viernes, 21 de junio de 2024

El paisano - Viernes - 5 - Julio - Gestiona una finca de manera regenerativa en Puebla de Don Fadrique ,. / VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Vacaciones en un barco, un lujo al alcance de todos ,. / HOSPITAL - La nueva era de la Radiología: crece la precisión diagnóstica por cada píxel con la inteligencia artificial,. / VUELTA AL COLE - A mi que me colegio,. / EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles - 3 - Julio - Manuel Pimentel ,. / EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 5 - Julio - Juan Manuel de Prada - Odio a la Belleza ,.

 

 TITULO: El paisano - Viernes -  5 - Julio - Gestiona una finca de manera regenerativa en Puebla de Don Fadrique,.

 

Viernes - 5 - Julio a las 22:10 horas en La 1 , foto,.

 Gestiona una finca de manera regenerativa en Puebla de Don Fadrique,.

 CanalSur on X: "Gabriel gestiona una finca de manera regenerativa en Puebla  de Don Fadrique (📍Granada) 🏘️ @LosRepobladores 🌐 https://t.co/livNtufHUV  📲 #SomosMásAndalucía https://t.co/al3k8gvMUW" / X

Gabriel (30 años) es madrileño. Después de acabar sus estudios de Sociología decidió marcharse a Cork (Irlanda), donde tuvo distintos trabajos, como camarero o encuestador.

Decidió regresar a España para poner en marcha un proyecto de agricultura regenerativa junto a Rodrigo, su amigo de toda la vida.

Para ello eligieron Puebla de Don Fadrique, Granada,  donde gestionan una finca de manera regenerativa y han emprendido con una empresa de comunicación que ayuda a otras empresas de la zona.

 

TITULO: VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Vacaciones en un barco, un lujo al alcance de todos,.

 

Vacaciones en un barco, un lujo al alcance de todos,.

Si sueña con unas vacaciones en el mar, sin playas abarrotadas, la solución es alquilar un barco. La manera más divertida (y segura) de recorrer la costa de la Comunidad Valenciana,.

Marina de Denia
 
fotos / Marina de Denia,.

Hace justo un año, las nubes más oscuras que podríamos imaginar se cernían sobre el cielo del sector turístico español y todos nos temimos lo peor. La crisis sanitaria originada por la Covid-19 y las fuertes medidas adoptadas para frenarla hicieron que muchos negocios relacionados con el turismo tuvieran que echar el cierre y gran parte de la población comenzó a asimilar que ese verano sería para quedarse en casa, sin poder disfrutar de sus tan ansiadas vacaciones. En medio de esa terrible tormenta un pequeño rayo de sol apareció para darnos nuevas esperanzas: muchos españolitos de a pie descubrieron, con enorme sorpresa, que unas vacaciones a bordo de un barco, además de ser una fórmula vacacional perfectamente al alcance de su bolsillo, era la alternativa ideal (y, sobre todo, segura) para sustituir su habitual destino playero. Pensándolo bien, un barco no es más que otro hogar acogedor, tan seguro como su misma casa, con su propio grupo-burbuja y alejados de cualquier masificación.

Los datos no mienten y han demostrado que las reservas de barcos de recreo realizadas por turistas españoles durante los meses de julio y agosto del año pasado crecieron una media del 55% respecto a esos mismos meses del año anterior. En puertos de la Comunidad Valenciana como Denia o Alicante, el aumento de las reservas nacionales respecto al 2019 fueron del 187% y 107% respectivamente.

Ahora, este nuevo verano, ya sin las restricciones obligadas por el estado de alarma (pero manteniendo todas las precauciones necesarias para no provocar una nueva ola), la navegación de recreo volverá a ser una magnífica opción para poder disfrutar, con total seguridad, de las costas españolas, con un precio asequible muy alejado de la etiqueta elitista e inalcanzable que siempre le habíamos colgado. El grupo-burbuja lo configuramos nosotros; ya sea en pareja, con amigos o en familia estaremos apartados de los riesgos de posibles contagios, además de tener a nuestro alcance la posibilidad de vivir una experiencia única, inmersos en plena naturaleza y con el mar como gran protagonista: podremos nadar, hacer inmersiones de buceo o snorkel, remar en kayak, practicar el paddle surf, sentir la adrenalina al surcar olas con motos de agua o disfrutar de una inolvidable puesta de sol mientras hacemos yoga en cubierta antes de cenar….y todo sin tener que desplazarnos!

La Comunidad Valenciana se ha convertido, en los últimos años, en uno de los destinos de turismo náutico más importantes y atractivos de todo el Mediterráneo. No en vano, en esta comunidad se concentra el mayor número de playas (137) con bandera azul de toda España y posee tres Reservas Marinas, dos de ellas archipiélagos donde está permitido navegar. La Agrupación de Puertos Deportivos y Turísticos de la Comunidad Valenciana nació en 2004 gracias al esfuerzo de Marina de Denia, Marina de Greenwich y Marina de Alicante, por aquel entonces las únicas marinas con gestión de puertos deportivos de toda la comunidad. En la actualidad, esta asociación agrupa un total de 14 puertos (la casi totalidad de las marinas valencianas) que están dando empleo a más de 2.000 personas a través de las 400 empresas ubicadas en sus instalaciones, todas ellas implicadas en el desarrollo turístico náutico desde el más comprometido respeto al medioambiente.

Kayak en el mar Mediterráneo
 
Kayak en el mar Mediterráneo,.

La Marina de Denia, una de las fundadoras, es el enlace marítimo por excelencia entre la península y Baleares, al estar separada tan solo 60 millas de las islas pitiusas (Ibiza y Formentera). Esta pequeña población alicantina (con apenas 42.000 habitantes) demuestra su fuerte espíritu marinero siendo la ciudad con el ratio más alto de amarres por habitante de todo el levante español. A la bondad de su clima durante todo el año y a sus aguas cristalinas hay que añadir el privilegio de poseer una de las pocas reservas marinas costeras, la Reserva Marina del Cabo San Antonio; aquí, para bucear hay que pedir permiso, no se puede pescar ni echar el ancla, hay que navegar a menos de 3 nudos de velocidad y las motos de agua están prohibidas. Todo un paraíso.

Con la comodidad que supone estar situada en pleno centro de la ciudad, la Marina de Alicante, con sus 748 amarres (con capacidad para esloras de hasta 60 metros) es la más grande de toda la Comunidad Valenciana. Además, es uno de los puertos más usados para realizar la travesía que lleva hasta Tabarca, la única isla habitada de toda la comunidad, situada a unas once millas náuticas de la costa. Fue un pequeño refugio de piratas berberiscos, con apenas dos kilómetros de largo por unos 400 metros de ancho. En el siglo XVIII Carlos III ordenó fortificarla para dar cobijo a varias familias procedentes de Génova. Aunque en la isla existen varios hostales y hoteles boutique donde poder pernoctar, lo típico es ir y volver en el día con las famosas “Tabarkeras” que salen de Alicante o Santa Pola con mayor o menor frecuencia, dependiendo de la altura de la temporada.

A las afueras de Altea, apenas a 3 kilómetros de sus pintorescas casitas encaladas, encontramos la Marina de Greenwich, un moderno puerto deportivo en medio de un entorno natural de gran belleza protegido por fuertes acantilados. Esta marina cuenta con la peculiaridad de estar situada en el meridiano 0º siendo el único puerto del mundo que se encuentra en ese punto. Las cenas en el restaurante de su Club Náutico, aparte de deliciosas, tienen un componente romántico que las hace inolvidables, sobre todo si coinciden con la luna llena.

TITULO: HOSPITAL -   La nueva era de la Radiología: crece la precisión diagnóstica por cada píxel con la inteligencia artificial,.

 

 

La nueva era de la Radiología: crece la precisión diagnóstica por cada píxel con la inteligencia artificial,.

A la nitidez de las imágenes, se suman los algoritmos de la IA para extraer información 'invisible' al ojo humano. "La IA no va a diagnosticar ni a tratar, será un instrumento más al servicio del radiólogo", explica Bernd Ohnesorge,.

 

La tendencia actual es la integración de soluciones para optimizar los flujos de trabajo, la digitalización, la integración y la colaboración,.

Los radiólogos se enfrentan cada vez a un mayor número de imágenes que leer
 
foto / Los radiólogos se enfrentan cada vez a un mayor número de imágenes que leer,.

La pandemia ha impedido la celebración habitual, este mes de diciembre, del congreso anual de la Sociedad Radiológica de Norte América (RSNA en sus siglas en inglés). Pero la cita científica, que está considerada como la cumbre anual de la especialidad, sí se ha celebrado de manera virtual y en ella se han presentado destacadas novedades.

La tendencia actual en Radiología es la integración de soluciones que permiten optimizar los flujos de trabajo con la ayuda de la Inteligencia Artificial, la digitalización, la integración y la colaboración entre los diferentes profesionales sanitarios.

«Estamos dando pasos muy importantes en el proceso del diagnóstico de precisión», destaca Luis Cuevas, director de Diagnóstico de Precisión de Philips Ibérica. De este modo, los nuevos sistemas de diagnóstico permiten captar los datos, analizarlos e informar sobre ellos, reduciendo los costes. Así, además, se logra mejorar la experiencia tanto de pacientes como de profesionales de la salud, obteniendo mejores resultados de salud.

Este aspecto es especialmente relevante, ya que datos de 1998 de la CareQuality Commision señalan que el 97% de los servicios de Radiología británicos no pueden cumplir con los requisitos de elaboración de informes para las historias clínicas. Además, según un estudio de Reaction Data de 2015, la repetición de las diferentes pruebas de imagen cuesta miles de millones de euros al año en todo el mundo.

La pandemia causada por el coronavirus ha empeorado aún más esta situación: se estima que se han dejado de hacer entre el 50% y 70% de las imágenes radiológicas. Los radiólogos deben realizarlas ahora para sus pacientes habituales –oncológicos, cardíacos y de otras afecciones– mientras apoyan también a las unidades de cuidados intensivos que tratan a los pacientes con Covid-19.

Como resume Kees Wesdorp, jefe de negocio de Diagnóstico de Precisión de Philips, “en los últimos años ha aumentado, de manera exponencial, la necesidad de pruebas radiológicas. Esto conlleva, además, una ingente cantidad de trabajo para los radiólogos, falta de eficiencia en la realización de pruebas y la tardanza en la toma de decisiones por parte de los clínicos».

Otros aspectos preocupantes, en su opinión, son «la rotación de las plantillas, los niveles de capacitación y la necesidad de mantener la estandarización tanto de la calidad de las imágenes, como de la experiencia del paciente. Estos puntos débiles se han acentuado, todavía más, por la pandemia».

A todo esto debe sumarse la falta de radiólogos. En la actualidad, hay unos 5.000 radiólogos en España y muchos de ellos se jubilarán en los próximos diez años, según datos del año pasado, publicados por el doctor Salvador Pedraza, director del Instituto de Diagnóstico por la Imagen (IDI) del departamento de Radiología y Medicina Nuclear del Hospital Doctor Josep Trueta y del Hospital Santa Caterina de Gerona. Esta falta de profesionales se produce también en otros países, como Estados Unidos, Australia, Sudáfrica y Reino Unido.

¿Cómo afrontar estos retos? Para Luis Cuevas, los tres pilares de futuro deben ser una mayor velocidad en las pruebas radiológicas, una mejor comodidad para los pacientes y los profesionales y más confianza en el diagnóstico. Desde su punto de vista, el principal objetivo «es ser capaces de utilizar tecnologías como la inteligencia artificial para ir más allá de lo que está haciendo ahora en los servicios de Radiología. Así, lograremos que el proceso sea más rápido, más integrado, más colaborativo y más predictivo».

Dos nuevas soluciones

Para lograr estos objetivos, Philips ha presentado en el Congreso RSNA dos soluciones: Radiology Workflow Suite y el Centro de Comando de Operaciones Radiológicas. La primera solución consta de diferentes herramientas que permiten mejoras en diferentes campos como la programación y la preparación, la adquisición de imágenes, la interpretación de imágenes y datos y la realización de informes y comunicación de resultados. Además, fomenta la colaboración en la toma de decisiones, en la elección de resultados y en el seguimiento de los pacientes.

Por su parte, el Centro de Comando de Operaciones Radiológicas es una de estas herramientas que se integra en el Radiology Workflow Suite. Permite que los radiólogos escaneen de manera correcta y a la primera, con la asistencia remota de especialistas.

«Es un componente integral que permite a los radiólogos virtualizar las imágenes mediante la configuración de un modelo único de operaciones que permite extender su talento en cualquier lugar. Trabajar con colaboradores como RadNet, que son expertos en imágenes avanzadas, hace que la virtualización de imágenes cambie el panorama en el flujo de trabajo en Radiología», concluye Kees Wesdorp.

Eficiencia en el análisis clínico

Uno de los principales retos de los radiólogos es que, cada vez más, se enfrentan a un número mayor de imágenes que tienen que leer. La herramienta Workflow Orchestator, que integra el uso de Inteligencia Artificial, permite que reciban una lista de trabajo priorizada.

Además, la solución de visualización avanzada IntelliSpace Portal permite a diferentes departamentos acceder a los datos de los pacientes, logrando una mejor eficiencia en el análisis clínico con el apoyo de herramientas de Inteligencia Artificial como, por ejemplo, un algoritmo para la detección de lesiones de Covid-19.

TITULO:  VUELTA AL COLE -  A mi que me colegio,.


 A mi que me colegio,.

 

 

VAS A ESCOLARIZAR A TU HIJO? TE OFREZCO EL MEJOR COLEGIO – Desde mi Azotea

fotos / A Manu Carbajo la inspiración le llega trabajando. El día más caluroso de una ola de calor sahariano se deja preguntar, en un Madrid semivacío, por su última novela, Cartas desde el desierto. El libro salió cuatro días antes del estado de alarma y se quedó acumulando polvo en las estanterías de las librerías, pero ahora resucita en días de polémicas políticas. Habla de literatura juvenil, de los lectores que afrontan con él sus primeras historias y de recuperar el paso tras —o en medio de— el coronavirus. De un público que, después de cuatro meses, podría haber pasado a otra cosa, pero que él sabe que sigue esperando.


—Lo de young-adult o joven-adulto huele a etiqueta, pero también es un marco muy amplio…

"Me gusta leer adulto y la novela que he empezado a escribir en el confinamiento empezó como joven-adulto y, al final, ha salido adulta. Voy a dejarla reposar una poco, pero es que es una línea muy fina"

—Los que escribimos young-adult tenemos un pie en lo joven y otro en lo adulto, nos puede leer alguien de 14 o 15 —mínimo 13— como alguien mayor. Aunque he tenido lectores más jóvenes, hasta de 10 años. Nosotros somos ese germen literario que no sabes dónde encajar porque abarcamos un espectro muy amplio. Tienes a la chiquilla, lectora consumada, y a su madre, que te dice que también le ha gustado mucho.

—¿Tras unos cuantos libros así, no te planteas el salto a lo adulto?

—Me lo llevo planteando un tiempo. Me gusta leer adulto y la novela que he empezado a escribir en el confinamiento empezó como joven-adulto y, al final, ha salido adulta. Voy a dejarla reposar una poco, pero es que es una línea muy fina. Piensa en Marina de Carlos Ruiz Zafón, que a mí me mandaron el colegio pero es muy, muy oscura. Y también me ha pasado lo contrario con El pantano de las mariposas de Federico Axat, que se vende como adulto pero es muy juvenil.

Y entroncando con ese factor de evolución, ¿tú cómo ves la autoedición si eres un joven autor?

"Es la historia de un desvalido, un soldadito cojo enamorado de una bailarina tullida. Me parece una historia oscura, y una buena forma de homenajearlo en la novela"

—Soy partidario de tener un editor siempre, te da una perspectiva mucho más amplia. Cuando se lee la novela te da una segunda opinión desde la experiencia. Un editor no corrige las faltas de ortografía, para eso están los correctores. Antes está el editor, a quien le cuentas la historia si te atascas en ella, porque el trabajo de escribir es solitario. En el último tercio de novela, yo pierdo la objetividad incluso dentro de mi propio universo, y ahí me viene muy bien una cabeza que no esté tan metida y me ofrezca un cierto respiro.

—Al final del libro revelas una historia que te ha inspirado. Por no caer en spoilers, porque tu libro es carne de spoiler…

—Es difícil, sí.

—¿En qué medida has respetado ese cuento, o te has perdido en la traducción?

—Ese cuento del que tú hablas es El soldadito de plomo. Procuramos no decir cuál es al principio. Cartas desde el desierto es un encargo, me contactaron porque trabajaban en retellings, coger una historia clásica y darle una vuelta mezclado con temas de bullying o LGTBI. Yo ahí saqué la caja de las ideas y en concreto una, la del regreso a la mili… Y ahí me vino El soldadito de plomo. Es la historia de un desvalido, un soldadito cojo enamorado de una bailarina tullida. Me parece una historia oscura, y una buena forma de homenajearlo en la novela.

—Hablas del contenido LGTBI, pero pones al lector en una perspectiva distinta a la de estos relatos. No sé si es por la primera persona, los dos puntos de vista u otra cosa…

"Hitchcock hacía cine por y para los espectadores, les planteaba preguntas y eso me gusta mucho. Ir dejando pistas, contar ciertas cosas, y que sea el lector quien lo descubra"

—Siempre intento, respetando los valores que querían tratar en el libro, que todo sea lo más orgánico posible. Son historias que me hubiera gustado leer cuando era un chaval. Que se alejasen de la homofobia o el maltrato, porque hay muchas historias —muy necesarias, una cosa no quita la otra— que lo cuentan. Sí es cierto que es una historia de descubrimiento, uno se da cuenta de que se enamora de un chico y el otro lo sabe ya, pero es una historia de amor independientemente del sexo de ambas personas. No les preocupa enamorarse de un hombre, sino haberse enamorado. Quería que fuera lo más orgánico y natural y no algo impuesto.

—Pero a ti te va la marcha. Esto es un romance, pero hay tanto suspense y recursos de thriller como un romance puede admitir…

—A mí me gusta jugar con el lector, me viene de mi parte cinéfila y mis trabajos en el cortometraje. Me gusta jugar con el espectador y también jugar con el lector. Hitchcock hacía cine por y para los espectadores, les planteaba preguntas y eso me gusta mucho. Ir dejando pistas, contar ciertas cosas, y que sea el lector quien lo descubra. Me cuesta mucho definir el género de Cartas desde el desierto.

—¿Libros o películas, y cuáles?

—En cine, mi santísima trinidad es Hitchcock, Shyamalan y el tercero en discordia o Nolan o Fincher. Esto deseando ver Tenet. Pero esos cuatro son mis influencias mayores. En literatura me gusta Ruiz Zafón, que juega a algo muy parecido; Marina es una historia de amor dentro de una de terror. Para este libro hay uno que me encantaba, Hoyos, de Louis Sachar, también veo mucho Rebeldes de Susan Eloise Hinton —la película de Coppola es una adaptación estupenda—. Dentro del mundo del libro me han inspirado más historias juveniles de chavales conflictivos, y también mi trabajo de documentación sobre la mili: una de mis lecturas a la hora de construir su universo es Yo fui a la mili.

—Entre tanta agenda y referencia igual se pierde uno a Manu Carbajo.

"La mili nació con Carlos III por si el país entraba en guerra y ahora eso no tendría sentido, así que tiré por la necesidad de reforestar un desierto"

—Una de las cosas que me definen son los giros finales, lo hice en Electro y Olvídate del resto, lo hago aquí y tengo pensado seguir haciéndolo. Me gusta esa firma. Me gusta contar no dos realidades, pero sí hacer ver al lector una realidad y enseñarle al final otra. Es una parte muy mía. Pero hay algo muy personal en este libro. En Olvídate del resto me pasó con la parte familiar, y aquí la fue la más romántica y de descubrimiento. Me gusta trabajar los personajes más allá de la incógnita del lugar y el suspense.

¿Cómo defines tu proceso creativo?

—Empiezo por el tejado, por el final. Pero siempre tengo una premisa, en este caso que vuelva el servicio militar obligatorio. A mi editor eso le pareció potente. Una vez que sé empezar y acabar, sé como tejer todo. Esta novela ha sido muy rápida, dos meses de preparación centrados en la mili, con un trabajo documentación importante para adaptarla al día de hoy. La mili nació con Carlos III por si el país entraba en guerra y ahora eso no tendría sentido, así que tiré por la necesidad de reforestar un desierto. Pero tú, que te lo has leído, sabes que hay una guinda.

—Tú haces más cosas aparte de novela. Guion de cine, dirección de cortometrajes, audiolibros… ¿Me dejo algo?

—Soy realizador audiovisual, me dedico al mundo del vídeo. Narro con imágenes y eso se me pega a las novelas.

—¿Tú trabajas para vivir o vives para trabajar?

"Siempre hay asignaturas que te gustan más que otras, proyectos insulsos que dan de comer y otros... otros en los que te olvidas de que estás trabajando"

—Me decanto por lo segundo. Adoro mi trabajo y sí que es cierto que me gusta tener una vida aparte, pero mi vida va ligada a crear y contar historias, y eso me da la vida. Creo que nos pasa a los que creamos: es una enfermedad, una maldición, pero tengo la inmensa suerte de haberlo convertido en mi profesión.

—Es el lado optimista, pero si trabajas en cultura tienes que tocar varios palos si quieres ganarte la vida.

—Sí, me encantaría decir que vivo solo de los libros, o de hacer películas, pero no es el caso. Me toca un libro por aquí, una película por allá, la publicidad… Intento ser optimista. Siempre hay asignaturas que te gustan más que otras, proyectos insulsos que dan de comer y otros… otros en los que te olvidas de que estás trabajando.

—¿Cómo está la cosa tras el virus? Tú mismo tuviste que cortar la promoción por el estado de alarma y el libro se quedó esperando en las librerías durante meses.

"Estoy acostumbrado al poco a poco y ahora es todo lo contrario. Esta semana salió el disco nuevo de Taylor Swift pero hoy ya se habla de otra cosa"

—Fue un palo. Cartas desde el desierto salió cuatro días antes del estado de alarma. Teníamos pensadas varias presentaciones y Sant Jordi, el libro iba a salir en casi toda Latinoamérica… Ahora no se puede pensar a largo plazo. Estamos viviendo el día a día y por eso ir al Celsius en Avilés fue importante. De la misma manera que los bares abrieron, en el mundo editorial hay que hacer lo mismo. El eBook ha aumentado las ventas, eso es verdad, y muchos chavales me han mandado en el confinamiento una foto del Kindle. Pero otros han decidido esperar a su librería.

—Una pregunta tiene que ir por cómo te relacionas con ellos o, más bien, ellos contigo. Porque tienes una barbaridad de seguidores. ¿Cómo percibes a ese lector al que tú apelas?

—Los define que son muy inquietos. Yo voy a cumplir 31 y me considero joven, pero un chaval de 20 años ya tiene una actitud distinta. Ahora ellos devoran. Son una generación del ya, el ahora, todo inmediato. De ver una temporada en Netflix en un par de días cuando yo soy de un capítulo a la semana. Estoy acostumbrado al poco a poco y ahora es todo lo contrario. Esta semana salió el disco nuevo de Taylor Swift pero hoy ya se habla de otra cosa. Yo mantengo mis redes para hablar con mis lectores, y una cosa que he intentado ha sido representar una parte de lo que sería una clase de un instituto de hoy en día, chicos de 16 de ahora que no tienen nada que ver con cuando yo los tenía. Vuelvo otra vez a la mentalidad que refleja Twitter, y es que hoy pueden estar enfadados o emocionados, pero mañana se les ha olvidado porque están a otra cosa. Eso me fascina y tengo que estar a la altura.

—¿Y no temes que al hacer eso, un autor adulto te diga: “paparruchas”?

"El final le da cierto sentido a cosas, le da peso, una pieza final que encaja. Sí es cierto que muchas veces, para sorprender al lector, viniendo del cine, me digo: ¿qué herramientas me aporta la literatura que no me aporta el cine para sorprender?"

—Eso pasa. Incluso en el Celsius, con autores encantadores a los que les dices que escribes juvenil y te contestan, “ah, que mono”. Pero me da igual. Sí es cierto que hay elitismo. Ahora en verano, con las listas de recomendados, la mayor parte son libros adultos, hay pocos libros que sean de juvenil y los que hay son best-seller. Sí es cierto que queda mucho por hacer y a veces pienso que la definición juvenil nos limita. Pasa también con el cine, si categorizas. Las ventajas de ser un marginado es una película juvenil pero trata temas que comprende un adulto.

 —Tú das la información de manera muy visual, cinematográfica, pero de repente utilizas eso para abofetear al lector, ocultarle cosas. Es una manera de mezclar imagen y palabra, película y novela.

—Completamente, y tú sabes el giro final que hay. Yo sé todo, absolutamente todo, pero a la hora de contar la historia no necesito contar todo. El final le da cierto sentido a cosas, le da peso, una pieza final que encaja. Sí es cierto que muchas veces, para sorprender al lector, viniendo del cine, me digo: ¿qué herramientas me aporta la literatura que no me aporta el cine para sorprender? Y juego con eso. El cine es más dictatorial, pero en literatura tienes que imaginar. Y es divertido, me lo paso muy bien. Me desespera cuando, al corregir, veo que he metido la pata y contado más de la cuenta.

—Por acabar donde empezamos, ¿no temes que tachen la novela de demasiado poco gay? Porque no es intensa en ese sentido, no es reivindicativa.

—Pues me ha pasado justo lo contrario. Los chavales que leen LGTB han agradecido que no sea tan reivindicativo. La reivindicación para mí consiste en tratar el tema con naturalidad y de manera orgánica. El peso no está en la homofobia o el machismo, aunque están ahí. Me molesta cuando veo que algo se está contado para denunciar, que no se cuida la historia y que se trabaja en el panfleto. Yo intento no hacer lo que no me gusta que me hagan a mí.

 

  TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles - 3 - Julio   - Manuel Pimentel   ,.

En la tuya o en la mía  - Miercoles    -  3  - Julio  ,.

 En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles- 3 - Julio  , etc.

 EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -  3 - Julio - Manuel Pimentel ,.
 
 Manuel Pimentel ,.
 
Manuel Pimentel: «Estamos jugando con las cosas de comer»

foto / Manuel Pimentel: «A la política agraria europea no le preocupa nuestra despensa»

El ex ministro, editor y escritor analiza el estado de la agricultura en su último libro, 'La venganza del campo', y será premiado por el ICAS y Asaja Sevilla,.

Manuel Pimentel (1961) vive en el campo y es ingeniero agrónomo de formación, además de doctor en Derecho y diplomado en Alta Dirección de Empresas. Conocido en la esfera pública por su papel como ministro de Trabajo y Asuntos sociales durante el gobierno de José María Aznar, ahora está a los mandos de Almuzara, editorial en la que ha publicado ‘La venganza del campo’, libro en el que explica, a través de diferentes artículos, su visión sobre los ataques al medio rural, a los agricultores, y porqué la subida del precio de los alimentos es una «venganza bíblica».

Su voz discordante, y su apoyo a unos agricultores que viven un momento crítico, le ha valido el reconocimiento del propio sector agrario. De hecho, este martes le será entregada la Distinción de Honor por parte de Asaja Sevilla y el Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM), que celebrarán la décima edición de este premio en la capital hispalense.

—Debe ser satisfactorio que sea el propio campo el que reconozca su defensa del medio rural, ¿se ha encontrado mucho apoyo en el sector tras la publicación del libro?
—Sí, lo cierto es que estoy muy agradecido por este galardón, que además está impulsado por Asaja y el ICAM, organismo con mucho prestigio que lleva años investigando las dinámicas agrarias y de la alimentación. Además, significa que estamos en un proceso de cambio. Como sociedad, nunca nos hemos preocupado por los agricultores, y ahora es cuando las familias han empezado a darse cuenta de que el precio de los alimentos sube y les pesa la cesta de la compra.

—El campo andaluz lleva años movilizándose, unas protestas que obligó a parar la pandemia. Ahora han vuelto en Alemania y otros países europeos. Sin embargo, han sido los precios los que han hecho reaccionar a la gente.
—Esa es la tesis que explico en «La venganza del campo». Tú puedes castigar al campo, pero al final, se vengará como ha hecho siempre, produciendo menos alimentos y, por ende, provocando que estos suban de precio. Venimos de un periodo en el que el precio de la alimentación ha sido muy bajo, no se le ha dado importancia, como si los alimentos apareciesen en el supermercado por generación espontánea. Entre los años 2000 y 2020, los precios eran bajísimos, porque en Europa ha habido cosecha, y porque la globalización permitió traer alimentos de donde eran muchos más baratos. Ahora todo eso ha cambiado.

—Cuenta, como símbolo de ese ‘desprecio’ al campo, que se llegó a cambiar el nombre de Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

—Sí, es un símbolo de que el concepto de agricultura se veía anticuado frente a conceptos nuevos como sostenibilidad. De hecho, toda esta nueva corriente sostenible tomó mucha fuerza, y durante años, todas las normas que se han impulsado ha limitado, restringido y complicaba la producción agraria. El agricultor ha pasado a ser percibido por la sociedad como un enemigo del medio ambiente, cuando ni muchísimo menos lo es. Esta persecución normativa, unida a la sequía y a la desglobalización, han provocado que los precios hayan subido, y lo van a seguir haciendo.

 
Manifestación de agricultores en Córdoba ,.

Políticas europeas

—Esa normativa más preocupada por el medio ambiente que por la agricultura ha llegado, incluso, a la Política Agraria Común (PAC).
—A la política agraria europea no le preocupa la despensa de los europeos. Es como si la UE quisiese el campo europeo para pasear, y la comida que nos la traiga de países terceros. Eso es una irresponsabilidad, máxime en estos momentos de conflicto militar extendido.

—Otro gran problema del campo es el relevo generacional, ¿qué hay que hacer para que sea una alternativa a considerar por los jóvenes?
—Es normal que no atraiga. Es una actividad en la que se gana poco dinero, se trabaja muchísimo en condiciones duras y encima eres despreciado, cuando no atacado, por la sociedad. Se quiere un campo limpio, para pasear. Molestan los tractores, los invernaderos, las granjas…. Las leyes han castigado la actividad agraria, y los agricultores están mal vistos. ¿Quién va a querer estar en ese entorno? Si el agricultor recupera prestigio, porque la sociedad percibe que es el profesional que nos alimenta, con una rentabilidad razonable e incorporando la vanguardia tecnológica, volverá a atraer jóvenes.

—Al campo se le ataca hasta de los propios gobernantes, el anterior ministro de Consumo, por ejemplo, no dejó de hacerlo en toda la legislatura.
—Dentro de la sociedad hay una forma de pensar, incluso, más dura, el animalismo en su ámbito más extremo. En una sociedad eminentemente urbana, que ama a sus mascota, se está extendiendo el concepto de «alimentación moral»: no quieren comer carne y, si lo hacen, no quieren que haya mataderos o granjas. De hecho, estas últimas son las más atacadas. Creo que hay que empezar un debate intelectual sobre esto, porque comer una buena ensalada está estupendo y es muy moral, pero comer una buena chuleta también lo es.

La sequía

—En su libro habla de que los trasvases llegan a ser, incluso, un tabú. ¿Por qué, en un momento de sequía tan grave como el actual?
—Nos hemos acordado de la alimentación ahora que ha empezado a subir de precio, y nos estamos acordando del agua ahora que llueve poco. Llevamos años despreciando el campo y sin invertir en las infraestructuras hidráulicas que necesitan tanto el sector agrario como el abastecimiento humano, y ahora lo estamos pagando caro. Lo cierto es que tenemos una gestión del agua muy mejorable. Creo que los grandes desafíos de la próxima generación son la política agraria, la alimentación y el agua. y es que no deja de ser un contrasentido que hay políticos que critican los trasvases, por ejemplo, y en la siguiente frase protestan por la subida de precio de las verduras. Esto es muy fácil: si se cierra el grifo, no hay verduras, y las pocas que hay son muy caras. Tenemos que optar como sociedad, y ser conscientes de que, si cerramos el grifo y priorizamos otros aspectos en vez de la agricultura, las verduras van a ser pocos, caras y solo para ricos.

 

TITULO :EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes  -   5 - Julio -   Juan Manuel de Prada - Odio a la Belleza ,.

MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -   5 - Julio  ,.

MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne,.

acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco  a las 22:00, el viernes  -  5 - Julio  ,etc.

  EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 5 - Julio -  Juan Manuel de Prada - Odio a la Belleza ,.
 
  Juan Manuel de Prada - Odio a la Belleza ,.
 
 Juan Manuel de Prada: Odio a la Belleza - XLSemanal - Abc
 
 
  Juan Manuel de Prada - foto  ,.
 
 ¿Qué se siente cuando estás a punto de morir porque de pronto te encontraste, por puro azar y sin quererlo, en el momento y el lugar equivocados, tomados al asalto por fanáticos asesinos adictos al oscurantismo, al odio y la ignorancia, a la consigna de un vivir entre tinieblas? Mi última novela, Atentado, surgió precisamente de esta pregunta y de una de mis tantas, tantísimas conmociones sentidas frente a las imágenes del horror a partir del 11S neoyorkino, de nuestro 11M madrileño, de las subsiguientes infamias sufridas en Londres, la redacción de Charlie Hebdo, Niza, Berlín, París, las Ramblas barcelonesas… Mi libro, una novela coral con todo el acento puesto en la intensidad de sus personajes, narra los últimos instantes de una serie de gentes de edades, orígenes y condiciones muy diversos, atrapados por el terror de un atentado yihadista con atropellos iniciales, acuchillamientos al azar y toma posterior de rehenes en un emblemático teatro modernista de Finis, la imaginaria ciudad cantábrica presente en buena parte de mi narrativa. La novela entera me llegó de improviso como una llamarada, obligándome a abandonar otra a medio hacer, e instintivamente supe, porque así sucede casi siempre con lo que de veras “se necesita escribir”, que debía atender su reclamo, la voz de sus protagonistas, habitantes, turistas o visitantes ocasionales de mi inventada localidad. Algunos de ellos, como por ejemplo una niña, un kiosquero sustituto, una jovencísima guía turística con contrato eventual, una policía primeriza, un chico que nunca llegó al despacho de abogados a firmar su divorcio, un gruñón y desubicado dramaturgo holandés, una vital neoyorkina nacida en Egipto de origen copto o un estudiante de arquitectura de Fuenlabrada, llegaron a obsesionarme tanto que sus “rostros” y “biografías” me despertaban por las noches. Y a unos cuantos, incluso, de estos personajes, los he querido, los quiero como a amigos íntimos, que por desgracia alguna vez se apartarán a un lado, cuando otros seres, otras voces y otros ámbitos me induzcan a las nuevas historias por llegar y escribir. Ellos no son de “carne y hueso”, pero son “reales”, mucho más auténticos que tantos otros que caminan a mi vera por las calles. Mientras los pensé, los soñé, los escribí, lo eran, como lo son y lo serán mientras alguien los descubra al leerlos. Al igual que las figuras de sirena e hipocampo del fresco del teatro de Atentado, convertidos en señas de identidad de mi ciudad soñada, hasta el punto de competir en sus ficticios imanes y postales turísticos con la portada gótica de su célebre catedral… Cuando yo misma me creo y me adentro en semejantes locuras, sé que la novela que estoy escribiendo va bien en el sentido de que se ha anclado muy profundamente en mi interior. Y que dicha ficción tiene su propio lenguaje, su personal estructura, su ritmo interno. Durante el proceso de creación se trata de atenderlos y de no traicionarlos. Por eso, este libro, que a pesar de contar una historia trágica le apunta a la diana y las luces de las grandes esperanzas, necesitaba de una escritura sencilla, sin preciosismos ni alharacas de ningún tipo, de un ritmo ágil y de una técnica como la del estilo libre indirecto que permite el vaivén, las idas y venidas entre el adentro y el afuera de lo narrado, la conciencia, la psique de los diversos personajes. Aquí coexisten víctimas y verdugos, pero si rehuí, al cabo de un somero primer borrador inicial, la primera persona narrativa, es porque no me dio la gana meterme del todo en la voz y la piel de un yihadista, actual heredero de los peores y más sombríos legados, incluido el nazi (recuerden, por favor, el entusiasmo de cierto gran muftí a favor de la creación de la división SS Kandahar). He querido simplemente contar una historia, muchas historias, a las que el odio más estúpido y abyecto les puso punto final antes del tiempo de su tiempo. Las de personajes, personas de papel, de toda índole y origen (la primera víctima es una mujer marroquí llena de proyectos e ilusiones) que una fatídica mañana de agosto llegaron, parafraseando a Balzac, hasta el final de su destino. El peor de los destinos. Y, sin embargo, quise, y espero que el lector así llegue a advertirlo, que esta novela, que acoge vivencias, sueños y pesadillas de seres hijos del XX y del joven, pero ya terrible XXI, con sus traumas, cargas y regalos a cuestas, se acerque al antes de ese destino. Porque en estos últimos minutos de vida de los personajes están sus vidas, la fuerza de los recuerdos y experiencias, el amor al mundo y a sus alegrías y placeres. Y es que, en el fondo, Atentado es también y sobre todo una declaración de amor a la belleza y la diversidad, encarnadas por la pintada pasión entre una sirena y un hipocampo, y a la vida que no admite voladuras ni tachones por parte de quienes abominan de ilustraciones, dignidades y dichas.
 
 

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