sábado, 11 de junio de 2022

Domingo-19- Junio - LIARLA PARDO - Juan Señor ./ Donde viajan dos - Cuarenta años del Pirulí, la gran torre que cambió el cielo de Madrid,. / Escala humana - El Consistorio adjudica por 200.000 euros el arreglo de calles en varias pedanías,. Miercoles -15- Junio ,. / LA MAQUINA DE ESCRIBIR -Esta noche, 'En primera línea - Odio real ,. / ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Colombia: cuando se rompieron todos los huevos,.

       TITULO: Domingo -19- Junio - LIARLA PARDO - Juan Señor   ,.

El domingo- 19- Junio - a las 18:00 por La Sexta, foto,.


Juan Señor ,.


Cuando España logró un título ante Malta,.

La selección se enfrenta el martes a la selección a la que endosó la mayor goleada de la historia del combinado nacional (12-1) y marcó a toda una generación,.

Todos los mayores de 40 años recuerdan el 12-1 de España a Malta. Dónde estaban, con quién lo vieron, la edad que tenían. «Estaba en el salón de mi casa, tenía 13 años y sí que me acuerdo de pegar bastante gritos por la Avenida de Portugal en Gijón. Fue un partido memorable, épico y único. Muy contento de haberlo visto en mi tierra», recordaba con una sonrisa Luis Enrique el sábado en Mestalla tras la victoria a Noruega con la que España inició su fase de clasificación para la Euro 2020. Aquel partido estuvo y está en la memoria de todos los aficionados españoles. Más que nada porque hasta que llegó la época dorada en la que la selección conquistó un Mundial y dos Eurocopas en cuatro años, la gesta ante la débil Malta había sido el mayor hito futbolístico para los españoles -con permiso de la Eurocopa de 1964-.

«Estaba en el salón de mi casa, tenía 13 años y sí que me acuerdo de pegar bastante gritos por la Avenida de Portugal en Gijón. Fue un partido memorable, épico y único»

Luis Enrique

El que durante mucho tiempo fue considerado el partido más importante de la historia de la selección española de fútbol se celebró el miércoles 21 de diciembre de 1983. España afrontaba el partido clave para saber si podría estar en la Eurocopa de Francia el siguiente verano y estaba integrada en un grupo formado Irlanda, Islandia y Malta y Países Bajos, con la que los españoles se jugaron el primer puesto y el billete para el torneo continental. España necesitaba ganar y hacerlo como mínimo por once goles de diferencia a la humilde Malta para conseguirlo. Una proeza que parecía inalcanzable. De hecho, lo complicado del reto y las intensas lluvias de los días anteriores provocaron una baja entrada en el Benito Villamarín, en el que apenas hubo 30.000 aficionados. Seguro que muchos se arrepintieron después de no haber presenciado en directo aquella proeza.

Los presagios del partido tampoco invitaban al optimismo, porque Luis Miguel Arconada -titular indiscutible de aquella selección y mito de varias generaciones- no podía disputar el partido por lesión. La responsabilidad iba a recaer en dos jovencitos sin apenas experiencia internacional y con mucho futuro como Paco Buyo y Andoni Zubizarreta. Otro de los fijos para el seleccionador Miguel Muñoz también se perdió la cita tras lesionarse tres días antes. No era otro que Ricardo 'Soso' Gallego, al que sustituyó Víctor Muñoz. Malta sólo pudo hacer una breve sesión de entrenamiento por las lluvias y su seleccionador, Victor Scerri, reconoció en la previa que saldrían a defender y evitar la goleada. John Bonello, portero titular de Malta y uno de los pocos jugadores del país que contaba con experiencia internacional, militó en el SC Herford de la segunda división alemana, declaró: «No volveré a mi país si me marcasen once goles». Pues le marcaron 12 y volvió. Y en 2006 hasta bromeó con el asunto en un anuncio de cervezas en el que le calificaban 'El amigo perfecto'.

Ahora la casualidad ha querido que su hijo Henry defienda la meta maltesa ante los de Luis Enrique el próximo martes en La Valetta (20:45 horas, TVE) tras la victoria del sábado a Islas Feroe.

Minutos locos

Y si la previa de aquel encuentro tuvo dificultades, el partido no fue un camino de rosas. La selección buscó el gol desde el primer minuto, Juan Señor, a la postre gran héroe del partido por ser el autor del definitivo 12-1, falló un penalti en los primeros minutos. Carlos Santillana sí acertó con la portería de Malta a los 15 minutos, pero nueve después Malta empató en el único disparo a puerta del partido y gracias a una carambola. El tiro de Silvio Demanuele rebotó en Maceda y se introdujo en la portería defendida por Buyo. España necesitaba hacer once goles en 64 minutos. Más difícil todavía. Santillana completó su 'hat-trick' antes del descanso para poner el 3-1 a falta de 45 minutos.

Pero la locura llegó en el segundo tiempo. A los dos minutos Poli Rincón marcó el cuarto y diez minutos después el quinto. Entonces Miguel Muñoz, los jugadores españoles, el público y los futbolistas malteses sabían que era cuestión de tiempo que ocurriera el milagro. En tres minutos (lo que va del 62 al 64) Antonio Maceda ponía el 7-1 con un doblete y Rincón completaba su 'hat-trick' para poner el 8-1. Quedaban 26 minutos para hacer cuatro goles. En otro arreón mágico, Santillana marcó su cuarto gol y dos minutos después Rincón hizo lo propio para poner el 10-1. Manu Sarabia anotó en el 11-1 en el minuto 80 que dejaba a España a un tanto de la proeza. Y no tardó en llegar. Sólo 240 segundos tardó Juan Señor en enmendar su error del penalti con el 0-0 para marcar el 12-1 y entrar en la historia de la selección. Aquel 'gol de Señor', con gallo incluido de José Ángel de la Casa, será siempre parte de la historia del deporte y la televisión en nuestro país. España hizo un decimotercer gol, pero el árbitro -el turco Erkan Göksel- se lo anuló a Gordillo por fuera de fuego.


Acusaciones de dopaje

España logró la clasificación para la Eurocopa de Francia -en la que acabó subcampeona- y Países Bajos aceptó con deportividad quedarse fuera alegando -por medio de su seleccionador Kees Rijvers- que «los milagros también existen en el fútbol». Peor lo tomó la delegación de Malta. El presidente de la Federación abandonó el palco con el 10-1, el entrenador maltés fue destituido tras la derrota y la UEFA abrió una investigación por las sospechas de un posible amaño de varios jugadores. Pero lo peor llegó en marzo del pasado año cuando en un reportaje emitido por 'Fiebre Maldini', algunos jugadores de aquella selección de Malta acusaron a los españoles de haberles drogado con limones y denunciaron el uso de esteroides por parte de los futbolistas españoles.

Algunos jugadores de aquella selección de Malta acusaron a los españoles de haberles drogado con limones y denunciaron el uso de esteroides

José Antonio Camacho, capitán aquel día de la selección española, no se mordió la lengua y respondió a los ataques: «Que entre un señor bajo, vestido de blanco y ofreciendo limones... Coño, pues no los cojáis. ¿Todos tomaron limones? Me parece una locura. Están demostrando que tienen muy poca categoría deportiva. Hemos pasado toda clase de controles y nunca hemos tenido nada. Eso de la espuma en la boca me parece una exageración. Yo ni sé lo que son esteroides. Cuando se llega a cierta a edad se chochea y creo que es lo que están haciendo».

Esta fue la ficha del partido

12 España

Buyo, Goicoechea, Camacho, Maceda, Señor, Víctor, Gordillo, Sarabia, Carrasco, Santillana y Rincón (Marcos Alonso, m. 87).

1 Malta

Bonello, Azzopardi, Farrugia, Holland, Buttgieg, Fabri, Degiorgio, Gonzi, R. Farrugia (M. Farrugia, m. 72), Tortell, Demanuele.

  • Goles 1-0, m. 15: Santillana. 1-1, m. 24: Degiorgio. 2-1, m. 26: Santillana. 3-1, m. 29: Santillana. 4-1, m. 47: Rincón. 5-1, m. 57: Rincón. 6-1, m. 62: Maceda. 7-1, m. 63: Maceda. 8-1, m. 64: Rincón. 9-1, m. 66: Santillana. 10-1, m. 78: Rincón. 11-1, m. 80: Sarabia. 12-1, m. 84: Señor.

  • Árbitro Erkan Göksel (Turquía). Amonestó a Maceda y a Gordillo de España y a Bonello, Fabri, Tortell y Degiorgio (doble amarilla) por Malta.

  • Incidencias Partido disputado en el Benito Villamarín de Sevilla, con una asistencia de 18.871 espectadores.

TITULO:   Donde viajan dos - Cuarenta años del Pirulí, la gran torre que cambió el cielo de Madrid,.


Cuarenta años del Pirulí, la gran torre que cambió el cielo de Madrid,.

Símbolo de la modernidad de la España ochentera, se creó para distribuir la señal del Mundial de Fútbol del 82,.


foto / Costó 350 millones pesetas y tiene una altura de 220 metros. Es el emblema más representativo de la modernidad española, de un país que dejó atrás el blanco y negro de la dictadura para confirmar los colores de una joven democracia que empezaba a consolidar sus cimientos. El Pirulí, la icónica torre de comunicaciones de Madrid, cumple cuatro décadas desde su inauguración el 7 de junio de 1982. Un símbolo que cambió para siempre el 'skyline' de la capital y, también, la historia de la radio y televisión españolas. En un tiempo récord de doce meses, la obra se completó. Corría prisa porque afectaba a la circulación de la M-30. La construcción fue dirigida por el arquitecto Emilio Fernández Martínez de Velasco con una técnica innovadora conocida como 'tentetieso', es decir, que el propio peso de la torre sostenía la propia torre. El objetivo de la misma era claro: RTVE necesitaba garantizar la distribución de la señal del Mundial de Fútbol en 1982. España se jugaba su imagen a ojos del mundo.

'Torrespaña' -su nombre oficial- también ofrece la señal a otros puntos de difusión del país y garantiza la cobertura audiovisual a grandes eventos informativos y deportivos que se celebran en nuestro país. Ocupa el noveno puesto entre las torres de televisión más altas del mundo y mantuvo, durante 25 años, el orgullo de ser la construcción más alta de Madrid, hasta que le quitaron el título las Cuatro Torres del Paseo de la Castellana. A ella pueden acceder muy pocas personas. No se puede visitar ni como mirador para la ciudad y tampoco se graba ningún programa ni informativo de TVE. Es más, la torre no es ya ni siquiera propiedad de la corporación pública, pues en 1989 pasó a Retevisión y actualmente es de Cellnex, aunque los 'Telediarios' y algunos espacios se realizan desde los estudios de televisión que se encuentran en las inmediaciones.

En el Pirulí trabajan unas quince personas durante las 24 horas del día y cuenta con más de 400 antenas en su interior. En sus inicios, se barajó la posibilidad de crear un restaurante que girara en la torre, como ocurre en Berlín, pero la opción se descartó por motivos de seguridad y cuestiones económicas. Para la celebración de sus cuatro décadas, RTVE ha organizado una exposición fotográfica en la SGAE, con imágenes de su construcción, inauguración, vistas aéreas o del interior del edificio, además de recordar los diferentes encendidos que ha vivido el Pirulí en momentos especiales en la historia de TVE.

Estos días estará iluminada por la noche.

TITULO : Escala humana -   El Consistorio adjudica por 200.000 euros el arreglo de calles en varias pedanías  , Miercoles -15- Junio .


El Miercoles -15- Junio  a las 21:00 por La 2, foto,.


El Consistorio adjudica por 200.000 euros el arreglo de calles en varias pedanías,.



El Ayuntamiento de Badajoz gastará 210.000 euros en el arreglo de calles de varias pedanías de la ciudad, según informó ayer. Con este propósito, la Junta de Gobierno Local adjudicó a la empresa Sendin los pavimientos y abastecimientos para el asfaltado con un decreto de Alcaldía.

TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - Odio real,.


LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  -  Odio real,.  , fotos.


El Miercoles -15- Junio  a las 22:00 por antena 3,.


Odio real,.


El odio es manso (frente a la ira), pero serio, aunque la palabra sea demasiado barata,.

El odio es serio. No hay más que echar un vistazo a la Guerra Civil. Y no a la batalla. Como escribió Concha Castroviejo en 'Víspera del odio' (Renacimiento), los que combaten se odian menos que los que están en cada parte sin combatir. El odio es manso (frente a la ira), pero serio, aunque la palabra sea demasiado barata. Claro que nos la podemos tomar a chufla siguiendo a Joan Rivers («Odio a todo el mundo, empezando por mí misma»). Y odiar, no sé, el café con leche, la quinoa o a Joaquín Sabina, por tirar de cosas poco importantes. Pero, oye, que la gente ve odio de verdad por todas partes. Las familias formadas por gestación subrogada, vientres de alquiler o compraventa de niños (llámenle como quieran) creen que lo que hace (o no hace) el Gobierno incita al odio, aunque se haya eliminado de la nueva ley del aborto el artículo relacionado con la persecución penal. La nueva ley, dicen, «estigmatiza» (palabra de moda) y «perpetúa la discriminación a niños» ya que el texto del ministerio de Igualdad considera la gestación subrogada una forma de violencia contra la mujer.

No sé si hay odio en los recreos con los niños concebidos de esa manera, pero sí parece claro que lo hay con el rey Juan Carlos. Ha sido sacar la patita de la vuelta (o la visita, que la residencia la tiene allí) y revolverse el avispero. Ladrón, corrupto, sinvergüenza, caradura, perlas de ese tipo. Dice Pablo Echenique, intelectual e historiador, que «la Monarquía es una institución diseñada para delinquir». Y que le da igual si Felipe VI «es mejor rey» que su padre. Don Felipe puede ser lo recto que quiera, repudiar al padre, quitarle la asignación y no dejarle cama. Ya me dirán de qué sirve con este odio.

TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO -  Colombia: cuando se rompieron todos los huevos,.


Colombia: cuando se rompieron todos los huevos,.

Gustavo Petro ha cometido un error de estrategia al pensar que su principal rival era el uribismo y no prestar atención a un electorado que miraba a otro candidato: Rodolfo Hernández,.

foto / El uribismo ha sido la identidad política más poderosa las últimas dos décadas en Colombia. El eje ordenador del debate político. Sin embargo, como ha ocurrido en otras latitudes, la fuerza política que la mantenía en pie ha tenido muchas dificultades para conservar su poder e influencia por mucho tiempo tras la retirada de su principal figura de la jefatura del Estado. Como en otros casos, de hecho, el principal desafío provino del sucesor designado, Juan Manuel Santos. Las sucesiones no suelen ser un momento fácil incluso para los proyectos políticos en apariencia sólidos. Siempre hay un punto de fragilidad en las hegemonías difícil de determinar, aunque a posteriori todos se apuntan a identificarlo. Pero las grietas a menudo son visibles para los líderes/sucesores. Algo olfateó bien Santos que acometió, con poco reparo, un giro radical a la manera de hacer las cosas por parte de un movimiento en el cual él estuvo entre los “halcones”.

Álvaro Uribe no se lo perdonó nunca. De hecho, escenificó esta ruptura en distintos escenarios y con una dureza creciente durante el primer mandato de Santos. Quizás una de las formas más llamativas y comunicacionalmente más rotundas de esto fue cuando se paseó en un mitin enseñando una cesta con tres grandes huevos rotos. Uribe, años atrás, le había entregado a Santos tres huevos que representaban su legado: seguridad, cohesión social y confianza inversionista. Le encargó protegerlos con dedicación, ya que los huevos también son frágiles. El 2 de marzo de 2014, en el mitin mencionado, Uribe decía que “los huevos no quedaron ni para tortilla”.

La mayor expresión del giro de Santos respecto a su antecesor fue la apuesta por llevar adelante el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Uribe y los suyos sabían que se jugaban mucho entonces y se opusieron con todos los recursos posibles y lo hicieron no solo por una cuestión ideológica —el uribismo se nutría en buena media del mantenimiento del conflicto armado— sino también por la voluntad de castigar la traición de Santos y, muy importante, evitar que opciones de izquierda en el país lograsen sacudirse la losa, en forma también de techo electoral, que suponía la asociación permanente a los grupos organizados de lucha armada. Esto no ocurre, por supuesto, solo en Colombia.


Alvaro Uribe le ganó esa primera batalla a Juan Manuel Santos, pero siguió perdiendo fuerzas en la guerra: el declive del uribismo no conoció freno y el gobierno de Iván Duque aceleró este proceso. De hecho, una mayoría de analistas explica como uno de los principales motivos del fracaso de Federico Fico Gutiérrez —que irrumpió con fuerza en las primarias para luego estancarse— haber sido percibido como un candidato tapado del uribismo, en un momento donde esta identificación solo resta apoyo. De hecho, la sorpresa de esta elección, Rodolfo Hernández, se ha apresurado en dejar claro que no tiene nada que ver con el uribismo. Hace pocos días publicaba en Twitter sus “20 diferencias” con el expresidente y enumeraba una lista de temas: paz con la guerrilla del ELN, relaciones con Venezuela, la reforma fiscal de Duque, rechazo al fracking, aborto, diversidades sexuales, etc. en las que marcaba distancias desde posiciones sorprendentemente progresistas. Si los colombianos le creen o no se sabrá el 19 de junio, pero lo que esto enseña es que el uribismo ya no es lo que era. El asesor de Hernández, el consultor Ángel Becassino, ha sido tajante al responder si habrá una foto con Uribe: no.

Pero las hegemonías se quiebran, no se evaporan de inmediato. En el proceso de su declive van dejando huérfanos; ideas, palabras y votos que se desplazan, que se pueden ordenar de otro modo. La votación de Hernández se solapa con gran parte de la Colombia del no al proceso de paz. Su campaña supo acercarse de manera efectiva a una parte importante de los desencantados del uribismo oficialista pero no necesariamente de todo su corpus de ideas.

Es posible que Gustavo Petro haya cometido un error relevante en su campaña al entender que su principal antagonista seguía siendo el uribismo. Bajo esta mirada, confió que el uribismo aún tenía fuerza suficiente para ponerle un competidor en segunda vuelta y descuidó a los ciudadanos que miraban al otro candidato que, como él, aunque con prioridades y maneras bastante distintas, hablaba de la necesidad de un cambio en Colombia. Petro obtuvo una victoria histórica, pero encuentra un rival inesperado. La contingencia tampoco es extraña en estos momentos de cambios de ciclos. Parece claro que si Petro quiere ganar no le bastará con una versión colombiana de gatopardismo: denunciar a Hernández como una suerte de uribismo realmente existente no parece suficiente garantía de triunfo.



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