jueves, 22 de agosto de 2024

VIVA LA VIDA - Cate Blanchett vuelve a los teatros de Londres con "La gaviota" de Chéjov ,. SABADO - 7 - Septiembre ,. / VIVA LA VIDA - Ana Fernández: «Los actores no cobramos pastizales. Es una carrera de lucha, una selva, y mientras trabajamos la ansiedad» ,. DOMINGO - 8 - Septiembre ,. / No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna - El bienestar ecológico ,. / LOS TOROS LA SER - Política y toros ,.

 

 TITULO:  VIVA LA VIDA -  Cate Blanchett vuelve a los teatros de Londres con "La gaviota" de Chéjov ,. SABADO -  7 - Septiembre   ,.

 El sabado  -  7 - Septiembre    a las 16:00 por Telecinco , foto,.

  Cate Blanchett vuelve a los teatros de Londres con "La gaviota" de Chéjov,.

 

La actriz australiana regresa a las tablas dando vida a Irina Arkádina,.

Cate Blanchett desata la polémica al afirmar que es de 'clase media' en Cannes
 
Cate Blanchett en Cannes,.

En 2019, la actriz australiana Cate Blanchett conmocionaba al público londinense con su regreso a la escena teatral. Cada vez que su agenda se lo permite, la intérprete se embarca en alguna obra sobre las tablas, y tras varios años vuelve a hacerlo. Entre los papeles en teatro más destacados de Blanchett, destacan "Hedda Glaber" (2004), "Un tranvía llamado deseo" (2009) o "Tío Vania" (2011). Ahora, a estos títulos se suma una obra de Chéjov, para la que la actriz volverá a las tablas londinenses.

Blanchett interpretará a Irina Arkádina en "La gaviota", la icónica obra de Antón Chéjov, según informa "BBC News". Se trata de la protagonista de la obra de teatro, junto a otros tres personajes: la trama sigue a la anteriormente gloriosa actriz Arkádina, el dramaturgo experimental Konstantín Tréplev, la ingenua y deseosa de triunfo en el teatro Nina, y el curtido y famoso escritor Trigorin. Una trama cargada de conflictos artísticos y románticos.

La producción se presentará durante seis semanas en el Teatro Barbican de Londres, y a partir de febrero de 2025. Junto a Blanchett, en el reparto figura Tom Burke, conocido por su papel en la serie de la BBC “Strike” y en “Furiosa: A Mad Max Saga”. La pareja ya ha trabajado junta anteriormente, como es el caso reciente de la próxima película de Steven Soderbergh, “Black Bag”.

En la obra, el personaje de Blanchett, Arkadina, es una actriz célebre. La historia se desarrolla durante un fin de semana en la finca de campo de su familia, donde surgen conflictos mientras su hijo lucha por escapar de su sombra. El personaje de Burke, Trigorin, es el amante de Arkadina y un escritor famoso que se convierte en el objetivo romántico de una joven aspirante a actriz.

 

TITULO:   VIVA LA VIDA - Ana Fernández: «Los actores no cobramos pastizales. Es una carrera de lucha, una selva, y mientras trabajamos la ansiedad» ,. Domingo -  8 - Septiembre,.

El domingo  -8 - Septiembre -  a las 16:00 por Telecinco , foto,.

 Ana Fernández: «Los actores no cobramos pastizales. Es una carrera de lucha, una selva, y mientras trabajamos la ansiedad» ,.

La actriz se sincera sobre las injusticias y necesidades de su industria y confiesa cuál sería su mayor reto profesional

Entrevista a la actriz Ana Fernandez
 
La actriz Ana Fernández posa,.

Es perseverante, hija de su generación. Ana Fernández actúa por vocación, por pasión, pero también para vivir. Es lo que le gusta, pero sobre todo lo que le da de comer. Algunas veces más que otras. Es consciente que el trabajo de la actriz «está romantizado. Es muy cruel, porque siempre estás cuestionándote. Que si eres la más guapa, la que tiene más seguidores, que si estás más vieja». Salvo pocos nombres, en el mundo de la interpretación «no cobramos pastizales. Es una carrera de lucha, es una selva, para ver quién está más de moda y mantenerte, mientras trabajas tu ansiedad e inseguridades», confiesa. Y lo reivindica sin titubeos, apenas poco después de descolgar el teléfono. Pues si algo define a la actriz, además de su cultivada carrera profesional, es su carácter práctico, realista, de decir verdades sin necesidad de rogarlas, de reclamar y quejarse, que es satisfactorio y gratis.

Fernández forma parte de una generación de actores y actrices que arrancaron jóvenes en el mundo del cine y la televisión. Una, insiste, «muy luchadora. Nos topamos con la crisis de 2008, y nos hemos ido adaptando a las realidades sociales». Comenzaron cuando aún se despedían de la adolescencia, «y nos la han intentado colar muchas veces. Hemos tenido que ir forjando un carácter». Y la de «Los Protegidos» vaya si lo tiene. Ha perfilado una opinión férrea ante las complejidades de su profesión, sobre las que habla abiertamente. Asegura que no debería ser la única en poner los puntos sobre las íes. «No entiendo cómo compañeros y compañeras no se echan a las calles y dicen públicamente un problema muy grave que está pasando con todo nuestro sector de la interpretación y los derechos de imagen».

Fernández se mete de lleno en el tema más candente: ¿es la IA invasiva para los intérpretes? ¿hasta qué punto la tecnología es aliada y a la vez amenaza en su profesión? Con el estreno de «Las chicas del cable», primera serie original de Netflix producida en España, la actriz fue parte del aterrizaje de las plataformas en el panorama audiovisual nacional. «Y ahí hay una cláusula donde tú estás cediendo literalmente tus derechos de imagen al universo y para toda la eternidad», subraya. No importa cuántas veces se reproduzcan sus capítulos, en cuantos países ni por parte de cuánta audiencia. Ya no se mide como tradicionalmente se hacía en televisión. «Tendrían que pagarnos tanto que lo mejor es no hacerlo. Los actores estamos desprotegidos, cuando podríamos vivir tranquilamente de ello. Estamos en un régimen lamentable, no como, por ejemplo, en Francia, donde a los actores se les congela la declaración de la renta cada tres años. A nosotros nos quitan la mitad de nuestro sueldo anualmente, cuando ni siquiera sabemos si en los meses siguientes vamos a trabajar o no», analiza.

Zonas de confort

¿Cuál es el antídoto ante tal descontrol? A la espera de cualquier regulación, «abrir el abanico», afirma. Innovar, actualizarse, con proyectos como el que recientemente ha estrenado con Audible: da vida a Meredith en «Viudas, jóvenes y ricas», una obra original de la plataforma de audiolibros. Un thriller, ambientado en Rhode Island en 1985, que narra la historia de cuatro mujeres que se enfrentan a las misteriosas y trágicas muertes de sus maridos. «En este trabajo solo entra en juego tu voz», define Fernández, «y es algo muy enriquecedor, porque descubres muchas cosas que a lo mejor actuando en una serie no percibes».

La también cantante no teme a la hora de salir de su zona de confort. Aunque confiesa a LA RAZÓN algo con lo que sí dudaría a la hora de firmar: «Tendrían que ofrecerme un personaje de tal envergadura, que el proyecto fuese la repanocha, como para que me exponga a un desnudo integral. Pero como eso no entra aún en los presupuestos de España, estoy tranquila». Admira «la libertad física» de las mujeres que se exponen de esta guisa en cine y televisión, porque «son rompedoras, que enseñen sus cuerpos conlleva un esfuerzo mayor que lo haga un hombre». Pero «yo no lo paso bien». Valora la existencia de «los coordinadores de integridad, porque dan consejos y puedes negociar cómo se te va a ver. Hay un cuidado muy grande en este sentido, no quiero imaginar cómo lo pasaron nuestras antecesoras, ellas no tenían ningún tipo de protección». Pero eso no es para ella. «Y no pasa nada, porque lo importante es que hay que respetar el guion y no forzar la maquinaria», opina. Y tras, en definitiva, defenderse, tras suspirar con alivio por no cohibirse durante más de una hora y antes de colgar, subraya que no solo hay oscuridades en su profesión: «Emocionar, que la gente llore con tu trabajo, que disfrute, formar parte de infancias o de otras épocas vitales, merece la pena». Y por ello lo sigue intentando.

SOBREVIVIR ENTRE INTRUSOS

Entre la falta de regulación ante la IA o sobre el buen uso de los derechos de imagen, el sector de la interpretación sufre otro problema, y esta vez viene desde dentro. «Se ha multiplicado muchísimo el intrusismo», denuncia Fernández, «en vez de cuidar a los actores que tienes hartos de trabajar, hay quienes deciden ir a un pueblo o a una universidad a encontrar a gente que se quiera dedicar a esto, y los contratan. Con todas esas personas que han hecho sus carreras y que están trabajando de camareros para pagarse la vida, ¿por qué tiene que pasar esto?», plantea.

 

TITULO: No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna - El bienestar ecológico  ,.

No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna - El bienestar ecológico , fotos,.

 El bienestar ecológico,.

 El bienestar ecológico

La palabra está demasiado gastada, de tan mal uso como se ha hecho de ella, de tanto dispararla y tanto utilizarla para chantajes afectivos, pero es la palabra precisa: amor. Hay libros que son puro amor, y este, El tejido de la naturaleza, entra de lleno en esa categoría. Anne Sverdrup-Thygeson (Noruega, 1966) es una bióloga que conocimos en nuestro país a través de Terra Insecta, un libro que nos descubre las maravillosas funciones que tienen los insectos en el conjunto de la vida. Ahora se adentra en un ensayo muy divulgativo, increíblemente entretenido, que no desfallece jamás, en el que atiende a diversos aspectos de la naturaleza y nuestra relación con ella. Sverdrup fragmenta los capítulos y la atención, pero no pierde de vista que la naturaleza, y nosotros dentro de ella, es un asunto holístico. No se trata tanto de exponer la hipótesis de Gaia, como de descubrir para el lector todo lo hermoso que contiene la naturaleza. A la hora de la verdad, la mejor forma de concienciar, de combatir el deterioro ecológico, no es la reivindicación mediática, sino llevar a la gente al monte, a la costa, al desierto, al bosque, a cualquier lugar donde pueda identificarse con un poco de naturaleza, y permitirle sanar de este déficit, que está imbricado con muchas otras enfermedades.

 La Galleta de la Fortuna, el nuevo RASCA de la ONCE que incorpora una suerte  de "filosofía" y una campaña de lanzamiento a lo grande - AZARplus

"Este libro está lleno de descubrimientos, de esos pequeños detalles que catalizan toda una forma de bienestar y de los que todavía estamos a tiempo de disfrutar"

Aconsejaríamos leer este libro disponiendo de algún medio que nos permita poner imágenes y movimiento a los temas de los que Sverdrup-Thygeson nos habla. Es imposible no sentir la tentación de conocer los hongos, los insectos, los microrganismos o las aves de las que va dando noticia. Su misión es conseguir que nos enamoremos de todo ello. Es cierto que no faltan los momentos en los que comenta la tristeza de la pérdida y los riesgos de hacer que esta sea irreversible, pero no desfallece a la hora de conseguir que el amor se imponga. Sverdrup-Thygeson escribe capítulos cortos, sencillos, con cierta ingenuidad, que viene a ser tanto como decir con cierta libertad, que nos recuerda, con frecuencia, a Edward O. Wilson, el entomólogo que acuñó conceptos como biofilia o eremoceno. Nos hablará de nuestros vínculos con las abejas, de la biónica en el diseño, de musgos y hábitos, nos hablará sobre el mar como catalizador del bienestar del planeta o de los recursos de los pequeños seres para reproducirse. Tratará también sobre usos que le damos a los recursos naturales y sus efectos, sobre los errores de la repoblación o del césped, sobre el cambio climático, pero siempre mirando hacia los seres vivos, hacia los seres que, a través de sus ojos, nos resultan feéricos. Hay algo de cuento de hadas en sus pequeños ensayos, que parten de la experiencia propia, que explica cómo se genera y se mantiene vivo el amor por la naturaleza. Este libro está lleno de descubrimientos, de esos pequeños detalles que catalizan toda una forma de bienestar y de los que todavía estamos a tiempo de disfrutar. No se menciona la ecofobia que se ha impuesto en la vida contemporánea, como si la autora quisiera obviar la posibilidad del ser humano de dar la espalda a las buenas cosas buenas en las que ella tiene tanta fe. En ese sentido, está más cerca de una ecopsicología, de una ecomeditación, de un humanismo que puede parecer nuevo, pero que se lleva practicando miles de años, porque si una ciudad como Nueva York puede construir el mito de ser un estado de ánimo, la naturaleza resulta ser un estado de ánimo como realidad. Debemos dejar que la curiosidad tenga las puertas abiertas y acercarnos a la observación de la naturaleza como Sverdrup-Thygeson hace. Y si la naturaleza no está a nuestro alcance fácilmente, debemos embarcarnos una y otra vez en esta deliciosa lectura.

 

 TITULO: LOS TOROS LA SER -  Política y toros ,.
  

 

 LOS TOROS LA SER,.
 

 Los toros es un programa radiofónico que dirige el periodista especializado Manuel Molés en la Cadena SER. Desde abril de 2015 se emite los lunes de madrugada tras ser sustituido de su horario habitual de emisión de los domingos por el programa Contigo dentro. Contó con la colaboración de Antonio Chenel Antoñete, fallecido en Madrid el 22 de octubre de 2011, siendo uno de los espacios más antiguos del panorama radiofónico nacional ya que continúa emitiéndose de manera ininterrumpida desde 1982.
 Es un espacio taurino a modo de repaso informativo semanal. Consta de tertulias, entrevistas con los personajes de actualidad y crónicas de los eventos taurinos más destacados de la jornada., etc.

 

Política y toros,.

 Política y toros

fotos / Acaso quepa trasladar esa dialéctica a la figura 'política' del aficionado taurino tal como, idealmente, me gustaría aquí esbozarla. No el portavoz recalcitrante de formas culturales atávicas y periclitadas, ajenas cuando no contrarias a la civilidad, sino el ciudadano que incorpora a sus responsabilidades cívicas la conciencia de facetas de la vida humana que conforman un límite: la animalidad, la muerte, lo sagrado, lo trágico,.

 

La supresión del Premio Nacional de Tauromaquia, que fue instituido por José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 y que ha reconocido, entre otros, a Enrique Ponce, Morante de la Puebla y El Juli, tiene una importancia simbólica incontestable, puesto que afecta a una larga tradición española (las corridas de toros, tal y como las conocemos hoy, datan de finales de siglo XVIII). Para Ernest Urtasun, ministro de Cultura y portavoz de Sumar, la tajante decisión obedece a que hay que adaptarse «a la nueva realidad española y cada vez hay más gente que está en contra del maltrato animal». Se abre así un debate: ¿los toros son cultura y arte? La primera parte de esa pregunta es retórica y en la segunda intervendría la subjetividad, aunque no para la RAE, que define la tauromaquia como el «arte de lidiar toros».

El filósofo y escritor Fernando Savater considera «indudable» que «los toros son cultura» y añade que «nadie dice que la cultura tenga que ser indolora o que deba gustarle a todo el mundo. La religión ha causado muertes y sufrimientos y muchos la consideran dañina, pero sin duda es una parte importante de la cultura. ¿Acaso tiene derecho a prohibirla un ministro de Cultura que sea ateo?». Respecto a su posible condición de arte le parece «un tema muy discutible, como en otros casos. Muchos llaman al boxeo “el noble arte” y otros muchos lo tienen por mera brutalidad. ¿Es arte lo que hace Damien Hirst o puro sacacuartos? ¿Es arte el fútbol o debemos prohibirlo?». Para el dramaturgo Albert Boadella «el toreo alcanza en muchos momentos la dimensión de un arte siempre sujeto a la calidad del torero». Luis Antonio de Villena, poeta, narrador, ensayista, traductor y crítico literario, opina que la tauromaquia «es cultura popular y existe en toda la península ibérica. No hay ninguna comunidad autónoma que no la tenga. Está la ridiculez del nacionalismo catalán, que prohíbe las corridas de toros pero permite que se sigan corriendo toros por las calles, es absurdo. Lo hacen porque entienden, tontamente, porque son todos muy incultos y muy brutos, que la corrida es una cosa como española y los toros por la calle no, cuando es exactamente igual, solo que correr toros por la calle es más antiguo, viene de la Edad Media. Y si la corrida sale bien sí es arte».

¿Una decisión desacertada?

Félix Ovejero, doctor en Ciencias Económicas y profesor de Filosofía Política y Ciencias Sociales en la Universidad de Barcelona, cree que «es indiscutible que es cultura, pero eso no es un argumento a favor de su pervivencia. También eran cultura el feudalismo y el fascismo. Y depende de qué entendamos por arte. No vale decir que ha inspirado arte. Porque la mafia ha inspirado películas, pero no es como tal una película. Hoy, cuando arte se considera cualquier cosa que un conjunto de individuos con cierto atribuido criterio estético llaman arte, podría perfectamente serlo. Pero no está escrito en ningún lado que porque algo sea bello esté sin más justificado moralmente». Y recurre a una hipérbole no exenta de ironía: «Podríamos encontrar una cierta plasticidad en que un grupo de individuos se tirara desde la torre Eiffel, sin embargo eso no quitaría la crueldad del acto. Lo que sería objetivo es la belleza, no el arte». No comparte esa opinión el poeta, ensayista y crítico literario Luis Alberto de Cuenca, que fue Secretario de Estado de Cultura y dirigió la Biblioteca Nacional: «La tauromaquia es cultura y es arte, y basta, le diría yo al señor ministro y a cualquier persona que ponga en duda eso, que lea ese libro maravilloso de Ángel Álvarez de Miranda, “Ritos y juegos del toro”, para ver hasta qué punto es cierto que la tauromaquia es cultura y es arte».

Contracultura
 
Contracultura

A partir de esas reflexiones de base, ¿es la del ministro de Cultura, pues, una decisión desacertada? Luis Antonio de Villena: «Es una decisión desacertada porque creo que no se debe prohibir, estoy en esa idea. Pero se han quitado premios por cuestiones de corrección política, como el González Ruano de periodismo, que era notable. ¿Por qué se va a quitar un premio de tauromaquia? ¿Porque a ti no te gusta la tauromaquia? Tú dices que no te gusta la tauromaquia, pero no debes quitar el premio. Eso es la libertad, elegir. No quitas el premio, pero puedes hacer propaganda contra la tauromaquia». Luis Alberto de Cuenca lo tiene clarísimo: «Estoy absolutamente en contra de la supresión del premio», y Boadella ahonda aún más y añade otro elemento, el «excesivo porcentaje de politización de los premios, por ese motivo no acepté el Premio Nacional de Teatro en 1994. Y la supresión del premio a la tauromaquia es una prueba tangible de esta politización. Las ideas políticas del ministro se han llevado a término con total desfachatez, sin respeto alguno a cientos de miles de ciudadanos y a todo lo que ha significado para la cultura mundial».

Desmontar la nación

Félix Ovejero sí ve acierto en la decisión, aunque introduce matices de peso: «No me parecen bien los toros y no creo que sea una decisión desacertada, aunque pueden ser desacertadas las motivaciones que hay: cualquier cosa que tenga que ver con lo que ellos consideran que es la defensa del españolismo, o la idea misma de España, les molesta».

Esa última reflexión del profesor universitario catalán anima a preguntarse si la supresión de ese premio tiene que ver con el empeño de la izquierda en eliminar símbolos puramente españoles, que asocian a una derecha rancia, y si existe un paralelismo entre esa decisión y la prohibición de corridas de toros en Cataluña. Savater contesta a ambas cuestiones con «dos rotundos síes». Boadella también, y lo razona: «La izquierda ha dado ínfulas a todas las ideas y formas que descomponen la unidad y la igualdad de los ciudadanos españoles. Llevan mucho tiempo tratando de desmontar el sentido que teníamos de nación española. Es obvio que la tauromaquia forma parte de esta imagen, pues es lo primero que un extranjero identifica con la esencia de España. El repudio a los toros por parte del nacionalismo catalán tuvo dos claras motivaciones, el odio a todo lo que representa España, empezando por la lengua, y una exaltación desmesurada del animalismo para mostrar lo salvaje de la cultura española. Hay que reconocerles en ello un éxito total: en los años 50 Barcelona era la primera plaza del mundo y ahora no existe una sola corrida. También han conseguido exportar la desmesura animalista en la legislación del Estado a unos puntos de ridiculez insultante para el ser humano». Para Ovejero, «el paralelismo [entre la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y la eliminación del premio] está claro. La razón última, y no podemos engañarnos, tiene que ver con algo que se vincula a la historia de España y a una tradición cultural sin duda española, singular, aunque, por supuesto, se ha extendido a otros países».

En cualquier caso, tres presidentes de comunidades autónomas han anunciado que crearán sus propios premios de tauromaquia, el socialista García-Page (Castilla-La Mancha) y las populares Ayuso (Madrid) y María Guardiola (Extremadura). La «fiesta nacional» seguirá, pues, vivísima y coleando. Pese a que a Urtasun no le guste y le retire el laurel y el parné.

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