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DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - A veces el mejor ,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - A veces el mejor ,. fotos,.
A veces el mejor ,.
Y su autora, Lucía Lijtmaer, que se expone con energía en el podcast Deforme Semanal, es una mujer lúcida, irónica y muy culta. Es también una activista, una agitadora cultural y, sobre todo, una zarandeadora (si es que existe el sustantivo) del pensamiento: cuando una la escucha parece agarrarte por las solapas y decirte con empatía y exigencia que sí, que su discurso es divertido, pero que hagas el favor de pensar por ti misma. Siempre.
( Desayuno )
( Cena )
Por eso cuesta imaginársela escribiendo con la serenidad que requiere una novela como esta, que incluye dos historias paralelas, pero la tiene: le sobra literatura, le sobra talento. En los capítulos pares, Lijtmaer concentra investigación y la distancia para contar a Deborah Moody, en Salem, a principios del siglo XVII, y esa única salida que hemos tenido siempre las mujeres: no dar nada por supuesto, desobedecer, ser independientes, ser nosotras y, si es posible, ser juntas (y que no se note). En los impares, cáustica, observadora y empática, nos cuenta en primera persona a una treintañera en caída libre porque ha perdido todo lo que le dijeron que debía querer y no quería: una relación de pareja con un tipo interesante, progresista y que va a triunfar (o no, o ninguna de las tres cosas).
Detrás de la fachada que enseñamos a los demás sobre nuestras vidas —la abnegación de Deborah Moody, el “ya lo tengo todo” de la protagonista contemporánea— está nuestra lucha por saber quiénes somos y quiénes queremos ser, por sacudirnos de encima lo que no queremos y conformarnos, si hace falta, con no tener nada si no es algo que nos nutra. La lucidez de Lijtmaer no es hiriente ni dogmática, porque ella solo recomienda observar(se) y no engañar(se). Y lo hace con buenísima literatura y un finísimo sentido del humor.
TITULO: Las rutas Capone - Descubriendo las Vegas y Alcarria, el rincón menos explorado de Madrid,.
Descubriendo las Vegas y Alcarria, el rincón menos explorado de Madrid,.
A pesar de ser la ruta más desconocida de la Comunidad, está repleta de vías verdes perfectas para recorrer a pie o en bicicleta disfrutando de sus paisajes y joyas culturales,.
A pesar de su belleza y riqueza cultural, la Comarca de las Vegas y Alcarria de Madrid ha permanecido relativamente aislada de los circuitos turísticos tradicionales del corazón de España. Estamos ante el territorio menos explorado de esta Comunidad, un Madrid que no te esperas, un tesoro escondido que merece la pena ser descubierto y apreciado por su autenticidad y encanto rural.
A un paso de la capital, se encuentran las Vías Verdes de esta comarca, un tapiz de tranquilidad y belleza natural que invita a ser recorrido con calma. Estos senderos, que antaño escucharon el traqueteo de los trenes, ahora son el escenario de expediciones donde los pasos y las ruedas de las bicicletas son los protagonistas. Unas antiguas líneas ferroviarias en desuso reconvertidas en caminos para peatones y ciclistas que serpentean entre campos de olivos, viñedos y cereales, ofreciendo un espectáculo único al aire libre.
La Vía Verde del Tajuña es probablemente la más conocida. Comienza su recorrido en Arganda del Rey y se despliega a lo largo del valle del río Tajuña en un camino que se aleja del bullicio urbano y transcurre por un paisaje de vegas. Desde la capital se puede acceder en metro a esta ruta que cuenta con un firme de asfalto, permitiendo descubrir con facilidad las joyas arquitectónicas y culturales.
Aventura y desconexión
Merece la pena adentrarse en la Vía Verde del Tren de los 40 Días, una ruta más salvaje y menos transitada que conecta los paisajes del Tajuña y el Tajo. Es un sendero de 13,4 kilómetros que comunica Carabaña y Estremera y promete aventura y desconexión. Un plan para quienes buscan un contacto más íntimo con la naturaleza.
El Camino Natural del Tajo también proporciona una experiencia que transporta al transeúnte por más de 1.000 kilómetros a la vera del río más largo de la Península Ibérica, uniendo localidades importantes como Fuentidueña y Villamanrique de Tajo. Desde su nacimiento en los Montes Universales, en la Sierra de Albarracín, hasta la frontera portuguesa en Cedillo, recorre un sinfín de paisajes, a la par que gran parte de la historia y cultura de la Iberia Interior, atravesando de este a oeste las provincias de Teruel, Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres. Este camino natural ha sido homologado como sendero de gran recorrido por la Federación Española de Deportes de Montaña (Fedme). Sin duda, una forma perfecta de atravesar la comarca de las Vegas Alcarria y disfrutar de unas vistas magníficas de los fértiles campos de cultivo de esta zona. A lo largo del trayecto, el turista también puede hacer varios altos en el camino y visitar interesantes municipios, como Colmenar de Oreja, una de las «11 Villas de Madrid».
Todas estas vías conectan con CiclaMadrid, una propuesta para conocer la región sobre dos ruedas. Se trata de una red de rutas ciclables ideadas para todas las tipologías de viajeros y públicos que incluyen un gran tour de 420 kilómetros en 17 etapas y más de 1.200 kilómetros de rutas alternativas en las que diferentes municipios de la Comunidad de Madrid se conectan entre sí.
Rico patrimonio cultural
Las diferentes rutas por la Comarca Las Vegas y Alcarria de Madrid permiten conocer algunos de sus municipios y facilitan el acercamiento a su patrimonio cultural de una forma sostenible. El Gran Tour CiclaMadrid une, entre otros, a las cuatro Villas de Madrid situadas en la Comarca (Nuevo Baztán, Villarejo del Salvanés, Colmenar de Oreja y Chinchón). Se trata de una oportunidad única para hacer un alto en el camino y conocer joyas arquitectónicas como el Palacio de Goyeneche, en Nuevo Baztán, la torre del homenaje de Villarejo del Salvanés, la Iglesia de Santa María la Mayor de Colmenar de Oreja o la famosa plaza mayor medieval de Chinchón.
Turismo gastronómico
Y, entre parada y parada, nada mejor que entregarse a los caprichos culinarios de la zona. Una deliciosa opción es participar en laRuta del Vino que se organiza por estos pueblos. La comarca de Las Vegas y Alcarria es responsable de más de la mitad de la producción del vino con Denominación de Origen de Madrid y cuenta con diversas bodegas que ofrecen experiencias de enoturismo para conocer el proceso de elaboración de los vinos y degustarlos. Los amantes de los pedales deben dejar el alcohol de lado, pero pueden optar por visitar las almazaras donde se producen los aceites de oliva virgen extra de la más alta calidad, así como una gran variedad de queserías repartidas por las proximidades. En ambos casos, es posible aprender y catar los productos.
En resumen, los senderos de esta comarca no son caminos al uso, sino experiencias que permiten disfrutar de la biodiversidad, la historia y la cultura de una región que, aunque cercana a la gran ciudad, conserva intacta su esencia rural y su belleza natural.
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