Órbita Laika - Ole por los pueblos ,. / Zona indie - Cine - Clara Campoamor. La mujer olvidada,. / + Cotas - La gente habla mucho de gatos ,. / Generaciones - Se avisará grúa ,.

TITULO: Órbita Laika -Ole por los pueblos    ,.

Lunes -9- Marzo a las 22:00 en La 2 / foto,.

 Ole por los pueblos ,.

El carnaval de Badajoz llena las calles de colorido, originales disfraces, comparsas y diversión..  Toda la ciudad se echa a la calle  y miles de personas viajan a Badajoz para disfrutar de los desfiles y de la fiesta. Se trata de uno de los carnavales más importantes de España.

Badajoz vive con bastante antelación en tiempo la fiesta del carnaval. Desde meses antes las diferentes agrupaciones se reunen para crear sus disfraces en conjunto y mostrarlos en el concurso de comparsas. Así como las murgas se reunen para ensayar las satíricas letras con las que participan en el Concurso de Murgas, que tiene lugar en el Teatro López de Ayala.

Sin embargo la verdadera esencia del carnaval está en la calle. Los habitantes de Badajoz, y los visitantes que viajan desde todo el país, aprovechan estos días de fiesta para crear con elementos sencillos todo tipo de trajes e indumentarias que aderezan la fiesta con mucho humor.

Toda la ciudad vibra con el carnaval que toma las calles de la ciudad monumental de Badajoz así como las grandes avenidas de la zona nueva de la ciudad.

El domingo tiene lugar el conocido desfile de comparsas y murgas en el que participan no sólo comparsas de la ciudad, sino las de localidades vecinas.

En el desfile se lucen vistosos y originales disfraces que se complementan con elaboradas coreografías y con los atronadores sonidos de los instrumentos de percusión.

El lunes, pacenses y visitantes vuelven a salir a la calle a vivir durante toda la noche la última jornada del carnaval, que se alargará hasta la mañana del martes, cuando se queme la sardina en el barrio de San Roque.

De esta manera los habitantes de Badajoz se despiden otro año más de una fiesta que les llena de ilusión, alegría y optimismo.

TITULO:  Zona indie -Cine -  Clara Campoamor. La mujer olvidada ,.

Este lunes -9- Marzo a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto.

 

Reparto

Elvira Mínguez, Antonio de la Torre, Mónica López, Joan Carreras, Pep Cruz, Toni Sevilla, Joan Massotkleiner, Manel Barceló, Fermí Reixach, Mingo Rafols, Mar Ulldemolins, Roger Casamajor, Sara Espígul, Montserrat Carulla, Jordi Sánchez, Xavier Amatller, Joaquín Gómez, Pep Sais,.

 

 

En el año 1931, en España se proclama la Segunda República. En este contexto, las mujeres son elegibles pero no pueden votar. Clara Campoamor y Victoria Kent son las primeras mujeres diputadas que pisan las cortes, y se plantean muy firmemente luchar por los derechos de la mujer. Campoamor sabe que eso pasa por una primera y gran conquista: el voto femenino. A partir de este momento, su lucha no es nada fácil. Muy pronto encuentra su primer obstáculo: sus propios compañeros de partido, republicanos de izquierdas, temen que las mujeres voten influenciadas por la iglesia y, por ello, a la derecha, así que le dan la espalda. Ese argumento se generaliza y hace que Clara Campoamor se vaya quedando sola en el parlamento en su defensa del sufragio universal. Después de una lucha constante, y después de múltiples traiciones, el 1 de diciembre de 1931, Campoamor consigue su objetivo: el voto para la mujer.

 

 

  TITULO: + Cotas  -La gente habla mucho de gatos ,.

  El Sabado -7- Marzo a las 9:30 por La 1, foto,.

 

La gente habla mucho de gatos,.

Gato lustroso y mimoso de sedoso pelaje.

Mascotas de ayer. Los mininos de antes no tenían nombre, trabajaban mucho y comían sobras,.

Mis abuelos tenían gatos y mi hijo tiene un gato. Entre mis abuelos y mi hijo han transcurrido dos generaciones sin gatos, la mía y la de mis padres. Supongo que mis padres no tuvieron gato porque ya tenían seis niños y a mi tía Elpidia, que vivía con nosotros. Pensarían que con nueve en casa ya había bastante lío como para, además, tener un gato. Otra razón tendría que ver con el rechazo al pasado y con el espíritu de superación que todas las generaciones encarnan: los gatos en casa se asociaban con la vida rural, los ratones y el atraso. La modernidad era vivir en un piso en la ciudad y tener una estufa o un brasero de butano, pero no gatos.
Los gatos de mis abuelos no eran mascotas, no se tenían por gusto y compañía, sino que eran gatos prácticos, útiles, casi imprescindibles. Aquellos gatos, nunca blancos de angora, nunca gordos y lustrosos, nunca bellos y lujosos, eran de color gris ceniciento, estaban muy delgados y no se subían a tus piernas buscando caricias. Eran ariscos y desconfiados y solo te buscaban si tenían hambre o, en invierno, cuando se refugiaban bajo la mesa camilla al amor del brasero de picón.
Mi hijo, mis compañeros de trabajo, mis amigas hablan mucho de gatos. A mi abuela nunca le escuché una conversación que tuviera a sus gatos por protagonistas. Estaban siempre por la casa, pero ni tenían nombre ni daban que hablar. Tampoco vi nunca a mi abuela comprando comida para gatos. Ellos cumplían con su trabajo de cazar ratones y a cambio recibían un estipendio consistente en las sobras de la comida y en un permiso tácito para acomodarse en la oscuridad calentita de la mesa camilla.
Mis padres no tienen gato, pero, a pesar de contar con calefacción, sí que tienen brasero colocado en el hueco de la tarima de una mesa camilla con faldilla. La casa está calentita y no entiendo lo del brasero, que siempre tienen encendido en modo cariñoso. Yo creo que es un guiño al pasado, una versión caliente de la magdalena de Proust: el cariño del brasero los reconcilia con el paso del tiempo. Es como si no quisieran traicionar lo que fueron y, aunque no tengan gato, mantienen el brasero, la camilla y la faldilla.
Me gusta el nombre que tiene la potencia mínima del brasero: modo cariñoso. Casi no da calor, pero reconforta mucho, aunque no tanto como un gato. El otro día les pregunté a mis padres que por qué no tenían gato. ¡Qué mejor cariño que ese! Me miraron como si me hubiera vuelto tonto, pero luego reconocieron que a veces echaban de menos aquel olor a gato chamuscado, cuando el pobre animal dejaba su cola sobre el picón ardiente hasta que el dolor le hacía chillar y salía corriendo. O aquellos arañazos inesperados que propinaban cuando los pisabas sin querer.
Reconozco que con nueve en un piso, tener gato hubiera sido un despropósito. En mi casa ya fuimos menos, solo tres, pero una vez tuvimos un canario y cuando se murió, sentimos tanta pena que preferimos desterrar las mascotas para sufrir solo lo imprescindible.
Mi hijo, que no ha vivido el tiempo de los gatos útiles que cazaban ratones ni ha conocido los braseros de picón, vive con su gato tan feliz. Él y su compañera no padecen una sentimentalidad enfermiza como la mía y si hay que sufrir por la pérdida de un gato, de un canario o de un caniche, se sufre y no pasa nada.
Eso sí, el gato de mi hijo no es anónimo como los gatos de mis abuelos, tiene nombre, se lama Ódor, en honor a un personaje de 'Juego de tronos'. Es un gato guapo y mimoso que come mucho y trabaja poco. Le gustan los regazos, los sillones y las camas. Protagoniza conversaciones y no sabe lo que es un brasero de picón. Para mi hijo y mi nuera, Ódor es un amor. Para mi abuela sería un holgazán.
  TITULO: Generaciones -Se avisará grúa ,.

Se avisará grúa,.

Inés Arrimadas. / foto,.

Las primeras páginas de los periódicos sacaban este lunes las manifestaciones y disfraces ministeriales del 8-M en grande. Y en muy pequeño, o en nada, la victoria de Inés Arrimadas en las primarias de Ciudadanos. Una mujer al frente de un partido después de Rosa Díez. ¿Pero eso qué importaba el domingo? También estaba lo de un Gobierno, dos pancartas. Como la China de un país, dos sistemas.
'Hoy es chocho de marzo', se leía en alguna pancarta. Inés, por suerte, tenía otros compromisos y no fue a que la echaran de la manifestación como sí hicieron con Begoña Villacís, Marta Rivera de la Cruz o Lorena Roldán, entre otras. A las mujeres del PP no las echaron del serrallo anticapitalista. Su jugada fue maestra. ¿Cómo iban a echar a Cuca Gamarra o a Belén Hoyo si las violentas no saben quiénes son? Llegan a ir Cayetana o Díaz Ayuso y se las comen (aunque con Cayetana poco iban a pillar). Esas mujeres tan enfadadas con otras manifestantes lo que deberían hacer es poner carteles de 'Propiedad privada. No pasar. Perras peligrosas. Se avisará grúa'.
O será que en el negociado del manifiesto feminista Ciudadanos siempre será peor que el PP. En el vídeo que han hecho las mujeres del PP, donde cada una elogia a otra de partidos diferentes, a Cayetana Álvarez de Toledo le toca Inés Arrimadas. La llama valiente. En el libro que sale el 15 de abril, Albert Rivera se califica a sí mismo como 'Un ciudadano libre'. Libre, como el sol cuando amanece pero menos valiente que Arrimadas, que se ha quedado a tratar de levantar el partido tras el desastre de las últimas elecciones. Seguramente porque como una pancarta en Bilbao decía a propósito de las mujeres «Somos más fuertes que un Nokia».