municipal de Marea de Vigo, Rubén Pérez, ve el caso como “bochornoso desde el punto de vista de la memoria histórica”, porque “la Falange promovía cuestaciones populares para llenar España de imágenes del Sagrado Corazón”. Por su parte, Xabier Pérez Igrexas, del BNG, considera “intolerable destinar dinero público a esto”, porque “no hay interés público, sino solo afianzar el interés electoral del alcalde en algunos sectores”. “Lo que no logró completar la dictadura, lo logra Abel Caballero con esta estatua y con la cruz de O Castro”, zanja el BNG: un “skyline reaccionario” para Vigo.


TITULO: Jordi Évole y Lo de Évole - La oscura vida de los sirvientes,.

 Este domingo -5- Junio  a las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de 'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.

La oscura vida de los sirvientes,.

Lo que no cuenta la serie ‘Downton Abbey’: la oscura vida de los sirvientes de las mansiones británicas,.

El libro ‘Nunca delante de los criados’ recopila centenares de testimonios de trabajadores domésticos que desmontan su idealizada imagen de la época victoriana,.

En 1879, poco después de empezar a trabajar a los 10 años como sirvienta en una mansión de un barrio a las afueras de Londres, Harriet Brown escribía en una carta a su madre: “Me levanto a las cinco y media o seis de la mañana y no me acuesto hasta cerca de las doce de la noche y, a veces, estoy tan cansada que no me queda más remedio que echarme a llorar. De no ser por el aceite de hígado de bacalao que estoy tomando, creo que habría tenido que guardar cama”. Dos décadas después, la historia se repetiría con su hija Ellen, que a esa misma edad se convirtió en la octava de ocho criadas de otra casa de la capital británica. Como recién llegada, le tocaban las tareas más duras. Tenía que cepillar los suelos de madera con una mezcla de jabón líquido y polvo de sílice que le dejaba las manos y los antebrazos en carne viva. La mayoría de las noches se quedaba dormida llorando.

La historia de Harriet y Ellen aparece recogida en el libro Nunca delante de los criados, de Frank Victor Dawes, un periodista británico ya fallecido, que en 1972 publicó un anuncio en el The Daily Telegraph en el que pedía a personas que hubieran trabajado como sirvientes que le enviaran cartas en las que contaran sus vivencias. La editorial Periférica lo publica ahora por primera vez en español con traducción de Ángeles de los Santos. Coincide su lanzamiento con el estreno de la segunda secuela cinematográfica de la popular serie Downton Abbeyuna producción de la televisión británica, estrenada en 2010 y que recrea de manera idealizada la vida cotidiana de una familia victoriana y sus sirvientes, en la línea de su antecesora en los setenta Arriba y abajo. En ninguna de las dos se atisba la crudeza que reflejan los testimonios recopilados por Dawes. Todo parece estar donde tiene que estar, tanto los objetos como las personas: cada cual contento en el lugar que le corresponde.

Nada que ver, por ejemplo, con la vivencia de Elizabeth Simpson, nacida en 1853, que también comenzó a trabajar como criada a los 10 años en una mansión en el condado de Yorkshire. Según le contó su nieta a Dawes, tenía que levantarse a las cuatro para restregar los suelos de piedra de la lechería con agua fría y batir la mantequilla hasta que le dolían los brazos. A esas horas tempranas se iluminaba con una vela que iba empujando conforme avanzaba de rodillas por el enlosado. La tenían trabajando sin parar el día entero. Era una norma de estricto cumplimiento que nunca la viera ningún miembro de la familia. Si por algún infortunio la veían, ella no debía dirigirles la palabra, sino hacerles una reverencia y desaparecer lo antes posible.

Cuando publicó aquel anuncio, Dawes se proponía relatar la historia real de los trabajadores domésticos en Reino Unido desde el esplendor del sector a mediados del siglo XIX hasta su progresiva decadencia a partir de la I Guerra Mundial. Hijo de una criada que empezó a servir a los 13 años, el periodista pretendía investigar las razones de ese declive: del millón y medio de personas que había hasta el comienzo del conflicto bélico se había pasado a menos de 100.000 en los setenta. Recibió cerca de 700 cartas en pocos meses que le sirvieron de base para escribir su libroconvertido en un best seller cuando se publicó en 1973, en pleno apogeo de Arriba y abajo.


Ya desde las primeras páginas del libro queda claro que los sirvientes de las casas victorianas vivían en unas condiciones cercanas a la esclavitud. Apenas tenían unas horas libres a la semana, les podían despedir por capricho y descansaban en habitáculos infames. Violet Turner, que trabajó en una pensión poco antes de la I Guerra Mundial, recuerda que tenía que dormir en el cuarto de baño en una cama plegable: “Cuando me levantaba por la mañana tenía que plegar la cama y sacarla al rellano antes de que los huéspedes tomaran su baño”. Y lo peor de todo es que ni los amos ni los criados tenían conciencia de ello, porque ambas partes asumían que su posición en la vida respondía a un orden dictado por la divinidad. “La Biblia se utilizaba para convencerles de que reconocieran la superioridad de aquellos a quienes servían”, explica Dawes. Desde los púlpitos les llegaban subrayados pasajes como este de la Epístola a los efesios: “Sirvientes, obedeced a quienes son vuestros amos en el mundo, con miedo y con temblor (…) cumpliendo la voluntad de Dios desde el corazón”. Se aseguraba así la sumisión al sistema..

Los patrones, por su parte, vivían con la conciencia tranquila porque socialmente se consideraba a los criados seres “distintos”, cuando no “inferiores”. Eso ayudaba a justificar moralmente la explotación infantil y los abusos sexuales. “En cuanto a las sirvientas y las mujeres de clases más humildes […] todas fornicaban a escondidas y se sentían orgullosas de tener a un caballero que las cubriera. Ésa era la opinión de los hombres de mi estilo de vida y de mi edad”, relata un caballero victoriano en sus memorias, que publicó de manera anónima en 1890 bajo el título Mi vida secreta. “Si, como ocurría con demasiada frecuencia, una joven sirvienta se quedaba embarazada de un miembro de la familia, la culpa recaía directamente sobre ella, no sobre él”, apunta Dawes. Muchas veces se las despedía sin referencias, lo que las abocaba a los asilos o la prostitución.

Esa conciencia de que los criados eran “inferiores” explica también que el movimiento por los derechos de las clases trabajadoras los ignorara hasta bien entrado el siglo XX. Y que se encontrara con una mayor resistencia cuando empezó a fraguarse. “Considero que cualquier posibilidad de introducir en el servicio doméstico el tipo de relación que ahora se da entre patrones y trabajadores en el ámbito industrial podría influir de manera desastrosa en los fundamentos de la vida hogareña”, escribió en una carta la marquesa de Londonderry en los años veinte para manifestar su oposición a la regulación del trabajo doméstico. Tuvo que pasar otra década para que se empezaran a reconocer sus demandas de salarios y descansos mínimos, en parte porque la necesidad de mano de obra femenina en las fábricas durante la I Guerra Mundial hizo que muchas mujeres descubrieran que podían acceder a empleos mejores: los sueldos quizá no fueran superiores, pero al menos no se las trataba como esclavas. Y la escasez de criadas empezó a ser un verdadero problema en el país.

Fue el principio de la decadencia de la edad de oro de los sirvientes en Reino Unido. Y con ella, el derrumbe de una forma de vida en la que la posición social de una familia se medía por el número de criados que tenía. Lo retrató con precisión en 1989 el Nobel Kazuo Ishiguro en su novela Los restos del díaadaptada al cine en 1993 por James Ivory, con Anthony Hopkins y Emma Thomson como protagonistas.

No obstante, ciertos estigmas y agravios asociados al trabajo doméstico perviven no solo en ese país, sino en todo el mundo. “En inglés, maid [criada] es una palabra refinada, que evoca servicios de té, uniformes almidonados y la serie Downton Abbey. Pero en la vida real, el mundo de las trabajadoras domésticas está incrustado de suciedad y restos de mierda. Esas mujeres limpian nuestros desagües de vello púbico, son testigos mudos de nuestros trapos sucios, en sentido literal y metafórico. Sin embargo, quedan relegadas a la invisibilidad”, escribe la activista estadounidense Barbara Ehrenreich en el prólogo del libro Criada, en el que Stephanie Land narra sus duros años de trabajo como limpiadora con una hija pequeña a cargo, que se convirtió en un best seller en EE UU tras su publicación en 2020 y que inspiró la serie La asistenta. La edición española (Capitán Swing, 2021) incluye un prefacio de la dominicana Rafaela Pimentel, una de las líderes del movimiento sindical de las empleadas de hogar en España, donde hay que recordar que todavía no tienen reconocido el derecho a cobrar la prestación por desempleo: “La mayoría de la gente la mira [a Stephanie Land], nos mira, con miradas que nos recriminan por ser pobres (…) Miradas, entre otras cosas, que nos devuelven que no somos mujeres ‘normales’, como dicta la sociedad”.

El pasado viernes se supo que hace dos meses fue rescatada en Brasil una mujer de 86 años que llevaba siete décadas esclavizada trabajando como criada para tres generaciones de una familia sin cobrar un salario ni tener vacaciones. Cuando la encontraron, en una vivienda de Río de Janeiro, dormía en un sofá a las puertas de la habitación de la patrona de la que cuidaba, también octogenaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario