viernes, 3 de junio de 2022

REVISTA FARMACIA - Djokovic y otras estrellas parapetadas contra la vacunación ,. / CAFE, COPA Y Tierra de talento - La Feria de Abril y el Día de la Madre ,./ Documental - Sin novedad en el frente ,. / El escarabajo verde - El Fuentes nuestro ,. / Días de cine clásico - Cine - Fiebre del sábado noche , Miercoles -8- Junio ,./ Un país para escucharlo - Santa Lucía recupera su romería en Cáceres, pero sin barra de bar,.

       TITULO: REVISTA FARMACIA -  Djokovic y otras estrellas parapetadas contra la vacunación,.

REVISTA FARMACIA -   Djokovic y otras estrellas parapetadas contra la vacunación , fotos,. 

Djokovic y otras estrellas parapetadas contra la vacunación,.

Al igual que el tenista, deportistas como Kyrie Irving, Kimmich, Kelly Slater y DeChambeau se enfrentan al consenso científico,.

Novak Djokovic ha aguardado en la soledad de la habitación de un hotel de Melbourne la resolución de su caso —la audiencia para decidir si es deportado de Australia al querer entrar sin estar vacunado contra la covid pese a una exención médica—, pero un grupo de estrellas del deporte le acompaña en la trinchera donde se parapetan los contrarios a la vacunación. Pese a la demostrada eficacia científica de la vacuna, su determinación es tan firme, casos del jugador de la NBA Kyrie Irving y el de la NFL (fútbol americano) Aaron Rodgers, que antes de ser inoculados prefieren dejar en la estacada a sus equipos o arriesgarse a crear agravios comparativos y conflictos en sus Ligas.


Joshua Kimmich, futbolista alemán del Bayern Múnich, se resistió durante meses a vacunarse, pero acabó cediendo tras haber contraído el virus y haber sufrido daños pulmonares —y que su club le dejara de pagar parte del salario—. Bryson DeChambeau, estrella del golf, también pasó el coronavirus y ello le obligó a renunciar a los Juegos Olímpicos. Pero ha mantenido sus recelos y ha declarado que se vacunará si las dosis cumplen con sus estándares. Kelly Slater, campeón mundial de surf, Tennys Sandgren, número 96 de la clasificación mundial de tenis, N’Golo Kanté, centrocampista francés del Chelsea, y Anthony Rizzo, jugador de la Major League de Béisbol, también figuran en esa lista de conocidos deportistas contrarios a la vacunación.

Rodgers, de 38 años, uno de los mejores quarterbacks en la historia del fútbol americano, lejos de arrepentirse por haber engañado a la NFL sobre su vacunación, se presenta a sí mismo como una víctima. En agosto, el jugador de los Green Bay Packers dijo que se había vacunado, pero en noviembre dio positivo y se descubrió que no había sido inoculado. Creyó que estaba inmunizado después de haberse sometido a un tratamiento alternativo. Después alegó ser alérgico a uno de los ingredientes que contienen dos de las vacunas y se negó a inyectarse con otra porque escuchó que varias personas se habían quejado de efectos adversos. Incumplió en varias ocasiones los protocolos de seguridad de la covid establecidos por la NFL y una compañía estadounidense de atención médica le rescindió el contrato de patrocinio.

El 97% de jugadores de la NBA están vacunados y más de un 70% ha recibido en los últimos días una dosis de refuerzo. La Liga promueve la campaña, interesada en evitar el colapso, después de que más de 250 jugadores y 14 entrenadores hayan contraído el virus durante el último mes, y de haber tenido que aplazar 11 partidos. Sin embargo, Kyrie Irving, una de las estrellas de la competición, mantiene su postura y no se ha vacunado. Su caso ilustra el desconcierto generado por las distintas normas contra la covid en Estados Unidos. No puede disputar los partidos en casa, en el pabellón de los Brooklyn Nets, porque las autoridades de Nueva York exigen la vacunación en las instalaciones cerradas con gran afluencia de personas. Solo podrá jugar fuera de casa, siempre y cuando cumpla las exigencias que impone la NBA a los jugadores no vacunados. No deja de ser un lastre para su equipo, uno de los principales aspirantes al título. Su compañero Kevin Durant, cuestionado al respecto, explica que no piensa presionar a Irving: “Le dije lo importante que es, lo mucho que quiero que juegue, pero no voy a obligar a nadie a que se vacune”.

Kyrie Irving apenas argumenta su reticencia en octubre: “Elegí no estar vacunado, y esa fue mi elección. Y les pediría que lo respeten”. Y semanas después se presentó como una víctima: “Estoy haciendo lo que es mejor para mí. Conozco las consecuencias, y sé que soy juzgado y demonizado. Es el papel que interpreto”.

Andrew Wiggins, otro jugador de primera línea en la NBA, el número uno del draft de 2014, se dio por vencido pocos días antes de empezar la temporada y se vacunó. Su equipo, Golden State Warriors, organizó una reunión con un médico de Oakland para que respondiera a todas las dudas que pudiera tener. Las explicaciones del jugador, tras vacunarse, no fueron reconfortantes: “Estaba contra la pared. Sentí que la alternativa a vacunarme era no jugar en la NBA. Supongo que para realizar ciertas actividades tu propio cuerpo no te pertenece. Espero que haya más gente valiente que yo que pueda seguir luchando por lo que cree. Todo se redujo a vacunarme o no jugar al baloncesto. Tengo 26 años. Tengo dos hijos. Quiero más hijos. Estoy tratando de hacer algo que genere tanto dinero como pueda para mis hijos y mis futuros hijos, tratando de hacer riqueza generacional. Así que me arriesgué y, con suerte, funcionará a largo plazo y en 10 años todavía estaré sano”.

Kelly Slater, estadounidense de 49 años, es una de las grandes estrellas del surf, once veces ganador del campeonato del mundo entre 1992 y 2011, y también un acérrimo enemigo de la vacunación. Hace unos meses opinó: “Esta es claramente una enfermedad de obesos, los enfermos y ancianos, si se estudian las estadísticas oficiales. Para las personas que dicen que escuche a los médicos, estoy seguro de que sé más sobre la salud que el 99% de los médicos. La mayor parte de mi información proviene directamente de amigos médicos, muchos de ellos en desacuerdo con la ciencia oficial”.

A raíz de la situación de Djokovic en Australia, Slater ha opinado a través de Instagram: “Quizás al síndrome de Estocolmo se le puede cambiar el nombre por síndrome de Melbourne/Australia. Es muy triste ver cómo celebran la división los virtuosos vacunados. Si estáis vacunados, ¿por qué os preocupan el estado de otra persona? A menos que, claro, la vacuna no os proteja. ¿Quizás tenéis miedo de contagiaros o estáis enfadados por haberos vacunado vosotros? Demasiado lavado de cerebro y odio en el corazón de la gente respecto a la vacunación”.

Kimmich, de 26 años, justificó en diciembre su cambio de criterio. “Para mí era difícil hacer frente a mis miedos y recelos, por eso he estado tanto tiempo indeciso”, dijo el centrocampista internacional con Alemania. El 10% de los futbolistas de los 36 equipos profesionales de la Bundesliga no han querido vacunarse, informó entonces la federación, lo cual supone un problema porque el fútbol y el deporte, desde que comenzó la pandemia, es también objeto de instrumentalización política, en Alemania y en casi todo el mundo.

 El sabado -4- Junio , a las 22:00 por Canal Sur, foto,.

 La Feria de Abril y el Día de la Madre,.

El programa que conduce Manu Sánchez dará a conocer a los últimos concursantes de esta edición cerrando así la primera fase del programa y dando paso a los desafíos que comenzarán la próxima semana.


Se cierra la lista de concursantes en una noche muy especial. Adelantándose a la celebración del Día de la madre, que será el próximo 1 de mayo, el programa recibirá la visita de la cantante María Carrasco, que presentará su último single "En silencio".

En plató se festejará también la llegada de la esperada Feria de Sevilla, que arranca el sábado con su tradicional "Noche del Pescaito", y el tradicional alumbrado. Los encargados de hacerlo serán Amigos de Gines y Las Soles, que subirán al escenario algunas de las sevillanas más representativas de la feria.

Esta noche, Mariola Cantarero, Pastora Soler, Jesús Reina y José Mercé, que está de vuelta en la mesa del jurado tras cumplir con otros compromisos profesionales en las anteriores entregas, elegirán a los últimos concursantes de esta 6ª edición.

Una vez más, les tocará decidir el futuro de ocho nuevos aspirantes que llegan con diversas propuestas musicales que no dejarán a nadie indiferente.

Desde Camas (Sevilla), Rafael Ruíz, más conocido como "El Bomba", buscará su plaza en el concurso cantando "Si a veces hablo de ti", de Moncho, en contraste con otros sevillanos: Ars Nova XIV, un grupo de rock folclórico llegado desde Mairena del Aljarafe, que presentarán "Vive hoy", una canción de autoría propia.

El malagueño Andrés Pino cantará "La Malagueña" de Elpidio Ramírez y Pedro Galindo GalarzaTeresa Mood vendrá desde Benalúa (Granada) para interpretar "If Ain’t Got You", de Alicia Keys, y, por último, en la categoría de adultos, Igor, un violinista de Bielorrusia afincado desde hace 18 años en Sevilla, interpretar "Bach Street Prelude" de Vanessa Mae.

Por otro lado, en la categoría de niños, el gaditano Manuel Monje, de tan solo nueve años, se animará frente al jurado con una soleá de María Bala mientras que la sevillana de La puebla del Río, Lola Cabello, de 16 años, presentará un repertorio de sevillanas que incluye a Paco Cepero, Rafael de León, Manuel Pareja Obregón y Los Hermanos Toronjo. Cerrando esta categoría, desde Estepona (Málaga) y con 12 años, Marta Thomas luchará por un puesto en la fase de desafíos con "Creep", de Radiohead.

  TITULO: Documental - Sin novedad en el frente,.

 Sin novedad en el frente,.


foto / En Bilbao, durante las fiestas, decía una pintada: "Un funcionario cada día y su madre también", obra de arte de la barbarie que estremece y niega que el ser humano lo sea necesariamente. Hace unos días, en Bilbao, moría un jubilado, pescadero de profesión, destrozado por un paquete bomba que aún no se sabe si iba destinado a él o a algún policía nacional de los que viven en la misma calle. Algo a lo que posiblemente se llame un error pero que no lo es si se tiene en cuenta lo que ha dicho, en un texto publicado en el periódico bilbaíno El Correo Español, un pariente de la víctima: "¿O acaso si la acción homicida hubiese tenido otro destinatario se podía hablar de un acierto en vez de un error?". Entre ambos acontecimientos, el frente autonómico o nacionalista se frustraba casi con la celeridad de los fuegos artificiales de las mismas fiestas pasadas. Es decir, la normalidad más absoluta en todos los frentes. En todos los frentes vascos.Existen otros, pero se habla menos de ellos. Porque en Euskadi se trabaja por la recuperación de la economía; se percibe el interés por la mejora de la comunidad autónoma; las grandes ciudades han salido del marasmo de muchos años de ayuntamientos de andadura lenta e imaginación escasa; el Gobierno se ha asentado; las diputaciones y ayuntamientos han emprendido obras y planteado proyectos. En cuanto al problema de la violencia mismo, el número de ciudadanos que se ha sumado a su denuncia ha aumentado, incidentes como la guerra de las banderas cada año se quedan más aislados, se habla cada vez más claro y cada vez más alto contra la violencia porque se va perdiendo el miedo. Aunque se pueda temer alguna llamada al orden de ETA a quienes tanto y tan alto hablan, después del correctivo aplicado a la justicia mediante el asesinato de la fiscal Carmen Tagle. Las cosas cambian, y cambian a mejor. Sin embargo, el puñado de asesinos y su numeroso entorno trastornan la visión. Hay algunos que a fuerza de querer a Euskadi -un supuesto muy discutible- la abrazan tanto que más bien parecen intentar asfixiarla.

Hay otra Euskadi, pero siempre se habla de ésta en la que resalta el relumbrón de la sangre. Ésta en la que nos dedicamos a exportar asesinos olvidando otras exportaciones más decentes y el esfuerzo colectivo por salir de la zona de depresión industrial, a la que se podían incorporar los voceros de la sangre. Pero en el frente político tampoco hay novedad, porque el intento de crear uno autonómico ha fracasado. El frente tenía pocas probabilidades de llegar a existir y al mismo tiempo planteaba un riesgo político más allá de los deseos inmediatos de los participantes en las conversaciones, al menos de dos de los participantes: el Partido Nacionalista Vasco y Euskadiko Ezkerra. El riesgo era el de resucitar los frentes nacionales, las; dos comunidades, los nacionalistas contratodos, o frente a todos, o ante todos; que además son menos; a partir de que Euskadiko Ezkerra negaba hasta hace poco ser nacionalista y afirmaba ser abertzale no nacionalista, aunque quizá yo lo recuerdo mal y se trataba de ser nacionalista no abertzale, pero me parece que la primera y algo oscura fórmula era la elegida. Y a partir también de que el PNV ha hecho un enorme esfuerzo por razonalizar la política vasca y ordenarla, acudiendo a lo que en cada momento considera mejor para el autogobierno -por eso fueron a la llamada del frente tripartito, y por eso también están en un Gobierno de coalición con los socialistas-, además de reconocer que vascos son los nacionalistas y los no nacionalistas. Si Euskadi es una nación, una cosa es ser nacional y otra ser nacionalista. En España hay españoles que no son españolistas.

Pero aunque no era ésa la intención de Euskadiko Ezkerra, el problema estaba objetivamente presente. El intento de sumar voluntades y votos en torno a su iniciativa no tiene que ver con la idea del retorno a la división en comunidades, pero objetivamente es un fantasma que ha flotado, devolviéndonos a una teoría política ya superada y quizá superada precisamente y de manera que parecía definitiva el día que el mayoritario PNV decidió formar Gobierno de coalición en Euskadi con el PSOE.


La propuesta de un pacto tripartito para el Senado era aceptado por el PNV, partidario como Euskadiko Ezkerra de subir lo más posible el techo del estatuto, de tener presencia propia ante la Comunidad Europea y otras batallas políticas -para eso era un frente- para tener cotas más altas de autonomía. Pero era difícil que Eusko Alkartasuna aceptase esas líneas de acuerdo. Este partido tiene problemas de espacio político. No se puede ir ni un pelo más allá de donde está por el lado del radicalismo sin topar con la pared de la violencia, la armada de ETA o la retórica, civil de Herri Batasuna; y no se puede quedar anclado en el nacionalismo democrático y moderado porque ése es terreno -electoralmente creciente- del PNV. Y además tienen una cierta rebelión interna en torno a algún notable, como el alcalde de Vitoria. Eusko Alkartasuna tiene la estrategia escayolada. No se puede mover de donde está y juega a poner siempre los techos más altos para desmarcarse del PNV. A partir de tal planteamiento, el Senado, que era a lo más que se podía llegar, se frustró. Era a lo más que se podía llegar porque un pacto tripartito para el Congreso era inviable, cada partido tiene políticas distintas a partir de los grandes principios del autogobierno, y el PNV, que espera mejorar, no tiene por qué sumar su suerte y el reparto de escaños con quienes tienen muchas menos posibilidades que él.

Y envolviendo las discusiones políticas, los disparos. Envolviendo las pretensiones de Eusko Alkartasuna, las ofertas franciscanas de Euskadiko Ezkerra y los temores del PNV a resucitar -hay textos que lo recogen- viejas experiencias de frentes nacionales, las balas se llevaban por delante a Carmen Tagle en Madrid; y en Bilbao, el propietario de un puesto de pescado, jubilado por enfermedad, tan miope que tuvo que acercar el paquete bomba muy cerca de la cara para ver la dirección, murió destrozado. Con el cortejo de silencios, disimulos e incluso ni siquiera justificaciones, sino algo peor, explicaciones. Como la ofrecida por un artículo del diario Egin que bajo el título de Una fiscal de línea dura decía, entre otras cosas: "No daba ninguna credibilidad a las denuncias que presos y presas, procesados y procesadas, formulan sobre los malos tratos producidos en las detenciones. En sus intervenciones ante los tribunales solía introducir tintes y matices ideológicos, comentarios acerca del entorno de ETA, a la que inevitablemente se refería como banda terrorista u organización terrorista". Supuestos graves errores de la fiscal que son explicados de tal manera que parecen inducir al lector a exclamar tras su lectura: eso lo explica todo.

Seguimos donde estábamos, con algo de sangre más. No hay salto cualitativo en el asesinato de la fiscal porque en otras ocasiones se ha atacado a representaciones del Estado; ni lo hay en la muerte del jubilado porque se ha matado a muchos. Todo sigue no sé si dramática o estúpidamente igual. No hay novedad en los frentes.


TITULO:  El escarabajo verde  - El Fuentes nuestro,.


El Fuentes nuestro,.


foto / Cuando se cumplen 10 años de la muerte del gran escritor puede que no haya mejor conmemoración que la lectura de alguna de sus obras, donde siempre se encuentra algo nuevo,.

El 15 de mayo de 2012, al encender mi teléfono después de un acto en la Casa de América de Cataluña, me di cuenta de que tenía varias llamadas perdidas de varios números distintos, y antes de que pudiera averiguar qué había ocurrido se me acercó una periodista —me asaltó, diré con más justicia— para pedirme un comentario sobre la muerte de Carlos Fuentes. Durante un instante brevísimo pensé que podía tratarse de un error, pues a finales de enero lo había visto atravesar a nado una piscina con la energía de alguien treinta años más joven, continuando en cada pausa de su rutina la conversación que le dábamos mi mujer y yo desde la orilla seca, y esa imagen vitalista no casaba bien en mi cabeza con la noticia de una muerte súbita. Pero era cierto, según confirmaron todos los asistentes a aquel acto, y todos recibieron la noticia con sorpresa; y esto es importante, pues tal vez lo mejor que se pueda decir del momento que atravesaba Fuentes es que tenía 83 años y nadie, absolutamente nadie, se esperaba su muerte.

Hasta el último día estuvo leyendo con curiosidad voraz, publicando libros y artículos, dando conferencias en medio mundo, organizando encuentros entre los escritores que apreciaba y sirviendo de puente o de embajador o de catalizador de amistades literarias. La última idea que se le ocurrió para juntar a la gente con el pretexto de la literatura fue un encuentro organizado por el Colegio Nacional de México, donde un puñado de novelistas nos reuniríamos, en noviembre de ese año, para una de las cosas que más le gustaban a Fuentes: hablar y oír hablar del lugar de la novela en América Latina. La última vez que lo vi me habló del asunto y me dijo que una invitación me llegaría; pero llegó primero la noticia de su muerte, y un par de semanas después un cartero me entregó un sobre certificado que venía con su nombre, y todavía me estremece un poco recordar el momento en que encontré en el sobre una tarjeta escrita de su puño y letra, o escrita por ese puño que ya nunca escribiría esa letra: “Ojalá puedas aceptar. Me daría un gran gusto”.

El gusto, por supuesto, habría sido mío. A Fuentes lo conocí en 2007, después de casi dos décadas de leer sus libros, y nunca dejó de extrañarme que ese hombre de conversación fácil y humor incisivo fuera el mismo que había escrito aquellos libros que yo leí a comienzos de los años noventa como se leen los clásicos: como los franceses leen a Balzac o a Flaubert, por ejemplo, o como un inglés de mi edad leería a Dickens. Fue a Jorge Volpi a quien le oí por primera vez maravillarse del hecho de compartir el mismo mundo físico con los novelistas que consideramos fundadores de algo, aunque a veces no seamos capaces de precisar con exactitud lo que han fundado. Las mitologías cambian con el tiempo, como bien se sabe, y es difícil transmitir lo que aquella generación fue para nosotros, los latinoamericanos que empezamos a publicar libros a finales de los noventa: Vargas Llosa y García Márquez y Cortázar y Fuentes y Cabrera Infante, y antes de ellos Borges y Carpentier y Onetti y Rulfo, y un largo etcétera de esa constelación que Fuentes organizó, en la medida en que eso es posible, en La gran novela latinoamericana.


Pero así es: Fuentes siempre tuvo tiempo para leer a los habitantes de eso que él mismo bautizó “el territorio de La Mancha”, que es todo el universo de la lengua española cuyas tensiones históricas exploró con tanta fortuna. Y no sólo tuvo tiempo para leer a esos autores, sino para hacerlo seriamente y escribir sobre ellos. La crítica era, en su caso, una rara forma de generosidad, y nunca cayó en la trampa de creer, como creen tantos, que ocuparse de los libros de los otros actuara misteriosamente en desmedro de sus propios libros. Fuentes tenía el don de transmitir su entusiasmo: y así es como yo, antes de leer a Sergio Ramírez, leí lo que Fuentes escribió sobre Sergio Ramírez; y antes de leer a Salman Rushdie, leí el ensayo que Fuentes escribió sobre Los versos satánicos. Los dos textos están en Geografía de la novela, una recopilación de textos extrañamente homogéneos que, según la última página de mi ejemplar, leí en marzo de 1994, poco después de leer Los días enmascarados y poco antes de leer Aura. Siempre he anotado las fechas de mis lecturas, y eso ahora me sirve para ordenar el recuerdo.

Y recuerdo bien esa época: tenía veintiún años y la obsesión devoradora de ser escritor, y me había acostumbrado a buscar en las obras laterales de los novelistas que me interesaban las pistas que pudieran llevar la obsesión a buen término. Así leí también La orgía perpetua y El pez en el agua, de Vargas Llosa, y Último round, de Cortázar, y aun El olor de la guayaba, las conversaciones de García Márquez con Plinio Apuleyo Mendoza. Geografía de la novela pertenece en mi memoria a esos tiempos de descubrimientos, y acaso por eso le guardo una terca lealtad. Se la guardo a todo el libro, pero en particular al ensayo que lo abre: una defensa de la novela (lo cual aparentemente hay que hacer cada treinta o cuarenta años, como lo atestiguan Orwell y Rushdie) que recuerdo haber leído en su momento con la pasión interesada de quien cruza los dedos para que el mundo no se acabe antes de haber entrado en él. ¿Ha muerto la novela?, era el ominoso título. La conclusión, para satisfacción de mi juventud, era que no.

En estos días volví a echarle una mirada a ese ensayo. Y después de confirmar que la novela sigue tercamente sin morirse, una asociación de ideas que entenderá cualquiera me llevó a revisar la salud de las suyas: las novelas de Fuentes. Quería pasear por varias, ver cómo ha pasado el tiempo por la lengua y las intenciones, pero decidí empezar por la más ardua de todas, Terra Nostra, y ya no volví a salir. No creo que haya unanimidad sobre ese mamotreto del cual dijo Carlos Monsiváis, famosamente, que hacía falta una beca para leerlo, pero a mí me sigue pareciendo una fiesta de la inteligencia y de la erudición, de la imaginación y aun del humor, y además un ejemplar aventajado de esa especie maravillosa –pienso en Tristram Shandy o en El hombre sin atributos– cuya virtud está en su desmesura, en su voluntaria imperfección.

Terra nostra habla de todo o de casi todo, pero su centro de gravedad es nuestra historia, lo que la novela misma llama “la menos realizada, la más abortada, la más latente y anhelante de todas las historias: la de España y la América Española”. La novela se publicó en 1975, pero cada vez que recorro sus páginas aprendo algo nuevo sobre lo que somos hoy. A diez años de la muerte de Fuentes, no se me ocurre mejor conmemoración que constatar la vida —pasada, presente, acaso futura— de una de sus grandes novelas.


TITULO:  Días de cine clásico - Cine -   Fiebre del sábado noche . , Miercoles -8 - Junio ,.

  Este  Miercoles - 8 - Junio  a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.


Reparto
En Nueva York, después de trabajar toda la semana en una tienda de pinturas de Brooklyn, Tony Manero (John Travolta) se prepara esmeradamente para disfrutar de la noche del sábado en la disco: se empapa en colonia Brut, se pone una camisa de flores ajustada, pantalones de tela de gabardina y zapatos de plataforma. En la discoteca de moda, Tony deslumbrará a todos con lo que mejor sabe hacer: bailar.

TITULO:   Un país para escucharlo -  Santa Lucía recupera su romería en Cáceres, pero sin barra de bar,. 

Un país para escucharlo,.
 

Este martes- 7- Junio , a las 23.00 por  La 2, foto.  

Santa Lucía recupera su romería en Cáceres, pero sin barra de bar,.

«La cantina no se abre por seguridad», detalla el párroco del barrio, que defiende la medida para evitar contagios,.



«El que quiera beber puede hacerlo, a nadie se le impide traer lo que quiera de casa. Pero la cantina no se abre por seguridad». Así explica el párroco, Miguel Ángel González, la decisión de no poner barra de bar en Santa Lucía. La tradicional romería se recupera de nuevo tras dos años de pandemia.

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