miércoles, 5 de junio de 2024

Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado - 15 - Junio - El rubio de Stormy Daniels ,. / El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero - Fútbol - Davies y Kimmich, dilemas para Kompany ,. / La Paisana - Velaí - barrio - Los tigres', una película para cortar la respiración,.

 

TITULO: Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado   -  15 - Junio -  El rubio de Stormy Daniels ,.


Maneras de educar - SABADO - 15 - Junio  ,.





 Programa que descubre los proyectos educativos más innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El espacio recorre diferentes colegios . El sabado  -  15 - Junio  ,.

 

 Los desayunos de TVE ,.


Los desayunos de Televisión Española es un programa de televisión que se emite en La 1 de Televisión Española desde el 8 de enero de 1994, de lunes a viernes, en horario matinal.
Desde el 3 de septiembre de 2018, el programa de divide en dos partes. Primero, a las 08:25 horas, Los desayunos de TVE, siguiendo el formato clásico con noventa y cinco minutos de duración. Más tarde, alrededor de las 11:55, comienza Más desayunos, un debate político que cuenta con el mismo presentador y dura alrededor de noventa minutos., etc.

 

 

El rubio de Stormy Daniels,.

 Zenda recomienda: Amigos para siempre, de Daniel Ruiz

foto / Cuesta creer que un tipo como este pudiera quizá pillar de nuevo el timón de la Casa Blanca,.

 Trump le ha salido Stormy Daniels respondona, más un jurado unánime que le ha declarado culpable. La noticia debiera ser causa sobrante para que Trump se dedicara a sus negocios de rascacielos y no a la política de mesías,.

 Lunes de narrativa en español. Lunes, en este caso, de Amigos para siempre, la última novela del escritor andaluz Daniel Ruiz (Sevilla, 1976), publicada por la editorial Tusquets, que ha acogido sus últimos trabajos y dentro de la cual se proclamó también ganador del XII Premio Tusquets Editores de Novela gracias a su novela La gran ola, publicada en 2016. En este caso, Ruiz suspende el tiempo para reunir el pasado y el futuro de sus personajes en una única noche, dentro de la cual pronto se descubren pasadizos oscuros hacia lugares distintos.

Así se refiere al libro la propia autora: «Pedro, Lorite, el Rubio, Sebas y Marcelo son amigos desde el instituto. Juntos han superado numerosas vicisitudes, han vivido momentos luminosos y afrontado desgracias. Y a pesar de que tomaron caminos distintos, y de que ya no se ven con la frecuencia de antaño, siguen permaneciendo unidos. Ellos y sus parejas forman el chat de whatsapp llamado «Amigos para siempre». Y esta noche han quedado para celebrar el cincuenta cumpleaños del mayor del grupo, Pedro. El exitoso Pedro, CEO de una compañía industrial, dueño de un chalé en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, casado con la elegante aunque inestable Belén, y aficionado al coleccionismo de arte. Allí acuden Lorite, abogado, y su mujer Aurora; el Rubio, artista del menudeo, y su novia, la joven y atractiva Noelia; Marcelo, profesor de instituto, y Luci, siempre combativa y deslenguada; y Sebas, el soltero gay del grupo, que atraviesa una etapa complicada. Se las prometen muy felices: habrá alcohol, música, buenos amigos, la velada tiene que ser inolvidable. Y lo será, sin duda. La noche más inolvidable de sus vidas,.

 

TITULO: El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero  -  Fútbol - Davies y Kimmich, dilemas para Kompany  ,.

 

 

 

El larguero La Ser,.

 

El larguero es un programa deportivo radiofónico español, dedicado en su mayoría al fútbol, que se emite en la Cadena SER todos los días, a partir de las 23:30 horas. Su director y presentador principal es Manu Carreño.1​ El programa es presentado los viernes y sábados por Yago de Vega, y excepcionalmente lo presenta Francisco José Delgado o Álvaro Benito en ausencia de ambos., etc.

 

El Transistor Onda Cero ,.

El Transistor es el programa deportivo creado y dirigido por José Ramón de la Morena. Inició su primera emisión el 4 de septiembre de 2016.
Su horario es de lunes a domingo a partir de las 23.30 horas.
José Ramón de la Morena inicia esta andadura deportiva en Onda Cero con colaboradores de su anterior etapa en el Larguero de la Ser: Carlos Bustillo, David Alonso, Eduardo Pidal, Ana María Rodríguez, Aitor Gómez , Ángel Rubiano, Jorge Valdano, el ciclista Perico Delgado, el ex subdirector de As Juanma Trueba, Sebastián Álvaro Lomba , el alpinista que creó y dirigió en TVE Al filo de lo imposible, los doctores José González y Antonio Escribano ., etc,.

 

 Davies y Kimmich, dilemas para Kompany ,.


El canadiense y el alemán terminan contrato en 2025 y su continuidad en el Bayern está más en entredicho que nunca. Kompany deberá abordar si abrir definitivamente la puerta a ambos jugadores.


Vincent Kompany no sólo tendrá que devolver al Bayern a la senda de los éxitos como entrenador del club bávaro. El belga tendrá que lidiar con dos de las ‘patatas calientes’ que se le vienen encima a la entidad muniquesa. La continuidad de Joshua Kimmich (29 años) y Alphonso Davies (23 años) es cuestión de estado en el Allianz Arena. Ambas deben de resolverse más pronto que tarde ya que tanto el alemán como el canadiense terminan contrato en 2025 y están dando largas para ampliar sus contratos con el Bayern.

Kompany cuenta con ambos, pero a día de hoy nadie se atravería a asegurar en la entidad muniquesa que ambos sean 100% integrantes de la plantilla del Bayern la próxima temporada.

Alphonso Davies lleva meses coqueteando con el Real Madrid. Los blancos no están dispuestos a hacer locuras por el lateral izquierdo y más cuando en un año es un futbolista libre. Las pretensiones del Bayern para dejar ir a Davies son altísimas incluso para el Real Madrid. Piden 50M€ por el de Canadá mientras el conjunto madridista ofreció en su momento la mitad. Davies, según ha deslizado la prensa alemana, se descolgó con cifras desorbitantes para renovar su vinculación con el Bayern.

La Decimoquinta Champions, la salida de Kroos, la llegada de Mbappé y las renovaciones o no de Nacho, Modric y Lucas Vázquez han enfriado el tema Davies y el Real Madrid. Es un punto al que se agarra el Bayern que comienza a ser optimista con el lateral, pero Kompany debe tomar.decisiones sobre él. Pedir hacer un esfuerzo para retenerle o dejarle salir al mercado definitivamente.

Vincent Kompany.

foto / Vincent Kompany.

No es Davies el único problema que tendrá que resolver Kompany junto a Max Eberl, director deportivo del club bávaro. El otro escollo es la continuidad o no de Joshua Kimmich. No depende sólo de mí. ¿Qué quiere el club? Creo que en algún momento se hablará. Mi situación no es incierta. Todavía me queda un año de contrato. El Bayern sigue siendo mi primer punto de contacto...”, afirmó el internacional germano en la concentración de la selección de Alemania para la Euro. Unas palabras de las que se desliza que Kimmich no tiene prisa y está dispuesto a esperar lo que haga falta esperando acontecimientos.

Kimmich lleva semanas en el escaparate y son principalmente el Barcelona y el Manchester City lo clubes más interesados en su fichaje. El Real Madrid también se ha colocado en los últimos días como candidatable a fichar a Kmmich en un futuro, y más sin Kroos en la plantilla blanca. Será Kompany el que deba decidir si el Bayern tiene que hacer un esfuerzo por retener al igual que con Davies o por el contrario abrirle la puerta de salida. A Kimmich, la llegada del extécnico del Burnley, le da tranquilidad: “Lo conozco de lejos como jugador. Como entrenador puedo juzgarlo menos. Me alegro de que hayamos encontrado un nuevo entrenador. Por supuesto, también es importante para mi futuro, pero lo más importante para mí es lo que piensa el club. Es bueno que hayamos cerrado la elección de entrenador”. Verano largo en el Bayern con Kimmich y Davies, aunque de momento (tienen firmado hasta 2025) tienen más pies dentro que fuera de Alemania.

 

TITULO:   La Paisana -   Velaí -  El barrio - Los tigres', una película para cortar la respiración  ,.



 La Paisana - Velaí -  El barrio - Los tigres', una película para cortar la respiración  ,.

Viernes - 21 - Junio  a las 22:05 horas en La 1 / fotos,.

Los tigres', una película para cortar la respiración,.

 Los tigres', una película para cortar la respiración

Alberto Rodríguez dirige un largometraje sobre el buceo industrial protagonizado por Antonio de la Torre y Bárbara Lennie y que se rueda en un enclave de contrastes, las marismas del Odiel y el polo petroquímico de Huelva,.

«No habías oído nada, ¿no? ¡Tenemos que gritar más acción, chicos!». Alberto Rodríguez se levanta como un resorte de su silla de director tras observar la entrada dubitativa de Joaquín Núñez, el malagueño que obtuvo un Goya en la categoría de mejor,.

Hay que recordar a veces qué era el cine, por qué iba uno a la sala, por qué se recomendaba fervorosamente una película; y por qué el cine nos gustaba (a Terenci Moix y a mí) más que todas las demás artes juntas. Era por los doscientos primeros pasos que daba uno después de que acabara la película. Sólo le pedimos al cine dar doscientos pasos seguidos a un palmo sobre el suelo. No es como que le pidamos que nos explique nada.

Esta sensación de andarín nefelibata la había yo olvidado hace años, y obviamente se irá perdiendo hasta su completa mitificación. Ir al cine para andar sobre el aire será como ir al fumadero de opio a hacer otras volteretas. Vemos mucho más cine en casa que en las salas, y el efecto no es el mismo porque los actores reducen su tamaño, de estatua a play-mobil, y el sonido no nos aplasta, y la oscuridad no la practicamos. Y luego no hay una casa a la que volver porque ya estamos en ella.

Súmenle que las películas ahora se han vuelto previsibles, repetitivas, parte ocho, precuela, reboot. O que uno es viejo y ya ha visto todas las películas, triste carne.

Por lo que sea, hemos perdido la sensación, esa sensación. Tiene bastante similitud con despertares varios, como el despertar en la mañana, o más exactamente, como el despertar de una anestesia general. La película nos ha llevado tan lejos que, a la hora de hacer pie en el camino de vuelta a casa, no tenemos tan claro que nuestra casa sea mejor que la ficción que abandonamos. En la ficción que abandonamos no salíamos nosotros, no había facturas que pagar, citas a las nueve de la mañana ni colonoscopias. Era uno, como espectador, divino. Juzgaba. Reía. No corría riesgos. Las películas no las vemos frente a frente, o desde abajo, como puede parecer cuando estás sentado en tu butaca; las películas las vemos desde arriba.

Esos seres son humanos, en su pantalla; nosotros somos olímpicos.

"Los carteristas deberían conocer las mejores películas para ir a aguardar a los espectadores a la salida. Podrían robarles hasta un brazo sin que se dieran cuenta"

Después de tanta olimpiada, el frío de la calle, el ruido de la calle, la obligación misma de saber a dónde ir no acabamos de entenderla. Si la película es buena, es cine, es felicidad, cuesta aterrizar en nuestro destino de abonos de Metro y platos por fregar. Es una sensación (la sensación) extraordinaria, drogodependiente, muy propicia para que te acabe atropellando el autobús. Está uno tratando de devolver la mente disipada al pequeño frasco de la cabeza, y de encajar otra vez cables y clavijas y que aquello (el cuerpo, la identidad) se ponga otra vez en marcha. Pero, durante unos minutos, durante doscientos pasos, no hay nadie al volante.

Los carteristas deberían conocer las mejores películas para ir a aguardar a los espectadores a la salida. Podrían robarles hasta un brazo sin que se dieran cuenta.

Esta sensación que describo no coincide con cinco estrellas en la reseña, con cinco nominaciones a los Oscar, con el Oscar mismo a mejor película. Está muy por encima de todo eso, y seguramente es caprichosa, la sensación y quizá haya gente que salga radiante del cine con películas que yo no aguanté hasta el final.

De hecho, The Holdovers (Alexander Payne) es la primera película que aguanto hasta el final de las últimas seis o nueve que he visto en salas.

En España la han titulado Los que se quedan, aunque holdover haga referencia —veo en Google— a un trabajador que sobrevive a un cambio profundo de organigrama, normalmente debido al paso del tiempo. Ni siquiera en inglés tiene mucho sentido: la película empieza con cinco alumnos de un colegio elitista que no pueden pasar las Navidades en familia, por diversas circunstancias. Algunos amigos míos llaman a estos infelices navideños “descastados”. Titular novela o película “los que” o “lo que” nunca es muy recomendable, por cacofónico. La película (broma) podía haberse titulado Nuevo club de los cinco.

"El cine de gruñones, de grinches, quizá sea uno de los subgéneros más acosados por nuestro tiempo"

En su primer acto, Alexander Payne nos sitúa en efecto en un ecosistema represivo muy similar al de la película de John Hughes (1985). Tenemos cinco estudiantes problemáticos o en problemas (su familia no puede acogerlos en Navidad), y a un profesor carcelario. La personalidad del profesor (Paul Giamatti), sin embargo, va resquebrajándose o abriéndose para apuntar hacia otro genotipo educativo, el del profesor a la manera del que protagoniza La versión Browning (Anthony Asquith, 1951). No es el profesor enrollado y legendario de El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989), ni los demás profesores a los que dio vida Robin Williams. Se trata, muy tristemente, del profesor al que los alumnos no quieren y, al mismo tiempo, el claustro tampoco. No es un aliado de los estudiantes, pero tampoco un brazo ejecutor del sistema. Es, en suma, un pobre desgraciado.

El cine de gruñones, de grinches, quizá sea uno de los subgéneros más acosados por nuestro tiempo. Sólo recuerdo una película muy similar en los últimos años (e igualmente maravillosa): St. Vincent (Theodor Melfi, 2014). Estas películas suelen sacar un 7,1/7,2 en IMDB.

Después de ver Los que se quedan, ya en casa, me puse el trailer. Fue horrible. El trailer incluía escenas o escenitas de casi todas las partes de la cinta, incluido su tramo final. Como la vi sin saber apenas nada de ella, para mi bien, no deseo desvelar a los millones de lectores de este texto demasiada información sobre su argumento, para no perjudicarles el visionado.

Precisamente, una de las gracias de Los que se quedan es cómo va traicionando sus propias coordenadas, y lo que parece una película de encierro de pronto se expande; lo que parece una película coral, de pronto no lo es tanto. Y así todo. El guión de Payne junto a David Hemingson está lleno de desvíos, cortocircuitos, sucesos irreversibles. Es una película in-anticipable, si me permiten la palabreja. Por eso, detallar su argumento es destruirla.

"El resultado, en fin, es una película inolvidable que será olvidada, incluso por mí. No importa. Uno sale del cine como salía del cine cuando las películas de Woody Allen eran buenas"

Los que se quedan está mucho peor filmada que Vidas pasadas (Celine Song, 2023), cinta de moda que ha gustado a muchísima gente. Yo me salí. Vidas pasadas es muy bonita, de lejos, a ojo, como paisaje, pero emocionalmente se puede catalogar como dibujos animados. Diría que Past Lives es posmodernismo woke y The Holdovers, cine como Dios manda. Cine de personas verdaderas.

Ya su ambientación histórica es una huida de estos tiempos nuestros: 1970. Uno ve Los que se quedan (donde la actriz negra Da’Vine Joy Randolph tiene un papel excepcional; de hecho, mi favorito) sin pensar en cuotas, colores o autodeterminaciones. Sus creadores están contando muy exactamente la historia que quieren contar, independientemente de la película que tú quieras ver, y no digamos de la película que los Oscar quieran premiar. De hecho, su calificación para edades en Estados Unidos ha sido una R, la peor antes de la gloriosa X.

Payne, como en todas sus películas buenas (mayormente Nebraska y Sideways), ama con locura a sus personajes, los mima hasta el tuétano (suyo y de ellos). Por eso la planificación no es especialmente cerámica, pues Payne está a otra cosa. Y a esa otra cosa a la que está (las emociones) ayuda, ahí sí, la música, elegida con mucho más cuidado que el plano general o el plano corto.

También muy clásico es el guion. A mí me gustan los guiones bien armados, rimados, que vuelven sobre sí mismos, con leit-motivs y normas propias. Cuando no eres un genio, lo mejor es tener un buen guion.

El resultado, en fin, es una película inolvidable que será olvidada, incluso por mí. No importa. Uno sale del cine como salía del cine cuando las películas de Woody Allen eran buenas. Y uno, además, ve la película sabiendo a ciencia cierta que el resto del público la está disfrutando. Ese sería otro tema: notar que el público del que formas parte entiende la película de la misma manera, o con la misma satisfacción, que tú, sin necesidad de volver la cabeza y atisbar una cara en la fila posterior.

Luego todo el mundo abandona la sala, da doscientos pasos aéreos, y vuelve a la parte de la vida que no tiene guion.

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