martes, 4 de junio de 2024

España a ras de cielo - Fernando Hierro ,. - PLANETA CALLEJA - Domingo - 16 - Junio ,. / Centenarios - Luis Alberto Crespo ,. / Tramoyista - Las mujeres del capitan ,. / Aquí la tierra - El arte efímero del Corpus Christi aspira a ser Fiesta de Interés Turístico Nacional ,.

 

TITULO: España a ras de cielo - Fernando Hierro ,. - PLANETA CALLEJA -Domingo -  16 - Junio  ,.

 

España a ras de cielo  ,.

 

España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo Martes a las 22h30,.
 El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista., etc,.


PLANETA CALLEJA - DOMINGO - 16 - Junio ,.
 

   Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.

 

 Fernando Hierro,.

 

 FIFA World Cup 2018: Fernando Hierro Leaves Job As Spain Coach After Tournament Exit | Football News

 

foto /  Fernando Hierro,.

Oficial: Hierro se va con Cristiano

El malagueño se convierte en el nuevo director deportivo del Al Nassr, donde coincidirá nuevamente con el crack portugués.

Fernando Hierro ya es el nuevo director deportivo del Al Nassr. De este modo, el malagueño recala en el liga de Arabia Saudí como máximo responsable deportivo del club capitaneado por Cristiano Ronaldo. Ambos mantienen una buena relación de la época en la que Hierro fue asistente de Carlo Ancelotti, en la primera etapa del entrenador italiano en el club blanco.

Fernando Hierro aterriza en el Al Nassr tras finalizar su etapa en México, donde desempeñó el cargo de director deportivo del Chivas de Guadalajara. Según fuentes saudíes, el exseleccionador español durante el Mundial de Rusia y exjugador del Real Madrid, entre otros, está en Arabia firmando su contrato con el Al Nassr. Ésta será la cuarta experiencia de Fernando Hierro como director deportivo después de ocupar ese puesto en la Selección española, el Chivas y el Málaga.

Fernando Hierro llega al Al Nassr con el reto de configurar una estructura que haga campeón el ambicioso proyecto capitaneado por Cristiano Ronaldo, al que le queda un año más de contrato como futbolista del club árabe, puesto que el resto de años que figuran en su contrato (hasta 2030) serán como consejero del club.

TITULO: Centenarios - Luis Alberto Crespo ,.


Luis Alberto Crespo,.

foto / Luis Alberto Crespo

Luis Alberto Crespo
Información personal
Nacimiento 13 de abril de 1941, 83 años
Carora, Lara, Venezuela
Nacionalidad venezolana
Información profesional
Ocupación Poeta, Crítico, Columnista
Género Literatura
Distinciones

Luis Alberto Crespo (Carora, Lara, Venezuela, 13 de abril de 1941)12​ es un poeta, crítico y columnista venezolano, ganador del Premio Nacional de Literatura 2010-2012.23

Biografía

Estudió periodismo en la Universidad Central de Venezuela y París. Dirigió el Papel Literario del diario El Nacional. Fundó y dirigió el suplemento Feriado del mismo periódico. Fue director de información cultural de la agencia de noticias Venpres. Fundó y fue consejero editorial de «G», suplemento de cultura del periódico «El Globo», y miembro del Consejo Editorial de la revista cultural del Banco Central de Venezuela.

Perteneció al equipo docente de los talleres de narrativa y poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. Dirigió la revista Imagen. Es autor de numerosos guiones literarios y textos para libros sobre el paisaje y la geografía de todas las regiones de su país. Por casi una década presidió la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.

En el acto de apertura del Festival Mundial de Poesía, en junio de 2012, afirmó que Hugo Chávez es «el gran poeta de Venezuela (...) Ser poeta no es escribir poemas, ser poeta no es alguien que crea poesía. Un poeta es un lector, un poeta es un funcionario público, un poeta es un hombre que tiene un concepto humanístico del hombre y de la vida. Por lo tanto, el presidente Chávez representa a esos poetas que gobierna. Yo creo que Lincoln es un gran poeta. Es por eso que dije lo que dije, sobre todo porque también un poeta es aquel que promueve la poesía. Y el Presidente siempre lo ha hecho. Yo le tengo un gran afecto a ese señor. Lo he visto amar a la poesía, la poesía de los pueblos. Un hombre así tiene todo el derecho de ser llamado poeta, por el hecho de haber construido su emoción, su sistema afectivo, con base en lo que la poesía exige del poeta: amar a un pueblo, a un proyecto libertario. Es lo que defiendo cuando digo que Chávez es nuestro poeta».

En la actualidad Crespo desempeña el cargo de Embajador de Venezuela ante la Unesco

 

TITULO: Tramoyista  - Las mujeres del capitan,.


Las mujeres del capitan,.

 

Las mujeres de Alatriste

fotos / Pocos son los autores masculinos contemporáneos que han concedido tanto protagonismo a la figura de la mujer. La mujer en la literatura de Arturo Pérez-Reverte, como afirmaba en un artículo titulado precisamente «Las mujeres de Arturo Pérez-Reverte» ––y espero que vuestras mercedes sepan perdonar la inmodestia que supone citarme a mí mismo, pero lo hago en honor a la verdad––, casi invariablemente y a marcada diferencia de sus personajes masculinos, suele ser inteligente, independiente, sabia, a menudo libre y autónoma, enérgica y fuerte, y también seductora, no sólo notablemente en cuanto sirena o femme fatale (uno de sus tipos de mujer más destacados, también en Alatriste) ––que también, a menudo––, sino en el sentido más amplio del término, es decir, como alguien que ejerce un atractivo fascinante, cautivador, poderoso sobre otros personajes y asimismo sobre el lector. Dado esto y en el contexto de un período donde hay feminismos cada vez más militantes que a veces conducen a la condenación de la literatura de nuestro autor como «machista», no deja de sorprender que ésta es y ha sido todo lo contrario, a juzgar por los papeles y la calidad literaria de sus protagonistas femeninos y por la igualdad de la mujer con los hombres en su mundo, o más bien la superioridad de aquélla. El hecho de que a menudo las novelas revertianas estén ambientadas en mundos cuyos protagonistas suelen ser hombres o el punto de vista desde el que se narran sea masculino se confunde quizás con la propia literatura y la cosmovisión que emerge en conjunto, que no creo que se puedan calificar como machistas. Es decir, se confunde la parte (la ambientación o la perspectiva) con el todo (la literatura en conjunto). De «machista», es decir, una literatura que desprende una actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres (DLE), sólo podría tildar la literatura revertiana quien la desconoce por completo; sus protagonistas femeninos desmienten del todo tal calificación, y esto es así hasta cierto punto también en las novelas que componen la saga de Alatriste, que obviamente, dados la época y el concomitante mundo soldadesco y guerrero en que están ambientadas, se mueven en un mundo de hombres. Con todo, incluso en este mundo varonil, destacan determinados personajes femeninos, por mucho que sean secundarios todos ellos sin excepción alguna. Eso sí, con alguna que otra notable salvedad, todos estos personajes femeninos ejercen o ejercieron en algún momento de su vida el oficio más viejo del mundo, todo hay que decirlo.

"Caridad la Lebrijana y el hecho de que mencionara la palabra «matrimonio» con demasiada frecuencia será parte de la razón por la que Alatriste se aleja de Madrid"

En primer lugar está la figura fiel, alegre, maternal y bondadosa de Caridad la Lebrijana, antigua prostituta y dueña de la taberna del Turco, que como su nombre indica, acoge muy generosamente a Diego Alatriste (además de a Íñigo Balboa) en el seno de su bodegón y de su vida, y cuyo escote le resulta tan turbador a éste, cuando ella «se inclinaba a servir la mesa y la blusa insinuaba, moldeados por su propio peso, aquellos volúmenes grandes, morenos y llenos de misterio» (El capitán Alatriste, 123). Caridad la Lebrijana y el hecho de que mencionara la palabra «matrimonio» con demasiada frecuencia será parte de la razón por la que Alatriste se aleja de Madrid en Corsarios de Levante (19).

Otra de las razones por que lo hace es porque ha terminado con María de Castro, «la más linda y famosa representante de su época», en la que se encarna «esa magnífica y extraña realidad humana que fue nuestro teatro, oscilante siempre entre el espejo ––a veces satírico y deformante–– de la vida cotidiana, de una parte, y la hermosura de los más aventurados sueños, de la otra»; la Castro es «hembra briosa, de buenas partes y mejor cara: ojos rasgados y negros, dientes blancos como su tez, hermosa y proporcionada boca» y las mujeres de aquel entonces «envidiaban su belleza, sus vestidos y su forma de decir el verso», mientras los hombres «la admiraban en escena y la codiciaban fuera de ella» (El caballero del jubón amarillo, 25). Aunque Alatriste, que se precisa no está enamorado de ella ni de mujer alguna a lo largo de la saga, no es el único en gozar de los favores de esta hermosa mujer, María de Castro sí «le concedía gratis lo que a otros negaba o cobraba el valor de su peso en oro» (El caballero del jubón amarillo, 36). Para Alatriste, como asimismo para casi todos los personajes masculinos de la literatura de nuestro autor (con la excepción quizás de César en La tabla de Flandes), las mujeres son unos seres insondables, y más de una vez observará que «eran extraños los mecanismos que movían el pensamiento de las mujeres». Así, no nos debería sorprender que María de Castro les complique la vida a Alatriste y a Íñigo, poniéndolos a ellos, junto a la corona del rey, en gravísimo peligro en la aventura de El caballero del jubón amarillo, «probando así», como observa Íñigo, «que no hay locura a la que el hombre no llegue, abismo al que no se asome y lance que el diablo no aproveche cuando hay mujer hermosa de por medio» (27). O, por decirlo en los versos de un soneto de Lope que Alatriste cita en otro momento de esta novela:

Quiere, aborrece, trata bien, maltrata,

y es la mujer al fin como sangría,

que a veces da salud, y a veces mata

(El caballero del jubón amarillo, 73).

En las entregas de la serie no faltan tampoco las mujeres que sufren violencia: violaciones, como la mora de Corsarios de Levante cuando la cabalgada de Uad Berruch, vista como legítimo botín de guerra por unos soldados que Alatriste acaba matando para defender a la mujer y su bebé; o torturas, como es el caso de la desdichada Elvira de la Cruz, torturada por la Santa Inquisición en Limpieza de sangre hasta tal punto de que esta joven de dieciocho o diecinueve años «parecía una anciana decrépita» y tenía en los ojos una mirada tan vacía y perdida que no era sino la «ausencia absoluta hecha con todo el dolor, y el cansancio y la amargura de quien conoce el fondo del más oscuro pozo que imaginarse pueda» (154).

"Su retrato recuerda a la Sophia Loren de hace 30 años, también por la forma en que la representa Joan Mundet siguiendo las indicaciones del autor"

Como era de rigor, los soldados de la saga no dejan de acudir de vez en cuando a mancebías, como la regentada por una antigua conocida de Sebastián Copons en Orán, mora celestina madura, bautizada y viuda de soldado de mucha confianza y con unas daifas «cristianas, andaluzas y de no mala presencia, que en la plaza se ganaban la vida tras ser desterradas allí por malos pasos y peores antecedentes —venían de las almadrabas de Zahara, que eran el finibusterre de su oficio» y una mora renegada «bien plantada y muy jarifa, diestra en menesteres de precisión que no están en los mapas» (Corsarios de Levante, 94-95)—. Diestras en su oficio lo son también las daifas andaluzas que conocerán Íñigo y Alatriste en Roma, además de las hebreas conversas descendientes de familias expulsadas de España (El puente de los Asesinos, 53-54). Las cortesanas con las que trabarán relaciones más adelante en Venecia en la misma aventura, en la casa que se hospedan, frecuentada por pupilas selectas, clientes de calidad y también viajeros «de mucha recomendación, que preferían las ventajas de esa casa a una simple posada desprovista de otros alicientes», tales como el propio Alatriste, son de otra índole. La elegante casera Donna Livia Tagliapiera, una de las más asentadas meretrices de su oficio, retirada del ejercicio propio y relacionada con miembros destacados de la sociedad veneciana de la que conoce secretos, es una segura y fiable fuente de información y eficaz cómplice (130-133). Es morena, con una nariz larga que le daba una arrogancia especial y en conjunto una mujer todavía muy hermosa, pese a sus años, con la cual acabará intimando Alatriste. Su retrato recuerda a la Sophia Loren de hace 30 años, también por la forma en que la representa Joan Mundet siguiendo las indicaciones del autor. Es el tipo de mujer por el cual nuestro autor siente una especial predilección, mujeres mayores o de edad avanzada que conservan una elegancia y hermosura que se tornan especialmente atractivas con el paso de los años porque a su belleza se suman las huellas de un pasado que las envuelve y las dota de una elegancia que no es sino fruto exclusivo de una vida vivida y disfrutada con plenitud y la sabiduría y coquetería depurada concomitante de muchas de su sexo. Íñigo, en cambio y a diferencia de su amo más experimentado en tales lances, acabará intimando con una de sus criadas, Luzietta, que en realidad lo acaba engañando para extraerle información.

Y esta proclividad de Íñigo a ser engañado por las mujeres que lo acaban seduciendo nos conduce a la que no es sino la mujer principal de todas las novelas de la serie de Alatriste: Angélica de Alquézar, introducida en la corte por su tío Luis de Alquézar, menina de la reina y de las princesas jóvenes, mujer de una espléndida belleza años después de que la conoce Íñigo y pintada por Velázquez en 1635. Con Angélica mantendrá Íñigo una estrecha y endemoniada relación que se irá profundizando y complicando a lo largo de los años y las novelas.

"Desde esta primera visión, se deja entrever la combinación de lo celestial con lo diabólico que caracterizará a Angélica"

La ve por primera vez en la primera entrega cuando de niña el carruaje que la transporta llega a su altura y en la ventanilla ve «el rostro de una niña, unos cabellos rubios peinados en tirabuzones, y la mirada más azul, limpia y turbadora» que ha contemplado en su vida; esta visión hará que se estremezca Íñigo, en una clara prefiguración de lo por venir, desconociendo por qué pero intuyendo a la vez claramente que «mi estremecimiento hubiera sido aún mayor de haber sabido que acababa de mirarme el Diablo» (El capitán Alatriste, 20). Así que desde esta primera visión, se deja entrever la combinación de lo celestial con lo diabólico que caracterizará a Angélica. Cuando más adelante Íñigo sale en su defensa, cuando el cochero y carruaje de aquélla están amenazados por unos mozalbetes, la nueva visión de Angélica —rubia, pálida, bellísima— lo clava en el suelo, y al posar ésta su «mano diminuta, perfecta, blanca de nácar» en el marco de la ventanilla y «su boca, perfectamente dibujada en suaves labios pálidos, se curvó un poco, ligeramente» y deja atisbar una sonrisa enigmática y misteriosa, Íñigo se quedará en mitad de la calle «enamorado hasta el último rincón de mi corazón, viendo alejarse a aquella niña semejante a un ángel rubio e ignorando, pobre de mí, que acababa de conocer a mi más dulce, peligrosa y mortal enemiga» (68-70). La mirada azul «como el cielo claro y frío de Madrid en invierno», los tirabuzones rubios, la mano blanca y delicada y, sobre todo, la sonrisa que esbozará más tarde permitirán al Íñigo ya mayor que cuenta las aventuras reconocer retrospectivamente a Angélica no sólo como la suma de todas las mujeres sino a la mujer en conjunto como sexo formidable y superior al hombre, porque esta «sonrisa lenta, muy lenta, de desdén y de sabiduría máxima infinita al mismo tiempo» era una sonrisa que ninguna niña ha tenido tiempo de aprender en su vida, sino que son innatas, hechas de esa lucidez y esa mirada penetrante que en las mujeres constituye exclusivo patrimonio; fruto de siglos y siglos de ver, en silencio a los hombres cometiendo toda suerte de estupideces. Yo era entonces demasiado joven para advertir lo menguados que podemos ser los varones, y lo mucho que puede aprenderse en los ojos y en la sonrisa de las mujeres. No pocos percances de mi vida adulta se habrían resuelto a mayor satisfacción de haber dedicado más tiempo a tal menester. Pero nadie nace enseñado; y a menudo, cuando gozas de las debidas enseñanzas, es demasiado tarde para que éstas sirvan a tu saludo o a tu provecho (124-125).

Así, Íñigo quedará embrujado y caerá una y otra vez en las trampas que le tenderá Angélica a él y a Alatriste, porque a Angélica, como descubrirá, la caracterizará también una «maldad fría y sabia que en algunas mujeres está ahí, desde que son niñas. Incluso desde antes, quizás; desde hace siglos», porque «de las armas con que Dios y la naturaleza dotaron a la mujer para defender de la estupidez y la maldad de los hombres, Angélica de Alquézar estaba dotada en grado sumo» (El capitán Alatriste, 189-190). De todas las mujeres en la serie y en la vida de Íñigo, Angélica, «tan bella como Lucifer antes de ser expulsado del Paraíso», será «la más inteligente, la más seductora y la más malvada»; la amará «como amar al diablo aun sabiendo que lo es», convencido que ella también lo ama a él hasta la muerte, a su manera, como en efecto le confesará abiertamente en la cuarta entrega (Limpieza de sangre, 74-75 y 81; El oro del rey, 107).

"La sirena es una figura asociada con la muerte y representa desde la Antigüedad las tentaciones de la carne, los peligros del halago y de la seducción"

En suma, Angélica es el «ángel-diablo de mirada azul» que endulza y amarga la existencia de Íñigo (El caballero del jubón amarillo, 79), exactamente como lo hizo también en su momento Milady de Winter con la de Athos y sus compañeros. Porque Angélica no es sino una Lady de Winter en ciernes; es una descendiente directa, como otras femmes fatales o sirenas revertianas, tales como Adela de Otero en El maestro de esgrima, de Lady de Winter, la Milady de la saga de los tres mosqueteros de Alejandro Dumas. Es, por tanto, la arquetípica femme fatale que seduce a un hombre para sus propios fines y puede producir su perdición, una puesta al día de la figura mitológica de las sirenas, habitantes, como se sabe, en la Odisea de Homero, de una isla localizada entre Escila y Caribdis, que atraían y seducían a los marineros con sus cantos y hacían que estrellaran sus barcos contra la costa rocosa de la isla para luego devorarlos en su confusión. La sirena es una figura asociada con la muerte y representa desde la Antigüedad las tentaciones de la carne, los peligros del halago y de la seducción. Íñigo nos remite explícitamente a ese tipo de mujer y a Circe en concreto cuando se da cuenta de que lo acaba de acuchillar Angélica: «Me va a degollar como a un ternasco. O como a un cerdo. Había leído algo una vez sobre la maga, la mujer, que en la Antigüedad convertía a los hombres en cerdos» (El caballero del jubón amarillo, 290).

Por lo tanto, Angélica es representante de lo «femenino oscuro», estas mujeres en la literatura que serán capaces de retar al héroe tanto mediante las artimañas de la Tentación como a través de la confrontación directa del Monstruo, como es el caso de Angélica, quien se vale tanto de sus dones de atracción y seducción como, cuando estos fallan, de la daga cuando acuchilla a Íñigo después de acostarse con él y cuando éste se presta a marcharse para ayudar a Alatriste, en una escena reminiscente del ataque furioso de Milady contra d’Artagnan desde el lecho en que habían yacido en Los tres mosqueteros. En esta unión de sirena tentadora y monstruo, Angélica es de la estirpe de Milady, quien despliega una gran variedad de armas y facetas de carácter que hacen que más de una vez sea comparada con el Maligno. En palabras de Athos en el capítulo de la ejecución de Milady (el capítulo LXVI de Los tres mosqueteros), Milady no es una mujer, no pertenece a la condición humana, sino que es un demonio escapado del infierno, exactamente como es descrita Angélica, que cometerá tamaños actos diabólicos —conspiraciones, intrigas, trampas, asesinatos— como Lady de Winter.

" Las mujeres revertianas, si se alían con el Mal, si actúan con crueldad o pertenecen a lo «femenino oscuro», lo hacen a menudo por una serie de códigos a los que son fieles"

A la luz de todo eso, el hecho de que Angélica esté en realidad motivada por una lealtad a una persona, su tío y benefactor, no la convierte en menos diabólica y monstruosa, aunque puede que eso la torne atractiva, compleja y ambigua. Sea como fuere, es una mujer formidable. Las mujeres revertianas, si se alían con el Mal, si actúan con crueldad o pertenecen a lo «femenino oscuro», lo hacen a menudo por una serie de códigos a los que son fieles, por lealtad, bien a una persona (o su memoria), bien a una idea, como descubrimos también en las novelas de la serie Alatriste, en las que las mujeres sin duda tienen una presencia menor en comparación con las demás novelas de Arturo Pérez-Reverte, pero no por ello menos significativa y reveladora, y en las que Íñigo acaba comprendiendo de verdad unos versos de Lope que le había hecho copiar el dómine Pérez y cuyas últimas dos estrofas recordará con desasosiego en El caballero del jubón amarillo:

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Pero no se trata sólo de esto. Las mujeres de la saga no sólo nos permiten ver algunos tipos de mujer y descubrir el enamoramiento profundo de Íñigo, sino que nos revelan por un lado una visión que divide a los hombres en dos edades ––el hombre mayor, Alatriste, héroe curtido, cansado y del todo desengañado desde el principio que no se enamora nunca de ninguna mujer, mientras que el joven Íñigo sí, y hasta la médula–– y, por otro lado, otra visión que, más significativamente aún, divide a los hombres en dos clases de varón: el hombre que nunca se enamora de ninguna mujer y el hombre que sí, que descubre el amor de su vida hasta su muerte. Es decir, las mujeres nos permiten ver que hay hombres que no pueden, no saben o no se atreven a enamorarse nunca, mientras que otros sí reúnen esta disposición y el concomitante valor que el enamoramiento supone, porque a veces supone una bajada a los infiernos, como nos recuerdan también los versos de Lope, y lo hacen a lo largo de una larga vida.

TITULO: Aquí la tierra - El arte efímero del Corpus Christi aspira a ser Fiesta de Interés Turístico Nacional ,.

El arte efímero del Corpus Christi aspira a ser Fiesta de Interés Turístico Nacional ,.

La fiesta, seña de identidad del municipio, se celebra del 30 de mayo al 2 de junio,.

Vecinas de la calle larga ultiman los detalles del tapiz.
 
foto / Vecinas de la calle larga ultiman los detalles del tapiz.

San Vicente de Alcántara celebra del 30 de mayo al 2 de junio el Corpus Christi, Fiesta de Interés Turístico Regional desde el año 2011 y seña de identidad del municipio, en la que se rinde homenaje al Santísimo Sacramento.

Este evento aspira a ser Fiesta de Interés Turístico Nacional, pese a las dificultades que esto conlleva, como su difusión en medios de comunicación de carácter nacional. De hecho, ya se han comenzado a dar los primeros pasos.

Juan María Delfa, diputado del Área de Desarrollo Rural, Reto Demográfico y Turismo, ha explicado que en la Diputación se cuenta con un programa de subvenciones nominativas destinado a las 35 Fiestas de Interés Turístico regional de la provincia de Badajoz, entre las que se encuentra el Corpus Christi de San Vicente de Alcántara.

Delfa ha manifestado que esta festividad, que atrae cada año a miles de visitantes de un lado y otro de la raya, es uno de los más importantes exponentes de arte efímero de nuestro país. Durante su celebración, siete calles y dos plazas del municipio se engalanan con bellas alfombras de vivos colores, realizadas con con 5.500 kilogramos de viruta de madera, 2.000 kilos de sal, 2.800 litros de tintes y hasta 3.000 kilos de serrín de corcho.

La tarde-noche del sábado se dibuja el firme de las calles con reglas, tizas, plantillas y cuerdas y sobre las 5.00 horas de la mañana los vecinos comienzan a dar color a las plantillas realizadas la noche anterior.

Por su parte, Andrés Hernáiz, alcalde de San Vicente de Alcántara y diputado provincial, ha agradecido a la Diputación su colaboración en este evento y ha dicho que el arte efímero es lo que le da un carácter especial a la fiesta, ya que después de todo un año de trabajo, las alfombras solo duran dos horas, al desaparecer cuando pasa la procesión.

También he resaltado que en el año 2011, cuando fue declarada de Interés Turístico Regional, la fiesta dio un cambio radical por la gran afluencia de visitantes que no deja de crecer cada año. En estos momentos todos los alojamientos del municipio y aledaños cuentan con lleno total.

Durante su intervención David Cuño, concejal de Festejos, Cultura y Comunicación del municipio y presidente de la Asociación de Amigos del Corpus, ha puesto de manifiesto que la fiesta tiene una doble vertiente, religiosa y profana, puesto que la Asociación es laica.

También ha resumido el programa de actos del 2024 con actividades como el concierto de 'Diván du Don'; el Certamen de Alfombras Infantiles, en el que participarán 150 niños en dos categorías, aunque se les inculca su carácter didáctico y no competitivo; y el trazado de las alfombras, que se realizará el sábado a partir de las 18.00 horas.

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