TITULO: Tarde de café - Anatomía Mamen Mendizábal Una petición de 'Change.org' pide la medalla olímpica para Juan Pareja y Ramón Torres tras la estafa de Sydney 2000 ,.
Tarde de café - Anatomía Mamen Mendizábal Una petición de 'Change.org' pide la medalla olímpica para Juan Pareja y Ramón Torres tras la estafa de Sydney 2000 , fotos,.
Una petición de 'Change.org' pide la medalla olímpica para Juan Pareja y Ramón Torres tras la estafa de Sydney 2000,.
Juan Pareja y Ramón Torres son los grandes damnificados del fraude del baloncesto paralímpico en Sydney 2000. A pesar de ser los únicos con discapacidad intelectual a ellos también se les quitó la medalla de oro.
Juan Pareja y Ray Torres son los únicos jugadores de la Selección Española de Baloncesto Paralímpico con discapacidad intelectual que ganaron el oro en Sydney 2000. "Ellos son la parte más triste de esta historia sin lugar a dudas", destaca Quique Peinado. Ray Torres es un jugador británico al que no se identifica su discapacidad hasta mucho tiempo después por lo que hasta ese momento acude a una escuela normal en la que le hacen bullying. "Es muy bueno jugando a baloncesto y mucha parte de su autoestima es en base al baloncesto", cuenta Quique Peinado, que destaca lo importante que es este deporte en la vida de Ray, considerado el mejor jugador de España de entre las personas con discapacidad.
Por su parte, Juan Pareja llevó muy mal cuando le quitaron la medalla tras descubrirse el fraude. "Los terapeutas le aconsejaron que no volviera a hablar de eso porque le fastidió la vida muchísimo", cuenta Quique Peinado, que destaca que Juan fue el gran perjudicado de toda la historia. El propio Juan Pareja cuenta cómo vivió el fraude por primera vez en televisión: "Jugué solo dos minutos en todos los Juegos Paralímpicos".
Después de arrebatarles el oro por la estafa, y tras la emisión de 'Anatomía del fraude paralímpico' contando su historia, una petición de 'Change.org' pide la medalla olímpica para ellos. "Pedimos al Comité Paralímpico Español, al Consejo Superior de Deportes y al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que se dé el merecido homenaje a estas dos personas y se les dé la réplica de la medalla perdida. ¡Ellos no hicieron nada malo y se han ganado ese derecho a tenerla con su trabajo y su dignidad!", dice la petición.
TITULO: Documaster - Reza Pahlavi ,.
Reza Pahlavi ,.
El pasado lunes, Ali Reza, el hijo menor de Farah Diba, se suicidaba de un disparo en su casa de Boston. Este suceso reaviva la leyenda trágica de una familia a la que el destino dio la espalda desde que la Revolución Islámica les obligó a dejar Irán,.
Con
la revolución islámica de los ayatolás, el sha de Persia inició una
diáspora que le llevaría a Marruecos, México y Estados Unidos, país que
le permitió una corta estancia para el tratamiento del cáncer que
padecía, presionado por el asalto y secuestro del personal diplomático
de la Embajada de los Estados Unidos en Irán. Finalmente, el presidente
Anuar-el-Sadat le ofreció asilo político en Egipto, donde moriría un año
después de su salida del palacio de Teherán.
Atrás dejaba una
vida palaciega de ensueño, un país en una involución teocrática
sangrienta y la dinastía en trance de desaparición. El sha Mohammad Reza
Pahlevi había accedido al trono del pavo real tras la abdicación de su
padre en 1941. Pero no fue hasta el pacto de Bagdad, en 1955, una vez
repuesto en el trono tras el golpe de Estado del primer ministro
Masaddeq, con el apoyo de Estados Unidos e Inglaterra, cuando el sha
inició la modernización industrial del país, no sin antes eliminar de
forma expeditiva a la oposición al régimen con la ayuda del servicio de
inteligencia de la temida Savak.
Estando el ayatolá Jomeini en el
exilio, el sha y su tercera esposa, Farah Diba, fueron coronados como
emperadores con el boato y la munificencia asiática, digna de las
portadas del «¡Hola!» y «Paris Match». A partir de ese momento, el
proceso de modernización de Irán se aceleró con la llamada «revolución
blanca». Seis grandes reformas, la primera de ellas, con el apoyo
entusiasta de Farah Diba, era la emancipación de la mujer, cuyo primer
paso se había dado ya en 1936 con la prohibición del velo y las leyes
sobre el divorcio y la poligamia.
El escollo mayor fue la reforma
agraria, la privatización de ciertas empresas del Estado y las campañas
de alfabetización. La primera se encontró con la oposición de los
terratenientes y la segunda con la sublevación del clero, al que se
desposeía del monopolio de la educación y de sus tierras, a la que
habría que sumar la occidentalización de las costumbres, causantes de su
derrocamiento en 1979, antecedida por una campaña de desprestigio
internacional, en la que se acusaba al emperador de tráfico de
influencias, corrupción y enriquecimiento de la familia y amigos del
sha. En plena guerra fría y bajo el mando feudal del sha, Irán se
convirtió en una dictadura petrolífera armada hasta los dientes por
Estados Unidos, temerosa de la influencia soviética en una zona que,
tras la revolución fundamentalista de los ayatolás, se desestabilizaría
hasta la situación extrema actual.
Vida esplendorosa
Con
el acceso al trono y siguiendo los tópicos de la mil y una noches, el
joven sha de Persia puso su empeño en fascinar al pueblo iraní con una
boda de ensueño y una vida esplendorosa. Para ello, concertó con el rey
Faruk de Egipto matrimonio con su hermana, la princesa Fawzia,
considerada como una de las mujeres más bellas del mundo. Un matrimonio
de conveniencia entre los dos países, cuya riqueza de lujo concitó la
atención de los semanarios internacionales. La deslumbrante belleza de
Fawzia fue captada por la cámara de Cecil Beaton, posando con joyas de
Van Clef, al estilo de las estrellas de Hollywood, y bautizada por la
revista «Life» como «la Venus de Asia».
El divorcio se planteó
por el problema dinástico del heredero. Con Fawzia sólo tuvo una hija,
la princesa Shahnaz Pahlevi. Como feminista convencida, Fawzia era una
mujer moderna y mundana, acostumbrada a una vida lujosa y
occidentalizada, que conoció el exilio en 1952, cuando la familia real
egipcia fue forzada a abandonar el país hasta la década de los 70.
Tras
el divorcio, contrajo matrimonio con Soraya Esfandiari, hija de un
diplomático iraní y una alemana, a la que repudió por estéril siete años
después de otra de las fastuosas nupcias reales. Soraya era, además de
culta e inteligente, una belleza espectacular. Con unos ojos verde
esmeralda y una fisonomía parecida a la de Ava Gardner, se la conoció
como «la princesa de los ojos tristes», y en su peregrinar sin rumbo por
Europa se enamoró del director de cine italiano Franco Indovina, con
quien debutó en el cine, junto a Antonioni y Bolognini, en «Las tres
caras, de una mujer» (1965), con un resultado francamente mejorable.
Su
relación sentimental se truncó por la muerte del director en un
accidente de aviación, víctima, quizá, de la maldición de la casa
Pahlevi, pues ella murió a los 69 años y su tumba fue profanada por
radicales islamistas.
Cocaína y barbitúricos
Con
su tercera y última mujer, la estudiante de arquitectura Farah Diba, se
casó en una ceremonia de tal fasto y relumbrón mediático que ocupó las
portadas de todas las revistas del corazón. Con Farah Diba tuvo al fin a
su heredero, el príncipe Reza Pahlevi, seguido de tres hijos más:
Farahnaz, Alí Reza y la princesa Leila.Esta última murió por sobredosis
en un lujoso hotel de Londres. En el comunicado de Farah Diba se ponía
el acento en la depresión que la princesa arrastraba desde la muerte de
su padre y su incapacidad para superar tanto la injusticia del exilio
como la situación en la que vivía Irán. Farah escribió en sus memorias
que «su juventud fue destruida por la revolución», pero la triste verdad
es que Leila vivía enganchada a las drogas y ni siquiera con la ayuda
de su hermano Alí Reza consiguió salir a flote. Se suicidó con una
mezcla de cocaína y barbitúricos.
Diez años después, este mismo 4
de enero, Alí Reza se mató de un tiro en su casa de Boston a los 44
años de edad. En el frío comunicado del heredero al trono de Irán, se
dice que la muerte de su padre y hermana le habían deprimido de forma
muy acusada, reiterando que, «como millones de jóvenes iraníes, él
también estaba demasiado afectado por los males que padece su querida
patria», pero quizá ambos murieron de hastío.
La tragedia de la
casa Reza Pahlevi lleva camino de convertirse en una novela de intriga.
¡Qué lejos queda la fantasía almodovariana de «Laberinto de pasiones»,
en la que el heredero al trono de Tirana se sumaba a la movida en busca
de acción, sexo y drogas en aquel Madrid cuyas noches duraban días
enteros y los cuerpos eran pistas de aterrizaje de todas las pasiones!
El detalle
LA TRAGEDIA LLAMA DOS VECES
La
vida no se lo ha puesto fácil a la ex emperatriz, que ha soportado la
muerte de dos de sus hijos. Primero la de Leila (Foto 2: a la izda. con
su madre), que apareció sin vida en la habitación de un hotel de Londres
en 2001 cuando tenía 31 años. Y hace unos días a Ali Reza (a la dcha.).
Los hemanos se adoraban; tanto, que la princesa viajaba a menudo a
Boston y él fue su máximo apoyo para salir de las drogas. Cuantan que
Ali nunca superó su muerte, de ahí que sufriera una profunda depresión
que le llevó a quitarse la vida. En sus memorias, Farah escribió que era
el más sensible de sus hijos y un apasionado de los aviones. Se graduó
en Princeton, Columbia y Harvard.
Primera reina y única emperatriz de Irán
Para
Farah Diba, «volver a empezar» es una máxima vital que ha tenido que
aplicar tanto en su vida pública como en la privada desde que dejó una
vida acomodada alejada de responsabilidades públicas para convertirse en
la tercera esposa de Mohammad Reza Pahlevi. A partir de ahí el exilio,
primero, y la muerte de su esposo y el suicidio de dos de sus hijos
después, le han borrado la sonrisa.
- «SÍ, QUIERO». Fue presentada al
sha por el yerno de éste, Ardeshir Zahedi. Él se enamoró al instante y
se casaron el 21 de diciembre de 1959.
- FAMILIA NUMEROSA. Mohammad
Reza Pahlevi tuvo con Farah cuatro hijos: el príncipe heredero Reza
Ciro, Farahnaz, Ali Reza y Leila. En la imagen, con los pequeños.
-
EL GRAN REGALO. En 1967, Farah se convirtió en «shahbanu», o emperatriz,
título que creó su esposo específicamente para ella y que no tuvieron
sus anteriores esposas.
- ICONO POP. Su estilo la llevó a convertirse
en referente de la prensa del «coure», objeto de culto del pop art
español y fuente de inspiración de la película «Laberinto de pasiones»
de Pedro Almodóvar.
- LA ESPERANZA. Ante los problemas, Farah siempre
se refugia en su primogénito, Reza Pahlavi, príncipe en el exilio.
Casado con la abogada Yasmine Etemad Amini, tienen tres hijas: Noor,
Iman y Farah,.
TITULO: Al Médico - Muere Araceli Tamayo, la turista bilbaína herida grave en un atentado en Afganistán,.
Muere Araceli Tamayo, la turista bilbaína herida grave en un atentado en Afganistán,.
La mujer, de 82 años, fue ingresada el pasado mes de mayo en la Unidad de Cuidados Críticos de Basurto, donde falleció este martes,.
foto / Araceli Tamayo, en una imagen de archivo,.
Araceli Tamayo, la bilbaína tiroteada en un ataque terrorista en Afganistán el pasado mes de mayo, falleció este martes. La mujer, de 82 años, permanecía ingresada en el Hospital de Basurto desde que fue repatriada, el 22 de mayo, a bordo de un avión medicalizado fletado por la compañía de seguros que contrató para su viaje.
El atentado, reivindicado por el Estado Islámico, tuvo lugar mientras el grupo con el que viajaba Araceli visitaba el mercado de la ciudad de Bamiyan (famosa por albergar dos enormes estatuas de Buda que fueron destruidas por los talibanes en el año 2001). Tres turistas catalanes -dos farmacéuticas, madre e hija, y un químico- y otros tantos ciudadanos afganos perdieron la vida. Otras ocho personas de diferentes nacionalidades resultaron heridas.
Tras el ataque, la bilbaína, viajera empedernida y una persona «enérgica y bien preparada», según la describen en su entorno, fue ingresada en el hospital de Kabul, capital del país asiático, donde fue intervenida de sus heridas de bala. El primer pronóstico entonces era «reservado» aunque «clínicamente estable». El tratamiento recibido allí fue «correcto», según dieron a conocer responsables de Osakidetza una vez Araceli volvió a Bizkaia.
De hecho, en aquellos primeros momentos, ella misma pudo enviar un mensaje a sus allegados desde Afganistán. Agradecía los «ánimos» y aseguraba que era «un milagro» que continuase con vida. También expresó su esperanza de recuperarse «pronto». No obstante, su estado empeoró con el paso de las horas y es por ello que se optó por repatriarla.
Tras un viaje de doce horas, aterrizó en el aeropuerto de Loiu en estado de sedación y fue ingresada en la Unidad de Cuidados Críticos del Pabellón Areilza de Basurto, a cargo del servicio de Anestesia y Reanimación. Desde entonces ha permanecido allí en estado grave. Finalmente no ha podido recuperarse de sus heridas y ha fallecido en la tarde de este martes, según ha informado EiTB y ha confirmado este periódico. Su entorno más inmediato ha guardado en todo este tiempo una gran discreción, pero sus conocidos supieron recientemente que su estado «había empeorado».
Japón y Palestina
Araceli era muy conocida en Bilbao. Desarrolló su carrera profesional como secretaria en Kutxabank, donde trabajó con su expresidente José Ignacio Berroeta. Posteriormente mantuvo el vínculo con la entidad bancaria a través de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de BBK, donde era muy activa y cuyo blog se encargaba de alimentar con las crónicas de sus viajes.
Apasionada viajera, una de sus últimas aventuras, en 2020, fue a Japón, donde recorrió el camino de Kumano Kodo, un lugar «mágico» y «poco habitual», tal y como dejó escrito. Disfrutó de los parajes japoneses y de su gastronomía y cultura. Un año antes, en 2019, realizó el camino de Abraham, que cruza media docena de localidades de Palestina.
Desgranaba con detalle sus aventuras por medio mundo y plasmaba sus impresiones con humanidad. De la ciudad palestina de Hebrón, ubicada en la Cisjordania ocupada escribió, por ejemplo, que «por aquellas fechas, el centro de la ciudad se mostró como realmente es, con la algarabía y bullicio propios de una ciudad árabe. Pero todo cambia cuando te adentras en la Ciudad Vieja y aparece la primera red metálica sobre tu cabeza, puesta ahí para proteger de la basura e incluso de los muebles que los colonos arrojan desde sus ventanas para obligar a los palestinos a abandonar sus tiendas. Cuentan que hasta no hace mucho tiraban orines y heces, y aún hoy hay quien arroja agua hirviendo, lejía o pintura. Es una lástima esta situación tan lamentable».
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