LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN - Revista Grada - Kathrine V. Switzer . , fotos,.
Kathrine V. Switzer,.
El dorsal 261, 50 años después,.
K. V. Switzer vuelve al maratón de Boston, donde se convirtió en la primera mujer en correrlo de forma oficial en 1967,.
No
fue la primera, aunque sí de forma oficial. No fue una líder feminista,
aunque su historia pasó como tal. No ganó, pero su instantánea, siendo
perseguida por los organizadores, tuvo mucha más relevancia que el
nombre del vencedor. En 1967, Kathrine V. Switzer se
convirtió en la primera mujer en recorrer un maratón con un dorsal
oficial, el 261. Fue en Boston.
Hoy, medio siglo después y ya con 70 años, la atleta vuelve a la
salida, y a colgarse ese mismo dorsal con el que se convirtió en un
icono del maratón.
Le gustaba correr. Una afición demasiado
avanzada para la sociedad en la que vivió. Switzer, nacida en Alemania,
nacionalizada estadounidense, comenzó a entrenarse con 19 años de forma
oficiosa. En la Universidad de Siracusa, donde estudiaba Periodismo, era
la única mujer que disfrutaba de desafiar al tiempo con un par de zapatillas.
Se unió a las sesiones del equipo masculino de cross gracias al
consentimiento del entrenador, Arnie Briggs, entusiasmado con la idea de
tener a una mujer, la primera, entre sus filas. Fue él quien le puso en
la cabeza lo maravilloso del maratón de Boston, pero también fue él
quien le indicó que ese puesto en la salida le estaba vetado: ninguna
mujer puede correr un maratón, la distancia es demasiado larga, merma su
feminidad y su capacidad reproductora, solo pueden alcanzar los 2.4
kilómetros; o los 800 metros en los Juegos Olímpicos.
Pero
una vez tuvo la idea no encontró razones para no llevarla a cabo: se
entrenó para esa distancia, y para más. No quería correr para romper
ninguna barrera, ni para liderar una lucha de igualdad, ni para entrar
en la historia. Quería disputar el maratón porque, simplemente, le
gustaba correr. Tres semanas antes de la carrera, que se disputó el 19 de abril de 1967,
Switzer consultó en las normas y no vio nada sobre el sexo de los
participantes. Se daba por hecho. Hasta que pagó sus tres dólares por un
dorsal con el número 261 y su nombre: K. V. Switzer. Nadie se planteó
si las iniciales podrían corresponder a un hombre o a una mujer. Nadie
contó con esa posibilidad. Las mujeres no corrían maratones. Se daba por
hecho.
No
lo daban por hecho sus compañeros de entrenamientos ni su familia, que
la animó desde el principio. Tampoco los otros 740 corredores que se
apostaron con ella en la salida. El temor a que fuera descubierta la
llevó a vestir un chándal holgado, y hasta uno de sus compañeros la instó a limpiarse los labios, que siempre llevaba pintados. Pero Switzer rehusó. Tenía su dorsal. No se iba a esconder.
El «no» a Gibb
Sí
se ocultaba Roberta Bobbi Gibb, la primera mujer en correr un maratón.
Aunque de forma oficiosa. La atleta de Massachusetts probó a inscribirse en la prueba de 1966, pero fue rechazada.
Decidió que correría igual, aunque tuviera que esconderse bajo una
capucha, y tras los árboles, hasta poder mezclarse en el tumulto en
cuanto dieran la salida. Su tiempo, en aquella primera incursión en el
desafío, vestida con unas bermudas de su hermano y camiseta sin mangas,
fue de tres horas, 21 minutos y 40 segundos. Pasarían treinta años antes
de que la asociación de atletismo de Boston reconociera sus méritos, y
sus victorias, en las ediciones de 1966, 1967 y 1968. La deportista, que
hoy tiene 74 años, reflejó su aventura en «Wind in the fire» («Viento
en el fuego»), que está en proceso de convertirse en documental para
reivindicar su momento.
«¡Devuélveme el dorsal!»
Casi
una hora más tardó Switzer en recorrer los 42 kilómetros y 192 metros
en 1967. Era lo de menos. Por encima de su tiempo, lo relevante quedó
inmortalizado en fotografías: en mitad de la carrera, Jock Semple,
director del maratón, persiguió a Switzer, la empujó y zarandeó al
grito de «¡Lárgate de mi carrera y devuélveme ese número!». La atleta pasó de correr a huir
mientras varios compañeros, entre los que se encontraba su novio, Tom
Miller, jugador de fútbol americano, y su entrenador, redujeron a
Semple.
A la meta llegó con los calcetines ensangrentados y sin
recibir ni un solo aplauso. Sí encontró la descalificación inmediata por
haber «mentido» en su inscripción, y a varios periodistas enojados por
tener que esperarla a ella, ya era la noticia. Y lo sería al día
siguiente, en la portada de los diarios. Una imagen para cambiar las
normas y la mentalidad. Aunque todavía tendrían que pasar cuatro años
hasta que el maratón de Nueva York admitiera a las mujeres. El de Boston, en 1972. Los Juegos Olímpicos, en 1984.
Switzer
no dejó de correr: ganó la prueba neoyorquina en 1974 y fue segunda en
Boston en 1975, antes de pasar a comentar la prueba. Medio siglo
después, con 70 años, volverá a situarse en la salida, con su dorsal
261, para recuperar la adrenalina de esos 42 kilómetros que cambiarían el concepto que se tenía de las deportistas.
«Lo que fue un momento muy desagradable hace 50 años, me marcó a mí y a
todas las mujeres del mundo. En la actualidad, en muchas carreras de
Estados Unidos, ya hay más corredoras que hombres». En 2016, se
inscribieron en Boston 30.741 atletas, 14.122 eran mujeres. Pero todo
empezó con ella.
TITULO: Cuéntame cómo pasó' - "No haremos el amor, él nos hará" ,.
Cuéntame cómo pasó - T 20 - Capítulo 369: "No haremos el amor, él nos hará",.
jueves -12- Marzo a las 22:40 horas, en La 1 / foto,.
Septiembre de 1991. San Genaro vive el acontecimiento del año: la boda de Paquita y Venancio. Todos los vecinos se involucran en los preparativos de la ceremonia, a la que asistirá la familia Alcántara al completo, incluidas las nuevas parejas de Antonio y Mercedes.
Justo antes de la boda, Antonio tiene una revelación sobre su relación con Mercedes y decide presentarse de improviso en su casa para compartirla con ella, lo que la deja bastante perpleja.
Inés también tiene pensado acudir a la boda con Belén, pero a su novia le surgen dudas a última hora. Por su parte, Toni ha ido a recoger a la abuela a Sagrillas y se presenta en la ceremonia por sorpresa. Por último, María no anda muy bien sentimentalmente. A su novio, el profesor, le han dado una beca en Berlín y propone a María irse con él.
TITULO:
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro -Un año de cárcel para un hombre de Calamonte por maltratar a una perra ,.
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro -Un año de cárcel para un hombre de Calamonte por maltratar a una perra ,. , fotos,.
Un año de cárcel para un hombre de Calamonte por maltratar a una perra,.
El animal pudo escapar de su cautiverio por sus propios medios, lo que permitió que fuera rescatada y atendida por miembros de una protectora de animales,.
Una situación que le provocó graves heridas en el cuello y las patas, así como un estado de salud deplorable debido a la falta de atención veterinaria, y que se agravó debido a que padece leishmaniosis y un tumor no maligno de 20 centímetros de longitud.
El animal pudo escapar de su cautiverio por sus propios medios, lo que permitió que fuera rescatada y atendida por miembros de una protectora de animales de la localidad, que además deberá ser indemnizada con más de 750 euros por el condenado en compensación por los gastos veterinarios que, según la sentencia, evitaron «una muerte segura» de la perra.
La sentencia considera probado que el condenado dejó a la perra en una finca de su propiedad junto al parque de San Isidro de Calamonte en torno al mes de marzo de 2019 «sin las mínimas condiciones de higiene y sanitarias», atada al cuello y a una pata trasera de tal forma que «imposibilitaba sobremanera su movilidad». Además, el suelo de este espacio del que disponía era de cemento.
A finales de marzo la perra consiguió escapar y fue encontrada por personas que la atendieron y la llevaron a una veterinaria, quien testificó que la perra pesaba 15 kilos menos de lo que debía y que presentaba lesiones múltiples no recientes provocadas por las ataduras.
El propio tribunal define este sistema de sujeción de «extrema crueldad», y añade que «aumentaba deliberada e injustificadamente el sufrimiento del animal».
De hecho, estas ataduras provocaron que las cuerdas se incrustaran en la piel del animal. Entre las consecuencias provocadas, la sentencia constata dos heridas en el cuello, una primera crónica de varios años, que abarca todo el cuello con una profundidad de 2 centímetros y el mismo ancho, y otra más corta de las mismas características.
TITULO: HOY LE TOCA -El Arroyo pierde 3-0 ante el Sestao y es noveno,.
VOLEIBOL,.
foto / El Extremadura Arroyo no pudo ayer sumar ninguno de los puntos en juego
en la cancha del CV Sestao, y perdió ante el conjunto vasco por un
inapelable 3-0 (25-16, 25-23 y 25-17), resultado que le hace descender
al noveno puesto de la tabla clasificatoria, aunque la derrota cedida
también por el CV Torrelavega propicia que el equipo extremeño se
mantenga alejado de la lucha por el descenso (siete puntos). La punta
receptora vizcaína Oihane Paskual se erigió en la máxima anotadora del
partido (14 puntos), bien secundada por Nerea Ruiz (10) y Oihane
Gutiérrez (6).El Arroyo pierde 3-0 ante el Sestao y es noveno,.
En el bando extremeño fue Luana Silva su jugadora más productiva (14), por delante de la juvenil Eva Cid (5) e Isabela Quiuqui (4). La escuadra de Arroyo de la Luz, con las bajas de Yohana Rodríguez e Isa Espino, apenas puso en problemas a su adversario, a excepción del final del segundo set.
No hay comentarios:
Publicar un comentario