sábado, 26 de abril de 2025

Cartas Olvidadas - A QUEMARROPA O LIGAR - Ana Peleteiro se cuelga el bronce en triple salto en el Mundial de pista cubierta en China ,. / Cartas en el Cajon - El príncipe del País de las Mentiras ,. / REVISTA TENIS - Naomi Osaka, o un retorno lleno de espinas, pero no exento de fe,.

   TITULO:  Cartas Olvidadas -  A QUEMARROPA O LIGAR - Ana Peleteiro se cuelga el bronce en triple salto en el Mundial de pista cubierta en China,.

Ana Peleteiro se cuelga el bronce en triple salto en el Mundial de pista cubierta en China,.

La gallega finalizó por detrás de las dos saltadoras cubanas con 14,29 metros. Hace dos semanas se proclamó campeona de Europa bajo techo,.

Ana Peleteiro durante un salto en el Mundial de pista cubierta de Nanjing.
 
foto / Ana Peleteiro durante un salto en el Mundial de pista cubierta de Nanjing.

La novena medalla internacional de Ana Peleteiro fue de bronce y en un Mundial, este de Nankín 2025. Una recompensa lógica con dos potentes cubanas en liza, ambas con mejores marcas "outdoor" e "indoor" que la gallega. Ana estuvo bien con sus 14,29 metros, realizados dos veces, aunque peor registro que el que le proporcionó el oro en el reciente Europeo de Apeldoorn (14,37). La amenaza de la dominiquesa Thea LaFond, campeona olímpica y mujer de más de 15 metros, al aire libre, no se concretó.

En la ausencia de la convaleciente Yulimar Rojas, la prueba se acabó cuando empezó. Leyanis Pérez, en su primer intento, se plantó en 14,93. La cubana, de planta imponente, 1,83 de estatura y piernas interminables, unió la velocidad a una batida ajustadísima a la tabla. Luego hizo unos nulos y renunció a otros ensayos. Daba igual. Estaba todo el pescado vendido. La plata fue para Liadagmis Povea (14,57). Ana (un corto palíndromo) aspiraba a repetir el ya descrito oro (otro breve palíndromo) del reciente Europeo de Apeldoorn. No lo consiguió, pero se mantiene a alto nivel y como bandera del atletismo español.

Una observación de índole sociológico-deportiva. El sencillo y bello nombre de pila de Ana contrastaba con los pintorescos de las caribeñas. Una imagen de marca del deporte femenino cubano y, es de suponer, de la entera sociedad mujeril de la isla. Las atletas cubanas, por centrarnos en el deporte que nos ocupa, se hacen notar por nombres de curiosas y parecidas sonoridades, mitad absurdos y mitad literarios.

Leyanis, Liadagmis y otros nombres de pila parecidos de atletas en activo o ya retiradas, todas ellas de alto nivel, no remiten en absoluto al santoral de la ex Madre Patria, sino a algún tipo de clave local. Quizás una superstición, una moda, una imitación, un contagio, un ritual... Véanse: Yunisleidy, Davisleidis, Layselys, Yarima, Yarisley, Yargeris, Yusmai, Josleidy, Yumileidy, Yaimé, Yarelys, Yainelis, Yipsi, Osleidys, Dailenis, Yulenmis... Todos figuran, con sus correspondientes apellidos, ellos sí de acuerdo con sus orígenes españoles, en los ránkings pasados y presentes del atletismo internacional.

A la espera de la dominical y última jornada, la sabatina se antojaba la más importante del Campeonato, con tres de las máximas estrellas de la competición en escena: Armand Duplantis (salto con pértiga), Jakob Ingebrigtsen (3.000 metros) y Grant Holloway (60 vallas). Los tres respondieron a las expectativas adjudicándose el título.

Duplantis protagonizó la rutina de pasar de los seis metros. Lo hizo con 6,00; 6,05; 6,10 y 6,15. Ha superado esos seis metros 102 veces. Una hazaña difícilmente imaginable. El griego Emmanouil Karalís, con 6,05, y que no falló por mucho en los 6,10, lo obligó a un esfuerzo extra que, quizás, aconsejó al sueco no intentar batir su récord del mundo. No está acostumbrado a que lo achuchen y, probablemente cansado, dejó el intento de récord para mejor ocasión.

A Ingebrigtsen lo apretó un poco el etíope Berihu Aregawi. Jakob (7:46.09) lo superó en la recta final con el esfuerzo justo (Aregawi hizo 7:46.25, en lo que podría dar la impresión de un final ajustado). El noruego no se excedió porque ahora tiene que disputar la final de los 1.500. A Holloway no lo incomodó nadie. Tampoco a otra de las estrellas del Campeonato, la etíope Freweyni Hailu, cómoda vencedora (8:37.21) en unos 3.000 con Marta García en séptima posición con marca de la temporada (8:40.80).

España mantiene unas balas en los 800 con Josué Canales y, en los 1.500, con Mariano García, Adrián Ben y Esther Guerrero.

TITULO: Cartas en el Cajon - El príncipe del País de las Mentiras,.

El príncipe del País de las Mentiras,.

Erika, la hija de Thomas Mann, escribió para su efímera compañía de cabaret hace casi un siglo canciones eternamente actuales,.

 Desde la izquierda, Erika Mann, Pamela Wedekind y Klaus Mann, en 'Anja und Esther'. La imagen fue publicada en 1925 por el 'Berliner Illustrirte Zeitung'.

foto /  Desde la izquierda, Erika Mann, Pamela Wedekind y Klaus Mann, en 'Anja und Esther'. La imagen fue publicada en 1925 por el 'Berliner Illustrirte Zeitung'.

 El sesquicentenario de su nacimiento invita a recordar la imponente figura de Thomas Mann, y no sólo como el formidable escritor que fue, sino también como la voz que se alzó firme y rotunda contra los fascismos y sus tropelías. Al día siguiente de llegar a Nueva York el 21 de febrero de 1938, en lo que sería el comienzo de su largo exilio estadounidense, The New York Times publicó algunas de sus declaraciones tras desembarcar del transatlántico Queen Mary bajo el titular, hoy tan paradójico, “Mann cree que Estados Unidos es la única esperanza de paz”.

 TITULO:  REVISTA TENIS - Naomi Osaka, o un retorno lleno de espinas, pero no exento de fe,.

 Naomi Osaka, o un retorno lleno de espinas, pero no exento de fe,.

 Osaka golpea la pelota durante el partido contra Starodubtseva en Miami.

foto / Osaka golpea la pelota durante el partido contra Starodubtseva en Miami.

La japonesa no se rinde pese a no haber logrado recuperar el nivel tras haber sido madre: “Me ha costado mucho recuperarme tras el embarazo, pero ya estoy al 75%”,.

Hace no demasiado, aunque el deporte de élite pueda llegar a traducir esos cuatro o cinco años en una eternidad, el tenis fantaseaba con la cautivadora ascensión de Naomi Osaka. La japonesa constituía poco menos que la plenitud, el siguiente gran eslabón histórico en el engranaje de las mejores jugadoras de la historia. Lo reunía todo: personalidad, exotismo, carisma, juventud, una atractiva inocencia en el discurso y, por encima de todo, un golpeo centelleante que desarmaba a las rivales con una superioridad tan abrumadora que recordaba a la de la mismísimo,.

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