TITULO: España Directo - Economía - La falta de oferta y la legislación inadecuada: las principales causas de la escasez de vivienda en España,.
La falta de oferta y la legislación inadecuada: las principales causas de la escasez de vivienda en España,.
foto / Pero, ¿por qué no hay oferta? Tal y como indican las principales conclusiones del panel la mala normativa, la especulación y la inseguridad jurídica. Así lo consideran el 48%, el 23% y el 16% de los encuestados, respectivamente. De hecho, desde la consultora especifican y dicen que la Ley de la Vivienda no ha tenido el resultado esperado porque sigue «protegiendo en exceso» el suelo disponible y que, hasta ahora, las medidas propuestas tienen carácter de medio plazo, «lo que no facilita para actuar sobre una situación de emergencia».
El impacto, sin embargo, es desigual, y algunas regiones de nuestro país viven mayores aumentos de precio. En comparación con el semestre anterior Madrid (11,87%), Región de Murcia (8,94%) y Comunidad Valenciana (7,48%) arrojaron las subidas más pronunciadas; mientras que el único descenso fue el de Navarra (-2,32%). De un año a otro, la subida más marcada tuvo lugar en Madrid (20,64%). Además, la región más cara en junio de 2024 fue Baleares (4.392 €/m²) y la más barata Extremadura (833 €/m²).
En cuanto a la distinción por capitales de provincia Madrid (26,85%), Valencia (19,61%) y Málaga (19,35%) fueron las capitales que más vieron incrementado su precio; mientras que las que más bajaron fueron Teruel (-8,09%), Ávila (-2,65%) y Pontevedra (-2,39%). La más cara fue San Sebastián (6.486 €/m²) y la más barata Jaén (1.149 €/m²).
Más licencias y volumen de suelo edificable
Pero, si hasta ahora la Ley de Vivienda no ha tenido el efecto esperado, ¿qué recomiendan los expertos?
Según el informe elaborado por PwC, las medidas que sí se deberían tomar para elevar la oferta son: agilizar la concesión de licencias urbanísticas ( apuntan el 70 % de los encuestados), incrementar el volumen de suelo edificable (el 61 %) e incrementar la rehabilitación de viviendas (el 56 %).
Además, cuando se les pregunta por las decisiones que el legislador podría tomar, el 72 % marcan 'fomentar la colaboración público-privada para la promoción del alquiler', seguido de 'impulsar la oferta de alquiler social', el 64 %, y redactar 'una nueva Ley del Suelo que mejore la gestión de los procesos administrativos sobre el suelo y el urbanismo', el 62 %.
«La falta de vivienda es un problema tan grave y la construcción de pisos es un proceso tan lento, que supera los dos años, que la colaboración entre las Administraciones y los promotores privados parece la solución más eficiente», concluyen desde la consultora.
La situación, explica el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, no cederá a no ser que «se acometan políticas estructurales que entiendan la vivienda como un desafío a largo plazo». «Regular con rigidez, penalizando la propiedad, lo único que consigue es desalentar y que se busquen subterfugios para esquivar la normativa», agrega.
«Los precios no dan un paso atrás, animados ahora por el horizonte de una financiación hipotecaria más atractiva», comenta Font en referencia a la reciente bajada de tipos de interés del Banco Central Europeo.
¿Por qué escasea la vivienda en alquiler?
El 93% de los expertos piensan que el uso turístico de las viviendas es una de las posibles causas. Sin embargo, detallan, este problema sólo afecta a los centros de las capitales turísticas, no a los barrios del extrarradio de muchas ciudades que también sufren la falta de pisos para alquiler.
La segunda opción más apoyada fue que no se arriendan pisos por «los mayores derechos de los inquilinos», con el 86 % de apoyo, mientras que el fenómeno de la ocupación aparecía en el 70 % de los apoyos.
Viernes - 23 - Agosto a las 22.00, en Telecinco, foto,.
Ella Purnell,.
Ella Purnell, la nueva heroína de acción que no quiere ser solo eso,.
Tras su paso por la exitosa serie ‘Yellowjackets’, la actriz británica que empezó a actuar de niña y siguió en esa senda gracias a Tim Burton triunfa con la ficción ‘Fallout’, su proyecto más importante hasta la fecha. Temerosa de la fama mundial, hoy su objetivo es que cada papel sea distinto del anterior,.
Ella Purnell (Londres, 27 años) no recuerda no estar delante de una cámara. Comenzó a trabajar como modelo siendo apenas un bebé, a los 7 años ya tomaba lecciones de canto y a los 8 hizo su primer anuncio. Casi dos décadas después, ha llegado su gran oportunidad con un papel protagonista en Fallout, la serie de Prime Video inspirada en la saga de videojuegos homónima que se ha convertido en uno de los grandes éxitos del año. “Ella Purnell es la nueva heroína de acción preferida de Hollywood”, titulaba el pasado mayo la revista Vulture en un extenso perfil dedicado a la intérprete. El éxito que saborea ahora la británica difiere mucho de su situación hace una década, cuando estuvo a punto de abandonar la actuación.
Nunca pensó en ser actriz, pero empezó a trabajar antes de que tuviera realmente edad para reflexionar acerca de su carrera profesional. Su madre se dedicaba a dar clases de yoga y su padre trabajaba en el sector tecnológico, no había ningún nexo directo con el mundo de la interpretación en su familia, pero desde pequeña demostró talento para ello. Después de un tiempo delante de las cámaras, inició su formación actoral en la escuela de artes escénicas Young Actors Theatre, en Islington, por donde también han pasado colegas de profesión como Asa Butterfield (Otis en la serie Sex Education). Todavía estaba estudiando cuando logró sus primeros trabajos importantes en títulos como Nunca me abandones (2010), que fue su salto al cine con un pequeño papel en el que hizo de niña del personaje interpretado por Carey Mulligan. En 2014 pudimos verla con un papel similar, esta vez como una Angelina Jolie adolescente, antes de convertirse en Maléfica.
Tras varios proyectos independientes y papeles secundarios de poca repercusión, al cumplir los 18 años, Ella Purnell se paró a pensar. Se dijo que realmente ella no había escogido esa profesión y se preguntó si habría otra cosa a la que dedicar su futuro. Y estuvo a punto de dejarlo todo. Pasó un año sabático viajando por el mundo, y justo a su regreso Tim Burton llamó a su puerta. Alejada del arquetipo de belleza hollywoodiense, sus rasgos, dominados por unos grandes ojos redondeados que rezuman expresividad ―una característica por la que muchos la comparan con Susan Sarandon―, encajan a la perfección en el canon burtoniano y así debió verlo el director cuando la eligió para la película El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares (2016). “No tenía muchos sueños, pero tenía uno y era trabajar con Tim Burton o Wes Anderson”, contó Purnell en Vulture. “Al mismo tiempo, fue como ‘mierda, no, esta era mi oportunidad para ir a la universidad y empezar una nueva vida”, se sinceró acerca de aquel momento de dudas.
Desde entonces, no le han faltado las ofertas. Como la mayoría de actrices británicas, no tardó en participar en un drama de época, un género por el que no siente demasiada predilección. En 2017 se convirtió en la secretaria de Churchill en un biopic del político protagonizado por Brian Cox (Sucession). “La verdad, odio hacer dramas de época. Solo he hecho uno y fue genial, pero odio hacerlos porque no me gusta estar tranquila, guapa, refinada... lo odio. Me gusta estar sudada, sucia y cubierta de sangre”, comentó en una entrevista reciente en la edición británica de GQ.
El miedo a la fama
Precisamente en su último estreno, Fallout, se la puede ver en su salsa: sudada, con el pelo revuelto, sucia y tratando de sobrevivir en un mundo postapocalíptico. La serie, estrenada el pasado 11 de abril, se ha convertido en uno de los grandes éxitos del año. Si bien Prime Video no proporciona cifras oficiales de audiencia, según se ha hecho eco la prensa especializada de Estados Unidos tomando como referencia los datos recabados por Nielsen, en su primera semana la serie batió el récord de visualizaciones en la historia de la plataforma.
Fallout es la adaptación televisiva del videojuego del mismo nombre, con Ella Purnell como protagonista absoluta en un reparto que completan Aaron Moten y Walton Goggins. La ficción se ambienta en el año 2296, en un planeta Tierra devastado 200 años después del apocalipsis nuclear. Lucy MacLean, el personaje de Purnell, es una de las habitantes de los lujosos refugios antinucleares donde reside parte de la humanidad, pero para rescatar a su padre (a quien da vida Kyle MacLachlan) se ve obligada a regresar al infierno cargado de radiación que sus antepasados dejaron atrás.
El intenso rodaje se dilató durante ocho meses y a eso se sumó la preparación física previa que requería el papel de Purnell. La propia actriz explicó en una entrevista en Collider que incluso dejó de fumar para estar plenamente en forma en las múltiples escenas de acción de la serie, algo que logró gracias a un entrenador personal. Con este papel, la británica encara una nueva etapa posicionada como una de las actrices del año, aunque ya lleva tiempo preparándose para este momento. “Soy consciente de que Fallout me ha dado mucha visibilidad. Veo cómo suben mis seguidores de Instagram. Pero todo está siendo procesado en la capa exterior de mi cerebro”, bromeó hace unas semanas ante la acogida de la serie. “He estado haciendo esto durante tanto tiempo que, tanto si una serie triunfa como si es un fracaso, mi interior se mantiene inmutable. Y si has odiado la serie o me has odiado a mí, lo mismo, porque no puedes dejar que te afecte. De otra manera, terminará por matarte”, resumió.
En GQ desveló que se enteró de que había conseguido el papel hace dos o tres años, un San Valentín: “Desde ese día hasta el momento de empezar a rodar, me tuve que mentalizar de que, tanto si salía bien como mal, iba a ser algo muy visto. Me iba a poner en una posición de ser reconocida públicamente. Da miedo”. Ese miedo a la exposición mundial no es desconocido para ella. En 2017, cuando solo tenía 21 años y era casi anónima para el gran público, las búsquedas de su nombre se multiplicaron de la noche a la mañana. ¿El motivo? La intérprete fue relacionada sentimentalmente con Brad Pitt. “Me fui a acostar y a la mañana siguiente mi nombre estaba en todas partes. Fue aterrador, estaba realmente disgustada. Sentía que no podía salir de casa, me sentí muy avergonzada”, relató en 2022 en una entrevista al diario The Independent. En el pasado también fue vinculada con el actor Tom Holland, pero nunca se oficializó la relación. En la actualidad, sale con el músico Max Bennet, con quien estrenó un corto el año pasado titulado Junk Male y dirigido por la propia Purnell.
“Quiero hacer algo diferente cada vez”
Buscarse la vida en un mundo hostil parece ser la máxima de buena parte de los papeles de la actriz. En Yellowjackets, otra serie aclamada por público y crítica, da vida a Jackie Taylor, uno de esos personajes que el público debería odiar, pero al que termina cogiendo cariño. La ficción de Showtime llegó a Movistar+ en noviembre de 2021. Su argumento presenta una doble línea temporal entre 1996 y la actualidad. En aquel año de mediados de los noventa, un equipo de fútbol femenino sufre un accidente de avión y se estrella en un lugar remoto donde los fenómenos extraños añaden misterio a una trama tan violenta como adictiva. En mayo se empezó a grabar la tercera temporada, aunque el personaje de Ella Purnell no estará presente.
Donde sí se la verá es en la ficción Sweetpea, un thriller en fase de postproducción, o en la película The Scurry, una comedia de argumento delirante (unas ardillas vengativas buscan justicia y unos controladores de plagas deben hacerles frente) que solo confirma que Purnell puede que sea la nueva heroína de acción, pero no quiere ser solo eso. “Mi única petición es que quiero hacer algo diferente cada vez, lo cual es una pesadilla para mi equipo. Siempre les pido que me envíen todo lo que llega para leerlo”, detalló en Vulture. Acostumbrada a leer guiones desde hace años, conoce de sobra el tipo de personajes femeninos predominantes en la industria. Así lo señaló en la revista Elle, cuando comentó que con ciertos personajes era capaz de “predecir la siguiente frase que va a decir o lo que va a pasar”. “En este momento de mi vida quiero ver lo que hay dentro, no quedarme en el nivel superficial”, añadió. Con la segunda temporada de Fallout confirmada hace unas semanas, el fenómeno Purnell tiene mucho recorrido por delante.
TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS - Manuel Jabois y Silvia Hidalgo, Martes - 20 - Agosto ,.
PÁGINA DOS - Manuel Jabois y Silvia Hidalgo,.
Martes - 20 - Agosto , a las 22:00, en La2, foto,.
Manuel Jabois y Silvia Hidalgo,.
Página Dos entrevista a Manuel Jabois por Mirafiori, una novela de amor y fantasmas. Además, Silvia Hidalgo presenta Nada que decir, en la que la protagonista se siente manipulada por las emociones. Ángeles Caso retrata en Las desheredadas a una serie de creadoras de los siglos XVIII y XIX.
TITULO: Cartas de amor - Un joven febrilmente enamorado,.
Un joven febrilmente enamorado,.
foto / Entre 1935 y 1937 un joven Octavio Paz (1914-1998) enamorado hasta las cachas, posesivo, celoso, absorbente e inseguro, escribía a su novia, la escritora Elena Garro (1916-1998), de forma constante, comprometido y dispuesto a conquistarla, inseguro a veces, entregado siempre, desnudando su alma y mostrando los claroscuros de su deseo y sus reflexiones sobre el amor, el erotismo y la sexualidad, sus cuitas diarias, las lealtades, los amigos, los rencores y lecturas, todo un universo en ciernes que refleja al poeta de aquellos años germinales y que aparece, como un retrato perfecto, en el libro Odi et amo: las cartas a Helena (Siglo XXI), editado y comentado por Guillermo Sheridan, en el cual se publican por vez primera 84 misivas y algunos poemas adjuntos que Paz envió a su musa de entonces, primero desde la Ciudad de México; después, desde Mérida y, más tarde, entre 1944 y 1945, ya casados y con una hija (Helena), desde California. También son un retrato de una relación “atribulada”, donde la intensidad de la relación alcanza altas temperaturas y provoca fuertes tormentas, apasionamientos febriles y fríos y críticos distanciamientos producidos por la ira, la furia y el mal humor.” Todos esos hilos que, ya tejidos, fabrican la tela del amor”, como ha dicho el propio Sheridan, quien valora el paisaje sentimental que ofrece esta obra epistolar como “una forma juvenil de amar, de leer, de razonar, de someterse al escrutinio” que posee “una intensidad especial, porque es un muchacho de enorme talento”. El editor de estas cartas observa, asimismo, que el conjunto epistolar revela al hombre en su desnudez y capta al escritor in fraganti, reaccionando a una tensión creciente donde se suceden secuencias de heridas y curas, discordias y reconciliaciones, una pasión que, como el título catuliano sugiere, está hecha por dos impulsos: el amor y el odio; pero también cuenta de forma casi literal la historia de amor entre “Tabucho», como ella le decía, y Helena, con hache, como él le escribía, una historia complicada, difícil, donde ambos son su mutua ficción porque cada uno es el objeto de la fantasía del otro; son reales y al mismo tiempo imaginarios, y están llenos de presente pero también contienen la amenaza de futuro, de una conyugalidad que acabará por derrumbarse. Por desgracia, la mirada de Garro sólo se puede imaginar por las referencias que vienen en las propias cartas de Paz, porque se desconoce qué pudo ocurrir con las que ella le envió en respuesta. Dice Sheridan que tal vez el poeta las guardó; pero sospecha que fueron destruidas por Marie-Jose, la viuda de Paz. En todo caso, aquí está ese joven febrilmente enamorado, amando y odiando, viviendo el amor.
JORGE VALDÉS DÍAZ-VÉLEZ Y LA ESCRITURA ERRANTE
Tiene razón el poeta Jorge Valdés Díaz-Vélez (Coahuila, 1955) cuando observa que si un escritor mexicano publica fuera del país, su obra puede llegar a ser invisible. Lo cierto es que en los últimos veinte años, la pésima red mexicana de distribución de libros editados en el extranjero no ha hecho sino contribuir al silencio mediático que muchas veces se impone a quienes están creando fuera de las fronteras mexicanas, por no hablar de la apatía de una crítica acostumbrada a que le sirvan todo en bandeja de plata y no se preocupa de buscar información o estar atento a las novedades editoriales que se publican en el amplio ámbito de la lengua española, sobre todo cuando de paisanos se trata. En esto tenemos mucho que aprender de aquellas generaciones que a finales del siglo XIX y hasta la primera década del XX, hacían por mantener un diálogo atento y fructífero mediante revistas, suplementos culturales, reseñas, conferencias, viajes y amistades, donde además de la curiosidad y el interés por conocer qué se estaba cociendo, había una atención generosa con quienes se aventuraban fuera del país y lograban abrirse camino en otros territorios, reconociendo su esfuerzo más allá de lo que hoy se conoce como éxito comercial y de marketing. En nuestros días, ni siquiera el grueso de las obras escritas en la misma lengua que publican los grandes consorcios editoriales, los cuales cuentan con sólidas redes de distribución e incluso que pueden hacer reimpresiones locales, llegan a otros países. Es un asunto que merece mucha más reflexión y análisis, pero es de lamentar, porque obras como la excelente antología de Valdés Díaz-Vélez, Parque México, publicada en 2018, no ha encontrado el eco que merece entre los lectores mexicanos. Jorge es un poeta consumado, ganador de galardones como el Latinoamericano Plural (1985) o el Nacional de Poesía Aguascalientes (1998) y en España del Internacional de Poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana (2007) o el Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado (2011). Su poesía, como la definió con acierto el editor Abelardo Linares, es “de honda y sutilísima claridad, jamás amenazada por la impostación ni la obviedad”, logrando poemas de gran lucidez y perfección formal donde la profundidad y coherencia poética, la multiplicidad de temas y escenarios que ofrece, llegan al lector a través de una voz muy personal que mantiene un altísimo nivel. Todo esto puede comprobarse perfectamente en Parque México, antología en la que se condensa una sólida trayectoria pespunteada por obras como Voz temporal (1985), Aguas territoriales (1988), Cuerpo Cierto (1995), Jardines sumergidos (2003), Cámara negra (2005), Nostrum (2005), Alebrijes (2007), Otras horas (2010), Sobre mojado (2011), Mapa mundo (2011) o Herida sombra (2012), donde confluyen felizmente lo mejor de las tradiciones continentales americanas del siglo XX y la española, una simbiosis original de la que es portador Valdés Díaz-Vélez y que, por desgracia, los lectores mexicanos no han podido disfrutar en su conjunto porque los vasos comunicantes entre países de habla hispana o están desconectados o apenas funcionan o de plano no existen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario