martes, 27 de agosto de 2024

Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado - 7 - Septiembre - El alumno aventajado, de Joseph Roth ,. / El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero - Fútbol - Córdoba y Burgos se reparten golpes y puntos ,. / La Paisana - Velaí - barrio - Jaraíz se echa a la calle para ver la Vuelta Ciclista a España ,.

 

TITULO: Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado   - 7 - Septiembre - El alumno aventajado, de Joseph Roth ,.  


Maneras de educar - SABADO -   7 - Septiembre  ,.





 Programa que descubre los proyectos educativos más innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El espacio recorre diferentes colegios . El sabado  -   7 - Septiembre ,.

 

 Los desayunos de TVE ,.


Los desayunos de Televisión Española es un programa de televisión que se emite en La 1 de Televisión Española desde el 8 de enero de 1994, de lunes a viernes, en horario matinal.
Desde el 3 de septiembre de 2018, el programa de divide en dos partes. Primero, a las 08:25 horas, Los desayunos de TVE, siguiendo el formato clásico con noventa y cinco minutos de duración. Más tarde, alrededor de las 11:55, comienza Más desayunos, un debate político que cuenta con el mismo presentador y dura alrededor de noventa minutos., etc,.

 

 El alumno aventajado, de Joseph Roth,.

 

 El alumno aventajado, de Joseph Roth

foto / «Bajo la influencia del alcohol era un hombre alegre y optimista, capaz de culminar las tareas más brillantes y precisas, y así llenaba una página tras otra con su hermosa y firme letra. Trabajaba casi siempre en las terrazas de los cafés, y nunca se impacientaba cuando alguno de sus amigos, que eran muchos y de las más variadas naciones, razas y capas sociales, se dejaba caer por allí para interrumpirlo. Había vivido varios años en Berlín, pero, cuando Hitler asumió el mando de la cancillería alemana, Roth abandonó definitivamente la ciudad para entregarse a una vida de cafés parisinos que emulaba la de Verlaine». Así presenta Friderike Zweig a su amigo Joseph Roth en el texto que prologa esta edición, compuesta por tres joyas del escritor nacido en el Imperio austrohúngaro: «El alumno aventajado», «Barbara» y una de sus obras más conocidas y leídas, «La leyenda del santo bebedor». Roth es un escritor esencial al que siempre es un placer regresar.

Zenda reproduce el prólogo a esta obra.


JOSEPH ROTH Y LOS ZWEIG

Friderike Zweig

(Esta es una versión abreviada de una sección del capítulo «Reisen», perteneciente a la biografía de los últimos años de Stefan Zweig que su primera esposa está preparando para la Editorial Claridad de Buenos Aires).

El Hôtel Cap d’Antibes era el lugar más hermoso que un artista podía haber elegido para trabajar. No era como el Hotel Palace —Stefan siempre huía de esa clase de sitios—, sino una especie de castillo que antaño había funcionado como residencia privada, la casa donde Maupassant había vivido con su familia. Bernard Shaw se había alojado en el hotel durante unos cuantos veranos seguidos, poco antes de que llegáramos nosotros. El lugar disponía de un álbum lleno de fotografías en las que solía aparecer Shaw, cual Proteo en bañador. En invierno, la casa era muy tranquila, agradablemente tenue y acogedora, y esa sensación alcanzaba su plenitud en el pabellón del restaurante junto al mar. Los centroeuropeos excéntricos como nosotros se aventuraban a darse un baño entre las olas —el oleaje del lugar es muy bello—, y eso a Stefan le sentaba de maravilla, pues así podía trabajar en su María Antonieta con gran empeño y disfrute. Tal y como le ocurría siempre que estaba instalado cómodamente en algún sitio, se dispuso a compartir ese placer con un amigo. Envió una invitación a Joseph Roth, que se encontraba casualmente en Marsella. Roth era dieciséis años más joven que Stefan, y mi marido lo consideraba uno de los escritores más brillantes de nuestra época. Roth llevaba poco tiempo escribiendo por su cuenta. Se había dedicado al periodismo durante unos años y había luchado en la Primera Guerra Mundial, de modo que no había tenido tiempo de obtener el mismo reconocimiento que otros escritores con menor mérito.

Quizá sea conveniente decir algo más acerca de él, sobre todo porque fue uno de nuestros mejores amigos durante los últimos años que pasamos juntos. Había comenzado su carrera periodística en un diario de Viena y luego pasó a formar parte de la plantilla del Frankfurter Zeitung, para el que viajó como corresponsal a la Rusia soviética y a Yugoslavia. En la guerra luchó como oficial y, por muy sorprendente que parezca, le entusiasmaba la profesión de las armas. Ello se debía a dos razones: su sueldo de oficial le había proporcionado, por primera vez en la vida, independencia económica, y, tras su experiencia en la tierra de los pogromos, consideraba al emperador Francisco José el protector de los judíos. De hecho, su devoción por la patria austrohúngara no cesó de crecer a medida que el imperio declinaba hacia el ocaso, y alcanzó su apogeo justo cuando el objeto de ese patriotismo dejó de ser una entidad independiente. La romántica ceguera de Roth, cuyos amables ojos azul cielo veían tantas otras cosas con un realismo que ya quisieran muchos, constituía en realidad una forma de volar al pasado o bien a un complicado futuro, todo con tal de escapar al terrible presente. El autor de Judíos errantes y Job había ahondado en las profundidades del sufrimiento humano. Su querida esposa se había vuelto irremediablemente loca y él cayó en las tentaciones de la bebida como refugio para el olvido. Bajo la influencia del alcohol era un hombre alegre y optimista, capaz de culminar las tareas más brillantes y precisas, y así llenaba una página tras otra con su hermosa y firme letra. Trabajaba casi siempre en las terrazas de los cafés, y nunca se impacientaba cuando alguno de sus amigos, que eran muchos y de las más variadas naciones, razas y capas sociales, se dejaba caer por allí para interrumpirlo. Había vivido varios años en Berlín, pero, cuando Hitler asumió el mando de la cancillería alemana, Roth abandonó definitivamente la ciudad para entregarse a una vida de cafés parisinos que emulaba la de Verlaine. Era un hombre extremadamente amable, siempre dispuesto a ayudar a los amigos en apuros, pero esperaba a su vez que estos mostraran la misma amabilidad con él y sus pupilos. El barómetro de su temperamento era capaz de pasar rápidamente de la alegría más inocente a la amargura y el incisivo sarcasmo. Su entusiasta y brillante inteligencia judía se inclinó al final ante la autoridad de la Iglesia católica, ya que, al parecer, la piedad y la humildad conseguían apaciguar su tormentosa indignación ante un mundo tan duro y cruel. Al aceptar la tradición y hallar la fe en el futuro del mundo que conocía y el que estaba por venir, domó su espíritu de ardiente rebeldía. Mientras estuvo en Antibes, trabajó en su extraña novela La marcha Radetzky, en la cual supo volcar todo su amor por Austria. Él y Stefan, de cuyo talento Roth siempre hablaba con la más profunda admiración, solían discutir con gran placer las actividades literarias de ambos, y muchas veces intercambiaban ideas. El hermoso incidente del ganso salvaje de La marcha Radetzky se debe a una sugerencia de Stefan. Estas contribuciones ajenas son muy frecuentes en las obras literarias, hasta un punto que el lector difícilmente podría sospechar. Así, cuando a Stefan lo invadían el cansancio y la impaciencia, muchas veces me llamaba para que le ahorrara el aprieto de acabar él solo el capítulo que tenía entre manos.

En un entorno como ese, refrescante y estimulante, Stefan no tenía dificultad alguna en trabajar duro y despachar una gran cantidad de trabajo, por lo cual todas las publicaciones que datan de esta época, y que millones de lectores han disfrutado, manifiestan la evidente facilidad y frescura de las condiciones en que las produjo su autor. Cada tarde, nos escapábamos del hotel para divertirnos en el ambiente tan distinto y estimulante que reinaba en el bistró de la misma calle, donde los chóferes, haciendo gala de esa cortesía francesa que fascinaba a Stefan, me sacaban a bailar. Mientras tanto, nuestro amigo Roth procedía a dar cuenta, con gran satisfacción, de su brandy «del bueno» o su Calvados, casi siempre y por desgracia en tragos demasiado generosos. Tenía una forma muy suya de pedir otra copa antes de vaciar la que estaba bebiendo. A veces caminábamos desde el cabo hasta la ciudadela del casco antiguo para comprar material de escritura, pues a ambos les encantaban las papelerías. Una vez hechas las compras, solíamos entrar en alguna galería de tiro para practicar un poco la puntería. Roth siempre se quedaba estupefacto al ver que yo, que carecía de experiencia militar, acertaba en el ojo del toro tantas veces como él. Siempre insistía en celebrar su victoria o la mía con una ronda de licores, pero Stefan y yo optábamos por un benedictino suave antes que rendirnos a otras cosas más fuertes. Luego ocurría que Stefan decidía probar el nuevo papel y los lápices, y se ponía a escribir en la mesa del café; cuando ya estaba claro que no lo convenceríamos para unirse a la diversión, lo dejábamos a su aire. A veces, Stefan lograba influir en su amigo para que frenara sus apetitos. Se esforzó mucho por ayudarlo en este aspecto y en otros, pero al final fue poco lo que consiguió, y la escasa fuerza de voluntad de Roth le puso las cosas muy difíciles. Stefan siempre se alegraba mucho al obtener la más pequeña victoria, por nimia que fuera, frente al enemigo de Roth, el demonio del alcohol. La salud de este era cada vez más delicada, pero se negaba a escuchar las advertencias de los médicos. Al igual que Stefan, siguió trabajando con la más terca determinación hasta el final. Ambos mostraban predilección por esos franceses «corrientes» que Roth logró retratar tan deliciosamente, y entre los cuales contaba con muchos amigos. En la primavera de 1939 y ante centenares de amigos que asistieron al funeral, fue enterrado entre los suyos, entre esa gente corriente. Había derrochado su preciosa vida sin compasión alguna, pues sabía muy bien que no cabía esperar otra cosa del futuro que la continuación de los terribles ultrajes que atormentaban su delicada compostura a base de odio e indignación. Stefan dio por sentado que Roth se había infligido su propia muerte, y eso, ciertamente, influyó en él a la hora de tomar la terrible decisión que llevaría a cabo poco después.

 

TITULO: El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero  - Fútbol -  Córdoba y Burgos se reparten golpes y puntos,.

 

 

El larguero La Ser,.

 

El larguero es un programa deportivo radiofónico español, dedicado en su mayoría al fútbol, que se emite en la Cadena SER todos los días, a partir de las 23:30 horas. Su director y presentador principal es Manu Carreño.1​ El programa es presentado los viernes y sábados por Yago de Vega, y excepcionalmente lo presenta Francisco José Delgado o Álvaro Benito en ausencia de ambos., etc.

 

El Transistor Onda Cero ,.

El Transistor es el programa deportivo creado y dirigido por José Ramón de la Morena. Inició su primera emisión el 4 de septiembre de 2016.
Su horario es de lunes a domingo a partir de las 23.30 horas.
José Ramón de la Morena inicia esta andadura deportiva en Onda Cero con colaboradores de su anterior etapa en el Larguero de la Ser: Carlos Bustillo, David Alonso, Eduardo Pidal, Ana María Rodríguez, Aitor Gómez , Ángel Rubiano, Jorge Valdano, el ciclista Perico Delgado, el ex subdirector de As Juanma Trueba, Sebastián Álvaro Lomba , el alpinista que creó y dirigió en TVE Al filo de lo imposible, los doctores José González y Antonio Escribano ., etc,.

 

Fútbol -  Córdoba y Burgos se reparten golpes y puntos,.

 

Resultado Final -  CÓRDOBA CF - 2 - BURGOS CF - 2 - fotos,.


El cuadro blanquiverde, pese a la inferioridad por la expulsión de Lapeña, salva un punto ante un Burgos que exhibió su poderío ofensivo en El Arcángel,.

De partida, algunas sorpresas. Ania apostó por Casas en el ataque, dejando atrás los flirteos del Rio Ave de Portugal, y también por Théo Zidane, con el fin de tener más protagonismo con el balón. Por su parte, Bolo se mantuvo fiel al once que en la primera semana derrotó con autoridad al Cartagena.

La Liga Hypermotion se caracteriza por la incertidumbre y el partido que han dirimido el Córdoba y el Burgos así lo ha dejado patente. Un carrusel de goles y un desenlace épico se dieron cita en El Arcángel en el enfrentamiento entre el Córdoba y el Burgos, en el que se pudo dar cualquier resultado. Al final, un reparto de puntos tras un intercambio de golpes.

El Córdoba empezó derrochando ilusión en los primeros compases, intenso en las acometidas de Carracedo y Jacobo. El Burgos, sólido, esperaba su momento, sabedor de sus múltiples argumentos en su zona de vanguardia. Con todo, el balón estaba en poder de los blanquiverdes. Con el paso de los minutos, el Burgos se empezó a asomar en el área del Córdoba. Florin no culminó una acción que inició Sancris en la banda derecha, ya que se interpuso Lapeña. Y en el córner posterior Curro puso en serios aprietos a Marín tras un disparo en la frontal. Lejos de capear el temporal, Appin, en una internada, obligó nuevamente al portero blanquiverde a sacar lo mejor de su repertorio.

El Córdoba respondió poco antes del minuto 30. Un saque de esquina botado por Sala que remató Lapeña al segundo palo fue salvado por la pierna de Cantero en la línea de gol Como anécdota, muchos aficionados instaban al VAR ante la novedad en el estadio, pero lo cierto es que el balón no entró. Después lo intentó Calderón tras un centro de Théo, pero su balón empalado se fue al lateral de la red. Y antes del descanso Casas peinó un centro de Jacobo que pasó a centímetros de la escuadra. El cuadro de Ania, como al principio, fue el que apretó en el tramo final, pero le seguía faltando el gol. Al Burgos le iba saliendo el plan.

Casas celebra su gol

Casas celebra su gol Madero Cubero

Las tornas cambiaron en la segunda mitad en apariencia. El Burgos le metió una marcha más en el arranque. Fer Niño se fabricó una acción que pudo salvar Lapeña, nuevamente providencial, dentro del área. El Córdoba dio la sensación de entrar tarde en juego, pero lo hizo con contundencia. Casas, en un ejercicio de fe, presionó una salida de balón defectuosa de Aitor Córdoba. El rambleño, astuto, robó el balón y batió a Cantero con tiro raso. De esta forma, el ariete de reconciliaba con el cordobesismo tras su culebrón veraniego en el que estuvo en la puerta de salida.

Bolo tomó nota de la situación y quiso dar un golpe de efecto con tres cambios. Espiau, Morante e Íñigo Córdoba fueron los elegidos para intentar la remontada. Por su parte, Ania, en la misma ventana, tuvo que quitar a Adilson por lesión y recurrió a Ander Yoldi, a quien situó por detrás de Casas.

El Burgos quiso asumir un rol dominante, mientras que el Córdoba quería los espacios. Yoldi rozó el 2-0 en una acción de contragolpe. Pero ese balón que no se alojó en la portería supuso un cambio drástico en la contienda. Porque, a renglón seguido, el cuadro de Iván Ania se vio con un futbolista menos y un gol. Lapeña se vio obligado a derribar a Córdoba en una acción en la que el blanquinegro se quedaba solo ante Marín. Tras la roja, Curro sacó a relucir toda su clase para superar la barrera y marcar.

A partir de ese momento, el Córdoba intentaba limitar daños. Sintes e Isaac eran cambios para dar consistencias, pero la inferioridad ofrecía espacios y Sancris lo supo aprovechar. Recibió un balón en largo, ganando la espalda de Calderón, y cruzando en su internada ante Marín.

Los jugadores del Burgos festejan la remontada

Los jugadores del Burgos festejan la remontada Madero Cubero

Tras el gol, el Burgos se dedicó a controlar ante un Córdoba que acusaba el cansancio. Pero no perdía la fe y prueba de ello fue que en kilométrico alargue concedido por Muñiz Muñoz llegó el empate. Albarrán regaló una cabalgada por la banda derecha y un medido centro a Yoldi, quien superó por alto a al meta Cantero. El Arcángel creyó, pero no había ni fuerzas ni tiempo. El reparto de puntos era justo.

 

TITULO:   La Paisana -   Velaí -  El barrio -  Jaraíz se echa a la calle para ver la Vuelta Ciclista a España  ,.



 La Paisana - Velaí -  El barrio - Jaraíz se echa a la calle para ver la Vuelta Ciclista a España ,. 

Viernes - 6 - Septiembre  a las 22:05 horas en La 1 / foto,.

 

 

'La Vuelta 24' ha realizado un largo recorrido pasando por tres de las cuatro principales avenidas o travesías del municipio,.


La llegada otra vez a Jaraíz de la Vera de la Vuelta Ciclista a España ha despertado mucha expectación entre los vecinos, que se han echado a la calle para ver pasar a la serpiente multicolor, pese a las elevadas temperaturas registradas este martes y, sobre todo, al coincidir con las horas puntas de más calor.

'La Vuelta 24' ha realizado un largo recorrido por la villa jaraiceña, pasando por tres de las cuatro principales avenidas o travesías del municipio, aunque, lógicamente, donde más público se ha concentrado ha sido a lo largo de la avenida de la Constitución, incluida alguna reivindicación sobre Palestina.

 
El pelotón por la avenida de la Montaña.  
 

La ronda española ha sido la tercera vez que pasa por Jaraíz de la Vera. La última fue en 2022. Entonces discurrió por la avenida de la Montaña, girando en la estación de autobuses para encaminarse por la avenida de la Constitución y salir en dirección a Garganta la Olla, ya que finalizó la etapa en Piornal.

 

 

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