TITULO : LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Loteria San Juan - El PSOE obvia la presión de sus socios y se opone el uso de lenguas cooficiales en el Congreso ,.
LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Loteria San Juan - El PSOE obvia la presión de sus socios y se opone el uso de lenguas cooficiales en el Congreso ,. , fotos,.
Todos los socios del PSOE, y algunos que no lo son, presionaban en la misma dirección, pero no han logrado su objetivo. El pleno del Congreso rechazará este jueves con el voto de los socialistas una propuesta de reforma del Reglamento presentada por Unidas Podemos, Más País, Compromís, ERC, EH Bildu, PNV, Junts, CUP, PDeCAT y BNG– para que se les permitiera intervenir en el pleno, en las comisiones opresentar iniciativas y escritos en catalán, euskera o gallego y no exclusivamente en castellano.
El PSOE ya dio a entender cuando se abrió un debate similar el pasado otoño que lo descartaba. Fue después de apoyar que los parlamentarios pudieran hacer uso de las lenguas cooficiales sin restricciones en los plenos del Senado, la sede parlamentaria territorial. El portavoz socialista en la Cámara baja, Héctor Gómez, insinuó que podría «valorarse» una medida similar en el Congreso, pero acto seguido su formación advirtió de que ha de cumplirse «lo que marca la Constitución y, por tanto, el uso del castellano» en la sede de los diputados.
En marzo de 2021, los dos socios del Ejecutivo también protagonizaron un desencuentro en el pleno por una cuestión similar. Unidas Podemos respaldó una iniciativa de los nacionalistas que pretendía la utilización en la Administración de todas las lenguas del Estado. Los socialistas la tildaron de inconstitucional y acusaron a sus aliados de «buscar la confrontación».
Servicios de traducción
De salir adelante la nueva propuesta, los servicios del Congreso habrían tenido que poner en marcha un servicio de traducción simultánea «a todas las lenguas cooficiales» en el conjunto de las sesiones que se celebrarn tanto en el pleno como en las comisiones y asumir la traducción al castellano de los escritos registrados en las lenguas cooficiales.
El texto sometido a votación este jueves no incluía memoria económica, pero la reforma que se tramitó en el Senado, una cámara con menor actividad, sí cifraba en cambio el gasto de esos servicios en 595.000 euros adicionales anuales; lo que podría dar una pista de lo que supondría desarrollarlos en la Cámara baja.
TITULO: POLICIAS EN LA CALLE - Zaporiyia recibe a los evacuados de Azovstal ,.
foto / Después de dos meses en el infierno de la planta metalúrgica de Azovstal, 101 civiles de Mariúpol han vuelto a la vida. Lo hicieron gracias a la reanudación de las evacuaciones que lideran Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional. Este martes llegaron hasta Zaporiyia después de un viaje de 48 horas para recorrer los 200 kilómetros que les separaban de esta ciudad bajo control de Ucrania. Una historia con final feliz en mitad de uno de los episodios más sangrientos de esta guerra: la batalla de Mariúpol.
«Lo peor era que no se podía casi respirar. La sensación de ahogo era permanente, solo comparable con la incertidumbre de no saber qué iba a ser de nosotros», recuerda Liana, de 44 años, que se metió en uno de los búnqueres del enorme complejo metalúrgico el 24 de febrero y no salió hasta el 1 de mayo. «Los hombres del Batallón Azov nos dijeron que había un acuerdo para una salida segura y nos pusimos en marcha de manera inmediata. Fuera nos esperaban los rusos. Es imposible calcular el número de personas que queda dentro, es un laberinto de refugios», explica Liliana emocionada al verse alejada de los combates.
La ONU calificó el proceso de «exitoso» y el CICR aseguró que en total lograron sacar de forma segura 159 personas, entre ellas 101 de la planta de Azovstal que «han visto la luz del sol tras dos meses» bajo tierra y otras 58 que se han unido al convoy en Manhush, a las afueras de Mariúpol. El organismo internacional esperaba que fuesen aún más, por lo que pidió a Kiev y Moscú acuerdos urgentes para llegar a las personas que siguen bajo tierra.
Valentina, de 70 años, respira con calma y mira a su alrededor aturdida. Forma parte de quienes han estado estos dos meses en la acería y se emociona al recordar el momento en el que «un reportero llegó hasta nosotros y nos dijo que se negociaba una evacuación. Nos trajo además pañales para los bebés y algo de comida. Desde que escuchamos esas palabras se nos abrió una puerta a la esperanza», afirma con lágrimas en los ojos. La comida y el agua fueron agotándose con el paso de los días y «se reservaba siempre la mejor parte de las raciones para los pequeños». En el refugio en el que ha estado Valentina llegaron a convivir 72 personas. «Algunos intentaron escapar y nunca más supimos de ellos», sostiene.
Sin noticia de sus hijos
Entre los recién llegados se ven sobre todo mujeres, niños y ancianos. No hay hombres y supervivientes como Valentina, por ejemplo, desconocen el paradero de sus hijos. El aparcamiento de un supermercado a las afueras de Zaporiyia se ha convertido en el punto de llegada para los ucranianos que escapan de las zonas ocupadas. El centro comercial opera con normalidad, pero donde antes aparcaban los clientes ahora hay una gran carpa donde se sirven comidas y se ubican puestos de atención de las agencias de la ONU, el CICR o Médicos Sin Fronteras (MSF).
Tras las evacuaciones del fin de semana, cuando salieron un centenar de personas, el proceso se detuvo el lunes y estallaron de nuevo los combates. Esta planta es el último foco de resistencia armada en Mariúpol y Rusia quiere sofocarlo para proclamar victoria y dar continuidad a la zona ucraniana que ocupa en Crimea y el Dombás.
El acuerdo permite a los civiles de Azovstal salir de sus refugios, luego tuvieron «que ir a un campo ruso donde nos interrogaron, revisaron nuestros teléfonos, nos tomaron las huellas… Una especie de filtro. A nosotros nos amenazaron y nos dijeron que estábamos fichados y que más nos valía abandonar Ucrania porque cuando conquistaran todo el país nos matarían», apunta Tatiana, «joven anciana de 40 años», como quiere que la presentemos. Tras la identificación y el visto bueno, deben elegir la zona a la que serán dirigidos. La mayoría optó por Zaporiyia, a donde llegaron resguardados por los organismos internacionales. «En el camino vimos a mucha gente andando, pero los rusos no permiten que suba nadie que no haya pasado antes por sus campos», relata.
Rusia retoma el asalto a la acería
Con fuego de artillería y bombardeos desde el aire, el Ejército ruso cargaba este martes a media tarde (una vez más) contra el ya ruinoso complejo siderúrgico de Azovstal, en lo que las autoridades ucranianas consideraron como la antesala del asalto definitivo al último reducto de resistencia en Mariúpol.
Moscú no ahondó en si esa era su estrategia. Limitó las acometidas a una acción supuestamente quirúrgica contra «posiciones de tiro» que los combatientes ucranianos del batallón Azov habrían fijado «utilizando» la tregua de los últimos días. Con la guerra focalizada en el este y sur del país, otro ataque en la misma región de Donetsk provocaba la muerte de al menos diez personas y quince heridos. El Ejército ruso golpeó una vez más (ya lo hizo el 13 de marzo) la planta química de Avdiivka.
Macron y Johnson
Y mientras, la actividad diplomática continúa estancada. Emmanuel Macron volvía a hablar este martes por teléfono con Vladímir Putin. La primera vez que lo hacía desde su reelección como presidente de Francia. Más de dos horas de diálogo del que trascendió una exigencia y un reproche de Moscú. El líder ruso, según un comunicado del Kremlin, exigió poner fin al rearme occidental de Kiev y recriminó a su interlocutor que «se estén ignorando los crímenes de guerra de Ucrania». El Elíseo no hizo comentarios. Boris Johnson se convertía este martes en el primer líder que intervenía de manera virtual ante el parlamento ucraniano. Reino Unido ha comprometido 375 millones de dólares más en ayudas a Kiev.
TITULO: EL DIVAN DE OLGA VIZA -Asllani explota contra el Madrid y Jakobsson la respalda,.
Asllani explota contra el Madrid y Jakobsson la respalda,.
foto / La delantera sueca explica durante la concentración de su selección los motivos por los que dejó el club blanco.
Como en el campo, Kosovare Asllani (Suecia, 1989) apunta y dispara. La delantera sueca, que acaba contrato con el Real Madrid el 30 de junio e hizo oficial su salida el mes pasado, ha hablado durante la concentración de su selección en la que preparan la Eurocopa de Inglaterra y se ha mostrado muy crítica con el club blanco: “Se ha convertido en un entorno muy poco saludable y peligroso para las jugadoras”.
“Es difícil entrar en detalles, pero se trata en gran medida de que creo que hay una cultura en ese club, que desgraciadamente se ha creado, que yo llamaría un ambiente poco saludable para las jugadoras, en el que yo misma he estado, donde entre otras cosas casi me he visto obligada a jugar lesionada y no he recibido ayuda”, recoge Sportbladet.
La que fuera delantera del Real Madrid alza la voz, cuenta, porque nadie lo ha hecho hasta ahora y, como jugadora importante en la historia del equipo femenino blanco, se siente en el deber de hacerlo: “Creo que he hecho mucho por el club desde el principio. Luego he visto a lo largo de los años que no han tratado bien a las jugadoras. Es importante que hable porque nadie más lo ha hecho y así puede haber cambios. He intentado hacerlo desde el primer momento en que estuve en el club”.
Y es que Asllani defiende que no ha sido la única perjudicado por esa cultura y ese trato: “Se presiona constantemente para que juegue lesionada o enferma. No es un entorno saludable. Me importa mucho el club, pero creo que está en las manos equivocadas, simple y llanamente. Mucha gente opta por atropellar al equipo médico porque nos ven a las jugadoras como productos y no como personas”.
Asllani llegó al Tacón en el verano de 2019, siendo el primer fichaje galáctico de la que acabaría siendo la entidad madridista y se marcha este verano con posible destino Milán. “Ha habido muchas opciones, de varios países diferentes. He llegado a algo que encuentro bien”, dice una futbolista que todavía no ha oficializado su futuro.
Jakobsson respalda a su compañera
En la misma línea se ha mostrado una Sofia Jakobsson que compartió vestuario con Asllani en el Real Madrid, club que dejó el verano pasado. “Piensas que es un ambiente poco profesional, donde tal vez tenías expectativas más altas y esperabas que cuidaran a sus jugadoras y tuvieran el deseo de que estuvieran libres de lesiones y rindieran en su pico. No estar medio lesionadas y jugar o verse obligadas a jugar”.
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