El sabado -4- Abril a las 16:00 por Telecinco , fotos,.
Este verano, pocos besos,.
Nuevas costumbres. Al acabar el confinamiento, no podemos volver al pincho colectivo de oreja,.
¿Cómo será todo cuando esto acabe? Quien más quien menos teme que la fraternidad de los balcones se vaya diluyendo y nos volvamos a encerrar dentro de casa. En lo político, las encuestas en Europa dicen que los ciudadanos están volviendo a confiar en los partidos de siempre, como si no quisieran hacer experimentos en tiempos de tribulación. En España, la cuestión catalana quizás se desinfle un poco por aquello del lobo, que une mucho cuando se le ven las orejas. Lo de Puigdemont con Extremeña es solo una curiosidad, no podemos esperar tanto, pero sí se ha rebajado la tensión y la ciudadanía, más que los partidos, no está ya para procesos.
Donde más cambios vamos a notar, sobre todo en los primeros momentos, es en las costumbres. Se establecerán nuevas reglas de urbanidad no escritas, pero sí seguidas, que al principio nos harán titubear, pero que luego ya veremos si se institucionalizan o no. El tema de los besos va a ser el más llamativo, la prueba de fuego. ¿Quién se atreverá a besar a los compañeros de trabajo o de clase, incluso a los familiares cuando esto acabe y nos veamos por vez primera?
Echen cuentas. Un ciudadano normal, el primer día que salga a la calle tendría que dar, según las viejas normas, una cantidad enorme de besos. Cada uno es un caso. En el mío, calculando por lo bajo y teniendo en cuenta que en mi trabajo nos besábamos mucho, estimo que tendría que dar 120 besos laborales y 44 besos familiares. Después están las amistades, imprevistos. ¿200 besos en diez horas? Pues sí, perfectamente. No hay nadie que salga indemne de tal exposición bucal, te contagias de lo que sea, seguro. Pero si cambiamos los besos por estrechar 82 manos o dar 82 abrazos, estamos en las mismas. Es más, si por nosotros fuera y según las reglas de antes del coronavirus, daríamos los besos, las manos y los abrazos: 364 peligrosas exposiciones.
Deberíamos dejar de ser los más besucones de Europa, donde tenemos fama de lanzarnos a dar besos a la primera de cambio. De hecho, cuando los diplomáticos japoneses o finlandeses llegan a España, lo primero que aprenden es a besar. Si no lo hacen, las relaciones hispano finlandesas o japonesas corren serio peligro. Seamos, no sé, orientales o noruegos: una sonrisa o una inclinación de cabeza y adiós.
Muy bien, ya nos hemos saludado a la sueca y ahora vamos a celebrar el reencuentro con unas cañitas. «De pincho, tengo bravas, ensaladilla, oreja...». Al escuchar la palabra oreja, la mitad del grupo detiene la letanía del camarero y al rato llega a la barra un plato lleno de orejas de cerdo con tomate en compañía de un trocito de pan para cada uno. ¿Qué haremos a partir de ahora? ¿Comeremos todos las orejas o la ensaladilla del mismo plato, untaremos el pan en la salsa varios a la vez? Después de unos callos colectivos, no se libra de contagiarse de lo que sea ni el gato. ¿Y el botellón, todo el círculo a gollete de la misma litrona? Moraleja, este verano, nosotros, finlandeses y Puigdemont puede seguir ladrando o colaborar con Extremeña. Él sabrá.
TITULO:
VIVA LA VIDA - José Antonio Ruiz ,. DOMINGO -5- Abril .
El domingo -5- Abril a las 16:00 por Telecinco , foto.
José Antonio Ruiz,.
José Antonio Ruiz: «La situación actual puede ayudar a empatizar»
Este canario, protagonista de 'Mzungu: Operación Congo', lo dejó todo para montar una escuela en un poblado africano | Su experiencia se emite en Cuatro–¿Cómo fue el proceso de tomar la decisión?
–A los 33 años llevaba un tiempo preguntándome qué quería hacer con mi vida. Y un día, estando de viaje en la Antártida, me perdí en una tormenta de nieve y estuve a punto de morir. Cuando aquello ocurrió, quise devolverle a la vida la oportunidad que me había dado a mí de estudiar. Solo tenemos una vida y hay cosas que me pueden dar miedo hacer, pero me da mucho más miedo no hacerlas si realmente es lo que deseo.
–¿Ya puede llegar a los 90 tranquilo, o siempre hay algo más que hacer?
–Hay tanto por hacer en este mundo que nunca será suficiente. Eso me entristece en ocasiones, pero uso ese sentimiento para llenarme de energía y seguir adelante.
–¿Qué se encontró allí?
–Unas realidades muy duras, con unas infraestructuras devastadas, con una sensación de inseguridad permanente de la que, además, fuimos víctimas, pero también me encontré con gente maravillosa, con tribus fascinantes, con paisajes increíbles… ¡hasta con gorilas!
–Ha vivido en once países. ¿Qué le sorprendió más con respecto al resto?
– Que siendo uno de los países potencialmente más ricos del mundo, sea al mismo tiempo uno de los más pobres.
–¿Con qué sabor de boca se ha quedado?
–Con la satisfacción de haber dado lo mejor de mí. Me llevo recuerdos que jamás podré borrar de mi mente. Algunos me duelen cuando me acechan, pero otros me hacen sonreír. Ha sido una experiencia tan brutal que estará en mi cabeza y en mi corazón toda la vida.
–¿Cree que la gente puede empatizar más al estar en una situación como la actual?
–Puede sensibilizar a muchas personas en diferentes aspectos y les puede ayudar a empatizar más con quien más lo necesita, por supuesto. Son momentos de reflexión también para todos. Aprovecho para mandar todo mi ánimo a los que estamos en nuestras casas y especialmente a los que se están exponiendo todos los días por los demás: ¡Sois de lo mejor que hay!
–¿Qué le gustaría lograr con este programa?
–En estos días, a cierta hora del día, necesito desconectar, evadirme, y confío en que 'Mzungu: Operación Congo' ayude a eso. También me gustaría que muchas personas se inspirasen para llevar a cabo sus propias acciones de ayuda, por pequeñas que sean.
TITULO: Ese programa del que usted me habla con - Las cárceles españolas, una «olla a presión» ,.
El martes -31- Marzo por La 2 a las 21:30, foto,.
Las cárceles españolas, una «olla a presión»,.
Tensión entre rejas. Las prisiones han registrado dos conatos de motín y tres plantes desde que se suspendieron las visitas por el coronavirus. Siete internos y 72 funcionarios han dado ya positivo y se extiende el temor a un contagio masivo,.
Ese extraño domingo sin visitas de familiares y amigos, suspendidas desde que se decretó el estado de alarma, el altercado no llegó a niveles de violencia física contra los encargados de la seguridad de la cárcel, pero sí mostró el nivel de presión dentro de los centros penitenciarios. «Los tranquilizamos con diálogo», prosigue Juan que, como los demás funcionarios de prisiones, no porta ningún tipo de armas. «Nos conocemos desde hace mucho con los que llevan más tiempo. Hablando, intentamos relajar los ánimos».
Calmada la situación también se disolvió la pelea, pero no la tensión de base. «Va a ir a más», asegura Juan. «Ya nos lo advierten los internos veteranos». Como él, otros funcionarios temen que se produzca una revuelta en cualquiera de las prisiones del país. «Se han producido conatos de motín en Puerto II y Puerto III (Cádiz), donde se ha tenido que aislar a 23 internos», reporta Silvia Fernández, responsable de la sección de Prisiones en CC OO. «Hubo un plante de internos en La Rioja, Picassent y Fontcalent, quemaron cosas. Además hay agresiones relacionadas con las medidas preventivas en Jaén, Picassent, Alcalá y Sevilla I. Son incidentes graves».
Al día siguiente de la «protesta colectiva» en Valdemoro, se conoció que había muerto la primera interna con coronavirus en el Hospital de Arganda. Era una de las casi 4.400 mujeres que hay en las cárceles españolas, de un total de 59.000 internos. Tenía 78 años y cumplía condena en Estremera . «Ingresó en el hospital por sus patologías previas», explica una fuente de Instituciones Penitenciarias. «Se supo que tenía coronavirus cuatro días después de fallecer».
La calma española
Los vis a vis se interrumpieron el 13 de marzo, aunque ese fin de semana continuaron las visitas en los locutorios separados por mamparas. Una semana antes, el jueves a las 10:30 de la mañana, una mujer de pelo gris y corto, aguardaba su vis a vis. Llevaba en la mano unas fotos familiares impresas y una mascarilla en una bolsa. Al enseñar sus cosas, el funcionario del control de ingresos en la cárcel de Soto del Real no le permitió pasar la mascarilla. En el reglamento se indica que sólo puede ingresar libros, prensa, ropa y zapatos. Para entonces el coronavirus ya se extendía aunque demorara en decretarse el estado de alarma.A partir del 16 de marzo, los presos fueron aislados del exterior. Después llegó la interrupción de todas las actividades deportivas, culturales, terapéuticas o de ocio, para evitar la entrada de personal no relacionado directamente con la seguridad y la gestión de los penales. En otros países se tomaron medidas similares para frenar al virus, y en varios se han producido motines: al menos tres en Italia, con once muertos; trece en Colombia, con 25 fallecidos; dos en Argentina, con cinco muertos, entre otros. ¿Por qué no estalla la presión en las cárceles de uno de los países más afectados por el COVID-19 y que ha bloqueado el contacto con el exterior desde hace ya un par de semanas?
Más allá de las instalaciones o los recursos destinados a las prisiones, la información brindada a los presos ha ayudado a drenar la ansiedad. «Que la olla de presión no estalle depende de cómo los que trabajamos aquí les hagamos ver que nosotros estamos en las mismas condiciones de confinamiento», explica un psicólogo penitenciario, cuyo nombre se mantiene en reserva. «No creo que se produzcan motines, pero sí episodios puntuales de violencia por parte de personas que no aguanten la presión».
En centros penitenciarios como Almería, Villena (Alicante), Aranjuez o Alcalá-Meco (ambas en Madrid), los directores pasan visita, junto al personal sanitario, módulo por módulo para explicar la situación de primera mano, dice una fuente de Instituciones Penitenciarias para explicar por qué «no arden las prisiones españolas. ¿Qué hemos hecho para que no saltaran como las italianas? Hablar». Con los internos sentados, atentos, el máximo responsable de la prisión se dirige a ellos. «Son prácticamente todos los directores. Les dicen cuál es la situación en el país, qué está pasando con sus familias, y con ellos. Les informan de cuáles son los siguientes pasos en el centro. Ellos preguntan y los médicos contestan. Eso baja la tensión tremendamente».
Las primeras 40.000 mascarillas, que tienen un efecto psicológico en la población reclusa, llegaron el miércoles de esta semana. Los funcionarios que tienen contacto con los reclusos comenzarán a llevarla y esa medida podría rebajar la «situación de calma tensa», que describe Nacho Gutiérrez, portavoz del sindicato Acaip. «No sabemos lo que va a ocurrir».
Tiempo muerto
Los minutos transcurren con más pesadez en las cárceles. Más ahora que no hay actividades que ocupen a los reos. «Se ha producido un gran cambio en los centros. Los familiares no pueden venir y se ha anulado todo tipo de actividades: deportivas, culturales, de ocio, formativas, educativas, terapéuticas... Hay una inactividad absoluta», confirma el psicólogo penitenciario.Para intentar compensar la nueva situación, Instituciones Penitenciarias ha aumentado las comunicaciones por teléfono, ha creado lugares específicos de cuarentena para los que recién ingresan a cumplir una pena o los que vuelven de sus permisos, y ha extendido los «regímenes abiertos» para unos 6.000 presos (un 15% de mujeres) que ya disfrutaban del tercer grado. Esta medida no se aplica a los beneficiados con el segundo grado, como los presos del procés o Iñaki Urdangarin.
«Nosotros, como institución, no podemos ordenar un tercer grado colectivo pero cada centro sí tiene la posibilidad de abrir más los regímenes abiertos, con controles telefónicos o telemáticos», explican. No obstante, no todos los reclusos que podían beneficiarse de esta posibilidad han abandonado la prisión. Unos 1.700 reos sin domicilio fijo no han tenido a dónde ir. También siguen allí Luis Bárcenas y los implicados en la Gürtel, cuyos abogados han esgrimido la pandemia como una razón para salir en libertad, lo que se les ha denegado. Mientras la situación de contagios está peor afuera que dentro de los penales, en el módulo de respeto de Soto del Real, donde está recluido Bárcenas, se han suprimido las asambleas.
Reventa de psicotrópicos y deudas impagables,.
Sin contacto con el exterior, las drogas ilegales se mantienen lejos de los reclusos que ya «no pueden fumarse el porro de las noches». Pero las sustancias que más se «trapichean» no han dejado de entrar en los módulos. Las pastillas psicotrópicas que son administradas a los internos bajo prescripción médica se revenden en ocasiones. «Sí hemos notado que hay síndrome de abstinencia», dice un funcionario de Madrid. «Pero lo que realmente produce enfrentamientos son las deudas». En las cárceles se han quedado sin ingresos los que tenían un trabajo gracias a los convenios con empresas que ahora están cerradas y los que recibían dinero en las visitas de sus familias.TITULO: Tendido cero Toros - El toreo solidario,.
El sabado -4- Abril a las 14:00 por La 2 , foto,.
Presentado por: Federico Arnás, Belén Plaza, Javier Hurtado y Carlos Ruiz.
Dirigido por: Federico Arnás
'Tendido Cero', fundado en Abril de 1986, es uno de los programas
más veretanos y una referencia de la información taurina en todo el
mundo. La actualidad, el campo bravo, otras caras de la Fiesta de los
toros, la opinión y la información son sus soportes semanales enfocados
para atraer tanto a aficionados como iniciados en La Tauromaquia., etc,.El mundo del toro siempre ha dado muestras de tener un profundo sentido de la solidaridad. Y en esta crisis del Covid-19 no iba a ser una excepción, si acaso una nueva oportunidad para hacer más grande su arraigado ejemplo. Estos días se está viendo cómo desde distintos colectivos relacionados con los toros -médicos, empresarios, ganaderos, toreros, sastres, peñas, y también las gentes del bou al correr-, están volcándose para intentar hacer más llevadero este calvario que nos está tocando vivir.
La lista de los que han saltado al ruedo solidario es amplia. Recogemos una pequeña muestra de cada uno de los estamentos. La Sociedad Española de Cirugía Taurina, quien de acuerdo con las propiedades y las empresas de gran número de plazas de toros, ha ofrecido al ministerio de Sanidad todos los respiradores, aparatos de anestesia y material sanitario de las enfermerías para ayudar a paliar la escasez de tan necesarios elementos para hacer frente a tan agresivo virus. Y todo seguido la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana, siempre tan activa, que a través de su presidente, Vicente Nogueroles, ha ofrecido a la Generalitat la logística de camiones, cocineros y la infraestructura necesaria para preparar mil raciones diarias de comidas y cenas, «para que en caso de que sea preciso atender a los integrantes de la Unidad Militar de Emergencias -UME-, policías, bomberos, sanitarios o cualquier otro tipo de colectivo».Por su parte, El Juli, se ha unido al proyecto solidario de Rafa Nadal y Pau Gasol. El ganadero Nazario Ibáñez, ha puesto su fábrica de cascos NZI, a fabricar mascarillas. La comisión taurina de Algemesi, el sastre de toreros Carlos Galván; los espadas Cayetano, Román, Álvaro Lorenzo; los empresarios de Murcia y Alicante, así como los chavales de Tauroamigo, se han sumado con distintas iniciativas para paliar tanto contratiempo y tanto dolor. Quites que se valoran y agradecen.
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