jueves, 11 de julio de 2024

Metrópolis - La llave guardada de mi casa en Managua ,. / DIAS DE TOROS - Una mansada de época en la festividad del Patrón , . / Retratos con alma - Maggie O'Farrell: "El hogar puede ser el lugar más peligroso para una mujer",.

 

 TITULO: Metrópolis -  La llave guardada de mi casa en Managua,. 

  El lunes - 29 - Julio , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.

La llave guardada de mi casa en Managua,.

 Llaves hebreas expuestas en el Museo Sefardí de Toledo.

 Llaves hebreas expuestas en el Museo Sefardí de Toledo.

Una maleta abierta simboliza las incertidumbres y las esperanzas del destino que pesa sobre todo exiliado en cualquier parte del mundo,.

 Uno de estos días, por azar, me encontré en el forro de una maleta las llaves de mi casa de Managua. Me las había metido en el bolsillo, como siempre, aquella mañana de mayo de 2021 en que mi mujer y yo salimos hacia el aeropuerto sin saber que, al cerrarse la puerta tras nuestros pasos, ya no volveríamos a traspasar el umbral,.

 

TITULO:  DIAS DE TOROS  - Una mansada de época en la festividad del Patrón,.

 

 

Una mansada de época en la festividad del Patrón,.

La capacidad de Miguel Ángel Perera, que ve toro por todos lados en una sorda labor, sobresale con los bueyes del Parralejo en la festividad del Patrón,.

foto / Miguel Ángel Perera, con el Hostelero segundo,.

 

Hay cosas del toreo moderno que no se entienden muy bien, al menos en cuanto a aquello que se conoce como el «sistema», tan viciado y manipulado que parece alejarse cada vez más de aquello que quiere ese público que sostiene el espectáculo. Ejemplos hay muchos y Miguel Ángel Perera es uno de ellos. Un torero como la copa de un pino, un hombre que se ha labrado a pulso su condición de figura rindiendo a los aficionados de todas las plazas y con logros tan irrefutables como ser el torero en activo con más Puertas Grandes en Madrid, seis como matador y una como novillero, pero al que su independencia le ha lastrado hasta el punto de que, ahora que celebra el vigésimo aniversario de su alternativa, parece que las empresas le ponen a prueba nuevamente. De eso y otras cosas hablamos con el extremeño para LA RAZÓN.

Si pensaba, Miguel Ángel, celebrar el aniversario con una fecha especial, creo que con la Puerta del Príncipe más sólida de la pasada feria de Sevilla ya estaría, ¿no?

[Sonríe] ¡No está mal! Es verdad que cumplir 20 años como matador de toros hace que pienses que debería ser un año especial, pero también te digo que no me gustaría que la temporada solo se recordara por los números, en este caso en por la cifra del calendario. Quisiera que fuera por los hechos y, afortunadamente, Sevilla aparece ahora como uno de esos sueños cumplidos. He tenido muchas tardes bonitas en esta plaza y rocé varias veces un triunfo importante, pero por unas cosas u otras nunca llegó. Tampoco me obsesioné, pero sí que lo deseaba. Pero mira, yo creo mucho en «el de arriba» y él ha querido que este año se dieran las cosas y salió una tarde redonda, la disfruté muchísimo y ha sido una buena manera de empezar a conmemorar estos 20 años, porque la temporada sigue.

Durante su carrera ha tenido etapas de mayor y menor consideración por parte de las empresas, pero nunca se le ha reconocido como un torero que se haya «acomodado» y que siempre ha preferido seguir su camino aunque le pueda pasar algún tipo de factura.

Tú lo has dicho, son diferentes etapas, porque tu carrera te va abriendo un camino y te va llevando, pero por supuesto que también es una forma de entender la profesión. 20 años dan para mucho y la experiencia que acumulas te va marcando y enseñando cosas. Por ejemplo, mi etapa con Fernando Cepeda, que ha sido el apoderado con quién más he compartido en este tiempo, me marcó mucho y aprendí una barbaridad con él, pero siempre he tomado las decisiones por convicción propia, no por ser abanderado ni por demostrar nada a nadie. No sé si a eso se refieren con lo de la independencia, porque otras veces he elegido personas que tenían o participaban, o no, en empresas, pero lo hice porque pensé que me podían aportar personalmente y como profesional, más por un tema de «feeling» que por una cuestión de conveniencia. Es verdad que, probablemente, alguna vez me costó más de lo deseado entrar en alguna feria o tener el tratamiento que pensé que merecía, pero al final las cosas terminan cayendo por su propio peso.

Para eso hay que tener mucha confianza y también saber apostar. Por ejemplo, aunque como todos los toreros tendrá sus ganaderías favoritas, tampoco le ha hecho ascos a otros hierros a la hora de hacer valer su condición de figura cuando le pusieron a prueba.

Realmente, creo que soy menos guerrero de lo que parece. Es decir, no recuerdo que en algún momento me haya movido un espíritu especialmente reivindicativo. Tengo, por supuesto, un orgullo y una ambición que me motivan a ser mejor y a conseguir cosas diferentes. Por eso he estado siempre abierto a matar corridas que a lo mejor se salen de lo que habitualmente matamos, pero lo he hecho convencido de que me podían ofrecer posibilidades reales de triunfo. Así fue cuando me apunté a la de Adolfo Martín en 2014 y le corté las orejas a un toro, o cuando también he lidiado lo de La Quinta, Ana Romero, o ganaderías de Lisardo, Núñez… Lo que nunca voy a hacer es matar una ganadería sin el convencimiento de que yo pueda triunfar con ella, por muy peculiar que sea o muy atractivo que pueda parecer.

Ya puede estar contento Rafael Molina, propietario de El Parralejo.

Es cierto que no es un hierro habitual, pero viene de una línea muy buena de Jandilla y Fuente Ymbro y ha venido demostrando con hechos en novilladas y corridas de toros el gran trabajo que están haciendo. Haber triunfado con ellos en Sevilla hizo que todo fuera más especial si cabe, porque nosotros también tenemos que darle oportunidad a este tipo de ganaderías. Ojalá los toros que vienen a Madrid tengan ese fondo que mostró la corrida de Sevilla, sería buenísimo para todos.

A Madrid quería llegar. Hábleme de Las Ventas.

[Suspira] Es la plaza, ya no de mi carrera, de mi vida. Es la que más me he marcado, lo ha sido todo para mí. Sin más. Es así. Es aquí donde he tenido quizás mis tardes más importantes con o sin Puerta Grande. Creo que me entiendo bien con su público porque cuando te exigen es porque saben que puedes dar esa dimensión que piden y me motiva sentir el respeto de Madrid. He sentido que es así y me gusta afrontar las tardes con la entrega y la verdad que te piden, va con mi forma de entender esto.

Más allá de las Puertas Grandes, ¿hay alguna tarde que recuerde especialmente?

Sin duda. Es cierto que las tardes de triunfo se te hacen inolvidables por lo difícil que es y por la satisfacción que sientes, pero tengo una tarde muy presente, en 2019, un mano a mano con Paco Ureña y la del 3 de octubre de 2008, aquella sí de Puerta Grande (y enfermería), porque fueron el reflejo de lo que creo que ha sido en mi carrera. Tardes de mucha entrega, de mucha sinceridad, de sufrimiento, de paciencia, de carácter, de tesón, de constancia, de dureza, pero también de recompensa, de remontar hasta alcanzar la gloria. Son tardes que resumen perfectamente estos 20 años y cada año ha sido un poco así: volver a empezar, a veces con más dificultad y otras con menos dudas, piedras del camino, llegan las grandes ferias y sacas tus armas, tienes tu moneda y la puedes cambiar. Al final, superas la prueba y defiendes tu sitio, pero al año siguiente tienes que comenzar de cero una vez más.

¿Qué le queda por conseguir?

Los triunfos son bonitos, pero efímeros. Al final, toreas porque te gusta lo que sientes delante del toro y siempre hay algo que se puede hacer mejor, eso es lo que persigo.

Datos de una trayectoria brillante

Miguel Ángel Perera Díaz nació el 27 de noviembre de 1983 en Puebla de Prior, Badajoz. Debutó con picadores en San Sebastián el 23 de febrero de 2002 y el 6 de junio de 2004 cortó tres orejas y salió a hombros en su presentación con picadores en Las Ventas. Tomó la alternativa en Badajoz, el 23 de junio de 2004, de manos de El Juli y en presencia de Matías Tejela, con el toro «Miliciano», de Jandilla y la confirmó en Madrid el 26 de junio de 2005, con César Rincón y Matías Tejela en el cartel y con el toro «Soldador», de Jandilla. Como matador suma seis triunfos de puerta grande en Madrid: el 6 de junio de 2008, con toros de Núñez del Cuvillo; el 3 de octubre del mismo año, en solitario, cortó tres orejas y sufrió dos cornadas graves; el 23 de mayo y el 3 de junio de 2014 con toros de Victoriano del Río y Adolfo Martín, respectivamente; el 30 de septiembre de 2017 con toros de Puerto de San Lorenzo; y el 15 de mayo de 2019, con ganado de Fuente Ymbro. El pasado 10 de abril abrió la Puerta del Príncipe de Sevilla al cortar tres orejas de los toros de El Parralejo.

 

TITULO:  Retratos con alma - Maggie O'Farrell: "El hogar puede ser el lugar más peligroso para una mujer" ,.

 

La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.  

 

 Lunes - 29 - Julio -  a las 22:40 horas en La 1 / foto,.

 Maggie O'Farrell: "El hogar puede ser el lugar más peligroso para una mujer",.

 

Después del éxito de "Hamnet", recupera la historia de Lucrezia, tercera hija de Cosimo de Medici, que falleció antes de cumplir un año de matrimonio, según algunas hipótesis, asesinada por su marido, Alfonso II d' Este,.

Maggie O´Farrell, escritora. © Jesús G. Feria.
 
Maggie O´Farrell, escritora.© Jesús G. Feria.

Maggie O`Farrell ha encontrado una voz narrativa novedosa que le permite descender hasta los recodos más apartados del intimismo y desplazarse a continuación hasta las descripciones que forman el telón de fondo de una época de una manera natural y sin caer en tránsitos bruscos. Una versatilidad que le ha ayudado a renovar el género de la novela histórica (en la línea de Hilary Mantel, a la que ella se ha referido en alguna ocasión) y ahondar en los aspectos no solo coyunturales, sino también psicológicos de los personajes. La escritora lo hizo ya con enorme éxito en «Hamnet», donde describía la muerte del hijo de Shakespeare, y repite ahora con idéntica brillantez en «El retrato de casada» (Libros del Asteroide), donde cuenta el breve y trágico tránsito por la vida de Lucrezia Di Cosimo de Medici, que fallecería antes de que cumpliera un año de matrimonio con Alfonso II d' Este. La causa oficial de su muerte fueron unas «fiebres pútridas», pero existen indicios que apuntan a que fue asesinada por su marido.

"Sin la brutalidad de sus gobernantes no existiría el Renacimiento"

Maggie O'Farrell

El Renacimiento no es como nos lo contaron.

El Renacimiento está idealizado. Es un pasado de belleza y cultura, pero esta belleza y cultura no existiría sin estos gobernantes y su forma de mandar tan brutal. Son los que daban estabilidad y hacían posible que pudiera existir esta riqueza cultural. Los Medici estaban a punto de desaparecer y Cosimo lo hizo tan bien, gracias al apoyo de su mujer, Leonor, que sobrevivieron. Recordamos siempre la belleza de estos siglos y nos olvidamos en demasiadas ocasiones que la política tiene siempre un lado oscuro. Cuando ves los retratos de boda de estas mujeres del Renacimiento reparas en esa belleza, en los trajes, la riqueza, pero a veces no percibimos, o no nos damos cuenta, de que estamos viendo niñas, que no son mujeres. Estas chicas no tenían opción de elegir nada. No podemos perder de vista la barbaridad que es que se case una niña de 14 años por un tema político. Y que lo hagan con hombres que les doblan la edad.

"En el siglo XVI, las hijas eran una herramienta política para adquirir poder"

Maggie O'Farrell

El poder es el trasfondo del libro y lo que determina la historia de Lucrezia.

El poder es la mayor influencia que existe en la historia. En los Medici y otras familias del siglo XVI, los varones podían ser condes, duques, soldados o monjes. Las mujeres solo eran herramientas para unir territorios, afianzar las relaciones, como entre la Toscana y Ferrara. Es cierto que Cosimo y Leonor, los padres de Lucrezia, formaron una pareja que se llevaba bien. Él, incluso, dejó que Leonor gobernara durante breves periodos de tiempo, algo extravagante en ese momento, sobre todo porque no hablaba el dialecto, solo sabía español. Ella fue la madre de todos los hijos que tuvieron y desarrollaron juntos una gran política. Pero eso fue una excepción. Entonces, las hijas eran una herramienta política para adquirir poder. Consulté con un economista la dote de Lucrezia. Lo que pagó Cosimo a Alfonso es el equivalente actual a un millón y medio de dólares.

Y los uxoricidios eran frecuentes.

Cuando descubrí que Alfonso d' Este había matado al jefe de su guardia y que lo mato delante de su hermana porque era su amante, me di cuenta de que este hombre también podría haber quitado la vida a Lucrezia. Pero ocurrieron muchos otros crímenes. Sin ir más lejos, la hermana de lucrezia, Isabella, también fue asesinada, justo después de que Cosimo muriera. Su hermano, Francesco, ordenó que la mataran porque tenía amantes y estaba desprestigiando a la familia. Su otro hermano estranguló a la mujer, también. Esto ocurría a menudo. Era una forma de cómo ejercer el poder. Lo vemos también en Enrique VIII y lo que le hizo a sus esposas. Esta posición de poder y lo que el poder hacía con las mujeres no era un asunto aislado de Italia. Sucedía constantemente. Los que ejercen el poder, ya se sabe, son los que marcan las reglas. Esto, lamentablemente, todavía pasa en demasiadas culturas y países hoy en día. Desgraciadamente, el hogar es el lugar más peligroso para una mujer. No es la calle, sino su casa, porque la mayoría de los feminicidios suceden ahí. Hoy está ocurriendo. Según las estadísticas, de las 148 mujeres que mueren al día, la mayoría son asesinadas por hombres de su familia y su entorno. Realmente, los hogares son peligrosos para las mujeres.

Los sentimientos, los afectos, el amor, en esa época, eran muy distintos a los de hoy. ¿Eso ha supuesto un esfuerzo?

Es el tiempo histórico lo que afecta a este asunto. En este momento de la historia, las clases privilegiadas estaban más condicionadas. Los humildes tenían más posibilidades de elegir. Lucrezia es una historia triste, pero su hermana Isabella lo pasó muy bien y tuvo amantes hasta que la mataron y dejó de tenerlos, claro. Leonor, su madre, fue un caso diferente. Amó a su marido y su marido a ella. Los dos se fueron fieles. Esto resultó crucial para este gobierno y la zona de la Toscana, aunque también era una situación muy poco frecuente. Cosimo educó a sus hijas de igual manera que a sus hijos. Leían griego, pintaban... pero yo creo que el amor y el sentimiento del amor no cambia. Lo que cambia es todo lo que le rodea, la parte social y política.

Introduce cierta justicia poética.

Ser escritora me permite darle una metavida a mis personajes. Lo que hice fue investigar en el arte del Renacimiento y, de manera especial, lo que hay detrás. Ser escritor es como aplicar rayos X: ves qué existe debajo de obras célebres. Reconoces lo que hay atrás: retratos con expresiones diferentes. Muchos de estos lienzos tienen otras versiones. Lucrezia es una de esas caras que estaban debajo de la historia de los Medici.

"Los huecos de la historia son una oportunidad narrativa para el novelista"

Maggie O'Farrell

Se ha centrado en personajes desconocidos

Lo que más me interesa es la historia que existe detrás de las historias. De Shakespeare se sabe bastante. Si fuera historiadora buscaría los hechos, pero con la escritura puedes detenerte en los huecos, en aquello que no se sabe, y rellenarlos, aunque siempre con cuidado de ser fiel con el periodo histórico. Los huecos de la historia son una oportunidad narrativa para el novelista. Suponen una ventaja. Puedo jugar con lo que no se conoce. Un ejemplo. La primera escena del libro que escribí es cuando Lucrezia se encuentra con una tigresa. En aquel momento, estaba en el confinamiento y, aunque quería ir al zoo, no pude. Me conformé con el tigre de juguete que tenía mi hija (risas). Pero esta historia que relato sucedió. Fue real. Ocurrió en la Torre de Londres y me sirvió porque era una prefiguración de lo que sobrevendría luego en la novela. Es una metáfora. Hay que saber que los poderosos del siglo XVI, solían tener zoos en los bajos de sus palacios. Era un símbolo de su poder, como tener hoy un Ferrari.

Muchos han destacado su original voz narradora.

Nunca pienso en que estoy escribiendo una novela histórica. No quiero que resulte falso, artificial o amanerado. Lo importante es que los personajes han existido y que tienes que intentar recrear la época, y también equilibrar la investigación con la narrativa. Es una cuestión personal: conectar con los personajes. Existe una parte que proviene de la investigación. Si vas a hablar de un salón renacentista, necesitas saber cómo es y cómo van vestidos las personas... pero solo una mínima parte de eso tiene que verse.

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