foto / A ver quién es el guapo que se opone a 170 escaños?». Parafraseando al presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, dejó ayer este recado a Pedro Sánchez. Los populares confían en cerrar este fin de semana su pacto de investidura con Ciudadanos, y que el mismo no se escriba sobre papel mojado, sino que sirva como último cartucho para intimidar al líder del PSOE.

En un intento de presión que llegará ya casi en tiempo de descuento, Mariano Rajoy llamará previsiblemente al socialista cuando tenga blindados 170 votos a favor y le falten solo seis apoyos u 11 abstenciones para conseguir ser nombrado presidente. El candidato del PP está a la espera de rubricar el acuerdo con Ciudadanos y Coalición Canaria para mantener esa conversación con Sánchez, aún consciente de que el socialista lleva más de un mes resistiéndose a abstenerse.

El secretario general del PSOE ha venido esquivando el diálogo con Rajoy. Primero le exigió que hiciese pública la fecha de la investidura. Después, aducen fuentes de la Moncloa, reclamó que la llamada se pospusiera a la firma del pacto entre PP y Ciudadanos. Aunque al inicio del verano los conservadores intuyeron que los socialistas no se atreverían a enrocarse en el no a solo seis votos de la presidencia, la falta de movilidad de la posición de Sánchez les hace plantear incluso esta última maniobra de presión desde el más absoluto escepticismo.

Los portavoces del PP salieron ayer en tromba a situar a Sánchez contra las cuerdas y a subrayar que unas terceras elecciones en diciembre serían incluso potencialmente dañinas para el país. La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, adujo por ejemplo que ir a unos nuevos comicios «no es bueno para el sistema» porque los ciudadanos lo que quieren es un gobierno y «no está bien preguntarles tanto» y que los políticos no asuman su «responsabilidad de llegar a acuerdos para darles una respuesta». En su opinión, unos terceros comicios dañarían la confianza ciudadana en sus representantes. La número dos del Gobierno confirmó por otro lado que la voluntad de Rajoy ha sido hablar con Sánchez en las últimas semanas y está dispuesto a hacerlo antes, durante y después de la investidura, que se celebrará del 30 de agosto al 2 de septiembre.

En línea con Martínez-Maillo, la vicepresidenta señaló que la suma de 170 escaños constituye una «mayoría muy amplia» capaz de dar estabilidad y que continúe la recuperación económica. Por ello pidió al PSOE que esté «a la altura de las circunstancias». El vicesecretario de organización del PP también recordó que tradicionalmente los socialistas han sido un partido de Estado y consenso. En base a esta argumentación, pidió a Sánchez una «reflexión» y que no «obstaculice» con un no a Rajoy la formación de un nuevo Ejecutivo,.